martes, 7 de marzo de 2023

EL ERIZO (LE HÉRISSON) DIRIGIDA POR MONA ACHACHE EN ADAPTACIÓN DE LA NOVELA L'ÉLÉGANCE DU HÉRISSON DE MURIEL BARBERY

Nos encontramos ante la historia de 'L'élégance du hérisson' (2006) que tiene como escenario la escalera de un palacete de ocho pisos en centro de París, en rue de Grenelle nº 7. Los hechos se desarrollan hacia el año 2004,  durante poco más o menos medio año. En el edificio habitan vecinos de clase media acomodada que son observados por la crítica la mirada de Paloma, de 12 años, que se autocalifica de inteligente, rica y como su hermana, hija de padres ricos. Su padre es diputado y ha sido ministro. Su madre, culta doctora en letras, pero con una vida anodina que su hija no soporta. Como tampoco soporta a su hermana Colombe ni el entorno que le rodea, tiene el firme propósito de suicidarse al cumplir los 13 años el 16 de junio, de forma poco cruenta y después de haber conseguido un gran reto: acumular la mayor cantidad de ideas profundas posibles y expresarlas a modo de pequeños poemas al estilo japonés: como un haykú (de tres versos) o un tanka (de cinco versos). 

Editorial: Seix Barral, 2007
Por otra parte está, también, el relato y testimonio de la portera de la finca que trabaja en en el edificio desde hace veintisiete años. Es la Sra. Renée Michel, tiene 54 años y nos ofrece su versión como co-narradora y personaje principal. Es una mujer que, desde su juventud, se siente fea y siempre con apariencia de ser mayor. Dejó el colegio a los 12 años para trabajar en casa y en el campo; se casó a los 16 con Luciene y enviudó en 1989, en el relato hace quince años; ahora vive con su gato León al que adora.  

Es una mujer culta, amante de las artes, gran lectora: lee a Tolstoi y escucha a Mozart, ama a Mahler . Es invisible para la mayoría de los inquilinos y se esfuerza por aparecer como inculta, antipática y lo más invisible posible. Solo cuenta con una amiga, Manuela, una portuguesa de Faro, casada con un expatriado portugués y madre de cuatro hijos franceses a los que no se les permite permite olvidar el origen de sus padres. La mujer hace la limpieza de casas ajenas. A pesar de tener una situación económica y social precaria, Renée la considera una gran dama. 


Un tercer personaje, Kakuro Ozu -Ozu en recuerdo y como homenaje al influyente director de cine japonés que  la señora Michel admira-  genera las capacidades de cambio de la actitud de los personajes y sus consecuencias. En este entorno y, con otros actores de acompañamiento, evoluciona el desarrollo de una historia que merece muchos atributos porque incita a la reflexión, la risa, la ironía, el sarcasmo, el afecto, la ternura... Escrita como de puntillas porque, con gran delicadeza, nos va llevando, sigilosamente, a los recovecos más íntimos de las personas y a sus contradicciones entre la realidad a la que pertenecen y la apariencia que tienen. 


La obra
Preciosa novela que no dejará de sorprendernos a cada página; con una narración en primera persona, de la niña, alternada con la de la portera, a modo de diario,  con escasos diálogos. Las reflexiones de Renée son las de una erudita que, como autodidacta, tiene incertidumbre porque duda de si lo entendido de las lecturas hechas, es lo adecuado. 


La trama, contiene un preámbulo y cuatro partes y apenas avanza -en apariencia-, porque carece de una acción externa significativa en la mayor parte del relato. El tiempo contenido  es de medio año, en el que los vecinos suben y bajan por las escaleras, bastante ensimismados, con pequeñas interrupciones de saludos, comentarios circunstanciales y observaciones sin sustancia. Muchos temas están relacionados con los perros y gatos de la finca, sirviendo eso de excusa para poner de manifiesto la psicología de los personajes que por ellas deambulan; resaltan por ser burdos, insensibles y poco atentos; las narradoras observan a esos vecinos con mirada crítica, lo que resalta la banalidad de los dichos que articulan y la frivolidad con que se manifiestan y actúan. Un ejemplo de crítica a lo que hacen, o dicen, está en la frase de Paloma  respecto al sentido que tienen los canes en una casa como aquella y la función que allí tienen:
    En la ciudad, son los perros los que llevan a los amos de paseo, aunque nadie parece comprender que el hecho de haber querido cargar voluntariamente con un perro al que hay que sacar a pasear dos veces al día, llueva, nieve o haga viento, equivale a pasarse uno mismo una correa a al cuello. (pág. 39)

Igualmente, Renée mira, observa y calla; pero no deja de pensar en cómo es y se siente ella y muchos como ella, frente a momentos trágicos o dolorosos de la vida y cómo la ven los ricos de su entorno. Ella siente, ella sufre. Pero para los vecinos de esa escalera y de otras de entornos sociológicos cercanos, a su clase  social no la valoran, o la ignoran, porque creen que son, actúan o sienten menos ante el dolor, el hambre o la muerte. Ella recuerda la pérdida de Lucien, su marido:

    Los ricos piensan que la gente modesta, quizá porque su vida está enrarecida, privada del oxígeno del dinero y el don de gentes, sienten las emociones humanas con una intensidad menor y una mayor indiferencia. Dado que éramos porteros, parecía darse por hecho que la muerte era para nosotros una evidencia en el curso de las cosas, mientras que, para ellos a los que la fortuna había sonreído, habría revestido el hábito de la injusticia y el drama. (pág. 44)

Cabe señalar la importancia discreta, pero efectiva, de su amiga Manuela Lopes -que hace servicios de limpieza a varios vecinos- como mediadora o auxiliar que impulsa los cambios que se producen en la señora Michel, dado que por sí misma hubiera sido incapaz de dar los saltos significativos que hace en el transcurso de la historia. No olvidemos que es una mujer autodidacta e insegura de lo que sabe, de lo que entiende, por si no lo ha aprendido bien; con buenos conocimientos pero sin querer darlos a entender porque en su rol como portera no le corresponde saber lo que ella sabe y su función puede quedar en entredicho. Para todo el mundo, es conocida como una mujer burda, antipática, de escasas luces y poco tolerante; además, tiene una presencia física y utiliza el atuendo que como servidumbre se le exige. 

Ella solo saluda o contesta con monosílabos, siempre ceñuda. Para la mayoría de los inquilinos es invisible.Recibe las órdenes correspondientes para resolver las cuestiones que le encomiendan. Muchas veces, ni siquiera le agradecen el servicio por parte de quien ha recibido el socorro. Aunque es una es un arca de sabiduría de literatura, de cine, de filosofía... Sólo lo intuye Paloma que la observa con especial atención y, a hurtadillas, percibe su grandeza interior y sus muchos conocimientos, a pesar de las apariencias. Dice de ella:
    La señora Michel tiene la elegancia del erizo: por fuera está cubierta de púas, una verdadera fortaleza, pero intuyo que, por dentro, tiene el mismo refinamiento sencillo de los erizos, que son animalillos falsamente indolentes, tremendamente solitarios y terriblemente elegantes. (Pág. 91)

Paloma es una muchacha solitaria que habla poco y piensa mucho. Con doce años y medio considera que su entorno es distante, mezquino y para ella insufrible. Cree que nadie la escucha, a nadie importa y, al igual que Renée disimula sus saberes. Es una niña superdotada que, sin esforzarse, saca unas notas brillantes, minusvaloradas por lo poco que le supone conseguirlas. Además, simula equivocarse para no destacar más de lo imprescindible. Tiene gran preferencia por la cultura oriental, aprende japonés y su propósito de coleccionar una serie de ideas profundas antes de morir. 
.'.. Soy muy inteligente. Excepcionalmente inteligente, incluso. No tengo más que compararme con los demás niños de mi edad para ver que nos separa un abismo.  Como no me apetece mucho llamar la atención, y en  una familia  en  la  que  la  inteligencia  se  considera  un  valor  supremo  a  una  niña superdotada no la dejarían nunca en paz, en el colegio trato de hacer menos de lo que podría, pero aun así siempre soy la primera en todo. Hay quien podría pensar que resulta fácil hacerse pasar por alguien con una inteligencia normal cuando, como yo, a los doce años se tiene el nivel de una universitaria de una facultad de dificultad superior. Pero ¡no, en absoluto! Hay que esforzarse mucho por parecer más tonto de lo que se es. Aunque, en cierta manera, este empeño no salva de morir de aburrimiento: todo el tiempo que no tengo que pasar aprendiendo y comprendiendo, lo empleo en utilizar el estilo, las respuestas, las formas de proceder, las preocupaciones y los pequeños errores  de  los  buenos  alumnos normales y corrientes. Leo todo lo que escribe Constance Boret, la segunda de la clase, en mates, lengua e historia, y así me entero de lo que tengo que hacer: en lengua, una serie de palabras coherentes y correctamente ortografiadas; en mates, la reproducción mecánica de operaciones desprovistas de sentido; y en historia, una sucesión de hechos ligados entre sí por conectores lógicos. Pero incluso si me comparo con los adultos, soy mucho más lista que la mayoría de ellos. Así son las cosas. No me siento especialmente orgullosa porque tampoco es que el mérito sea mío. Pero lo que está claro es que yo no pienso terminar en la pecera. He reflexionado mucho antes de tomar esta decisión. Incluso para una persona tan inteligente como yo, con  tanta  facilidad  para  los  estudios,  tan diferente de los demás y tan superior a la mayoría de la gente, mi vida ya está toda trazada, lo cual es tristísimo: nadie parece haber caído en la cuenta de que si la existencia es absurda, lograr en ella un éxito brillante no tiene más valor que fracasar por completo. Simplemente es más cómodo. O ni siquiera: creo que la lucidez hace  amargo el  éxito,  mientras  que  la  mediocridad  alberga  siempre alguna esperanza.' (Pág. 10)
Vista desde fuera, puede parecer una niña insoportable y, probablemente, resulte así para muchos que la traten, pero hay que ver que, también para ella, es insufrible sentirse tan distinta de los de su entorno; de manera que ni las palabras que dicen, ni los gestos o acciones que hacen, son comprensibles para su manera de entender el mundo.
    Mis compañeros de clase se colocan con pastillas de éxtasis como si fueran caramelos, y lo peor es que donde hay droga, hay sexo. [...] Es muy desalentador. Primero, porque yo creo que el sexo, como el amor, es algo sagrado,[...] Segundo, porque un adolescente que juega a dárselas de adulto no deja de ser un adolescente. (Pág, 124)
Se siente bien cuando el mediador Kakuro le pone en su sitio. El señor tiene la noticia de que la chica está aprendiendo japonés. Median unas palabras en el ascensor. Lo que dice Paloma tiene dificultades fonéticas, no es correcto para Kakuro. Éste en vez de reirle la gracia y alabar que hable un idioma tan distante y complejo, le corrige la dicción y le dice los errores con que pronuncia, lo que a la muchacha le inspira para mejorar. Señala la niña:
    Es la primera vez que conozco a alguien que se interesa por mi cuando me habla: [Kakuro] no espera aprobación o desacuerdo, me mira con una expresión como si estuviera diciendo '¿Quién eres?¿Quieres hablar conmigo? ¡Cuánto me gusta estar contigo!' (Pág. 108)
Paloma reflexiona sobre muchos temas de la vida cotidiana, con gran espontaneidad. Enjuicia la selección de música que en un momento dado elige y comenta por qué lo hace. 
    Por lo general, por las mañanas saco un ratito para escuchar música en mi cuarto. La música desempeña una función muy importante en mi vida. Es lo que me permite soportar... pues... todo lo que hay que soportar:mi hermana, mi madre, el colegio, Achille Grand-Fernet, etc.
    La música no es solo un placer para el oído como la gastronomía lo es para el paladar, o la pintura para los ojos. Si pongo música por la mañana tampoco es que la razón sea muy original: lo hago porque determina el tono del día. (Pág. 98)

Seguramente, sorprende que una chica de doce años sea tan consciente un hecho, por otra parte habitual. Seleccionamos música de acuerdo a la situación en la que nos encontramos, el estado de ánimo que tenemos y las circunstancias que nos rodean. La alegría, la tristeza, la preocupación o el deseo de fiesta nos ayudan a seleccionar, casi instintivamente, unos temas y ritmos, que nos parecen apropiados para acompañarnos en la ocasión en la que nos encontramos. 

A pesar de su juventud, Paloma observa su entorno de forma global y con gran madurez. Muestras hay muchas. Elegimos una que probablemente trata de un tema bien familiar. Va a ver a su abuela a una residencia de ancianos, muy lujosa, en la que su madre se alucina por la riqueza de la decoración y el sentido de confort que emana, de su apariencia. Para ella, ese aspecto visual, no tiene ningún sentido, solo entra en lo más hondo del significado del lugar, explicitando lo que es, realmente:

    Hoy hemos ido a Chatou a ver a la abuelita Josse, la madre de papá, que lleva dos semanas en una residencia de ancianos. Papá la acompañó cuando se instaló allí, y esta vez hemos ido todos juntos a verla. La abuelita ya no puede vivir sola en su caserón de Chatou: está casi ciega, tiene artrosis, ya casi no puede andar ni sostener nada en las manos y se asusta en cuanto se queda sola. Sus hijos (papá, mi tío François y mi tía Laure) intentaron solucionar el asunto con una enfermera privada, pero no podía quedarse con ella las veinticuatro horas del día; además, las amigas de la abuelita ya estaban ellas también en una residencia de ancianos, así que parecía una buena solución. La residencia de ancianos de la abuelita no es cualquier cosa. Me pregunto cuánto costará al mes un moridero de lujo como éste. La habitación de la abuelita es  grande y luminosa, con muebles bonitos, cortinas muy cucas, un saloncito contiguo y un cuarto de baño con una bañera de mármol. Mamá y Colombe se han extasiado al ver la bañera de mármol, como si para la abuelita tuviera el más mínimo interés que la bañera fuera de mármol cuando ella tiene los dedos de hormigón…Además, el mármol es feo. En cuanto a papá, no ha dicho gran cosa. Sé que se siente culpable de que su madre esté en una residencia de ancianos. «¿No pretenderás que se venga a vivir con nosotros?», dijo mamá cuando ambos creían que yo no los oía (pero yo lo oigo todo, sobre todo lo que se supone que no debo oír). «No, Solange, claro que no…», respondió papá con un tono que quería dar a entender: «Hago como si pensara lo contrario a la vez que digo "no, no" con aire cansado y resignado, en plan marido bueno que acepta lo que dice su mujer, para que quede patente que el bueno de la película soy yo.» Conozco muy bien ese típico tono de papá. Significa: «sé que soy un cobarde, pero que nadie se atreva a echármelo en cara». Por supuesto, ocurrió lo que tenía que ocurrir: «Mira que eres cobarde», dijo mamá, tirando con rabia un trapo en el fregadero. Es curioso, no falla, cuando está enfadada siempre tiene que tirar algo.
    Una vez tiró incluso a Constitución. «Te apetece tan poco como a mí», añadió, cogiendo el trapo y agitándolo ante las narices de papá. «De todas maneras, ya está hecho», concluyó papá, lo cual es una frase de cobarde elevada a la máxima potencia. 
    Yo sí que me alegro de que la abuelita no venga a vivir con nosotros. Aunque, en cuatrocientos metros cuadrados, no sería verdaderamente un problema. Y bueno, pienso que los viejos tienen derecho a un poco de respeto, al fin y al cabo. Y estar en una residencia de ancianos desde luego no es tenerles respeto. Cuando uno va a una residencia, quiere decir: «Estoy acabado/a, ya no soy nada, todo el mundo, yo incluido/a, no espera más que una cosa: la muerte, este triste final del tedio.»

No puede ser más dura con los adultos que le rodean, a pesar de que la abuela tampoco sea muy querida por ella, pero considera que el final de la vida que se proporciona a los mayores, de esa manera, es muy lamentable. Siguen sus reflexiones en ese sentido durante varias páginas, que son para analizarlas y comentarlas entre los lectores de la obra porque pueden dar lugar a un rico cambio de impresiones y opiniones.  

Paloma no deja de opinar acerca de todo lo que le rodea. Siempre relacionado con lo que ve o vive.  

    Hoy he ido con mamá a las rebajas de Saint-Honoré. Un infierno. Había cola delante de alguna tiendas. Y supongo que os imagináis qué tipo de tiendas hay en la calle Saint-Honoré (pág. 141)

No descuida la descripción de las tiendas de la zona más privilegiada de París, lo que venden, cómo es, sus elevados precios, la denominación de ciertas prendas. Todo digno de ser tenido en cuenta para intercambiar opiniones o puntos de vista respecto al significado de salir de compras, de las características de las tiendas,  etc., Podemos hacer la comparación entre lo que conocemos y lo que se muestran en la novela, para enriquecerse un poco más; además de comprender una realidad literaturizada,  y compararla con la propia. 

Algo parecido sucede con descripción que hace de la visita al psicoanalista ya da las razones por las que su madre le hace ir a verlo en consulta.    

    Hoy mamá me ha llevado a su psicoanalista. Motivo: me escondo. Esto e lo que me ha dicho mamá: 'Mi vida, sabes muy bien que a todos nos tiene locos que te escondas así. Pienso que sería buena idea que vinieras conmigo a hablar de ello con el doctor Theid, sobre todo después de lo que nos dijiste el otro día'.  (Pág. 133)
O, mientras observa la televisión, los interrogantes que se plantea ante las noticias de unos sucesos en la calle:
    Al ver las imágenes [en la tele] me he preguntado: '¿qué puede llevar a un joven a quemar un coche?, ¿Qué será que le pasa por la cabeza para llegar a hacer algo así? (Pág. 169)

A lo largo de la novela, hay infinidad de apostillas dedicadas a mostrar las opiniones de Renée y Paloma acerca de su entorno, de lo que hacen o dicen los vecinos,  de cómo se sienten al oírlo. En definitiva, del ambiente que les rodea y de ellas mismas. 

En los últimos capítulos de la obra se producen una serie de giros que hacen evolucionar significativamente el relato hasta el final catártico que acontece. La defunción del crítico gastronómico Pierre Arthens, con la venta del piso de la cuarta planta donde él y su familia vivían y la llegada del rico y delicado japonés Kakuro Ozu dan un vuelco a la historia porque Kakuro, un hombre con sensibilidad, es capaz de ver y resaltar las capacidades, cualidades y valores de Paloma y de Renée que hasta entonces habían permanecido ocultas, además de impulsar y generar la corriente de confianza y de amistad, entre ellas y con el japonés, que no habían podido conseguir aflorar en su entorno habitual, anteriormente. En esta situación, el nuevo vecino, culto, delicado, atento a detalles, no solo saluda, sino que poco a poco intimida con la portera y va descubriendo sus saberes de buena lectora, de amante del cine, de la música, del arte, de la filosofía; que ha asimilado y asimila muy bien todas sus lecturas, audiciones o visionados que han estado a su alcance; que tiene buena memoria, que es capaz de relacionar, comparar, distinguir y elegir lo que más le sugiere o apetece. Además, puede comprobar que ambos coinciden en los gustos y en la selección de los títulos preferidos. 

Hasta ahí, bien. Pero el japonés da un paso más; invita a la Sra. Michel, primero a cenar en su casa y posteriormente, le pide que le acompañe a un restaurante para celebrar juntos su cumpleaños. Esto ya supera las previsiones de Renée y es donde el impulso de su amiga Manuela cobra brío. Le procura vestidos adecuados, sesión de peluquería, cocina para el segundo evento unos exquisitos dulces para compartirlos con el anfitrión y ella, con mucha vergüenza, pero no exenta de ilusión, sigue los pasos que le dicta Manuela, que le orientan para triunfar en el difícil cometido de dar el salto de ser la 'cenicienta' a la reina del baile. Evidentemente, son inevitables las críticas de las 'madrastras' de la escalera. Todas aquellas vecinas insulsas respingadas y displicentes que siempre la han ninguneado y ven con estupor que ellas no son las elegidas y sí la más humilde de las sirvientas.      

Esta circunstancia ayuda visibilizar el valor de cada cual y propicia el optimismo de las dos mujeres, por lo que se modifican sus sentimientos más íntimos, tienen una nueva perspectiva de lo que son y aprenden a valorarse de una forma nueva, a tener sentido de sororidad, a sentirse queridas, a querer vivir. Sentimientos que hasta entonces habían sido imposibles de cosechar. La situación de Paloma es aparentemente otra, es una niña de doce años, rica frente a la precariedad de la portera, acompañada, frente a la soledad de Renée, pero todo eso es aparente. Ella se siente ninguneada, sola, sin nadie que oiga sus gritos silenciosos de demanda de auxilio. Ahora, como Renée, participa gozosa del cambio significativo de entorno que y encuentra esa amistad nueva que da a la adolescente un nuevo ímpetu y deseos de vivir, que tanta falta le hace. Aspecto que, como se dice al principio de la novela era vital para la muchacha que quería finalizar sus días al cumplir los trece años, el 16 de junio de ese año.  A pesar de este aparente final feliz que promete una vida próspera, las cosas no son tan fáciles y llega un imprevisto que tuercen los caminos, cuando empezaban a ser rectos...

El conjunto nos proporciona una radiografía de la sociedad actual, situada aquí en una escalera de una calle y de un edificio de París de clase media y acomodada, pero con una mirada universal; porque situaciones y personas como las que aparecen y se muestran,  pueden ser, también de otras geografías con pequeñas variaciones, en entornos semejantes. El conjunto del relato es un tratado filosófico para principiantes -principiantes por su aparente sencillez y accesibilidad- que permite entrar con facilidad y divertimento en entornos de gran profundidad psicológica, social, ética y estética. Tiene la gracia de ser un relato sin edad de destinatario porque, jóvenes y adultos, hombres o mujeres,  pueden sentirse identificados con lo que se cuenta, al verse representados en quien dice unas palabras correspondientes a un dictamen del entorno social; o bien, vea en ese espejo su propia imagen comentada, censurada, etc. 

El texto tiene un cuidado léxico y abundantes citas culturales, la mayoría en boca de Renée,  de literatura como: Flaubert, Balzac, Ronsard, Tolstoi. Obras como 'Ana Karenina', 'Guerra y Paz'. O de películas que dice amar,  como 'Muerte en  Venecia', 'El sabor del arroz con té verde', 'Las hermanas Munakata', 'Black Rain' o 'Blade Runner'. Citas a filósofos como Platón, Epicuro, Descartes, Spinoza, Kant, Hegel, Husserl, Freud, Darwin, entre otros; consideraciones a obras como el idealismo de Kant o a la fenomenología de Hegel.  Conversan, Renée con Kakuro  sobre pinturas de las Naturalezas muertas de Chardin, Pieter Claesz, Willem Claesz-Heda, Willem Kalk, Osias Beert. Miran una obra de Pieter Claesz. Comentan  sobre Miguel Ángel.  Señalan sus preferencia entre Vermeer o Caravaggio; entre  la pintura holandesa o la pintura flamenca. Señalan las congruencias entre una obra Rafael, Rubens, Hopper. etc., etc. También se citan nombres de plantas y flores... 

Aprovechando las cenas de Renée con Kakuro, nos enteramos del nombre de los contenidos de las bebidas y platos que saborean: sake, ramen, salsa de soja, zalu ramen (fideos fríos con salsa de cacahuete dulzona), raviolis, gyoza rellenos de cilantro, carne especiada, flan de azuki, té de jazmín, sushi, zanahoria dulce, sashimis, alosas, gobios, glotov (dulce alsaciano),  magdalenas, tartaletas al whisky, puding, tejas de almendras. 

Puede parecernos que, con este contenido, la novela puede abrumarnos, pero no. Podemos prescindir de los cultismos o de las citas de autoridad y seguir leyendo sin ninguna dificultad de comprensión, porque el conjunto ha sido escrito para acceder a múltiples lecturas, desde las más profundas, a las que solo pretenden hacernos sonreír, imaginar, observar a los personajes, su actuación y sus pensamientos. De todos o de los principales. Los secundarios, no los hemos tenido en cuenta sino sólo bajo la mirada de nuestras protagonistas, de los que ellas dicen mucho... y poco más.   

La autora 

Muriel Barbery 

Muriel Barbery nació en Casablanca (Marruecos) el 28 e mayo de 1969. Estudió en la Escuela Normal Superior de Fontenay-Saint-Cloud y Filosofía en la Escuela de Letras y Ciencias Humanas de Lyon y obtuvo su ‘agrégation’ en Filosofía en 1993. Profesora de Filosofía en la Universidad de Borgoña, en un instituto y en la escuela de profesores de Saint-Lô. Obtuvo una beca de residencia en Japón, para la Villa Kujoyama, en Kioto, ciudad en la que residió dos años 2008-2009 com becada. Luego siguió en Kioto hasta el año 2015, que volvió a Europa. Actualmente vive en Francia. 

Es autora de Rapsodia Gourmet (2000); Seix Barral, 2010), galardonada con el Premio Meilleur Livre de Littérature Gourmande, La elegancia del erizo (2006; Seix Barral, 2007), La vida de los elfos (Seix Barral, 2015) y Un país extraño (Seix Barral, 2019). Muriel Barbery se ha convertido en la revelación literaria en Francia. Su ternura y originalidad le han valido el Premio de los Libreros, el reconocimiento de la crítica y el cariño del público. 

La película 
Es el primer largometraje de Mona Achache. Estrenado el año 2009, adapta con ciertas libertades la novela de Muriel Barbery. La primera libertad es que a Paloma Josse (Garance Le Guillermic) le reduce en un año su edad. Aquí asegura que tiene once años. También, cambia el lugar de su casa, ahora  es la calle de Eugene Manuel número, 2,  más tarde Renée señala el número. En una ubicación cercana, al otro lado del río Sena


Indica asimismo, ya al inicio, que el destino de los adultos está muy configurada: Es la pecera, como signo de estar en un lugar encerrados, espacio pequeño, irrespirable y de aguas estancadas; lugar del que no pueden salir y al que ella no quiere ir. Determina que en 165 días, se piensa suicidar, pero como una heroína. Ha de dejar constancia de lo que ha hecho en la tierra. Su manera de hacerlo es grabar lo más relevante que vea para dar testimonio de la absurda vida que tienen. Por lo tanto, su diario escrito del libro, lo convierte en audiovisual. Con una cámara, sigue los hechos: toma imágenes, los va narrando y añade pequeñas apostillas dialogadas.  

El otro personaje  principal es Renée Michel (Josiane Balasko) portera adusta, con su gato León. La película capta muy bien el papel que se le ha otorgado a ella, en el relato escrito. A pesar de que la fealdad que confiesa, no es ni mucho menos la que puedas imaginar.  Ya desde el principio, Paloma descubre que Renée tiene un secreto, lee; y no cualquier cosa. Está leyendo 'L'Éloge de l'ombre' de Junichiro Tanizaki (1933). Un manifiesto sobre la estética japonesa.  

Paloma, en la grabación, tiene una crítica mirada hacia su madre, Solange (Anne Brochet) a la que se le oye hablar con las plantas, mientras ella denuncia en off, la debilidad que tiene por el psicoanálisis, por los ansiolíticos y por la bebida espumosa. También va descubriendo lo sola que se siente y el poco caso que le hacen los mayores: ni su padre (Wladimir Yordanoff), ocupado por sus negocios y rígido en sus comentarios, ni su madre, que no le escucha porque sólo se oye así misma,  ni su hermana Colombe (Sarah LePicard) a la que considera una imbécil, la tienen en consideración. 


Estas secuencias dan un rápido avance al film, porque pronto muere el vecino del cuarto Pierre Arthens, llega el mes de junio y la dinámica de la acción se activa con la llegada del nuevo inquilino que ocupará el piso Kakuro Ozu (Togo Igawa), hombre culto y delicado que, ya al ser presentado a la portera, se produce un giro que nos hace sospechar que el japonés tendrá un papel  decisivo como elemento dinámico. La señora que le acompaña alaba a la familia que le ha vendido el apartamento. Para disponer de otra información, el japonés le pregunta a Renée si los conocía. Ante la respuesta ambigua de la portera, la acompañante apostilla que era 'una familia feliz'. Renée concreta que 'todas las familias felices se parecen'. Frase que Ozu termina diciendo 'pero las que son desgraciadas, lo son cada una a su manera' que deja inquieta a Renée porque recuerda y comprueba que es entresacada de 'Anna Karenina' de León Tolstoi. 

La amiga de Renée Manuela Lopes (Ariane Ascaride) que ha sido contratada para la limpieza en el domicilio del japonés. Empiezan conversaciones y comentarios de acercamiento. Renée al conocer el nombre de los gatos que tiene Ozu, Lenin y Kitty, va hilando cabos. En otro momento, el señor se encuentra con Paloma en la portería; va a subir por las escaleras, corriendo. Le sugiere que lo haga con él en el ascensor que tiene una parada inoportuna, lo que facilita el primer encuentro y saludo, y las primeras palabras en japonés, porque Paloma estudia el idioma.  

Sigue la cotidianidad,  se resalta con elipsis lo emblemático que, en ocasiones, graba Paloma y otras son diálogos en directo. Casi sin sentir y de forma indirecta, van conociéndose Renée con Kakuro, con gran preocupación por parte de ella. A partir de aquí se precipita la acción de amistad, colmada de gran delicadeza e impulsada por la ayuda de Manuela (Ariane Ascaride) que atiende a todo aquello que a Renée le horroriza. No puede pasan desapercibidos por el espectador la estética de la casa de Ozu y sus detalles orientales, así como sus conversaciones sobre arte, música, cine... Todo excelente. 


Por parte de Paloma, la evolución está relacionada con su edad y la resolución de sus problemas. No olvidemos que viene de una situación muy crítica en la que ha decidido acabar con su vida por sentirse ninguneada. Ahora todo está cambiando. La escuchan y atienden,  Percibe que es querida, respetada, es alguien para unas personas que también merecen su respeto y admiración. Primero por Ozu, luego por Renée de la que descubre su gran secreto. Ahora, tiene amigos, así se puede vivir. No han cambiado las opiniones que tiene de su entorno cercano, aunque sí descubre la posición que ella tiene en la vida, de la que ahora espera más.  

La magnífica banda sonora presentada por Gabriel Yared pretende apuntar las secuencias inscritas en la película, sin destacar  por sí misma. El acompañamiento nos ubica sin hacerse notar. Más connotativas son las que se citan, como el 'Réquiem' de Mozart, muy bien contextualizado y dando magnificencia a una situación cotidiana, o Mahler para recordar Muerte en Venecia, etc. 


Terminaremos con esta magnífica tertulia que se nos sumerge de forma total en la magia de la obra, de manera polifónica y con atención a cada detalle. Feliz visionado y audición. 

No vamos a cerrar el círculo explicando el final, pero sí señalaremos la importancia del clochard Gégère; personaje secundario sin apenas intervención, que vive a la puerta de la finca y  aparece en pocos momentos, pero decisivos. Para saber lo que pasa, nada mejor que leer la novela y ver la película.           

Le Hérisson (El erizo) puede verse en la plataforma Filmin
   
 Sugerencias didácticas 

I. Observar y comprender:  

Si antes no se ha tenido en cuenta, se recomienda conocer a la autora: su biografía y su obra literaria. 

Es importante hacer una aproximación al momento histórico de la escritura de la obra. Siglo XXI en Francia, época cercan. ¿En qué época histórica se inscribe la obra? En un trabajo que puede ser un proyecto conjunto con la materia de historia, pueden verse las características más destacadas.

La lectura de la obra puede ser de interés para jóvenes de Bachillerato o estudiantes jóvenes o adultos de Francés como Lengua Extranjera de un nivel avanzado, porque pueden entender mejor a los personajes y valorar sus comportamientos.

El drama permite observar el marco histórico desde una la perspectiva crítica. Se pueden ver las características de los personajes, las diferencias según cultura, manera de entender el mundo,  estatus, etc.

¿Participa de la historia quién la narra o muestra lo que  viven otros? ¿Quién da su punto de vista en el relato? ¿Hay un protagonista claro,  un antagonista,  o más? 

¿Qué circunstancias rodean a Paloma, a Renée a Kakuro? ¿Evolucionan con el paso del tiempo? ¿Cómo es y se comporta cada uno? ¿Sus personalidades se van transformando? ¿Tienen una actuación honesta? ¿Qué otros personajes hay? ¿Qué valores o defectos se les puede adjudicar? 

¿Qué papel tienen las mujeres de la obra? ¿En qué detalles nos fijamos para calificar su carácter, sus virtudes y sus defectos. ¿Pueden enumerarse? ¿Qué relación tienen con otros personajes? 

¿En las versiones cinematográficas, tienen buena caracterización los personajes? 

Destaca otros personajes  ¿Qué rasgos pueden ser significativos a su carácter? ¿Cómo se le pueden describir de forma sintética? ¿En la película tienen una buena representación?

II Relacionar y reflexionar.

  • ¿Es realista el comienzo de la historia? 
  • ¿En la vida real, se producen circunstancias sociales y personales similares a las que se explican?
  • ¿Qué juicio merecen los personajes de la historia?
  • ¿El final es lógico, de acuerdo con desarrollo de los hechos?
  • ¿Qué papel tienen las mujeres a lo largo del relato? ¿Qué valoración social merecen?
  • ¿Qué valoración ética tiene la obra?
  • ¿Qué conclusiones generales se pueden extraer?      

III Aplicar.

La presentación de una versión cinematográfica servirá para motivar su visión y luego establecer un debate o fórum. Puede hacerse una breve alusión a: La dirección

  • La dirección 
  • La interpretación
  • Los personajes
  • El espacio y el tiempo en que se presenta la ficción
  • La fotografía
  • La música.

Después de ver la película, pueden ser los espectadores quienes empiecen a opinar sobre lo que han visto.

Resumen de los elementos más importantes

  • ¿Qué es lo que más les ha impactado?
  • Importancia concedida a los aspectos estéticos: la imagen, la acción de los personajes
  • ¿Qué papel juega la música en la película?
  • ¿Qué emociones suscita la historia?
  • ¿Qué valores se destacan?
  • ¿Qué se denuncia?
  • ¿Cómo se conectan a la película amor, humor y horror?
  • ¿Se presenta una situación lógica?
  • ¿Qué pretende mostrar la historia relatada?
  • ¿La historia es optimista o pesimista?

IV Actividades específicas

Estos elementos sugieren una serie de actividades didácticas que permiten una mejor interpretación del mensaje. Pero, para proponer actividades específicas, estableceremos una cierta ordenación del proceso.

  • Visión de la obra.
  • Interpretar el significado de algunas secuencias y comentar lo que resulte más impactante.
  • Identificar la época que se relata.
  • Identificar del lugar geográfico en que se desarrollan los hechos.
  • Evaluar de los elementos éticos de la historia.
  • Elementos de la historia que invitan al desarrollo de la imaginación y la creatividad. ¿El espacio?  ¿El tiempo? ¿La actuación de los personajes?
  • ¿Qué aspectos de la historia motivan a una actuación emotiva de los personajes?
  • ________________

Para saber más 

miércoles, 25 de enero de 2023

HISTORIA DE UNA ESCALERA DE ANTONIO BUERO VALLEJO Y PELÍCULA DIRIGIDA POR RAÚL VILLARREAL

Antonio Buero Vallejo, es un dramaturgo español (1916-2000) que nace en Guadalajara y con deceso en Madrid. Desde bien pronto, tuvo gusto por la pintura y el arte y se interesó por la lectura literaria, especialmente por el teatro gracias a la biblioteca familiar de su casa. También, desde niño, empezó a jugar con la dramaturgia en pequeños teatrillos infantiles. Con inquietudes políticas y próximo a la ideología marxista, quiso alistarse desde el principio como voluntario en la Guerra Civil española sin conseguir el permiso paterno. Su padre, oficial de Ingenieros del Ejército y Teniente Coronel durante la contienda fue detenido y fusilado en Paracuellos, en diciembre de 1936. Esa tragedia le impulsó a implicarse; luchó con las fuerzas republicanas, lo que le supuso el encarcelamiento en la cárcel Conde de Toreno, en Madrid, al final de la guerra; con condena a pena de muerte en un juicio sumarísimo. Allí se encontró con el poeta Miguel Hernández, ya enfermo y estuvieron juntos durante diez meses. La pena fue conmutada por otra de 30 años. Los traslados de ambos a la prisión de Yeserías, también en Madrid, los volvió a reunir. Posteriormente, Miguel Hernández fue trasladado a Alicante, donde murió de tuberculosis. Buero estuvo en varias prisiones hasta 1946. Sale pero desterrado de Madrid, aunque su residencia estaba en Carabanchel Bajo a pocos kilómetros del centro lo que le permitió vivir el ambiente cultural del Ateneo y seguir con sus proyectos. 
Luis Iglesias Feijoo 
A Buero Vallejo junto a García Lorca se les considera de los mejores autores teatrales del siglo XX. Entre el estreno de su primera obra, 'Historia de una escalera' presentada en 1949 y 'Misión al pueblo desierto' representada en 1999, transcurre medio siglo lleno de éxitos, de un autor que supo conectar con las necesidades del público y, como veremos, teniendo en cuenta aspectos universales con plena vigencia en la actualidad. Sin olvidar ni menoscabar las circunstancias políticas que rodearon el estreno de estas obras porque la censura era contundente y las limitaciones, muchas. Es un momento en el que se impide la entrada de las nuevas corrientes europeas y los empresarios de la escena y las compañías no se arriesgan a modificar los gustos del espectador. Se produce un teatro cómico burgués caracterizado por entretener, mantener valores tradicionales, mostrar una crítica contenida y finales felices. Los temas giran en torno a problemas amorosos, económicos o morales de personajes de clase social alta. Estéticamente, se consideran piezas “bien hechas” con diálogos correctos, un lenguaje literario cuidado y una estudiada gradación del interés y de las reacciones que se intentan obtener del público, introduciendo en escena saltos temporales y cambios de lugar, con el objetivo de aportar más dinamismo a las acciones. Algunos de los autores que publican ahora son anteriores a la Guerra Civil, como Jacinto Benavente y Enrique Jardiel Poncela, considerado como el renovador del humor, junto con Edgar Neville y Miguel Mihura.  Jardiel Poncela tienen un teatro grotesco e inverosímil, cercano al de Ramón Gómez de la Serna y a la literatura de vanguardia.  Personajes disparatados, felices sin conflictos, a pesar de lo absurdo de las situaciones en las que se ven envueltos. 'Eloísa está debajo de un almendro' (1940) es su obra más reconocida.

Siguiendo parcialmente estas premisas, las obras de Buero  pertenecen a tres ciclos: De crítica social, con situaciones realistas como la que pertenece la que obra que vamos a estudiar: 'Historia de una escalera' y con la que obtuvo el Premio Lope de Vega en 1948. Dramas históricos como 'Las Meninas' o 'El sueño de la Razón' y obras de carácter simbolista que pretenden establecer metáforas entre discapacidades humanas físicas -ceguera, sordera-, o sociales, como la privación de libertad, para mostrar las carencias a las que se enfrentan las personas sin que sepan o puedan percibirlo, como 'En la ardiente oscuridad' o la distopía de  'La Fundación' que hemos presentado y estudiado anteriormente.  

La obra teatral
Vamos a observar hoy 'Historia de una escalera', escrita  por Antonio Buero Vallejo entre 1947 y 1948.  Muestra las vidas de unos vecinos durante cuarenta años de la mitad del siglo XX, en una escalera de un barrio humilde en una ciudad no definida, con un edificio de una estructura exterior que sí señala con precisión y que es propia de los siglos XVIII, XIX, XX y todavía se conserva en muchas fincas vecinales de diversas ciudades de España y de Latinoamérica.
Un tramo de escalera con dos rellanos, en una casa modesta de vecindad. Los escalones de bajada hacia los pisos inferiores se encuentran en el primer término izquierdo. La barandilla que los bordea es muy pobre, con el pasamanos de hierro, y tuerce para correr a lo largo de la escena limitando el primer rellano. Cerca del lateral derecho arranca un tramo completo de unos diez escalones. La barandilla lo separa a su izquierda del hueco de la escalera y a su derecha hay una pared que rompe en ángulo junto al primer peldaño, formando en el primer término derecho un entrante con una sucia ventana lateral. Al final del tramo la barandilla vuelve de nuevo y termina en el lateral izquierdo, limitando el segundo rellano. En el borde de éste, una polvorienta bombilla enrejada pende hacia el hueco de la escalera. En el segundo rellano hay dos puertas: dos laterales y dos centrales. Las distinguiremos, de derecha a izquierda, con los números I, II, III y IV.  
A este tipo de estructura se le identifica por las características su interior, llamadas corralas; situadas  dentro de la finca, de fachada rectangular. Compuestas por un balcón corrido con pasamanos de madera o hierro, comunicados entre los descansillos de las distintas puertas y ventanas de los domicilios, y con vistas a un patio interior. La puerta de los pisos tiene entrada a pequeñas viviendas en el pasillo de la corrala lo que permite a sus vecinos conocerse y vivir de forma cercana, con los beneficios y perjuicios que ello supone. El barrio o ciudad de la obra no se especifica pero parece que se trata del Madrid histórico y castizo, habitado por gentes de clase trabajadora, con dificultades económicas.

El argumento es aparentemente sencillo y fácil de entender en una primera lectura aunque su contenido encierra diversas capas que le dan profundidad al relato. No olvidemos que la obra se publicó diez años después de terminada la Guerra Civil española (1936-1939) y en la posguerra de una dictadura que vigilaba escrupulosamente lo que se publicaba, o las representaciones teatrales que se hacían, por lo que es admirable la capacidad de eludir la censura a una obra como esta en la que se hace un retrato de aquella sociedad, con gran habilidad y capacidad comunicativa. Tiene un protagonista colectivo representado por unos personajes con un peso relativo parecido. Presenta la vida de relación de cuatro familias:

I-  Don Gregorio y Doña Generosa que tienen un hijo, Pepe y una hija, Carmina
II- Don Manuel tiene una hija, Elvira
III- Paca y el Sr. Juan tienen dos hijas y un hijo: Trini, Rosita y Urbano. 
IV- Dña. Asunción  tiene un hijo,  Fernando. 

La enumeración de las puertas está invertida porque así lo dispuso el autor -de derecha a izquierda- y en las representaciones se sigue ese esquema. 

La presentación de la situación y posterior evolución se hace a lo largo de unos cuarenta años en los que se ve la precariedad con que viven y las aspiraciones y sueños que les impulsan a seguir viviendo. El comienzo es el de familias con hijos e hijas adolescentes o jóvenes que pronto empiezan a tomar sus propios caminos. Relata una época indefinida, hacia la segunda decena del siglo XX. Recordemos que el momento de poner en escena la obra fue en plena dictadura de Franco por lo que el autor tuvo que ser muy cauteloso para no ser censurado por una obra que relata la situación de un grupo social que vivía con muchas estrecheces, de libertad y de todo tipo: económica, de pensamiento, de capacidad crítica, etc. 

Se inicia la puesta en escena con el paso del cobrador de la luz por cada domicilio y la respuesta que suscita en cada inquilino el cobro por la energía, así como lo mucho que les supone el pago del recibo a las familias que viven en la escalera que tenemos en el punto de mira. Este hecho, aparentemente tan lejano por la forma, puede inscribirse fácilmente en la cotidianidad actual por el excesivo costo actual de la electricidad y otras energías y la posibilidad de trasladar las palabras de los rellanos de la escalera de hace unos cien años a las actuales, con la única diferencia tangible de que entonces era un cobrador el que pasaba por las casas y ahora el pago se suele hacer directamente a través de una cuenta bancaria, aunque también haya quien lo prefiera efectuar en la ventanilla correspondiente, con el pago en metálico. Eso sí, cada vez menos, por las dificultades y trabas que ponen para que se haga de esa manera. 

El Dia, 18 de octubre de 2021. @cristiancaricaturas

No todos los vecinos del rellano viven en la misma situación económica y eso enseguida salta a la vista. Dña. Asunción es la que tiene menos recursos y pone como otras veces excusas para pagar, aspecto que el cobrador, como es lógico, no puede tener en cuenta. D. Manuel junto a su hija Elvirita observan la situación y le socorren,  haciendo el pago correspondiente por la presión de la chica, que se siente atraída por Fernando, el hijo de la vecina; guapo muchacho y joven soñador liberal que no quiere caer en la vida que ha tenido su madre y de los que allí viven. Esta ensoñación y los deseos de ser aparejador, arquitecto y escritor, le convierten en un hombre con poca predisposición para el trabajo, pero muy atractivo para las jovencitas, aunque le hace ser mal visto por los vecinos que solo perciben su apatía. D. Manuel ve claramente que Fernando no es un buen partido para su hija, pero accede a sus deseos para complacerla, así como a la sugerencia de contratarlo en la gestoría de su propiedad para darle un trabajo provechoso y con buen sueldo. Contrariamente, su amigo Urbano, el hijo de Paca, es un trabajador manual, comprometido sindicalmente, que cree en el trabajo de grupo, colectivo y solidario como forma de salir de las difíciles situaciones en las que están. En el fondo, los dos son optimistas y creen en un futuro mejor pero de forma opuesta, e incluso enfrentada. En medio de ellos, está Pepe el hijo de Dña. Generosa y D. Gregorio que es mayor que los otros y se ha abandonado totalmente, dándose a la bebida, jugando con los sentimientos de las mujeres a les que atrae con zalamerías: tiene una vida sin oficio ni beneficio y no aspira a cambiar. Ahora intenta seducir a Rosa, hermana de Urbano y él, conociéndole, le prohíbe que se le acerque a su hermana, aunque con poco éxito. Es engañada una y otra vez; lo mantiene y le da una mala vida; la maltrata e incluso le pega. Los enredos amorosos cruzados son múltiples y se complican porque si Elvira está enamorada de Fernando, deslumbrada por ser distinto de los demás de su entorno, Fernando lo está de Carmina y al final del primer acto se le declara:
¡Ayúdame tú! Escucha: voy a estudiar mucho. ¿Sabes? Primero me haré delineante. Eso es fácil. En un año... Como para entonces ya ganaré bastante, estudiaré para aparejador. Tres años. Dentro de cuatro años seré un aparejador solicitado por todos los arquitectos. Ganaré mucho dinero. Por entonces tú serás ya mi mujercita, y viviremos en otro barrio, en un pisito limpio y tranquilo. Puede que para entonces me haga ingeniero. Y como una cosa no es incompatible con la otra, publicaré un libro de poesías, un libro que tendrá mucho éxito...

A pesar de que Carmina le acepta, ella está enamorada de Urbano y así se lo dice,  confesión a la que Fernando no atiende. Curiosamente, mientras hablan, en un golpe involuntario, se vuelca la lechera y cae la leche que había ido a buscar la chica. Parece una premonición de que el enlace no puede ser una buena idea y pueden ocurrir cosas que no sean las que desean, como en la fábula tradicional de Esopo a la que hace una velada referencia. 

El segundo acto se presenta diez años después, hacia los años treinta. El tiempo ha pasado. Han muerto parte de los vecinos de la generación primera: Dña. Asunción, D. Manuel y D. Gregorio. Ahora están en primer plano los hijos, pero con sorpresas; Fernando ha mostrado su debilidad una vez más, y ha accedido a casarse con Elvira, hija de D. Manuel porque le ha privado la mejor situación económica a qué podía acceder. Tienen un niño, Fernandito. Elvira que fue la primera encaprichada de Fernando no es feliz porque conoce los amores de su marido por Carmina y tenerla tan cerca le impide que tenga paz, porque los celos la aprisionan. A todo esto, Trini sigue soltera y llevando una vida libre que todos critican y Carmina, después de la muerte de su padre accede a casarse con Urbano, sin estar enamorada, porque ve al chico con buenos ojos ya que se trata de una buena persona que, además le va a resolver su problema económico y el de su madre, después de la muerte del padre D. Gregorio. Con ello se cierra el segundo acto. 

El tercero se inicia veinte años después hacia final de los cuarenta, tiempo cercano al de la publicación de la obra. Ha pasado mucho tiempo. Los vecinos están cambiando. Los más mayores de la primera generación han muerto, solo queda Paca, ya anciana y con grandes dificultades motrices para subir las pocas escaleras que le acercan a su rellano. Los nuevos miran de reojo a los que quedan de la segunda y primera generación; critican y rechazan a los que todavía ocupan esos domicilios. Los nuevos son de una clase social superior, pagan unos alquileres mucho mayores sin tener los mejores pisos que siguen en posesión de los inquilinos antiguos, mucho más baratos, aunque no ocupen los mismo domicilios de toda la vida. En el piso I seguirá Carmina ahora casada con Urbano y con una hija adolescente, llamada Carmina también. En el II Elvira casada con Fernando y sus hijos: Fernandito de unos 20 años  y Manolín de 12. En el III sigue Paca con su hija Trini y al IV se han ido a vivir Rosa y Pepe, aunque con graves problemas económicos y de pareja por la inconsistencia y mala vida de Pepe. Todo sigue igual, pero todo parece distinto. El enamoramiento entre los jóvenes de la tercera generación, Carmina y Fernandito complica las ya difíciles relaciones entre las familias a causa de los antiguos rencores que no olvidan, causados por los enamoramientos cruzado y no consumados de los antecesores.Vuelven las sombras de Fernando en Fernandito, muy parecido a su padre por su idealismo y falta de consistencia. Sueña con los mismos hitos antes soñados por su padre. Carmina, madre, sabe que ella, enamorada, dejó a su Fernando porque no le ofrecía la estabilidad que le daba Urbano, aunque luego no fueran demasiado felices. Ahora, ve que su hija cae en la misma fascinación por Fernandito. Por su parte, Fernando padre se casó con Elvira como segunda opción afectiva. por el poder de seducción que había tenido la capacidad económica del padre de la chica, pero una cosa son los dictados de la cabeza y otra, los del corazón.  Todo esto crea un revivir de heridas y enfrentamientos entre los inquilinos de toda la vida que no han podido olvidar lo que ha supuesto el fracaso de las elecciones respectivas, contrarios a sus amores juveniles y deseos afectivos. Termina el tercer acto con las mismas palabras con que había terminado el primero, ahora ofrecidas en boca del hijo, Fernandito. Frases escuchadas por Carmina hija, con el mismo embeleso que las había oído su madre muchos años antes. ¿Los personajes que llegan serán capaces de salir de la escalera que sus antecesores han subido y bajado durante tantos años sin que casi nada se moviera?  

Teatro Español. Actores y actrices saludando al público el día del estreno en Madrid, el 14 de octubre de 1949. 

La primera representación de la obra estuvo dirigida por Cayetano Luca de Tena, en el teatro Español. Estuvo interpretada por: Julia Delgado Caro, Adela Carboné, María Jesús Valdés, Fulgencio Nogueras, Elena Salvador, Manuel Kayser, Adriano Domínguez, Alberto Bové, José Cuenca, Gabriel Llopart, Esperanza Grases, Pilar Sala, Consuelo Muñoz, Asunción Sancho, José Capilla, José Cuenca, Rafael Gil Marcos, Manuel Gramas, Fernando Delgado.

Contamos con la representación filmada hecha por TVE en el programa de 'Estudio 1' en 1971 dirigida por Raúl Fernández con una excelente actuación de sus intérpretes. 

A lo largo de los años, las representaciones teatrales de la obra han sido innumerables, podemos encontrar unas cuantas en la red. Con todo, nos remitimos a la que sigue, por su fidelidad a la obra y el acercamiento que nos produce a pesar de la distancia en el tiempo.  Nos referimos a esta representación teatral reciente, hecha por Tele Aracena, en  junio de 2018, por un elenco de artistas de gran carisma correspondientes a los estudiantes del Aula Municipal de Teatro de Aracena, Sevilla; con representación en el Teatro Sierra de Aracena, dirigido por Miguel Sánchez y con unas interpretaciones de actrices y actores llenas de gracia y buen hacer. 

Temas

Desde el inicio de la obra,  podemos ver las diferencias entre los distintos personajes de la obra. Cuando llega el cobrador de la luz, Dña Generosa, paga sin chistar. Su capacidad económica es reducida pero no se queja de las obligaciones que tiene con los recibos. D. Manuel tiene una situación económica mejor. Es generoso y buen vecino; además de buen padre. Complace a su hija Elvira aunque no comparta su opinión. Paca y el Sr. Juan hacen una crítica fuerte al asalto que suponen los aumentos del recibo de la luz. Su hijo Urbano es sindicalista y todos tienen deseo de lucha. La Sra. Asunción, por el contrario, tiene muy poco espíritu para vencer las dificultades. Vive cohibida por su falta de recursos y su incapacidad a imponerse a su hijo para que tenga un poco de consideración con la situación que tienen por su inanición.    

La situación económica de las familias a lo largo del tiempo cambia poco. Eso genera frustraciones porque los esfuerzos que se hacen para modificarla no da los frutos que cabría esperar. Mirando hacia atrás, se ve que lo que hacen parece la repetición de acciones anteriores en el tiempo: los intérpretes son distintos pero se cae en errores parecidos o tendencias ya seguidas. No obstante, siempre hay una esperanza entre los más jóvenes de que la situación puede y ha de cambiar, por impulso de lo que ellos puedan hacer, de forma individual o colectiva, por medio del arte o del sindicalismo. 

La crítica vecinal es también repetitiva. Los antiguos saben todo de los que viven al lado y eso es motivos de murmuraciones y críticas. Los nuevos inquilinos, sin conocerlos, ni saber nada de ellos, sienten animadversión por los antiguos porque se consideran maltratados al tener alquileres mucho más altos por pisos peores, que son los que se han quedado libres.  

La importancia de la herencia familiar parece sugerir que impulsa a actuar de distintas maneras. El autor muestra estas características sin teorizar, pero dando importancia a algunos rasgos significativos que están relacionado con las leyes que hacen que los personajes de una misma familia tengan parecido físico, siguiendo las leyes de Mendel (ojos, altura, belleza) y otros rasgos psicológicos también heredados (simpatía, habilidades, voluntad) aunque sin categorizarse por determinismo inapelable, porque el ambiente social y el educativo puede cambiar los aspectos heredados.    

Tenemos en la obra dos ejemplos de caracteres y aspectos físicos que pueden ser catalogados de heredados, en los Fernado y Fernadito. Se parecen físicamente, tienen unas ambiciones semejantes y se enamoran de Carmina madre e hija Carmina respectivamente. Sus declaraciones amorosas son parecidas y si se produce algún cambio, parece de consideración después del altercado de las familias, es porque los padres respectivos ven la frustrante situación vivida por ellos al no haber hecho caso a sus sentimientos y guiarse más por los intereses materiales. Ahora los hechos se  repiten en sus hijos y el final es abierto, lo que da una cierta esperanza de mejora de situación.  

También la herencia genética aparece con Urbano hijo de Paca y ella, los más conscientes de su situación social que consideran injusta y quieren cambiar, ahora por medio de la protesta insistente de la madre y de la acción sindical colectiva y solidaria por parte del hijo.   

El papel de la  mujeres en la historia es triste y secundario, con iniciativa dependiente de los varones correspondientes, parece, también por tradición heredada, ahora socialmente. Dña Asunción depende de su hijo Fernando, que al no trabajar o por hacerlo de forma muy sincopada no le aporta lo que necesita para vivir con dignidad. Urbano y su padre aportan a Paca y sus hermanas lo que pueden por medio de trabajos humildes pero que les permitan tener lo más imprescindible. Pepe, no trabaja, bebe, y cuando está en las últimas busca a Rosa,  a la que hunde y maltrata sin que ella tome las riendas de su vida en ningún momento. Carmina accede a casarse con Urbano aunque no lo quiera porque ni ella ni su madre Dña. Generosa tienen con qué vivir después de la muerte del padre, Don Gregorio. Don Manuel da trabajo a Fernando para que se case con su hija y puedan vivir. Una discusión final sirve para que se sinceren de sus rencores de toda la vida. 

Final abierto; nos deja expectantes y con la imaginación buscando posibles finales. Eso siempre nos sugiere preguntas.

       

Las películas 

Así como en teatro, en cine nos ha dado diversas versiones.  Destacable ha sido la de Ignacio F. Iquino de 1950.

Director: Ignacio F. Iquino Guión: Antonio Buero Vallejo, Romillo Fernández, Ignacio F. Iquino, Francisco Pérez Sánchez Fotografía: Rafael D’Ocón, Pablo Ripoll, Milton Stefani Música: José Casas Augé, Josep Maria Torrens Intérpretes: José Suárez, Elvira Quintillá, Maruchi Fresno, Juana Soler, Fernando Nogueras Fecha de estreno: 14 de agosto de 1950.

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Nos parece muy atractiva la versión que sigue, con otro acento, tiene como escenario La Habana y en un contexto que difiere del sugerido por el autor, así como de los momentos que representa, relacionados con el auge del marxismo y de la Revolución de Fidel Castro. 

 Se señalan tres fechas:

Año 1925,  año de la fundación del Partido Comunista de Cuba, sucesor del Partido Revolucionario Cubano creado por José Martí, de orientación marxista; defendía los intereses de la clase obrera. 

Año 1940:  Se menciona la Segunda Guerra Mundial. Ese año se implementa La Constitución cubana de 1940 durante la presidencia de Federico Laredo Brú (1936-1940), influenciada por las ideas que inspiraron la Revolución cubana de 1933. Se considera una de las constituciones más progresistas de su época, contenía elementos como la reforma agraria, educación pública, salario mínimo y otros programas sociales.  

Año 1960: Revolución de Fidel Castro; llega al poder. Fue nombrado primer ministro el 16 de febrero de 1959 y elegido presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba el 3 de diciembre de 1976, cargos que ocupó hasta el 24 de febrero de 2008. 

En la película se añaden pequeños diálogos y apostillas que distan poco del original de Buero Vallejo. Destacaría,  su gracia para mostrar la expresión del pensamiento de los intérpretes, como la que se produce entre Fernando y Urbano, en la misma escalera pero respirando el ambiente de la calle, con el juego de ajedrez como elemento de distracción. O, entre Generosa y Paca. Cabe destacar el mayor papel de Manolín, presentado como un adolescente un tanto insolente. También, en el relato cinematográfico se muestran vistas del interior de los pisos y encuentros en la escalera de las vecinas y vecinos, más jugosos.  Muy buenas las últimas secuencias en las que todos sacan sus rencores pasados que hacen que las familias se aborrezcan. Pero el futuro está por llegar y siempre se mira con expectativas positivas; creen los jóvenes que inventan el futuro. Lo estrenan, sin que antes nadie haya hecho algo semejante. Así lo viven Carmina y Fernandito, ahora en el exterior de la escalera, teniendo por testigo el chantajeador hermano pequeño... Fernando y Carmina observan la situación  desde un rincón y ven que el ciclo se repite, aunque no dejan de pensar que probar nuevas iniciativas no puede ser malo. 

La película en blanco y negro primero y en la última etapa de color, tiene mucha expresividad, con secuencias que representan las situaciones desde distintos puntos de vista: En primer plano, picado, contrapicado. En un escenario fiel al original, la escalera de la corrala ahora cobra nueva vida. Se trata de una puesta en escena con protagonistas corales en los que cada uno aporta gran dosis de credibilidad a su papel, por la expresividad y naturalidad que tienen.

Todo ello nos permite hacer conjeturas comparativas y llegar a conclusiones  y vemos que, en el fondo, a pesar de los cambios, hay una gran fidelidad a la obra original. 


Sugerencias didácticas

I. Observar y comprender:  

  • Si antes no se ha tenido en cuenta, se recomienda conocer al autor, Antonio Buero Vallejo: su biografía y su obra literaria. 
  • Es importante hacer una aproximación al momento histórico de la escritura de la obra. Siglo XX en España. El franquismo, los primeros años. ¿En qué época histórica se inscribe la obra? En un trabajo que puede ser un proyecto conjunto con la materia de historia, pueden verse las características y las consecuencias que tuvo.
  • La lectura de la obra de teatro puede ser de interés para jóvenes de Bachillerato o estudiantes jóvenes o adultos de español como Lengua Extranjera de un nivel avanzado, porque pueden entender a los personajes y valorar sus comportamientos.
  • La lectura de la obra literaria puede ser mejor comprendida si antes se han visto los resúmenes que se proponen, así como alguna versión  cinematográfica delas que se proponen,  lo que permitirá entender mejor los temas tratados en este drama: el comportamiento de los personajes y sus diferencias. 
  • El drama permite observar el marco histórico desde una la perspectiva crítica. Se pueden ver las dificultades a las que están sometidos los personajes.
  • ¿Participa de la historia quién la narra o muestra lo que han vivido otros? ¿Quién da su punto de vista en el relato? ¿Hay un protagonista claro, y un antagonista o más? 
  • ¿Qué circunstancias rodean a Urbano? ¿Evoluciona con el paso del tiempo? ¿Cómo es y se comporta? ¿Su personalidad se va transformando? ¿Tiene una actuación honesta? ¿Qué otros personajes hay? ¿Qué valores o defectos se les puede adjudicar? 
  • ¿Qué papel tienen las mujeres de la obra?
  • ¿En las versiones cinematográficas, tienen buena caracterización los personajes? 
  • ¿Cómo es y actúa Fernando? En qué detalles nos fijamos para calificar su carácter, sus virtudes y sus defectos. ¿Pueden enumerarse? ¿Qué relación tiene con los otros personajes? ¿Con todos tiene la misma relación? 
  • Destaca otros personajes  ¿Qué rasgos pueden ser significativos a su carácter? ¿Cómo se le pueden describir de forma sintética? ¿En la película tienen una buena representación?
  • ¿Tienen valor las acotaciones de la obra escrita para la representación dramatizada? 

II Relacionar y reflexionar.

  • ¿Es realista el comienzo de la historia? 
  • ¿En la vida real, se producen circunstancias sociales y personales similares a las que se explican?
  • ¿Qué juicio merecen los personajes de la historia?
  • ¿El final es lógico, de acuerdo con desarrollo de los hechos?
  • ¿Qué papel tiene la mujer a lo largo del relato? ¿Qué valoración social merece?
  • ¿Qué valoración ética tiene la obra?
  • ¿Qué conclusiones generales se pueden extraer?      

III Aplicar.

La presentación de una versión cinematográfica servirá para motivar su visión y luego establecer un debate o fórum. Puede hacerse una breve alusión a:  

  • La dirección 
  • La interpretación
  • Los personajes
  • El espacio y el tiempo en que se presenta la ficción
  • La fotografía
  • La música.

Después de ver la película, pueden ser los espectadores quienes empiecen a opinar sobre lo que han visto, haciendo un resumen de los elementos más importantes

  • ¿Qué es lo que más les ha impactado?
  • Importancia concedida a los aspectos estéticos: la imagen, la acción de los personajes.
  • ¿Qué papel juega la música en la película?
  • ¿Qué emociones suscita la historia?
  • ¿Qué valores se destacan?
  • ¿Qué se denuncia?
  • ¿Cómo se conectan a la película amor, humor y horror?
  • ¿Se presenta una situación lógica?
  • ¿Qué pretende mostrar la historia relatada?
  • ¿La historia es optimista o pesimista?

IV Actividades específicas

Estos elementos sugieren una serie de actividades didácticas que permiten una mejor interpretación del mensaje. Pero, para proponer actividades específicas, estableceremos una cierta ordenación del proceso.

  • Visión de la obra.
  • Interpretar el significado de algunas secuencias.
  • Identificar las épocas históricas que se relatan.
  • Identificar del lugar geográfico en que se desarrollan los hechos.
  • Evaluar de los elementos éticos de la historia.
  • Elementos de la historia que invitan al desarrollo de la imaginación y la creatividad. ¿El espacio?  ¿El tiempo? ¿La actuación de los personajes?
  • ¿Qué aspectos de la historia motivan a una actuación emotiva de los personajes?

 Para saber más