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martes, 5 de abril de 2011

LA OLA (DIE WELLE) DIRGIDA POR DENNIS GANSEL Y PETER THORWARTH. BASADA EN LA NOVELA DE MORTON RHUE

Me alegra que TVE2 pase por sus pantallas La Ola. Esta película, además de tener gran atractivo fílmico por la calidad expresiva de los personajes, por la importancia de cada palabra, el desarrollo de  la trama, etc., permite hacer un conjunto de reflexiones dignas de ser tenidas en cuenta respecto a cuestiones éticas, sociales, psicopedagógicas,... del mundo actual al que cuestiona y deja en evidencia. Por todo ello, ofrece muchas posibilidades educativas y didácticas, además de crear innumerables oportunidades para fijarse en los elementos intertextuales e hipertextuales que contiene. Me parece que vale la pena no desperdiciar la oportunidad y tenerla en cuenta.  

Título original:

DIE WELLE   (LA OLA )


Dirección: Dennis Gansel.
Guion:  Dennis Gansel  Peter Thorwarth
Música: Heiko Maile
País: Alemania.
Año: 2008.
Duración: 108 min.
Género: Drama.
Interpretación: Jürgen Vogel (Rainer Wenger), Frederick Lau (Tim), Max Riemelt (Marco), Jennifer Ulrich (Karo), Christiane Paul (Anke Wenger), Elyas M’Barek (Sinan), Cristina Do Rego (Lisa), Jacob Matschenz (Dennis), Maximilian Mauff (Kevin), Ferdinand Schmidt-Modrow (Ferdi).


La historia  se  sitúa en la Alemania actual, dentro de una escuela, y en un curso de adolescentes. Se inicia  el desarrollo de la trama al programarse una semana cultural de proyectos que  pretende tratar temas distintos a los habituales.



Al profesor -Rainer Wenger- se le ha adjudicado el desarrollo de un tema no deseado “La autarquía”, cuando él y sus discípulos esperaban tratar el tema de “La anarquía”, más cercano y por el que el profesor se sentía atraído. Pero no puede cambiar la decisión de la  directora académica. El lunes de la semana cultural la clase inicia la tarea que se le encomienda con bastante disgusto; pero pronto el profesor ve qué camino ha de seguir para llevar a cabo el proyecto. 

Empieza la primera sesión con la presentación del tema  e  impulsa una lluvia de ideas, un “brainstorming”  entre los chicos y chicas de la clase para que, a partir de sus propios conocimientos, argumenten a favor o en contra de  la  relación entre nazismo y autarquía. Este comienzo parece poco atractivo a los escolares; es una idea trasnochada, demasiado conocida por la historia  lejana, y que  no interesa a nadie,  porque es impensable su repetición.


Sin el apoyo  del  público, y con poco interés  por parte de los oyentes, el profesor Rainer empieza por mostrar en qué se fundamentan los gobiernos totalitarios  y la autarquía. En forma de taller participativo y vivencial, va convirtiendo los conceptos en acciones, en actividades tangibles, para seguir y desarrollar el proyecto encomendado. Por obra y arte de su capacidad motivadora, de su creatividad y de su fuerza empática, al segundo día los aparentemente poco atractivos conceptos autárticos por su sentido de uniformidad, disciplina militarizada, sentimiento de segregación, etc., se transforman en una fuerza motriz que activa a la mayoría, a la creación de un movimiento real, en el  que felizmente y con ilusión se integra casi toda la clase. Se programan actividades. Dan un nombre al movimiento La Ola y crean un logo: y hasta ven la necesidad de tener un  uniforme que les identifique y les distinga. Todo ello se  hace visible para el resto de la escuela, y es la envidia  de la clase contigua que han elegido desarrollar la anarquía, que intuían con más atractivo pero, por falta de iniciativas del profesor responsable, se convierte en un proyecto cultural mucho más aburrido. Al tercer día, los estudiantes de la autarquía se sienten fascistas y entusiasmados por serlo; empiezan a aislarse y a amenazar a quienes cuestionen la bondad del proyecto, los anarquistas quieren incorporarse al proyecto autárquico. El conflicto culmina con brotes de violencia en un partido de waterpolo. El profesor decide no seguir con el experimento, pero para entonces ya han pasado muchas cosas y ya es demasiado tarde…
                                           
Su director y guionista, Dennis Gansel,  sigue en el proceso anteriormente emprendido en Napola (2004) donde se preguntaba cómo fue  posible que  los nazis engañaran a la gente de la forma que lo hicieron; ahora da un paso más, y al plantearse las mismas cuestiones,ejemplifica respuestas. La pregunta actual  sigue siendo ¿Es posible la instauración de una dictadura, de un nuevo y temido Reich como el de Hitler, en la actual Alemania? ¿En qué difieren las dictaduras de la democracia                     
La película está basada en la obra homónima del autor estadouniense Morton Rhueescrita  en 1981y que a su vez se había inspirado en un experimento real seguido en 1967, el de la Tercera Ola de un profesor de un instituto de Palo Alto en California que pretendía demostrar la fragilidad  humana  para ceder a  la fascinación ejercida por las ideologías autoritarias. Precisamente el personaje de la película, Rainer Wenger, tiene el perfil del profesor Ron Jones, en el desarrollo  de los  hechos del Instituto Cubberley de Palo Alto, donde Ron Jones fue el protagonista, a partir de su interés por  dar respuesta a la  pregunta  de un alumno, en clase de  historia: ¿Cómo fue posible que, en la posguerra, los ciudadanos alemanes de a pie,argumentaran que ignoraban los cruentos hechos del exterminio judío de los nazis? Para explicar la cuestión,  actuó  con  sus estudiantes de acuerdo a las premisas de la Alemania nazi: disciplina, control, sentido de comunidad, acción y orgullo. Todo empezó con el fin de ser un ejercicio práctico y didáctico y acabó tomando una fuerza inusitada. Ahora, la acción se sitúa en la Alemania de principios del siglo XXI, dentro de la Comunidad Europea, con una clase estudiantil un tanto harta de que,  en todas las clases, de casi todas las asignaturas,  se reitere el recuerdo de la Alemania Nazi. Por lo que La Ola gana en verosimilitud y cercanía y, por tanto, produce una mayor  preocupación y estupor.  



Expectativas y deseo de respuestas maximalistas, en las que la ética y el respeto por las personas no tienen  ningún valor, es el motor que puede mover masas; porque, además formalmente, la puesta en escena es espectacular, “fascinante”. La inducción puede conseguirse fácilmente, tanto para atraerse adolescentes, maleables por edad,  como adultos  con falta de criterios, visión maniquea de la vida y deseos de solucionar problemas de forma sensacionalista.  El relato es una alarma sobre lo atractivo del fascismo para una sociedad sumida en el pensamiento débil. Como dice  el director de La Ola Denis Gansel “el deseo de someternos a un líder está en nuestra naturaleza”.
   
La película contiene imágenes sencillas pero impactantes que resaltan la importancia de pertenecer a un  grupo, el uniforme para resaltarlo,  etc.; aunque el discurso y la profundidad del pensamiento fluye a través de la palabra de cada personaje, individualmente, y de la muestra de  maniqueísmo de sus argumentos, de acuerdo con su situación y el entorno en el que los presentan: el inmigrante turco que sigue porque ve en el grupo una vía de integración; el chico demente, marginado, con destino trágico, que ejecuta cada idea del profesor, tergiversándola y sin reflexión por así ser mejor considerado; el bocazas que habla mucho y termina siguiendo a los demás, las familias desestructuradas, sin saber, ni entender nada  y con falta de opinión,…. Pero, sobre todo, destaca el carisma  del profesor, capaz de ser seguido y sin chistar.               


En un momento como el actual, caracterizado por el individualismo y por la falta de ideales, esta historia parece querer  avisar de que nada, por improbable que parezca, es imposible. La película concilia aspectos comerciales con lo reivindicativo, con éxito. Pese al terrible relato, la exposición es honesta y atractiva. 
Destaca y evidencia el peligro que supone la falta de  un pensamiento individual y social  ético y la  facilidad  con que  se  consigue  la sumisión del grupo a un líder, independientemente de la carencia de valores de el proyecto que lidere. También hace una profunda crítica a la gran despersonalización de los individuos. 

Muestra cómo el nazismo, con unas respuestas sencillas, formalmente muy teatrales y no exentas de espectacularidad, parece dar solución a  problemas complejos;  solución que fácilmente  puede asumirse  por  ingenuos y débiles que, por su falta de ideales y de referentes, puede adoptarse con entusiasmo, como  respuesta certera, con actitudes difícilmente  explicables ni defendibles y con unos resultados catastróficos. 

La ola fue presentada aquel año en el Festival de Cine de Sundance  y en el Festival de Cine Europeo de Sevilla;  fue nominada  como la mejor película en los Premios del Cine Europeo.                                

Recientemente, la autora  alemana Stefani Kampmann (2008) publicó  la novela gráfica Die Welle, (La Ola) basada en el contenido de la obra del norteamericano Morton Rhue, también situada en un contexto actual. Se presenta como un ejemplo de material de lectura para centros de Ed. Secundaria: por su estilo visual claro, por sus textos y su contenido de poca complejidad,  sus ilustraciones de gran sencillez y  el dinamismo  en el relato. 



Sugerencias Didácticas

·     Antes de ver la película, introducir el tema de: El  fascismo,  el nazismo, las dictaduras, el totalitarismo, el franquismo,... En qué se diferencian de las democracias: qué fueron o qué siguen siendo; causas, desarrollo y consecuencias, quiénes son los fachas y quiénes los demócratas; a quién se le llama así y cómo se les puede definir. Interesa conocer la percepción de los escolares, lo que saben  por las informaciones de sus mayores.  

De acuerdo con el país en el que se haga el trabajo, puede analizarse si hubo en ese lugar alguna dictadura en la historia reciente. Se puede relacionar con la historia que verán. Es un tema complejo que puede ocupar varias sesiones.

· También, se observará el significado de los términos anarquía y autarquía, principio de la historia. Las semejanzas y diferencias. Se comentará  la estética del film, que es dinámica y nos permitirá entrar en el relato con facilidad.

 ·         Sería interesante  ver la película en el espacio escolar, para facilitar la discusión posterior. Durante la visión, se observará  la expresividad de las secuencias, el valor de los planos medios y  primeros planos, así como el de la palabra,  en el desarrollo de la historia.  

 ·          Posteriormente, puede establecerse un fórum, con el análisis de las características de los personajes, de los que puede distinguirse fácilmente  su personalidad. Pueden hacerse dos columnas.  En una, escribir el nombre de cada personaje. En la otra, señalar sus características y su evolución en la historia.

·   Analizar, a partir del relato, los elementos que transforman una sociedad democrática en una autocracia. ¿Qué moral encierra la historia? ¿Qué papel juega la actuación de los jóvenes? Y el profesor, ¿tiene una personalidad clara? ¿Se tienen en cuenta las advertencias de algunos de  los participantes de la historia?

·        Visitar la página de Enrique Martínez-Salanova Sánchez, donde habla de La Ola  por las sugerencias que ofrece.

·            Recreación, por medio de un Power Point y de imágenes rescatadas de Internet, de las ideas más importantes: de la historia del nazismo, del Führer, de algunos momentos y situaciones históricas  que hubo, de los nombres históricos. Puede convertirse  en un pequeño relato ilustrado con imágenes, música, etc.

·       De lo que fue históricamente el  nazismo da buena cuenta,  desde una mirada  adolescente, el Diario de Ana Frank. Libro y película en los que nos detendremos en otra ocasión. 

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