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miércoles, 23 de octubre de 2019

MARIANA PINEDA DE FEDERICO GARCÍA LORCA Y SERIE DE TV DIRIGIDA POR RAFAEL MORENO ALBA

Hoy nos acercaremos a la figura de Mariana Pineda, una mujer admirable de la que vale recordar su historia. Nació y murió en Granada, el 1 de septiembre de 1804 y el 26 de mayo de 1831; de corta vida pero con una figura que tuvo un carácter mítico; por ser una mujer capaz de alzarse con una voz, a pesar de sus pocos años, por revolucionaria y por pagar con su vida por no acceder y defenderse de unos amores que no quería. Con solo veintiséis años de vida, fue capaz de convertirse en una heroína legendaria.

Pertenecía a una familia noble de Granada por parte de padre: Hija reconocida de Mariano Pineda Ramírez, capitán de navío de la Armada; pero de madre soltera por oposición de las familias al casamiento de los que eran sus padres a causa de las diferencias económicas que había entre ellos. Huérfana de padre desde los quince meses de edad y desautorizada su madre a quedarse con la niña, quedó bajo la custodia de su tío paterno, José Pineda. Contrajo matrimonio a los quince años con Manuel de Peralta y Valle, liberal de la logia masónica cercana al círculo constitucionalista del conde de Teba que falleció en 1822. Mariana, viuda y madre de dos hijos de corta edad, siguió en los ambientes liberales durante la Década Ominosa (1823-1833) por lo que era  observada y seguida. Fue descubierta en un complot constitucionalista en 1826, donde actuaba como intermediaria entre los liberales granadinos y los exiliados de Gibraltar, por lo que fue sometida a juicio y luego absuelta. Posteriormente, en 1828 facilitó la fuga de su primo Fernando Álvarez de Sotomayor, comandante del Ejército que había sido condenado a muerte por su implicación en el levantamiento de Rafael del Riego (1820) por lo que Mariana Pineda fue detenida nuevamente, con el pretexto de haber dado a bordar una bandera morada con un triángulo en el centro y la inscripción «Ley, Libertad, Igualdad», que supusieron iba a servir de enseña para un proyecto revolucionario. Por ello, fue acusada de pertenecer a una conspiración liberal. Al negarse Pineda a delatar a sus supuestos cómplices, Ramón de Pedrosa, miembro de la Real Chancillería de Granada (y, parece ser que enamorado de ella, no correspondido), decretó su ingreso en prisión. En medio de muchas protestas de la población, fue juzgada y condenada a morir a garrote vil.

La sentencia se ejecutó en el Campo del Triunfo de Granada, mientras quemaban la bandera. Mariana Pineda se convirtió en heroína y mártir de la causa liberal, inspiración de leyendas y romances de ciego. Federico García Lorca escribió su historia en la obra teatral 'Mariana Pineda. Romance popular en tres estampas' (1925)
Observaremos la situación histórica de España en esa época, para entender mejor el contexto de Mariana Pineda, en el documental elaborado por la profesora Guiomar, de geografía e historia, para la clase de historia de 4º de la ESO. Está hecho con fragmentos de los documentales "Vivan las caenas" y "Por la senda liberal" de la serie documental "Memoria de España".  
           

La obra literaria
Federico García Lorca daba por terminada la obra teatral 'Mariana Pineda' a principios de 1925, después de hacer varias reescrituras de borradores y pasar casi dos años en su creación. No terminaba de estar satisfecho con su resultado. Era una historia que conocía desde niño porque el relato circulaba en la tradición popular de Granada; era el mito de una mujer joven que en el siglo XIX había sido condenada a muerte por defender sus ideales liberales. 
Federico García Lorca. Mariana Pineda 1928. Primera edición, original. 
García Lorca basó su obra en hechos históricos y ficticios de transmisión oral, 'Mariana Pineda. Romance popular en tres estampas'. En 1836, cinco años después de la ejecución de la heroína, triunfaron los liberales y el 25 de mayo, quinto aniversario de su muerte, exhumaron  sus restos para hacer un recorrido por la ciudad de Granada hasta la catedral con el traslado posterior a la iglesia de Nuestra Señora de las Angustias, porque la muchacha era un personaje popular cantado y recitado por muchos. Wikipedia  cita varias obras, antes de la de Lorca. La de Francisco Villanueva y Madrid, 'El heroísmo de una señora ó la tiranía en su fuerza. Drama histórico original en cuatro actos dedicado a la inmortal Mariana Pineda, víctima por la libertad en Granada. Reinado de Fernando VII, y Ministerio de Calomarde', publicado en 1837 y el drama  de Francisco de Paula Lasso de la Vega, 'Mariana Pineda. Drama en cuatro actos' (1838), además de biografías poesías de cordel y otros relatos. 
La obra de Lorca tiene a la ciudad de Granada como personaje testimonial que sufre por la tragedia que rodea a Mariana Pineda, ciudad que se enamora de su figura. El drama resalta el aspecto amoroso que incita a los actos de valentía de la protagonista, el bordado de la bandera por amor a D. Pedro de Sotomayor (nombre que sintetiza el de Fernando Álvarez de Sotomayor y Pedro, al que le da el mismo apellido) como razón importante con fines revolucionarios, perseguido por Pedrosa como voz del régimen, a su vez enamorado de Mariana y rechazado por ella. Todo tiene un trasfondo importante que induce a mostrar el significado del sentido del honor y de la libertad. Mariana defiende unos principios y una ideología. Es capaz de dejarse matar por amor, lealtad, y dignidad como mujer. Por otro lado, también se destaca, con toda claridad, la inquinidad, el deshonor y la perversión de unos y la laxitud y poca sensibilidad y cobardía, con que responden otros ante los graves hechos que llevan a Mariana al cadalso. El momento decisivo del desenlace final está en el diálogo entre Pedrosa, el acosador  que tiene en su mano  la decisión de salvar o condenar a Mariana y Mariana, la acosada que no quiebra su voluntad a pesar de las amenazas.   
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Pedrosa: (Indiferente.)
¡Muy bien bordada!
De tafetán morado y verdes letras.
Allá en el Albaicín, la recogimos,
y ya está en mi poder como tu vida.
Pero no temas; soy amigo tuyo.
(Mariana queda ahogada.)
Mariana: (Casi desmayada.)
Es mentira, mentira.
Pedrosa:
Sé también
que hay mucha gente complicada.
Espero que dirás sus nombres, ¿verdad?
(bajando la voz y apasionadamente.)
Nadie sabrá lo que ha pasado, yo te quiero
mía, ¿lo estás oyendo? Mía o muerta.
Me has despreciado siempre; pero ahora
puedo apretar tu cuello con mis manos,
este cuello de nardo transparente,
y me querrás porque te doy la vida.
Mariana: (Tierna y suplicante en medio de su desesperación, abrazándose a Pedrosa.)
¡Tenga piedad de mí! ¡Si usted supiera!
Y déjeme escapar. Yo guardaré
su recuerdo en las niñas de mis ojos.
¡Pedrosa, por mis hijos!...
Pedrosa: (Abrazándola, sensual.)
La bandera
No la has bordado tú, linda Mariana,
y ya eres libre porque así lo quiero...
(Mariana al ver cerca de sus labios los labios de Pedrosa, lo rechaza, reaccionando de una manera salvaje.)
 Mariana:
¡Eso nunca! ¡Primero doy mi sangre!
Que me cueste dolor, pero con honra.
¡Salga de aquí!
Pedrosa: (Reconviniéndola.)
¡Mariana!
Mariana:
¡Salga pronto!
Pedrosa: (Frío y reservado.)
¡Está muy bien! Yo seguiré el asunto y usted misma se pierde.
Mariana:
¡Qué me importa!
Yo bordé la bandera con mis manos;
con estas manos, ¡mírelas, Pedrosa!
y conozco muy grandes caballeros
que izarla pretendían en Granada.
¡Mas no diré sus nombres!
Pedrosa:
¡Por la fuerza
delatará! ¡Los hierros duelen mucho,
y una mujer es siempre una mujer!
¡Cuando usted quiera me avisa!
Mariana:
¡Cobarde!¡Aunque en mi corazón clavaran vidrios no hablaría!
(En un arranque.)
¡Pedrosa, aquí me tiene!
Pedrosa:
¡Ya veremos! ....
Mariana:
¡Clavela, el candelabro!
(Entra Clavela, aterrada, con las manos cruzadas sobre el pecho.)
Pedrosa:
No hace falta, señora. Queda usted detenida en nombre de la ley.
Son unos versos elocuentes de una situación que ha hecho de la protagonista una mujer digna de ser admirada. También permite recordar situaciones, tantas veces denunciadas, de abusos de poder y ninguneo hacia la mujer que ha de estar supeditada a caprichos y devaneos de ciertos hombres.  Por otra parte, le anuncian que Pedro, por el que la muchacha ha bordado la bandera:
El caballero don Pedro
de Sotomayor se aleja
de España, según me han dicho.
Dicen que marcha a Inglaterra.
Don Luis lo sabe de cierto.
Mariana no se lo puede creer. Asegura a quien le informa, que estará a su vera y, si es necesario, morirá por ello. Más tarde, ya en capilla en el convento de las monjas, llega su primo Fernando (Álvarez de Sotomayor en la realidad) al que había encargado que le llevara el pasaporte a Pedro para que pudiera circular sin problemas. Fernando está enamorado de la la muchacha, aunque ella no ha sentido por él más que un cariño fraternal, como primos que son. A pesar de que también le incita a que denuncie a los que le han engañado, y por los que inevitablemente va a morir, ella persiste en la fidelidad a su amor inquebrantable. Unas emotivas palabras de Mariana casi cierran la obra.   
¡Yo soy la Libertad porque el amor lo quiso!
¡Pedro! La Libertad, por la cual me dejaste.
¡Yo soy la Libertad, herida por los hombres!
¡Amor, amor, amor, y eternas soledades!
Son los niños los que corean la voz anónima final, de los que no pueden hacer nada para evitar tan nefasta situación:
¡Oh, qué día triste en Granada,
que a las piedras hacía llorar,
al ver que Marianita se muere
en cadalso por no declarar!
El conjunto de la obra es de gran belleza, por el lenguaje poético estrictamente lorquiano y  por la profunda emotividad  contenida que ensalza el amor por la verdad y por el sentido de la lealtad hasta el final, cueste lo que cueste. Vale la pena hacer una lectura sosegada de la obra, breve y con unos profundos contenidos éticos ante los que nos nos podemos quedar indiferentes. 

Del texto al teatro
La representación en los escenarios estuvo condicionada por las trabas que impuso la censura de  la dictadura  de Primo de Rivera. El estreno tuvo lugar en 1927, en el Teatro Goya de Barcelona. El papel principal lo encarnó Margarita Xirgu y las escenografías fueron obra de Dalí. 
Lorca leyó la obra a sus amigos y a un  reducido público, tiempo antes de ser llevada a escena. Veamos,  

Fue el segundo estreno teatral del autor. El de la primera obra ‘Maleficio de la mariposa’ había sido un fracaso rotundo, al poco tiempo de llegar Lorca a Madrid en 1920: Catalina Bárcena había sido la actriz principal. No tuvo buena aceptación de público en el teatro Eslava, sólo con siete sesiones. Era un momento complicado para García Lorca porque quería demostrarse y, sobre todo, demostrar a su padre que podía vivir de la literatura y eso parecía más fácil con el teatro. Ante el fracaso inicial, estaba dispuesto a preparar unas oposiciones a catedrático de literatura. El 5 de junio iba a cumplir veintinueve años y todavía dependía económicamente de su familia. En esos años, Doña María Guerrero ya muy mayor y otras actrices como Catalina Bárcena, Eugenia Zuffoli, Pepita Díaz de Artigas y Margarita Xirgu eran actrices de moda; la Xirgu, catalana, era la más dispuesta en apostar por títulos nuevos de autores jóvenes y aceptó la obra de Lorca, por consejo de Cipriano Rivas Cherif, Melchor Fernández Almagro y Eduardo Marquina. En ese momento la Xirgu interpretaba una obra de Marquina y su éxito le hizo posponer el estreno de ‘Mariana Pineda’. 

El estreno se produjo el 24 de junio de 1927 en el Teatro Goya de Barcelona. La obra tenía decorados de Salvador Dalí. Margarita Xirgu era Mariana Pineda. Además, participaban del reparto Carmen Carbonell, Eugenia M. Illescas, Pascuala MesaJulia Pachelo, Luis Peña (padre), Alfonso Muñoz, Francisco López Silva y un Luis Peña todavía niño. Unos meses más tarde, el 12 de octubre, se estrenaba la obra en el teatro Fontalba de Madrid para inaugurar la temporada; su estreno en Madrid con un grupo de artistas tan reconocido y en un teatro emblemático, muestran el éxito de la obra. ‘Mariana Pineda’ que fue el principio de la suerte de García Lorca y supuso una relación eterna del poeta con Margarita Xirgu, que volverá a interpretar la obra en 1943, ya muerto el poeta y ella  en exilio argentino. La obra no volvería a España hasta 1967, protagonizada por María Dolores Pradera.

Mariana Pineda en cine de TV
Tenemos una representación cinematográfica 'Proceso a Mariana Pineda' (1984) dirigida por Rafael Moreno y producida por TVE magnífica; en forma de serie, con cinco capítulos de una hora aproximada cada uno. Nos muestra una Mariana interpretada por Pepa Flores, apoyada en la obra de García Lorca y con aspectos históricos que se han integrado en el relato. Nos permite acercarnos comparativamente a la obra dramática de modo interesante por poder distinguirse el punto de vista coincidente y divergente en la presentación de la protagonista, su personalidad, motivaciones, modo de actuación, etc. Así como de la presencia o ausencia de algunos personajes de la obra lorquiana y sus actuaciones respectivas. Es una serie que vale la pena recuperar por la calidad visual y musical -que respeta el fondo lorquiano en el que está inspirada- la excelente puesta en escena, la fuerza del guion y la buena interpretación del conjunto de los personajes, con unas serie de actores de reconocido prestigio.  

La serie tiene mayor acercamiento histórico y no está exenta de libertades respecto a la la obra lorquiana. Empieza enmarcando el relato en el momento histórico de la Década Ominosa  en el absolutismo de Fernando VII. Hay muchos exilados que han huído de España para evitar la persecución, el encarcelamiento y la muerte, ocasionadas por la represión existente. Los liberales recuerdan la Constitución del 1812 que ha quedado abolida,  quieren restituir la República y abogan por ello. Los liberales granadinos preparan una subversión. Pedrosa es el brazo ejecutor al que se le teme porque lleva a cabo registros y encarcelamientos sin tregua para encontrar indicios del pronunciamiento que se quiere llevar a cabo. Mariana Pineda tiene correspondencia y relación con ellos y un grupo de mujeres está bordando una bandera con ese fin. En 1828 el capitán Fernando Álvarez de Sotomayor primo de Mariana de ideas liberales y su tío Pedro García de la Serrana habían sido encarcelado por denuncias, en un proceso de conspiración con los presos de Gibraltar, también le acusan de ser  sospechosos de asesinatos. Mariana va a ver al juez Ramón Pedrosa Andrade Alcalde del Crimen (juez) de Granada para que le conceda permiso para verlos. En ese momento Pedrosa le comunica su amor por ella. La muchacha no le da esperanza. Sin embargo, consigue poder visitarlos y llevarles comida. Poco después, monta un plan que les permite escapar. 
Simultáneamente, Mariana se ve en secreto con su amante el teniente Alba. En un momento le asegura que ha tenido una hija Julia con Casimiro Brodett y Carbonell (Pedro Sotomayor en la obra de Lorca) con el que nunca llegó a casarse. Antes tuvo  una niña y un niño: Úrsula y José María.
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Juicio canónico por tener en su casa libros considerados prohibidos que encuentran en una investigación. Fernando, apoyado por Mariana, escapa de prisión disfrazado de capellán un día de ejecuciones en el que pasa camuflado con otros sacerdotes que van a dar los últimos auxilios a los que van a morir. Mariana decide a irse con los niños a Motril en el carmen de Carlos Salvá,  por temor a ser descubierta. Allí se encuentra con el teniente Alba que se despide porque se va a Londres. Las bordadoras están haciendo la bandera republicana, objeto de la persecución por creer que está destinada a una conspiración contra el rey. Después de presiones, las propias bordadoras denuncian a Mariana como impulsora de los bordados. Pedrosa se siente satisfecho. Para poder  inculparla,  
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Pedrosa esconde la bandera en la casa de Mariana de Granada para poder inculparla. Luego, ante una nueva revisión, la detienen por encontrarla y pretende procesarla por ello. Después de un bronco pretendido juicio en la Chancillería, personalizado en el propio Pedrosa, pretende que denuncie a los miembros del complot, Mariana queda exhausta por la dureza del interrogatorio, aunque no dice nada. De momento, se le deja en arresto domiciliario, con libertad vigilada, de la que escapa disfrazada con ropas de su madre. Vuelven a retenerla y como los médicos certifican que está enferma y su vida puede correr peligro en la cárcel, la trasladan al beaterio de santa María Egipcíaca, el 27 de marzo de 1831. Se siente hundida ante tales actos hostiles contra ella,  tan injustos. Por otra parte, los amigos constitucionalistas de Mariana discuten por querer liberarla, sin llegar a acuerdos en los procedimientos. Pedrosa está buscando todos los resquicios que le propicia la ley para, por medio de mentiras, encontrar las razones para ajusticiar a Mariana. Sus razones son muchas, agradar al rey, el deseo de medro y, una última razón, o la primera, es el resentimiento que tiene por haber sido rechazado por la chica. Pronto consigue un ascenso. Es nombrado Comisionado por la Corte y responsable para fallar las causas de conspiración. El nuevo cargo le concede todos los poderes. La única salida de Mariana es denunciar a los participantes, o como le sugiere su abogado Estalera denunciar a Pedrosa que como despechado, se comporta de forma vengativa. Mariana no quiere caer en esa salida humillante,  que su abogado le aconseja que lo use como defensa.
Termina el 5º y último capítulo, después del enfrentamiento entre el teniente Alba y Álvarez de Sotomayor, con funestas consecuencias. Se sigue con el plan de liberar a Mariana que sigue en el convento, para llevarla a Gibraltar. Los colegas de Alba le impiden que vaya con todos a participar en el rescate, por seguridad. Le dicen que hay un cambio de planes. Matías lo lidera. Se planea una emboscada de la que le llega la información a Pedrosa. Se preparan para ello. También entre los opositores siguen con el plan, que fracasa; con muertos y heridos en la revuelta. Pedrosa sigue con sus planes, en vano; va una vez más va a pedirle la denuncia de sus colegas con la excusa de que eso le salvará. Mariana con la misma dignidad de siempre, defiende la libertad y el honor y no quiere la delación, no cae en miedos o la sugerencia de falsas promesas. El juez Ceruelo Velasco advierte del carácter de mártir y de mito que va a conseguir Mariana, con su muerte, por lo que el silencio va a dar a la heroína, la verdadera libertad. Pedrosa le hace una última visita instándole a que se escape, sin conseguirlo.

El final es de gran emotividad. Una mujer valiente, honesta, coherente, libre. No cabe comentarlo, hay que verlo. Conocerlo previamente no significa que reduzca un ápice el dramatismo del momento. Es digna de ser tenida en cuenta la distancia que hay entre, la altura espiritual de la ajusticiada y la miserable de los justicieros. 

M. Pineda en el arte


Ruta de Mariana Pineda, en Granada
El Ayuntamiento de Granada y Turismo Ciudad de Granada propone este itinerario que agradecemos  por atractivo y recogemos textualmente porque hace fácil su seguimiento:


1. Casa natal de Mariana Pineda
2. Calle Mariana Pineda
3. Plaza y Estatua Mariana Pineda
4. Beaterio de Santa María Egipciaca
5. Casa Águila (última residencia)
6. Catedral
7. Plaza de la Libertad 
Desarrollo de la ruta temática
1 -CASA CARRERA DEL DARRO (casa natal). Actualidad: Hoy en día es el Hotel Museo Palacio de Mariana Pineda, de 4 estrellas. Conserva dependencias y estructuras originales de aquella época. Historia: Era la casa familiar de la familia Pineda, aquí nació y residió Mariana Pineda con sus padres y su hermana Luisa Rafaela. Sus padres se trasladaron desde Sevilla en 1803, y Mariana nació el 1 de septiembre de 1804.
2 -CALLE MARIANA PINEDA. Calle situada entre la plaza del Carmen y la placeta Tovar cerca del Corral del Carbón, llamada en honor a la heroína granadina. Paralela a la de Reyes Católicos, contornea el edificio del Ayuntamiento
3 -PLAZA Y ESTATUA DE MARIANA PINEDA. Plaza construida en honor a Mariana Pineda, se encuentra al lado del Palacio de Bibataubín, al comienzo del barrio del Realejo. La  plaza se construyó entre 1833 y 1843 por orden de D. Francisco Javier Abadía, Capitán General de Granada. Se abre la plaza en terrenos que antes fueron asiento de la Bab-Tawabin o puerta de los Ladrilleros, actualmente Bibataubín. Estatua que representa a Mariana Pineda, localizada en la Plaza Mariana Pineda. Mandada erigir en 1841 por el municipio y hecha por Miguel Marín y Francisco Morales entre 1869- 1870.
4 -BEATERIO DE SANTA MARÍA EGIPCIACA. Más conocido como el Beaterio de Recogidas, esta casa, último presidio de doña Mariana Pineda, fue una fundación piadosa erigida en 1594 por el arzobispo don Pedro de Castro, para custodia y reeducación moral de mujeres descarriadas y prostitutas. A su modesta capilla rectangular de entre 1632 y 1643 se entraba mediante portada de dos cuerpos. El interior del beaterio poseía un aspecto doméstico, en torno a un patio porticado. La iglesia fue profundamente reformada en 1860, por José Contreras, y la residencia en 1928, por José Jiménez Lacal. En 1949 las beatas se integraron en la congregación de Carmelitas Misioneras, abandonando su primitiva residencia, que finalmente sucumbió 9 años más tarde ante la apertura de la calle Recogidas.La actual calle Recogidas deriva del proyecto de 1958 de unir Reyes Católicos con el Camino de Ronda, que afectó al beaterio que dio nombre a la calle. Hasta entonces estaba terminaba en Solarillo de Gracia.
5 -CASA ÁGUILA (última residencia). Actualidad: Es la actual sede del Centro Europeo de las Mujeres, dónde se realizan talleres, seminarios, visitas culturales, entre otros. Historia: Esta casa fue la última residencia  de Doña Mariana Pineda, antes de ingresar en prisión y morir ajusticiada. De gran valor histórico, fue escenario de reuniones clandestinas y refugio de perseguidos, que confraternizaban con Mariana Pineda, donde ponían en común sus ideales liberales.
6 -ENTERRAMIENTO. Mariana de Pineda fue enterrada en el cementerio de Almengor en las proximidades del Beiro, en el anonimato, sin señal alguna sobre su tumba. Por la noche dos hombres saltaron las tapias del cementerio y pusieron una cruz de madera. El cuerpo roto de Mariana permaneció allí, hasta el 17 de mayo de 1836, día en que el Ayuntamiento de Granada decidió la exhumación de sus restos, que fueron custodiados en una urna de nogal durante 20 años. El pueblo le otorga el título de Heroína de la Libertad. Sus restos permanecen desde 1856 en la cripta de la Catedral de Granada.
7 -PLAZA LIBERTAD Y 26 DE MAYO. Se encuentra al lado de los jardines del Triunfo de Granada, en este lugar Mariana Pineda fue ajusticiada públicamente mediante el garrote vil, una forma brutal de ejecución, el 26 de Mayo de 1831. Murió a la edad de 26 años. El 26 de mayo de 1831 fue ejecutada Mariana Pineda, en la Plaza de la Libertad. Para recordarla y hacer honor a su nombre, cada año, en el domingo más próximo al 26 de mayo, tiene lugar la Fiesta Cívica de Mariana Pineda (es la fiesta cívica de más reciente incorporación al calendario). Los distintos actos organizados a través del Ayuntamiento tienen lugar en la plaza de Mariana Pineda.