Mostrando entradas con la etiqueta HISTORIA DE UNA ESCALERA DE ANTONIO BUERO VALLEJO Y PELÍCULA DIRIGIDA POR RAÚL VILLARREAL. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta HISTORIA DE UNA ESCALERA DE ANTONIO BUERO VALLEJO Y PELÍCULA DIRIGIDA POR RAÚL VILLARREAL. Mostrar todas las entradas

miércoles, 25 de enero de 2023

HISTORIA DE UNA ESCALERA DE ANTONIO BUERO VALLEJO Y PELÍCULA DIRIGIDA POR RAÚL VILLARREAL

Antonio Buero Vallejo, es un dramaturgo español (1916-2000) que nace en Guadalajara y con deceso en Madrid. Desde bien pronto, tuvo gusto por la pintura y el arte y se interesó por la lectura literaria, especialmente por el teatro gracias a la biblioteca familiar de su casa. También, desde niño, empezó a jugar con la dramaturgia en pequeños teatrillos infantiles. Con inquietudes políticas y próximo a la ideología marxista, quiso alistarse desde el principio como voluntario en la Guerra Civil española sin conseguir el permiso paterno. Su padre, oficial de Ingenieros del Ejército y Teniente Coronel durante la contienda fue detenido y fusilado en Paracuellos, en diciembre de 1936. Esa tragedia le impulsó a implicarse; luchó con las fuerzas republicanas, lo que le supuso el encarcelamiento en la cárcel Conde de Toreno, en Madrid, al final de la guerra; con condena a pena de muerte en un juicio sumarísimo. Allí se encontró con el poeta Miguel Hernández, ya enfermo y estuvieron juntos durante diez meses. La pena fue conmutada por otra de 30 años. Los traslados de ambos a la prisión de Yeserías, también en Madrid, los volvió a reunir. Posteriormente, Miguel Hernández fue trasladado a Alicante, donde murió de tuberculosis. Buero estuvo en varias prisiones hasta 1946. Sale pero desterrado de Madrid, aunque su residencia estaba en Carabanchel Bajo a pocos kilómetros del centro lo que le permitió vivir el ambiente cultural del Ateneo y seguir con sus proyectos. 
Luis Iglesias Feijoo 
A Buero Vallejo junto a García Lorca se les considera de los mejores autores teatrales del siglo XX. Entre el estreno de su primera obra, 'Historia de una escalera' presentada en 1949 y 'Misión al pueblo desierto' representada en 1999, transcurre medio siglo lleno de éxitos, de un autor que supo conectar con las necesidades del público y, como veremos, teniendo en cuenta aspectos universales con plena vigencia en la actualidad. Sin olvidar ni menoscabar las circunstancias políticas que rodearon el estreno de estas obras porque la censura era contundente y las limitaciones, muchas. Es un momento en el que se impide la entrada de las nuevas corrientes europeas y los empresarios de la escena y las compañías no se arriesgan a modificar los gustos del espectador. Se produce un teatro cómico burgués caracterizado por entretener, mantener valores tradicionales, mostrar una crítica contenida y finales felices. Los temas giran en torno a problemas amorosos, económicos o morales de personajes de clase social alta. Estéticamente, se consideran piezas “bien hechas” con diálogos correctos, un lenguaje literario cuidado y una estudiada gradación del interés y de las reacciones que se intentan obtener del público, introduciendo en escena saltos temporales y cambios de lugar, con el objetivo de aportar más dinamismo a las acciones. Algunos de los autores que publican ahora son anteriores a la Guerra Civil, como Jacinto Benavente y Enrique Jardiel Poncela, considerado como el renovador del humor, junto con Edgar Neville y Miguel Mihura.  Jardiel Poncela tienen un teatro grotesco e inverosímil, cercano al de Ramón Gómez de la Serna y a la literatura de vanguardia.  Personajes disparatados, felices sin conflictos, a pesar de lo absurdo de las situaciones en las que se ven envueltos. 'Eloísa está debajo de un almendro' (1940) es su obra más reconocida.

Siguiendo parcialmente estas premisas, las obras de Buero  pertenecen a tres ciclos: De crítica social, con situaciones realistas como la que pertenece la que obra que vamos a estudiar: 'Historia de una escalera' y con la que obtuvo el Premio Lope de Vega en 1948. Dramas históricos como 'Las Meninas' o 'El sueño de la Razón' y obras de carácter simbolista que pretenden establecer metáforas entre discapacidades humanas físicas -ceguera, sordera-, o sociales, como la privación de libertad, para mostrar las carencias a las que se enfrentan las personas sin que sepan o puedan percibirlo, como 'En la ardiente oscuridad' o la distopía de  'La Fundación' que hemos presentado y estudiado anteriormente.  

La obra teatral
Vamos a observar hoy 'Historia de una escalera', escrita  por Antonio Buero Vallejo entre 1947 y 1948.  Muestra las vidas de unos vecinos durante cuarenta años de la mitad del siglo XX, en una escalera de un barrio humilde en una ciudad no definida, con un edificio de una estructura exterior que sí señala con precisión y que es propia de los siglos XVIII, XIX, XX y todavía se conserva en muchas fincas vecinales de diversas ciudades de España y de Latinoamérica.
Un tramo de escalera con dos rellanos, en una casa modesta de vecindad. Los escalones de bajada hacia los pisos inferiores se encuentran en el primer término izquierdo. La barandilla que los bordea es muy pobre, con el pasamanos de hierro, y tuerce para correr a lo largo de la escena limitando el primer rellano. Cerca del lateral derecho arranca un tramo completo de unos diez escalones. La barandilla lo separa a su izquierda del hueco de la escalera y a su derecha hay una pared que rompe en ángulo junto al primer peldaño, formando en el primer término derecho un entrante con una sucia ventana lateral. Al final del tramo la barandilla vuelve de nuevo y termina en el lateral izquierdo, limitando el segundo rellano. En el borde de éste, una polvorienta bombilla enrejada pende hacia el hueco de la escalera. En el segundo rellano hay dos puertas: dos laterales y dos centrales. Las distinguiremos, de derecha a izquierda, con los números I, II, III y IV.  
A este tipo de estructura se le identifica por las características su interior, llamadas corralas; situadas  dentro de la finca, de fachada rectangular. Compuestas por un balcón corrido con pasamanos de madera o hierro, comunicados entre los descansillos de las distintas puertas y ventanas de los domicilios, y con vistas a un patio interior. La puerta de los pisos tiene entrada a pequeñas viviendas en el pasillo de la corrala lo que permite a sus vecinos conocerse y vivir de forma cercana, con los beneficios y perjuicios que ello supone. El barrio o ciudad de la obra no se especifica pero parece que se trata del Madrid histórico y castizo, habitado por gentes de clase trabajadora, con dificultades económicas.

El argumento es aparentemente sencillo y fácil de entender en una primera lectura aunque su contenido encierra diversas capas que le dan profundidad al relato. No olvidemos que la obra se publicó diez años después de terminada la Guerra Civil española (1936-1939) y en la posguerra de una dictadura que vigilaba escrupulosamente lo que se publicaba, o las representaciones teatrales que se hacían, por lo que es admirable la capacidad de eludir la censura a una obra como esta en la que se hace un retrato de aquella sociedad, con gran habilidad y capacidad comunicativa. Tiene un protagonista colectivo representado por unos personajes con un peso relativo parecido. Presenta la vida de relación de cuatro familias:

I-  Don Gregorio y Doña Generosa que tienen un hijo, Pepe y una hija, Carmina
II- Don Manuel tiene una hija, Elvira
III- Paca y el Sr. Juan tienen dos hijas y un hijo: Trini, Rosita y Urbano. 
IV- Dña. Asunción  tiene un hijo,  Fernando. 

La enumeración de las puertas está invertida porque así lo dispuso el autor -de derecha a izquierda- y en las representaciones se sigue ese esquema. 

La presentación de la situación y posterior evolución se hace a lo largo de unos cuarenta años en los que se ve la precariedad con que viven y las aspiraciones y sueños que les impulsan a seguir viviendo. El comienzo es el de familias con hijos e hijas adolescentes o jóvenes que pronto empiezan a tomar sus propios caminos. Relata una época indefinida, hacia la segunda decena del siglo XX. Recordemos que el momento de poner en escena la obra fue en plena dictadura de Franco por lo que el autor tuvo que ser muy cauteloso para no ser censurado por una obra que relata la situación de un grupo social que vivía con muchas estrecheces, de libertad y de todo tipo: económica, de pensamiento, de capacidad crítica, etc. 

Se inicia la puesta en escena con el paso del cobrador de la luz por cada domicilio y la respuesta que suscita en cada inquilino el cobro por la energía, así como lo mucho que les supone el pago del recibo a las familias que viven en la escalera que tenemos en el punto de mira. Este hecho, aparentemente tan lejano por la forma, puede inscribirse fácilmente en la cotidianidad actual por el excesivo costo actual de la electricidad y otras energías y la posibilidad de trasladar las palabras de los rellanos de la escalera de hace unos cien años a las actuales, con la única diferencia tangible de que entonces era un cobrador el que pasaba por las casas y ahora el pago se suele hacer directamente a través de una cuenta bancaria, aunque también haya quien lo prefiera efectuar en la ventanilla correspondiente, con el pago en metálico. Eso sí, cada vez menos, por las dificultades y trabas que ponen para que se haga de esa manera. 

El Dia, 18 de octubre de 2021. @cristiancaricaturas

No todos los vecinos del rellano viven en la misma situación económica y eso enseguida salta a la vista. Dña. Asunción es la que tiene menos recursos y pone como otras veces excusas para pagar, aspecto que el cobrador, como es lógico, no puede tener en cuenta. D. Manuel junto a su hija Elvirita observan la situación y le socorren,  haciendo el pago correspondiente por la presión de la chica, que se siente atraída por Fernando, el hijo de la vecina; guapo muchacho y joven soñador liberal que no quiere caer en la vida que ha tenido su madre y de los que allí viven. Esta ensoñación y los deseos de ser aparejador, arquitecto y escritor, le convierten en un hombre con poca predisposición para el trabajo, pero muy atractivo para las jovencitas, aunque le hace ser mal visto por los vecinos que solo perciben su apatía. D. Manuel ve claramente que Fernando no es un buen partido para su hija, pero accede a sus deseos para complacerla, así como a la sugerencia de contratarlo en la gestoría de su propiedad para darle un trabajo provechoso y con buen sueldo. Contrariamente, su amigo Urbano, el hijo de Paca, es un trabajador manual, comprometido sindicalmente, que cree en el trabajo de grupo, colectivo y solidario como forma de salir de las difíciles situaciones en las que están. En el fondo, los dos son optimistas y creen en un futuro mejor pero de forma opuesta, e incluso enfrentada. En medio de ellos, está Pepe el hijo de Dña. Generosa y D. Gregorio que es mayor que los otros y se ha abandonado totalmente, dándose a la bebida, jugando con los sentimientos de las mujeres a les que atrae con zalamerías: tiene una vida sin oficio ni beneficio y no aspira a cambiar. Ahora intenta seducir a Rosa, hermana de Urbano y él, conociéndole, le prohíbe que se le acerque a su hermana, aunque con poco éxito. Es engañada una y otra vez; lo mantiene y le da una mala vida; la maltrata e incluso le pega. Los enredos amorosos cruzados son múltiples y se complican porque si Elvira está enamorada de Fernando, deslumbrada por ser distinto de los demás de su entorno, Fernando lo está de Carmina y al final del primer acto se le declara:
¡Ayúdame tú! Escucha: voy a estudiar mucho. ¿Sabes? Primero me haré delineante. Eso es fácil. En un año... Como para entonces ya ganaré bastante, estudiaré para aparejador. Tres años. Dentro de cuatro años seré un aparejador solicitado por todos los arquitectos. Ganaré mucho dinero. Por entonces tú serás ya mi mujercita, y viviremos en otro barrio, en un pisito limpio y tranquilo. Puede que para entonces me haga ingeniero. Y como una cosa no es incompatible con la otra, publicaré un libro de poesías, un libro que tendrá mucho éxito...

A pesar de que Carmina le acepta, ella está enamorada de Urbano y así se lo dice,  confesión a la que Fernando no atiende. Curiosamente, mientras hablan, en un golpe involuntario, se vuelca la lechera y cae la leche que había ido a buscar la chica. Parece una premonición de que el enlace no puede ser una buena idea y pueden ocurrir cosas que no sean las que desean, como en la fábula tradicional de Esopo a la que hace una velada referencia. 

El segundo acto se presenta diez años después, hacia los años treinta. El tiempo ha pasado. Han muerto parte de los vecinos de la generación primera: Dña. Asunción, D. Manuel y D. Gregorio. Ahora están en primer plano los hijos, pero con sorpresas; Fernando ha mostrado su debilidad una vez más, y ha accedido a casarse con Elvira, hija de D. Manuel porque le ha privado la mejor situación económica a qué podía acceder. Tienen un niño, Fernandito. Elvira que fue la primera encaprichada de Fernando no es feliz porque conoce los amores de su marido por Carmina y tenerla tan cerca le impide que tenga paz, porque los celos la aprisionan. A todo esto, Trini sigue soltera y llevando una vida libre que todos critican y Carmina, después de la muerte de su padre accede a casarse con Urbano, sin estar enamorada, porque ve al chico con buenos ojos ya que se trata de una buena persona que, además le va a resolver su problema económico y el de su madre, después de la muerte del padre D. Gregorio. Con ello se cierra el segundo acto. 

El tercero se inicia veinte años después hacia final de los cuarenta, tiempo cercano al de la publicación de la obra. Ha pasado mucho tiempo. Los vecinos están cambiando. Los más mayores de la primera generación han muerto, solo queda Paca, ya anciana y con grandes dificultades motrices para subir las pocas escaleras que le acercan a su rellano. Los nuevos miran de reojo a los que quedan de la segunda y primera generación; critican y rechazan a los que todavía ocupan esos domicilios. Los nuevos son de una clase social superior, pagan unos alquileres mucho mayores sin tener los mejores pisos que siguen en posesión de los inquilinos antiguos, mucho más baratos, aunque no ocupen los mismo domicilios de toda la vida. En el piso I seguirá Carmina ahora casada con Urbano y con una hija adolescente, llamada Carmina también. En el II Elvira casada con Fernando y sus hijos: Fernandito de unos 20 años  y Manolín de 12. En el III sigue Paca con su hija Trini y al IV se han ido a vivir Rosa y Pepe, aunque con graves problemas económicos y de pareja por la inconsistencia y mala vida de Pepe. Todo sigue igual, pero todo parece distinto. El enamoramiento entre los jóvenes de la tercera generación, Carmina y Fernandito complica las ya difíciles relaciones entre las familias a causa de los antiguos rencores que no olvidan, causados por los enamoramientos cruzado y no consumados de los antecesores.Vuelven las sombras de Fernando en Fernandito, muy parecido a su padre por su idealismo y falta de consistencia. Sueña con los mismos hitos antes soñados por su padre. Carmina, madre, sabe que ella, enamorada, dejó a su Fernando porque no le ofrecía la estabilidad que le daba Urbano, aunque luego no fueran demasiado felices. Ahora, ve que su hija cae en la misma fascinación por Fernandito. Por su parte, Fernando padre se casó con Elvira como segunda opción afectiva. por el poder de seducción que había tenido la capacidad económica del padre de la chica, pero una cosa son los dictados de la cabeza y otra, los del corazón.  Todo esto crea un revivir de heridas y enfrentamientos entre los inquilinos de toda la vida que no han podido olvidar lo que ha supuesto el fracaso de las elecciones respectivas, contrarios a sus amores juveniles y deseos afectivos. Termina el tercer acto con las mismas palabras con que había terminado el primero, ahora ofrecidas en boca del hijo, Fernandito. Frases escuchadas por Carmina hija, con el mismo embeleso que las había oído su madre muchos años antes. ¿Los personajes que llegan serán capaces de salir de la escalera que sus antecesores han subido y bajado durante tantos años sin que casi nada se moviera?  

Teatro Español. Actores y actrices saludando al público el día del estreno en Madrid, el 14 de octubre de 1949. 

La primera representación de la obra estuvo dirigida por Cayetano Luca de Tena, en el teatro Español. Estuvo interpretada por: Julia Delgado Caro, Adela Carboné, María Jesús Valdés, Fulgencio Nogueras, Elena Salvador, Manuel Kayser, Adriano Domínguez, Alberto Bové, José Cuenca, Gabriel Llopart, Esperanza Grases, Pilar Sala, Consuelo Muñoz, Asunción Sancho, José Capilla, José Cuenca, Rafael Gil Marcos, Manuel Gramas, Fernando Delgado.

Contamos con la representación filmada hecha por TVE en el programa de 'Estudio 1' en 1971 dirigida por Raúl Fernández con una excelente actuación de sus intérpretes. 

A lo largo de los años, las representaciones teatrales de la obra han sido innumerables, podemos encontrar unas cuantas en la red. Con todo, nos remitimos a la que sigue, por su fidelidad a la obra y el acercamiento que nos produce a pesar de la distancia en el tiempo.  Nos referimos a esta representación teatral reciente, hecha por Tele Aracena, en  junio de 2018, por un elenco de artistas de gran carisma correspondientes a los estudiantes del Aula Municipal de Teatro de Aracena, Sevilla; con representación en el Teatro Sierra de Aracena, dirigido por Miguel Sánchez y con unas interpretaciones de actrices y actores llenas de gracia y buen hacer. 

Temas

Desde el inicio de la obra,  podemos ver las diferencias entre los distintos personajes de la obra. Cuando llega el cobrador de la luz, Dña Generosa, paga sin chistar. Su capacidad económica es reducida pero no se queja de las obligaciones que tiene con los recibos. D. Manuel tiene una situación económica mejor. Es generoso y buen vecino; además de buen padre. Complace a su hija Elvira aunque no comparta su opinión. Paca y el Sr. Juan hacen una crítica fuerte al asalto que suponen los aumentos del recibo de la luz. Su hijo Urbano es sindicalista y todos tienen deseo de lucha. La Sra. Asunción, por el contrario, tiene muy poco espíritu para vencer las dificultades. Vive cohibida por su falta de recursos y su incapacidad a imponerse a su hijo para que tenga un poco de consideración con la situación que tienen por su inanición.    

La situación económica de las familias a lo largo del tiempo cambia poco. Eso genera frustraciones porque los esfuerzos que se hacen para modificarla no da los frutos que cabría esperar. Mirando hacia atrás, se ve que lo que hacen parece la repetición de acciones anteriores en el tiempo: los intérpretes son distintos pero se cae en errores parecidos o tendencias ya seguidas. No obstante, siempre hay una esperanza entre los más jóvenes de que la situación puede y ha de cambiar, por impulso de lo que ellos puedan hacer, de forma individual o colectiva, por medio del arte o del sindicalismo. 

La crítica vecinal es también repetitiva. Los antiguos saben todo de los que viven al lado y eso es motivos de murmuraciones y críticas. Los nuevos inquilinos, sin conocerlos, ni saber nada de ellos, sienten animadversión por los antiguos porque se consideran maltratados al tener alquileres mucho más altos por pisos peores, que son los que se han quedado libres.  

La importancia de la herencia familiar parece sugerir que impulsa a actuar de distintas maneras. El autor muestra estas características sin teorizar, pero dando importancia a algunos rasgos significativos que están relacionado con las leyes que hacen que los personajes de una misma familia tengan parecido físico, siguiendo las leyes de Mendel (ojos, altura, belleza) y otros rasgos psicológicos también heredados (simpatía, habilidades, voluntad) aunque sin categorizarse por determinismo inapelable, porque el ambiente social y el educativo puede cambiar los aspectos heredados.    

Tenemos en la obra dos ejemplos de caracteres y aspectos físicos que pueden ser catalogados de heredados, en los Fernado y Fernadito. Se parecen físicamente, tienen unas ambiciones semejantes y se enamoran de Carmina madre e hija Carmina respectivamente. Sus declaraciones amorosas son parecidas y si se produce algún cambio, parece de consideración después del altercado de las familias, es porque los padres respectivos ven la frustrante situación vivida por ellos al no haber hecho caso a sus sentimientos y guiarse más por los intereses materiales. Ahora los hechos se  repiten en sus hijos y el final es abierto, lo que da una cierta esperanza de mejora de situación.  

También la herencia genética aparece con Urbano hijo de Paca y ella, los más conscientes de su situación social que consideran injusta y quieren cambiar, ahora por medio de la protesta insistente de la madre y de la acción sindical colectiva y solidaria por parte del hijo.   

El papel de la  mujeres en la historia es triste y secundario, con iniciativa dependiente de los varones correspondientes, parece, también por tradición heredada, ahora socialmente. Dña Asunción depende de su hijo Fernando, que al no trabajar o por hacerlo de forma muy sincopada no le aporta lo que necesita para vivir con dignidad. Urbano y su padre aportan a Paca y sus hermanas lo que pueden por medio de trabajos humildes pero que les permitan tener lo más imprescindible. Pepe, no trabaja, bebe, y cuando está en las últimas busca a Rosa,  a la que hunde y maltrata sin que ella tome las riendas de su vida en ningún momento. Carmina accede a casarse con Urbano aunque no lo quiera porque ni ella ni su madre Dña. Generosa tienen con qué vivir después de la muerte del padre, Don Gregorio. Don Manuel da trabajo a Fernando para que se case con su hija y puedan vivir. Una discusión final sirve para que se sinceren de sus rencores de toda la vida. 

Final abierto; nos deja expectantes y con la imaginación buscando posibles finales. Eso siempre nos sugiere preguntas.

       

Las películas 

Así como en teatro, en cine nos ha dado diversas versiones.  Destacable ha sido la de Ignacio F. Iquino de 1950.

Director: Ignacio F. Iquino Guión: Antonio Buero Vallejo, Romillo Fernández, Ignacio F. Iquino, Francisco Pérez Sánchez Fotografía: Rafael D’Ocón, Pablo Ripoll, Milton Stefani Música: José Casas Augé, Josep Maria Torrens Intérpretes: José Suárez, Elvira Quintillá, Maruchi Fresno, Juana Soler, Fernando Nogueras Fecha de estreno: 14 de agosto de 1950.

*******************

Nos parece muy atractiva la versión que sigue, con otro acento, tiene como escenario La Habana y en un contexto que difiere del sugerido por el autor, así como de los momentos que representa, relacionados con el auge del marxismo y de la Revolución de Fidel Castro. 

 Se señalan tres fechas:

Año 1925,  año de la fundación del Partido Comunista de Cuba, sucesor del Partido Revolucionario Cubano creado por José Martí, de orientación marxista; defendía los intereses de la clase obrera. 

Año 1940:  Se menciona la Segunda Guerra Mundial. Ese año se implementa La Constitución cubana de 1940 durante la presidencia de Federico Laredo Brú (1936-1940), influenciada por las ideas que inspiraron la Revolución cubana de 1933. Se considera una de las constituciones más progresistas de su época, contenía elementos como la reforma agraria, educación pública, salario mínimo y otros programas sociales.  

Año 1960: Revolución de Fidel Castro; llega al poder. Fue nombrado primer ministro el 16 de febrero de 1959 y elegido presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba el 3 de diciembre de 1976, cargos que ocupó hasta el 24 de febrero de 2008. 

En la película se añaden pequeños diálogos y apostillas que distan poco del original de Buero Vallejo. Destacaría,  su gracia para mostrar la expresión del pensamiento de los intérpretes, como la que se produce entre Fernando y Urbano, en la misma escalera pero respirando el ambiente de la calle, con el juego de ajedrez como elemento de distracción. O, entre Generosa y Paca. Cabe destacar el mayor papel de Manolín, presentado como un adolescente un tanto insolente. También, en el relato cinematográfico se muestran vistas del interior de los pisos y encuentros en la escalera de las vecinas y vecinos, más jugosos.  Muy buenas las últimas secuencias en las que todos sacan sus rencores pasados que hacen que las familias se aborrezcan. Pero el futuro está por llegar y siempre se mira con expectativas positivas; creen los jóvenes que inventan el futuro. Lo estrenan, sin que antes nadie haya hecho algo semejante. Así lo viven Carmina y Fernandito, ahora en el exterior de la escalera, teniendo por testigo el chantajeador hermano pequeño... Fernando y Carmina observan la situación  desde un rincón y ven que el ciclo se repite, aunque no dejan de pensar que probar nuevas iniciativas no puede ser malo. 

La película en blanco y negro primero y en la última etapa de color, tiene mucha expresividad, con secuencias que representan las situaciones desde distintos puntos de vista: En primer plano, picado, contrapicado. En un escenario fiel al original, la escalera de la corrala ahora cobra nueva vida. Se trata de una puesta en escena con protagonistas corales en los que cada uno aporta gran dosis de credibilidad a su papel, por la expresividad y naturalidad que tienen.

Todo ello nos permite hacer conjeturas comparativas y llegar a conclusiones  y vemos que, en el fondo, a pesar de los cambios, hay una gran fidelidad a la obra original. 


Sugerencias didácticas

I. Observar y comprender:  

  • Si antes no se ha tenido en cuenta, se recomienda conocer al autor, Antonio Buero Vallejo: su biografía y su obra literaria. 
  • Es importante hacer una aproximación al momento histórico de la escritura de la obra. Siglo XX en España. El franquismo, los primeros años. ¿En qué época histórica se inscribe la obra? En un trabajo que puede ser un proyecto conjunto con la materia de historia, pueden verse las características y las consecuencias que tuvo.
  • La lectura de la obra de teatro puede ser de interés para jóvenes de Bachillerato o estudiantes jóvenes o adultos de español como Lengua Extranjera de un nivel avanzado, porque pueden entender a los personajes y valorar sus comportamientos.
  • La lectura de la obra literaria puede ser mejor comprendida si antes se han visto los resúmenes que se proponen, así como alguna versión  cinematográfica delas que se proponen,  lo que permitirá entender mejor los temas tratados en este drama: el comportamiento de los personajes y sus diferencias. 
  • El drama permite observar el marco histórico desde una la perspectiva crítica. Se pueden ver las dificultades a las que están sometidos los personajes.
  • ¿Participa de la historia quién la narra o muestra lo que han vivido otros? ¿Quién da su punto de vista en el relato? ¿Hay un protagonista claro, y un antagonista o más? 
  • ¿Qué circunstancias rodean a Urbano? ¿Evoluciona con el paso del tiempo? ¿Cómo es y se comporta? ¿Su personalidad se va transformando? ¿Tiene una actuación honesta? ¿Qué otros personajes hay? ¿Qué valores o defectos se les puede adjudicar? 
  • ¿Qué papel tienen las mujeres de la obra?
  • ¿En las versiones cinematográficas, tienen buena caracterización los personajes? 
  • ¿Cómo es y actúa Fernando? En qué detalles nos fijamos para calificar su carácter, sus virtudes y sus defectos. ¿Pueden enumerarse? ¿Qué relación tiene con los otros personajes? ¿Con todos tiene la misma relación? 
  • Destaca otros personajes  ¿Qué rasgos pueden ser significativos a su carácter? ¿Cómo se le pueden describir de forma sintética? ¿En la película tienen una buena representación?
  • ¿Tienen valor las acotaciones de la obra escrita para la representación dramatizada? 

II Relacionar y reflexionar.

  • ¿Es realista el comienzo de la historia? 
  • ¿En la vida real, se producen circunstancias sociales y personales similares a las que se explican?
  • ¿Qué juicio merecen los personajes de la historia?
  • ¿El final es lógico, de acuerdo con desarrollo de los hechos?
  • ¿Qué papel tiene la mujer a lo largo del relato? ¿Qué valoración social merece?
  • ¿Qué valoración ética tiene la obra?
  • ¿Qué conclusiones generales se pueden extraer?      

III Aplicar.

La presentación de una versión cinematográfica servirá para motivar su visión y luego establecer un debate o fórum. Puede hacerse una breve alusión a:  

  • La dirección 
  • La interpretación
  • Los personajes
  • El espacio y el tiempo en que se presenta la ficción
  • La fotografía
  • La música.

Después de ver la película, pueden ser los espectadores quienes empiecen a opinar sobre lo que han visto, haciendo un resumen de los elementos más importantes

  • ¿Qué es lo que más les ha impactado?
  • Importancia concedida a los aspectos estéticos: la imagen, la acción de los personajes.
  • ¿Qué papel juega la música en la película?
  • ¿Qué emociones suscita la historia?
  • ¿Qué valores se destacan?
  • ¿Qué se denuncia?
  • ¿Cómo se conectan a la película amor, humor y horror?
  • ¿Se presenta una situación lógica?
  • ¿Qué pretende mostrar la historia relatada?
  • ¿La historia es optimista o pesimista?

IV Actividades específicas

Estos elementos sugieren una serie de actividades didácticas que permiten una mejor interpretación del mensaje. Pero, para proponer actividades específicas, estableceremos una cierta ordenación del proceso.

  • Visión de la obra.
  • Interpretar el significado de algunas secuencias.
  • Identificar las épocas históricas que se relatan.
  • Identificar del lugar geográfico en que se desarrollan los hechos.
  • Evaluar de los elementos éticos de la historia.
  • Elementos de la historia que invitan al desarrollo de la imaginación y la creatividad. ¿El espacio?  ¿El tiempo? ¿La actuación de los personajes?
  • ¿Qué aspectos de la historia motivan a una actuación emotiva de los personajes?

 Para saber más