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lunes, 27 de abril de 2020

MUERTE EN VENECIA DIRIGIDA POR LUCHINO VISCONTI EN ADAPTACIÓN DE LA NOVELA DE THOMAS MANN

Viene a colación esta novela corta publicada por el alemán Thomas Mann, en 1912, 'La muerte en Venecia' o 'Muerte en Venecia' (con el título original: 'Der Tod in Venedig'), de la que señala que tiene cierto aire autobiográfico, porque el autor reconoce que realizó un viaje a la ciudad italiana de los días 26 de mayo al 11 de julio de 1911, que coincidía con un momento en el que parece pudiera haber brotado el llamado cólera asiático o hindú en la ciudad por lo que las autoridades y los establecimientos relacionados con el negocio turístico escondieron lo que estaba ocurriendo dado que Venecia estaba en pleno apogeo de visitantes y veraneantes. Algo que en estos momentos nos puede resultar cercano.
En esta situación, los visitantes se van enterando de la epidemia poco a poco, se van marchando y el relato termina con el abandono de la ciudad por parte de los turistas. Datos que pueden ser en cierta manera verídicos, de acuerdo con la información contenida en la 'Revista de Ciencias Médicas' (2011) que detallamos al final, porque la llamada sexta pandemia de cólera transcurrió durante los años que fueron desde 1899 a 1923. Había  empezado  en el subcontinente Indio y en años sucesivos se extendió por África, Asia Menor, y Europa. Era el 'Vibrion cholerae O1 El Tor' que había sido descubierto por Gotschild en el contenido intestinal de muertos por cólera en el campo de cuarentena de El Tor (Sinaí, Egipto) en 1905. Parece que en Europa no fue muy severa.  

La novela y la película 
La novela presenta principalmente a dos personajes, con una acción mínima y en los selectos escenarios de Grand_Hotel_des_Bains y, sobre todo, del exclusivo Hotel Excelsior del Lido de Venecia, todavía hoy vigentes, sus playas y algunos lugares adyacentes que se alternan, van a representar lo que supone la rutinaria y lánguida vida vacacional de los primeros años del siglo XX de una clase media burguesa que iba a tomar los baños con los niños. Sin apenas acción, en la obra encontramos reflexiones, monólogos y algún diálogo de Aschenbach, el protagonista, que viaja a Venecia para encontrarse a sí mismo y acaso su propia sexualidad, que no le importa morir de cólera con tal de no salir del hotel y no dejar de ver la belleza que ha encontrado en el adolescente Tadzio. Tenemos también como contrapunto, algunos cuadros de la ciudad de Venecia y de sus habitantes que aparecen aquí y allá, con tópicos expresionistas, en un entorno grotesco y decadente que sugiere la fatalidad de la epidemia del cólera que acecha a la ciudad de los canales. Pese a su brevedad, 'Muerte en Venecia' cuenta una historia tan compleja y profunda como la de aquellas novelas en las que el genio de Thomas Mann se desplegaba morosamente, en vastas construcciones que pretendían representar toda una sociedad o una época histórica. Y lo hace con la economía de medios y perfección artística que han alcanzado pocas novelas cortas en la historia de la literatura. 

Uno de los personajes de la obra es un escritor en la novela, transformado en músico en la película. Severo, disciplinado, apegado a unas normas de trabajo y conducta estrictas; decide tomar un descanso, pero no consigue sentirse cómodo en ningún sitio. Su vida se encuentra en un punto crítico. Si bien es reconocido como escritor, está agotado por el esfuerzo que le supone su profesión. Es Gustav von Aschenbach, un reconocido escritor alemán de cincuenta años, viudo desde hace muchos, con una hija ya casada y que ha viajado para renovar la inspiración perdida. Cabe decir que Thomas Mann estaba en Venecia cuando se entera del fallecimiento del compositor Gustav Mahler, el 18 de mayo de 1911, provocada por una septicemia estreptocócica, por lo que decide plasmar en su personaje, las características físicas y temperamentales e, incluso, el nombre de pila del compositor austríaco, en su obra, además de acompañar el relato con su Sinfonía nº 5. 

El protagonista llega a Venecia, “la más inverosímil de las ciudades”, caracterizada por el letargo, el deleite sensual y la belleza. Ahí su vida dará un vuelco inimaginado. 'La muerte en Venecia' es una historia de altos contrastes: la juventud confrontada con la vejez, la racionalidad con el sentimiento, el trabajo con el ocio. En esta novela corta, el rigor como norma de vida se enfrenta a la fuerza seductora del placer y la exaltación de la belleza, "il dolce far niente" choca con su cultura calvinista de procedencia. Por lo tanto, se enfrentan dos formas de encarar la existencia. 

El interés de la obra reside en el drama interior del autor que huye del ruido de Munich y desestima su casa de campo, su habitual refugio, para ir hacia el sur y allí encontrar aquello de lo que en ese momento carece y nota que necesita. Es un relato intimista que explora las contradicciones que atormentan al escritor Gustav von Aschenbach acerca de la vida, de la creación artística y del goce. Ya instalado en el hotel, la soledad, el aburrimiento latente, su incapacidad comunicativa y todos sus demonios interiores le hacen un personaje mudo, indeciso, angustiado, que tiene como única diversión el curioseo visual y silencioso de todo cuanto le rodea en monólogo consigo mismo, lo que significa mirar y observar, sin dar explicaciones ni comentar lo que ve, con nadie.  

El encuentro circunstancial en los salones del hotel con una familia polaca compuesta por la madre, recientemente viuda, la institutriz, tres niñas uniformadas -que a lo largo del relato no toman personalidad individualizada- y un adolescente, Tadzio, con la belleza y gracia propia de la edad y que el circunspecto Aschenbach toma como extraordinaria, se convierte en el impulso inicial de la acción y proporciona la evolución del relato. Pasaron más de cincuenta años para que el traductor de "La muerte en Venecia" descubriera  públicamente  que el niño que Thomas Mann había visto era real. Su nombre era Wladyslaw Moes y era el hijo de un noble polaco que poseía fábricas de papel. El verdadero Tadzio contaba once años de edad cuando realizó aquel viaje a Venecia, ese año,  con sus padres.

El bello Tadzio se convierte su única razón para seguir allí, en el objeto de silenciosa adoración para el escritor durante la estancia en el balneario, lo que favorece para desarrollar una minuciosa descripción de la evolución psicológica de Aschenbach que, con su llegada al sur, cambia sus prioridades y principios y la belleza que ve en el chico- que inicialmente puede evocar al hijo que no tuvo- trastoca su moralidad convencional para ir cediendo al sigiloso impulso prohibido que le suscita.  

Su rigor intelectual y la estoica disciplina a la que estaba habituado, se consumen con el descubrimiento de su amor platónico por el chaval; platónico, aunque en su interior, el respetable e hierático Aschenbach se va convirtiendo en un ser cada vez más indulgente con el rígido razonamiento mantenido a lo largo de su vida; razonamiento que nunca había cedido a las emociones ni dado paso a la expresión de sus sentimientos, y que con ese tardío amor cambia; cambia, de forma introspectiva y mental, en soliloquio con su pensamiento y, por tanto, en un plano puramente intelectual, pues el temor al rechazo, y su propia autocensura y auto condena, le impiden acercarse, ni siquiera para hablar, con el joven Tadzio.  Gustav se encuentra frente a la belleza inalcanzable, bella por sí misma y reflejo de la verdad. Tadzio, su objeto de obsesión, no habla con él ya que el sentido de amor a la  perfección, a la belleza es más elevada que un mero deseo carnal. Es una ilustración, oda, alegato y homenaje a la belleza perfecta, pura y plena de la que habla Platón en 'Fedro' y 'El Banquete'. Como la relación entre Sócrates y Alcibíades, uno de los más bellos jóvenes que frecuentaban el círculo del filósofo. Aunque Sócrates admiraba y amaba a Alcibíades, se negó al intento de seducción que le hacía el joven. 'Muerte en Venecia' profundiza en las contradicciones del escritor, ya patentes en los escritos sobre la historia de la familia Buddenbrook; un retrato novelado de su propia familia y primera novela. 

En esta crisis de identidad, la falta de salud progresiva de Aschenbach se agrava el día que se da cuenta que la familia polaca parte como los demás turistas; nuestro hombre acude a la playa para dar el último adiós visual, a su amado Tadzio. Sufre allí un desmayo que anticipa su próxima muerte. La novela termina con un comentario convencional, no exento de ironía, acerca del pesar que ha suscitado en el mundo la muerte del artista. 



La película nos ofrece una lectura, en la que Visconti recoge las sugerencias insertas en la obra literaria y las plasma en bellas imágenes, como solo él puede hacer. Transmite, no solo su pasión por la obra literaria, sino su tendencia a dar un toque neorrealista al realto, con matices operísticos. Construye un aparente collage sinfónico, costumbrista, pictórico, psicológico, mitológico y literario, como siempre hace en sus películas. El conjunto del relato sigue con bastante fidelidad a la obra original, pero no al pie de la letra. La primera variante es que convierte al escritor y filósofo de Mann  en compositor musical. Antes era Gustav Von Aschenbach (Dirk Bogarde) autor literario, ahora es músico, evocando el propio gusto del autor por la música y su predilección por Gustav Mahler, de hecho, el Adagietto de cuya Quinta sinfonía está presente a lo largo de la película. Forma una unión indivisible entre imagen y sonido de gran presencia dramática. De hecho, Visconti es, en gran medida, el responsable de la inmensa popularidad que cobró luego la música de Mahler, quien perdió una hija en circunstancias similares a las que se ven en la película. La novela y su adaptación contienen, además sucesos vividos por Gustav en Venecia.  


'Muerte en Venecia' es una obra que, debido a su complejo simbolismo, genera variadas interpretaciones. Baste referir, a modo de ejemplo, la significación de Venecia, la ciudad de las apariencias y las ilusiones románticas y, al mismo tiempo, una ciudad-despojo que puede considerarse un emblema de la decadencia que afecta al propio Aschenbach.  La Belleza de Tadzio (Björn Andresen) se parece a la belleza de la ciudad de amores equívocos, enfermiza y perversa. Es una ciudad entre oriente y occidente, con dos naturalezas, una terrestre y otra acuática. Tiene un refinamiento decadente, y a la vez clásico y patricio. Es una ciudad aluvión donde llegan turistas de todo el mundo con posibles gérmenes desconocidos que la infectan. Las góndolas, a modo de barcas de Caronte, circulan por los canales, generan malos olores envolventes y agobiantes que, en el relato, son sinónimo de corrupción y muerte. Aschenbach es consciente que que todo su estoicismo anterior decae ante la nueva aparición de una belleza especial. Lo dionisíaco y lo apolíneo se funden en la mirada de Aschenbach que no puede controlar y le lleva a la muerte por no ser capaz de mantenerse en el estricto mundo del clasicismo anterior.  

La obra literaria mantiene la dignidad de Von Aschenbach hasta el final y le hace morir plácidamente, casi feliz, ante la imagen del niño, ante la satisfacción que le produce el haber podido contemplar aquella belleza. En cambio, Visconti humilla al personaje al final de la historia y lo convierte en un neurótico homosexual, con un envilecimiento progresivo. Un acicalado estético excéntrico, con recorte de bigote, maquillaje, tinte, al que no estaba acostumbrado porque nunca había probado; es el primer paso hacia el final y, con un cierre en el que se destaca, en un primer plano el desteñido del pelo resbalando por la mejilla, lo que le da una imagen descompuesta y degradante. Para Visconti, Von Aschenbach no es un sujeto consecuente. Se ha enamorado de un niño, pero no traspasa el umbral de la contemplación. Para un homosexual, como fue Visconti, el carácter de la pasión estética de Von Aschenbach le parece cobarde y su actitud inaceptable. Por ello, el giro que Visconti da al personaje de Mann, en la recta final, es humillante. Mann como pensador y filósofo presenta la situación como una tragedia. Visconti se queda en una una representación que convierte al personaje en un estereotipo tragicómico. Manipula la subjetividad de un personaje en nombre de los presupuestos de su autor. Visconti, en su filme, opta por destruir a un hombre en nombre de una idea.

PUEDE VERSE LA PELÍCULA  COMPLETA  EN RAKUTEN 'MUERTE EN VENECIA'

El casting de Björn Andersen
Las filmaciones en las que Visconti grabó a los participantes en el casting de Muerte en Venecia se guardan en un documental que recogen las pruebas de cámara del director italiano a los chicos más guapos de varios países del mundo. La elección del actor encargado de interpretar a Tadzio resultaba determinante en la conversión de la novela de Thomas Mann al lenguaje visual: Su belleza debía tener una categoría elevada a arte. Visconti seleccionó inicialmente a Miguel Bosé, pero Luis Miguel Dominguín, su padre, no lo admitió. El elegido fue un adolescente sueco llamado Björn Andresen de una belleza tópica:languidez, ambigüedad sexual, fragilidad. Tenía ojos verdes y una cuidada melena rubia. Björn Andresen, tenía 15 años durante el rodaje. Probó con su propia vida esas enseñanzas. La película fue para él una maldición o un augurio. No pudo estar a la altura del símbolo en el que, gracias a ella se había convertido.  

La obra de Mann ha inspirado también una ópera homónima de Benjamin Britten, con libreto de Myfanwy Piper. El novelista español Luisgé Martín publicó en el año 2000 La muerte de Tadzio en la que el joven Tadzio de la novela de Mann vuelve, ya mayor, a Venecia a morir y recuerda la admiración que su belleza juvenil produjo en el escritor. Así mismo,  hay un ballet de John Neumeier para la compañía del Ballet Hamburgo, con fecha diciembre de 2003.

El autor y el director 
Thomas Mann nació en 1875, un domingo 6 de junio en Lübeck, Alemania,  en una próspera familia burguesa y murió en Zúrich, Suiza, el 12 de agosto de 1955, a los 80 años. Tras la muerte del padre en 1893, se trasladó con la madre a Múnich, capital de la vida artística y cultural del Reich. Su formación literaria fue autodidacta. Pronto recibió la influencia de Goethe, Schopenhauer, Nietzsche y Wagner. La música fue siempre fundamental para Thomas Mann. En su autobiografía escrita en 1936, Mann dice con ironía: «La posición de los planetas era favorable, según me aseguraron, en repetidas ocasiones, adeptos de la astrología, ofreciéndome en base a mi horóscopo, una vida larga y dichosa así como una dulce muerte». Su horóscopo fue certero, vivió con relativa tranquilidad, produjo una reconocida obra, desde muy joven hasta su muerte ocasionada, por una septicemia producida por la infección de una muela. Desde su primera gran novela, 'Los Buddenbrook', con el hilo conductor de la decadencia de y una saga familiar (1901), hasta las 'Confesiones del estafador Felix Krull' (1954), su última obra, se van desarrollando ciertas problemáticas esenciales que siempre preocuparon al escritor. Es indudable que una de ellas fue la actitud del artista frente a la vida. En realidad, el problema de Thomas Mann fue el de muchos artistas, tuvo el dilema de elegir entre entre arte y vida y la elección siempre fue el primero. Por lo que el triunfo del arte, supuso para la vida personal y familiar un gran cúmulo de dolor y de infelicidad sin paliativos.

Entre 1900 y 1903 mantuvo una intensa amistad de connotaciones homoeróticas con el pintor y violinista Paul Ehrenberg, ​que reflejó en algunos libros, como en el 'Doctor Faustus' (1940),  pero  del que había escrito ya en 1901. El personaje de Rudi Schwerdtfeger es el alter ego de Ehrenberg.​ Se sabe  de otras  amistades, en principio con fines matrimoniales, pero que fracasaron. Entre 1903 y 1904 conoció a Katia Pringsheim, escritora y activista de los derechos de la mujer, hija de una familia de intelectuales y artistas de origen judío. Su padre, Alfred Pringsheim, fue un famoso matemático. Katia también estudió física y matemáticas, excepcional para la época, pero lo dejó para casarse con Mann en febrero de 1905. Tuvieron seis hijos: Erika (1905–1969), Klaus (1906–1949), Golo (1909–1994), Monika (1910–1992), Elisabeth (1918–2002) y Michael (1919–1977).

Katia y Thomas en Berlín, 1929
Los años previos a la guerra, aumentaba la fama y el prestigio de Mann a la vez que su posición social: construyó en 1908 una gran casa de veraneo en Bad Tölz y una mansión familiar en Múnich a la que se mudaron en enero de 1914. Aunque, son también años de inseguridad literaria en los que inició muchos proyectos que no llegó a culminar, algunos definitivamente abandonados, como una obra sobre 'Federico II el Grande' y la novela social 'Maya', que cita en  'Muerte en Venecia'. Quizá ésta sea la única gran obra de la época, donde una parte del famoso escritor Gustav von Aschenbach no es otro que el propio Thomas Mann. El relato proviene de una visita que Mann hizo a Venecia en 1911, cuando también se alojó en el Grand Hôtel des Bains del Lido y tuvo ocasión de admirar a un joven polaco, identificado en 1965 como el barón Wladyslaw Moes, Tadzio en la novela.​

Durante el conflicto de la Primera Guerra mundial (1914-1918) publicó 'Consideraciones de un apolítico', un panfleto en el que apostaba por las tesis de los germanófilos y que lo enemistó con su hermano Heinrich, defensor de los valores democráticos. Sin embargo, el final de la guerra se convirtió en un firme valedor de la República de Weimar. En 1924 publicó 'La montaña mágica'. Cinco años después, en 1929  recibió el Premio Nobel de Literatura. Con el ascenso de Hitler al poder, en 1933, aprovechó una gira de conferencias para exiliarse. En 1938 se trasladó a California, donde residió hasta el final de la Segunda Guerra Mundial. Después de un viaje a Alemania en 1947, vuelve a Europa en 1952, estableciéndose de nuevo en Suiza. Entre sus obras destacan la tetralogía 'José y sus hermanos' (1933-1943) 'Carlota en Weimar' (1939) 'Doctor Faustus' (1947) y 'Confesiones del aventurero Félix Krull' (1954). Murió en Zúrich en 1955.  


Luchino Visconti (1906-1976) se caracterizó por tener varios parentescos en su filmografía. Destacamos un populismo de corte neorrealista, en donde se encuadran 'Ossessione' (1943), 'La terra trema' (1948), Bellissima (1951) y 'Roco e suoi fratelli' (1960). La tendencia operística de 'Senso' (1954), 'Ludwig' (1973) y 'La caduta degli dei' (1969) y su cine literario, que se inicia en 'La notti bianche' (1957), 'Lo straniero' (1967), Il gattopardo (1932), y 'Morte a Venezie'. 

Ninguno de estos tres bloques de filmes es cerrado. Visconti fue un hombre de gustos refinados y, complejos. Sus conocimientos y sus pasiones no se aislaban en compartimentos estancos, sino que se enlazaban unos con otras y otorgaban a su autor cierto aire de artista total, de tal manera que el literato, el hombre de escena, el cineasta, el músico y el pintor se superponen en cada obra suya, sin que pese a ello su manera de narrar fuera ecléctica.


Sugerencias didácticas

Después de ver el film, pueden ser los propios espectadores quienes empiecen a opinar sobre lo que han visto. Desde lo concreto: 
  • Situar Venecia en Italia y Europa, explicar su ubicación y características: Situar Venecia y, de acuerdo con lo que se explica hacer una descripción morfológica de la ciudad.  Su orientación en el mapa, tamaño, número de habitantes, tipo de población. 
  • Los hoteles en los que se desarrolla la acción: ¿Cómo se llaman? ¿Dónde están situados? Describir su exterior e interior, con las estancias que se muestran. 
  • ¿Qué actividades se desarrollan en los hoteles? 
  • ¿De dónde vienen los personajes que se alojan?  ¿Con qué transporte llegan?
  • ¿Quiénes son los personajes principales de la obra? Señalar sus nombres. 
  • Describir a Gustav von Aschenbach. Aspecto físico, edad, situación familiar y social, sus gustos apetencias y habilidades. ¿Quiénes son sus amigos? ¿Aschenbach está representado en la película como se sugiere en la novela? ¿Qué semejanzas y diferencias se le atribuyen? ¿Cómo se justifica su nombre Gustav? ¿En homenaje a quién se lo puso el autor?
  • Describir a Tatzio: Su edad y características. Su personalidad. ¿De quién está acompañado?  
Formularse también preguntas como: 
  • ¿Qué pretende mostrar la historia relatada?
  • ¿Pueden darse situaciones análogas en nuestro  tiempo y entorno?
  • ¿Las ha habido en alguna época?
  • ¿Qué valor se le otorgan a la palabra y al arte de narrar?
  • ¿La historia es optimista o pesimista?
  • ¿Cómo puede interpretarse el final?
La presentación de la película que se elija servirá para motivar su visión. Puede hacerse una breve alusión a: 
             -    la dirección.
             -    el guion
             -    la interpretación de los personajes 
             -    la relación entre los personajes de la novela y los de la película.
             -    el espacio y el tiempo en el que se presenta la ficción.
             -    la fotografía
             -    la música.

Resumen de los elementos más importantes:
  • ¿Qué es lo que más les  ha impactado?
  • Importancia concedida a los aspectos estéticos: la imagen, la acción de los personajes.
  • ¿Qué papel juega la música en la película? ¿A quién pertenece?
  • ¿Qué valores se destacan?
  • ¿Qué se denuncia?
  • ¿Cómo se conectan en la película amor, humor y horror?
  • ¿Se puede dar, o se da hoy,  una situación parecida a la que se muestra?
Otras actividades:  

Estos elementos sugieren una serie de actividades didácticas que permiten una mejor interpretación del mensaje. Pero, para ello, estableceremos una cierta ordenación del proceso:
  • Visión de la película y lectura de algún fragmento de la obra literaria que permita identificar o completar el significado de las secuencias de la película.
  • Identificación de la época histórica que se relata.
  • Identificación del lugar geográfico en el que se desarrollan los hechos.
  • Se comparará el contenido literario y el de la película. Se comprobará si se corresponden, lugares, tiempos históricos, características de los personajes. Cuando no sea así, se verán las diferencias y se elegirá la forma de presentarse mejor considerada, la que nos ha impresionado más, etc.
  • Identificación de lo que hay de nuevo en la película que no esté en la base literaria.
  • Aproximación al autor de la obra literaria.
  • Evaluación de los elementos éticos de la historia. Comprobar si los valores éticos de la obra literaria tienen el mismo tratamiento en la película vista.
  • Qué elementos de la historia invitan al desarrollo de la imaginación y de la creatividad. ¿El espacio? ¿El tiempo? ¿La actuación de los personajes?
  • ¿Qué aspectos de la historia motivan a una actuación emotiva de los personajes?
  • Los temas que pueden tratarse por este procedimiento son tan numerosos como puedan sugerirse por los objetivos educativos circunstanciales que se pretendan y por las características y nivel de conocimiento cultural y de la lengua de los propios destinatarios.
Para saber más