Hoy nos acercamos a una historia que ha tenido gran divulgación y que ha interesado a jóvenes y mayores, posiblemente por su aparente sencillez de lectura y su brevedad. Nos referimos a la novela El niño con el pijama de rayas que, con el colofón de la película ha llegado un mucho rincones del mundo y ha sido traducida a diversas lenguas.
El material que, como ya hemos señalado, permite mirarse y verse desde la mirada infantil. Proponemos la presentación de una obra de producción reciente, El niño con el pijama de rayas.
Basada en una novela escrita por el autor irlandés John Boyne, que relata desde el supuesto punto de vista de Bruno, niño de ocho años, hijo de un oficial de la Schutzstaffel nazi, su cambio de domicilio de Berlín a un lugar llamado "Auchviz" (en la versión original en inglés Out-With) que no es otro que el campo de exterminio de Auschwitz.
El niño está molesto con el traslado porque ha de dejar la escuela, y a los amigos. El lugar de destino es inhóspito, aislado y solitario. Desde la ventana de su dormitorio, Bruno divisa una gran cerca tras la que hay gente con pijamas rayados. Son los judíos, que están en el campo de concentración.
El tema de la guerra, de las guerras y sus consecuencias, está vivo en la vida diaria de telediarios, documentales, películas, novelas de adultos o juveniles. Con frecuencia, y salvo excepciones, se fraguan con el desarrollo de batallas, con jefes de perfil psicológico bajo o maniqueo; con muchachos en los campos de batalla con una situación anímica cada vez menos predispuesta a heroísmos, y más sensibles a los traumas físicos y psíquicos por los padecimientos y el horror; abundan los finales poco afortunados y sin desfiles de victoria, ni premios; y, en la retaguardia se ve la miseria y dolor, con alguna trama central o marginal, que ofrece cierta luz entre tanta tiniebla.
Evidentemente, el tema bélico tiene interés para espectadores y lectores de diversas edades, porque ha sido y es un referente real en la infancia de muchos adultos, o porque es un conocimiento nuevo, tratado con frecuencia en clave de videojuego de rol audiovisual, para los más jóvenes. También ha de decirse que al ser un tema tan reiterado en los medios, puede sonar retahíla conocida y mil veces repetida, cada día guerras distintas, siempre una guerra igual. Sin embargo, aunque pueda parecer un tema agotado por el reiterado tratamiento, siguen publicándose novelas y estrenando películas que reviven guerras, o su memoria.
El tratamiento del tema en literatura, también es abundante. Sólo con que nos pasear por las librerías, podremos ver muchas novelas y ensayos de publicación muy reciente, sobre el tema. El mapa de los países que la sufrieron es grande y los intereses que confluyeron muchos.
Evidentemente, el tema bélico tiene interés para espectadores y lectores de diversas edades, porque ha sido y es un referente real en la infancia de muchos adultos, o porque es un conocimiento nuevo, tratado con frecuencia en clave de videojuego de rol audiovisual, para los más jóvenes. También ha de decirse que al ser un tema tan reiterado en los medios, puede sonar retahíla conocida y mil veces repetida, cada día guerras distintas, siempre una guerra igual. Sin embargo, aunque pueda parecer un tema agotado por el reiterado tratamiento, siguen publicándose novelas y estrenando películas que reviven guerras, o su memoria.
Si nos ceñimos sólo a la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), (desde ahora, SGM), en el cine que es el marco del tema que desarrollaremos, podemos comprobar que en los últimos años se han hecho un gran número de películas.
Al ser un tema que sigue vivo y generando información de forma permanente, se trata de un argumento que podemos explotar didácticamente porque no sólo no está agotado, sino que está en el ambiente; y, como consecuencia, se ven, se oyen y se leen, aunque sea de forma inconsciente, secuencias e historias que rememoran la SGM.
La propuesta que hacemos permite un trabajo que desarrolla actividades y favorece la adquisición de competencias propias del área de lengua y literatura, pero además, tiene una función trasversal, que permite jugar con otras áreas de Educación Secundaria y Bachillerato.
De todos los elementos contenidos en tal litigio, haremos un acercamiento a El holocausto.
La propuesta que hacemos permite un trabajo que desarrolla actividades y favorece la adquisición de competencias propias del área de lengua y literatura, pero además, tiene una función trasversal, que permite jugar con otras áreas de Educación Secundaria y Bachillerato.
De todos los elementos contenidos en tal litigio, haremos un acercamiento a El holocausto.
Título:
THE BOY IN THE STRIPED PYJAMAS
(El niño con el pijama de rayas)
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Dirección: Mark Herman.
Países: Reino Unido y USA.
Año: 2008.
Duración: 96 min.
Género: Drama.
Interpretación: Asa Butterfield (Bruno), Vera Farmiga (la madre), David Thewlis (el padre), Jack Scanlon (Shmuel), Amber Beattie (Gretel), Richard Johnson (el abuelo), Shelia Hancock (la abuela), Rupert Friend (teniente Kotler), David Hayman (Pavel), Jim Norton (Herr Liszt), Cara Horgan (Maria).
Guion: John Boyne y Mark Herman; basado en la novela de John Boyne.
Producción: David Heyman.
Música: James Horner.
Fotografía: Benoît Delhomme.
Montaje: Michael Ellis.
Diseño de producción: Martin Childs.
Vestuario: Natalie Ward.
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Basada en una novela escrita por el autor irlandés John Boyne, que relata desde el supuesto punto de vista de Bruno, niño de ocho años, hijo de un oficial de la Schutzstaffel nazi, su cambio de domicilio de Berlín a un lugar llamado "Auchviz" (en la versión original en inglés Out-With) que no es otro que el campo de exterminio de Auschwitz.
La historia sigue con fidelidad la novela de John Boyne (2007), con el mismo título e idéntico argumento. Ni en literatura ni en cine dejan de sobrecogernos los hechos a lo largo de todo el relato. El tema de la Segunda Guerra Mundial, no por muy reiterado agota las posibilidades narrativas, ni deja de atraparnos. El autor señala la necesidad de ignorar el final para seguir el relato con interés, pero no es fundamental. La muestra es que la novela ha sido considerada best seller en 2007 y traducida a muchos idiomas. Su contenido, en general, ha sido bien recibido por adolescentes y jóvenes, y seguro que fue leída conociendo el final, porque es difícil considerar que no se hubiera comentado el final. El discurso tiene una estructura lineal, con algunas elipsis. La duración del tiempo interno es de casi dos años. La estética visual está muy cuidada, con una excelente actuación de los niños protagonistas y de gran expresividad. Los adultos proporcionan un buen acompañamiento coral. Es una mirada a la Historia desde los ojos desconcertados de un niño, lo que proporciona un buen caudal de posibilidades didácticas por los aspectos contenidos que permiten un interesante trabajo interdisciplinar.
El niño con el pijama de rayas es una novela de veinte capítulos, con un acercamiento externo al holocausto. El protagonista, Bruno, había nacido el 15 de abril de 1934. En el momento de empezar el relato tiene nueve años, vive en Berlín con su padre, su madre y su hermana Gretel, en una amplia casa de la que han de marcharse porque a su padre, militar nazi es ascendido a comandante y le envían con responsabilidades al campo de concentración de Auschwitz, que por supuesto no tiene ningún significado para Bruno.
El niño está molesto con el traslado porque ha de dejar la escuela, y a los amigos. El lugar de destino es inhóspito, aislado y solitario. Desde la ventana de su dormitorio, Bruno divisa una gran cerca tras la que hay gente con pijamas rayados. Son los judíos, que están en el campo de concentración.
Entre el aburrimiento y la confusión, se pregunta qué está pasando en Auschwitz y por qué la gente viste siempre con unos pijamas rayados. Una tarde, va a explorar el entorno y se encuentra, al otro lado de la valla, con un muchacho judío llamado Shmuel, un nombre extraño para Bruno, pero común en el campo de concentración. Shmuel se hace amigo de Bruno, se ven cada tarde y hablan. Gretel le cuenta que los del pijama de rayas son judíos y que ellos son "lo contrario".
Poco tiempo después de esto, se descubre que Bruno y Gretel tienen piojos y a Bruno le afeitan la cabeza. Esto le hace parecerse mucho más a su amigo Shmuel y piensa que no son tan diferentes, realmente. La historia termina cuando Bruno, se encapricha por entrar en el campo de concentración antes de su vuelta a en Berlín, con su hermana y su madre. Consigue el pijama rayado gracias a Shmuel y pasa por debajo de la alambrada. Quiere ayudar a Shmuel a encontrar a su padre que el chico le explica que se ha perdido (presumiblemente había sido ejecutado) y también quiere poder jugar con otros niños. Sin lograr el propósito, empieza a llover. Bruno quiere volver para su casa, pero son rodeados por soldados junto a mucha más gente, y empiezan a hacer una "marcha" que se va haciendo densa a medida que llegan a un barracón hermético. Empieza los gritos, el caos… El relato termina con la búsqueda de Bruno por su familia; su padre descubre la ropa que se había quitado el niño para ponerse el pijama, cerca de la verja del campo de concentración, mientras deduce lo que le ha podido suceder a su hijo. El padre de Bruno parece que ya no seguirá en el cargo, y ya nada importa. Los espacios en los que se desarrolla el relato es una metáfora de cómo podía vivirse semejante situación en muchos lugares de Europa, durante la SGM. El protagonista está atrapado en un espacio cerrado en el que se siente solo. Es un prisionero circunstancial, que no pueden acceder al exterior bajo ningún pretexto. La causa de la soledad y del aislamiento de Bruno es porque vive en un lugar deshabitado junto a la verja que les separa del campo de exterminio. En sus juegos está centrado en el descubrimiento del exterior cercano, al que puede acceder desde lejos, sólo con la mirada, pero el relato de lo que ve y oye influye para el desarrollo del relatos. Muestra los hallazgos que, con ser minúsculos, suponen una narración de la cotidianidad en los campos de exterminio y sus alrededores.
Poco tiempo después de esto, se descubre que Bruno y Gretel tienen piojos y a Bruno le afeitan la cabeza. Esto le hace parecerse mucho más a su amigo Shmuel y piensa que no son tan diferentes, realmente. La historia termina cuando Bruno, se encapricha por entrar en el campo de concentración antes de su vuelta a en Berlín, con su hermana y su madre. Consigue el pijama rayado gracias a Shmuel y pasa por debajo de la alambrada. Quiere ayudar a Shmuel a encontrar a su padre que el chico le explica que se ha perdido (presumiblemente había sido ejecutado) y también quiere poder jugar con otros niños. Sin lograr el propósito, empieza a llover. Bruno quiere volver para su casa, pero son rodeados por soldados junto a mucha más gente, y empiezan a hacer una "marcha" que se va haciendo densa a medida que llegan a un barracón hermético. Empieza los gritos, el caos… El relato termina con la búsqueda de Bruno por su familia; su padre descubre la ropa que se había quitado el niño para ponerse el pijama, cerca de la verja del campo de concentración, mientras deduce lo que le ha podido suceder a su hijo. El padre de Bruno parece que ya no seguirá en el cargo, y ya nada importa. Los espacios en los que se desarrolla el relato es una metáfora de cómo podía vivirse semejante situación en muchos lugares de Europa, durante la SGM. El protagonista está atrapado en un espacio cerrado en el que se siente solo. Es un prisionero circunstancial, que no pueden acceder al exterior bajo ningún pretexto. La causa de la soledad y del aislamiento de Bruno es porque vive en un lugar deshabitado junto a la verja que les separa del campo de exterminio. En sus juegos está centrado en el descubrimiento del exterior cercano, al que puede acceder desde lejos, sólo con la mirada, pero el relato de lo que ve y oye influye para el desarrollo del relatos. Muestra los hallazgos que, con ser minúsculos, suponen una narración de la cotidianidad en los campos de exterminio y sus alrededores.
A lo largo del desarrollo de la trama, muestra su sorpresa por todo cuanto ve. Explica su amistad con otro niño judío llamado Shmuel que vive al otro lado de una verja y que, como otras personas en ese lugar, viste un "pijama de rayas"; la novela también tuvo muy buena acogida por el público adulto y juvenil. Desde distintos escenarios, con puntos de vista variados y situación opuesta, ambos relatos apuestan por mostrar algo de lo que supuso el exterminio de los judíos. El tratamiento del tema tiene unas características que permiten un acercamiento intertextual con elementos hipertextuales bien documentadas.
Sugerencias didácticas.
Sugerencias didácticas.
- Búsqueda, por grupos, del significado de los términos: Segunda Guerra Mundial, nazismo, fascismo, holocausto, judíos, Auschwitz, Führer, Adolf Hitler, campo de concentración. Cada grupo puede buscar el sentido de un término y hacer un cuadro o una presentación del concepto, al resto de la clase. Llevar una discusión y llegar a alguna conclusión de lo que significa.
- Ver la película fijándose en los personajes y en su actuación. Si se ha leído la novela antes, hacer una comparación de las semejanzas y diferencias. Se pueden tener en cuenta, sobre todo, si la forma de narrar la historia es igual.
- Después, establecer una discusión, o un forum, con la finalidad de entender a los dos protagonistas: Bruno y Shmuel. Analizar la estética de los personajes y su actuación. ¿Qué dicen sus miradas? ¿Y sus silencios? Haz una lista de lo que les importa a cada uno. ¿Están bien representados? ¿Es adecuado el comportamiento de Bruno con Shmuel? ¿Y el de Gretel con su hermano?
- ¿Cómo son el padre y la madre de Bruno?¿Qué les dicen a sus hijos? ¿Opinan de la misma manera? ¿Quién tiene una actuación más certera; más ética? Haz un paralelismo entre la actuación de los padres y la de los abuelos. ¿Qué ideología se desprende del profesor ¿Y, cuál del asistente militar que tienen?
- Evoluciona el personaje de Bruno, a lo largo de la historia? ¿Es representativo el título de la película?
- ¿Cómo describirías la historia? ¿De aventuras, social, intimista? ¿Qué enseñanzas proporciona?