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jueves, 5 de abril de 2012

EL LABERINTO DEL FAUNO (PAN'S LABYRINTH)


Por casualidad, he vuelto a encontrarme en TV con El Laberinto del Fauno, la segunda película de Guillermo del Toro en España, que sigue la trilogía de fantasía ambientada en la Guerra Civil que inició con El Espinazo del Diablo (2001). Nuevamente, he sentido que sus mejores trabajos los realiza fuera de Hollywood, donde tiene libertad para mostrar su sensibilidad, su imaginación y en definitiva su  talento para la creación y dirección de arquetipos en situaciones de gran crudeza. 

TÍTULO:  EL LABERINTO DEL FAUNO (PAN'S LABYRINTH)
Dirección y guion: Guillermo del Toro.
Países: 
España y México.
Año: 
2006.
Duración: 112 min.
Género: 
Drama, fantástico.
Interpretación: 
Sergi López (Vidal), Maribel Verdú (Mercedes), Ivana Baquero (Ofelia), Álex Angulo (doctor), Ariadna Gil (Carmen), Doug Jones (fauno), César Bea (Serrano), Manuel Solo (Garcés), Roger Casamajor (Pedro).
Producción: Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón, Álvaro Augustín, Bertha Navarro y Frida Torresblanco.
Música: Javier Navarrete.
Fotografía: 
Guillermo Navarro.
Montaje: 
Bernat Vilaplana.
Diseño de producción: 
Eugenio Caballero.
Vestuario: 
Lala Huete.

"Cuentan que hace mucho, mucho tiempo, en el reino subterráneo, donde no existe la mentira ni el dolor, vivía una princesa que soñaba con el mundo de los humanos. Soñaba con el cielo azul, la brisa suave y el brillante sol...
Un día, burlando toda vigilancia, la princesa escapó. Una vez en el exterior, la luz del sol la cegó y borró de su memoria cualquier indicio del pasado. La princesa olvidó quién era - de dónde venía... Su cuerpo sufrió frío, enfermedad y dolor. Y al correr de los años... murió.
Sin embargo, su padre, el Rey, sabía que el alma de la princesa regresaría, quizá en otro cuerpo, en otro tiempo y en otro lugar. Y él la esperaría hasta su último aliento, hasta que el mundo dejara de girar."  Así empieza la historia.

No se trata de una película basada en una obra literaria concreta, pero tanto la parte realista como la fantástica cuentan tras de sí con una  literatura abundante que no podemos descuidar. Mitos, cuentos, leyendas, relato histórico... La historia suscita muchos sentimientos que confluyen y se dispersan según las secuencias y permiten un trabajo de lectura cinematográfica y de formación literaria interesante.

El relato se sitúa en el Pirineo aragonés. Año 1944, quinto año de posguerra, después de la Guerra in-Civil española. Ofelia, una niña de 13 años, viaja con su madre, en busca  del cruel capitán de la Policía Armada franquista Vidal, por el que la niña no siente ningún afecto. Carmen, la madre, enviudó al principio de la guerra y ahora está casada y embarazada de su nuevo marido, el capitán.

                                
Vidal tiene como misión acabar con los últimos resistentes republicanos, que malviven como maquis escondidos en las montañas de la zona, para lo que no regatea en medios, incluyendo el asesinato y la tortura. También, se encarga del racionamiento de los alimentos para la población civil a la que aterroriza. 

Vidal tiene su centro de operaciones en un antiguo molino a las afueras  del pueblo. Aparte de los guardias civiles, en el molino trabaja Mercedes, una joven del pueblo que atiende a los miembros del servicio y el doctor Ferreiro que seguirá el difícil embarazo de Carmen. Ambos suministran a escondidas medicinas y alimentos a los rebeldes de las montañas, entre los que está Pedro, hermano de Mercedes. 

Lo fantástico del cuento tradicional con trasfondo real.
Ofelia es muy aficionada a la lectura de relatos fantásticos. A su llegada al molino,  descubre las ruinas de un viejo laberinto que intrigan a la niña, y da el título a  película. La noche de su llegada, Ofelia es visitada por un extraño insecto, que le inducirá a entrar,  y se  convertirá  en su hada y guía dentro del laberinto. 

Ya dentro, se encuentra con un fauno que le dice un secreto. Le explica que, aunque no lo sepa, ella es una princesa de un reino en el que su padre, el rey, la busca con ansiedad.
Para poder llegar hasta él, Ofelia debe pasar por tres pruebas que le permitan demostrar quién es. Para llevarlas a cabo, el fauno le da un libro en blanco y tres piedras de ámbar que le guiarán para cumplir su primera misión.


Consiste en entrar en una cueva hecha en las raíces de un árbol moribundo y ha de encontrar un sapo que lo está matando. Si lo encuentra, le dará  de comer las tres piedras y le sacará de su vientre una llave mágica. Ofelia hace la tarea, pero se ensucia el vestido que estrenaba ese día para ir a una cena que aquella noche el capitán Vidal ofrecía a las fuerzas vivas del pueblo. Eso enfada a su madre y la castiga sin cenar. 
Al siguiente día, Ofelia abre el libro para conocer la segunda tarea que ha de realizar. Por toda información, lo ve emborronado de sangre. Simultáneamente, Carmen grita de dolor en su habitación, Ofelia entra y se la encuentra sangrando terriblemente. Llega el doctor y Carmen es sedada; le prescribe reposo absoluto. Ofelia es trasladada a otra habitación para que la señora descanse. Por la noche, el fauno aparece en la habitación de Ofelia  y le pregunta porqué no ha hecho la segunda tarea encomendada. Ofelia se lo explica y el fauno le regala una raíz de mandrágora como medicina que sanará a su madre. Le recomienda que la meta en un cuenco debajo de su cama para que le haga el efecto deseado. 

Antes de irse, el fauno le advierte que la misión que ha de cumplir es muy peligrosa y le  regala un estuche con tres hadas en su interior que la ayudarán; un trozo de tiza mágico y un reloj de arena para medir el tiempo exacto, que no puede sobrepasar para el cumplimiento de la misión. El fauno le prohíbe que pruebe cualquier alimento que se encuentre  porque "le va la vida en ello" ya que el ser que allí habita no tendrá ninguna consideración.  

Por noche, Ofelia intenta cumplir la segunda misión: Dibuja una puerta en la pared con la tiza. Se abre, entra en una habitación; antes de entrar, pone en marcha el reloj de arena para calcular el paso del tiempo; sabe que ha de volver antes de que termine de caer toda la arena. 

También, libera a las hadas para que le orienten;  la llevan a unas pequeñas puertas de la pared. Encuentra en la sala una mesa  con suculenta comida y, sentado, un monstruo sin ojos: es el Hombre Pálido. En las paredes hay pinturas del monstruo matando y devorando niños pequeños. Ofelia utiliza la llave que había conseguido del sapo para abrir una de las tres puertas de la pared. Decide abrir la izquierda, a pesar de que las hadas le aconsejan que abra la del centro.  Dentro hay una daga, la toma. Al salir, la niña se come unas uvas, sin tener en cuenta la prohibición del fauno. Eso hace que el Hombre Pálido abra sus ojos ocultos en las palmas de las manos e intente atacar a Ofelia. Las hadas le ayudan. El monstruo agarra  a dos de ellas y les da muerte arrancando y devorando sus cabezas. Ofelia corre hacia la salida, pero se le acaba el  tiempo antes de llegar a la puerta, y se cierra. Asustada, dibuja otra puerta en el techo, que se abre y puede escapar con el hada que sobrevive, antes de que el monstruo las alcance. 
Por la noche, el fauno va a ver otra vez a Ofelia para saber cómo ha resuelto la segunda misión. La niña, con gran tristeza empieza a explicar que tuvo un accidente, pero es el hada la que le cuenta con detalles lo sucedido. El fauno, furioso, le dice que ella no puede ser la elegida; que agotó las posibilidades de volver a su reino  y deberá seguir viviendo como humana. Como cabe suponer,  la niña se queda muy triste.
Al día siguiente, Ofelia es sorprendida por el capitán cuando alimenta la mandrágora que ayudaba a mejorar la salud de su madre. Le grita enfurecido por lo que ve. Carmen explica  a la niña que los problemas de la vida no se resuelven con  magia y echa  al fuego  de la chimenea  la mandrágora, que  se retuerce y da un gran chillido, hasta morir. Momento en el que Carmen también sangra copiosamente. La  atienden, pero muere durante el parto. El niño se encuentra bien y es lo único que a Vidal le importa. Después del entierro de Carmen, Vidal amenaza a Mercedes, por haber descubierto  que ayuda a los guerrilleros.  Mercedes decide huir. Ofelia le pide que la lleve con ella, Mercedes accede. Muy pronto son atrapadas por Vidal. Ofelia es encerrada en su habitación y  Mercedes en la  bodega para torturarla.
Mercedes libera sus ataduras con un cuchillo que se había guardado en el delantal, y ataca al capitán. Le causa heridas en la cara, el  pecho y la espalda. Sale de la bodega y, aunque es acorralada por los militares, los guerrilleros que observaban los movimientos, atacan a los hombres de Vidal y la liberan.
Ofelia vuelve a ser visitada por el fauno. Le pide una segunda oportunidad para acabar la misión, en la que obedecerá las normas que le dicte. El fauno le pide como condición, que vuelva al laberinto y lleve consigo su hermano recién nacido. Se escapa de la habitación en la que estaba aprisionada y encerrada, gracias a la tiza mágica y vierte láudano en la bebida del capitán –soporífero que el médico había recetado a su madre y del que se había apoderado la niña después de  su muerte-  para dormirle.  

Vidal descubre a Ofelia con el bebé en los brazos cuando se dirige al laberinto. Aunque está débil y atontado, consigue perseguirla. Simultáneamente, los guerrilleros atacan al campamento y Mercedes busca a Ofelia sin encontrarla.  
Ofelia llega con el niño al laberinto. El fauno le pide que le dé el niño y le dice que para conseguir llegar a su reino ha de derramar la sangre del pequeño. Ofelia se niega rotundamente. El fauno está muy molesto. En ese momento llega Vidal, que no ve al fauno, pero arranca al niño de los brazos de su hermana y,  sin meditarlo, dispara a la pequeña. La deja sangrando a la entrada del pozo que lleva al mundo del fauno. Los guerrilleros están esperando al capitán en la puerta del laberinto, con Mercedes  y su hermano al frente. El capitán les entrega al bebé y les pide que digan a su hijo la hora exacta de su muerte -tal y como el General Vidal, su padre, había hecho con él al destrozar su reloj antes de morir. Mercedes le responde: "ni siquiera sabrá tu nombre". Pedro le dispara a bocajarro en la cara, y lo mata.
Al entrar en el laberinto, los rebeldes encuentran a Ofelia en el suelo moribunda. Sólo pueden verla morir. Ofelia tiene una sonrisa. En una última visión, se la ve en un palacio dorado junto a sus padres, el rey y la reina del mundo subterráneo. Ofelia superó  la prueba al derramar su propia sangre, antes que la de un inocente. Como metáfora le permitía para vivir como princesa, eternamente, en su palacio. La realidad era otra: la Ofelia terrenal moría en los brazos de Mercedes. La película finaliza con las palabras del narrador que  señalan que reinó con justicia y bondad por muchos siglos, fue amada por sus súbditos y dejó huella de su paso por el mundo visible,  sólo para aquellos que supieran mirar. Colorín Colorado. 

Making of de la película:


La parte real de la narración,  su trasfondo histórico.
Aparte del relato fantástico, El Laberinto del Fauno nos introduce en el horror de una posguerra llena de persecuciones, linchamientos, falta de ética y gran crueldad. 
Lo fantástico es una forma de huida de la niña, para reducir la angustia que se respira en el ambiente. La historia terrenal se entrecruza como contexto y lo fantástico como estrategia narrativa en un filme con especial encanto e íntima decepción.

El Laberinto del Fauno presenta un relato de la España franquista intercalado  con el mundo del  cuento  infantil tradicional: Un viaje  angustioso por un camino de tierra  y con unas señales reconocidas, sólo por la niña que acompaña a su madre a la que ha de ser su nueva casa en el centro del bosque. Allí vive su padrastro y ogro. La madre de Ofelia, se presenta como el personaje más repulsivo de todos con un grado de sumisión que aplasta cualquier posibilidad de empatía. Viuda y preñada en un estado de persistente enfermedad. Capaz de sacrificar todo por el supuesto bienestar de su familia y que al fin, será lo contrario, pues con este gesto de  subyugación, sólo logra  que la pequeña sea una víctima de las enloquecidas normas de un barbazul de cuño patriótico. En torno a estos personajes, tenemos otros que son la base social de la España franquista, como los guerrilleros que viven en el monte, Mercedes, la hermana del guerrillero que opera como pivote de infiltración y protección a los republicanos escondidos, a Ofelia y a su madre; y, la figura del doctor que se entrega a un intento desesperado y desventurado por proteger a los hombres en su clandestinidad, obtener suministros y a la vez, intentar salvar a la nueva esposa de Vidal. Del Toro consigue en El Laberinto del Fauno universalidad por el simbolismo, de sus personajes y una presentación de la truculencia del ambiente, angustioso pero no desconcierta, si has aceptado sus reglas que te sumergen en la historia. 

Intertextualidad. Su relación con tradición literaria, elementos mitológicos y simbólicos.
La voluntad de universalidad de algunas secuencias fantásticas y el espanto del realismo que subyace crean imágenes y metáforas de gran belleza visual y poder de sugestión por la  atracción o rechazo que producen. Si nos fijamos  en los elementos que van apareciendo, sus nombre o características aportan información de otros textos  antes recitados en literatura oral y recogidos por la tradición.  

El Laberinto, que ya prioriza el título, nos remite a otros laberintos y como un referente el de Creta construido por Dédalo para esconder al Minotauro. El laberinto, responde a un mito antiquísimo y común a muchas las antiguas civilizaciones para explicar situaciones difíciles con caminos confusos en su recorrido, lo que hace perder al protagonista por intrincados senderos. A veces, contiene el relato de algún ser fantástico, de algún héroe o personaje mítico capaz de superar el laberinto y encontrar la clave para, finalmente, dar solución al enigma que se le plantea, en forma de camino. 
En este relato, es el lugar donde Ofelia es capaz de aislarse del  mundo exterior, gracias a la imaginación y fantasía generada por sus lecturas, e introducirse en un mundo mágico del que pueda salir triunfante para recuperar su presunta  propia personalidad perdida, de tintes psicoanalíticos. Con su nuevo hermano  será la princesa "destronada". Para conseguirlo, es conducida, cual Teseo por una libélula/Ariadna que le guiará en todo el recorrido y así, no perderse y alcanzar el objetivo. Pero también, a modo de Teseo, que se vanagloria de ser hijo de Poseidón y quiere que se le reconozca su alcurnia, ella, princesa Moahana, lo es del Rey del Belmorra. Como Teseo, está dispuesta a  realizar unas pruebas para demostrarlo. Que han de ser tres  como en  los cuentos de hadas  tradicionales.  


Si seguimos con los recuerdos de otras lecturas, la protagonista Ofelia, ¿no nos sugiere en cierta manera la Ofelia del Hamlet  (1599-1601) de W. Shakespeare, por la repercusión que le produce la muerte de su padre y por y su trágico final, recreado por numerosos artistas? No sólo eso, también puede hacérsele una comparación con la percepción del propio Hamlet tenía, hacia su madre Gertrudis, que respetaba poco por no haber guardado el luto al padre difunto, y pronto acceder a un segundo matrimonio. Aquí, como pasa en otras ocasiones, se produce una simbiosis entre personajes y situaciones que se traslapan o permutan en sus manifestaciones o actitudes, y sólo se percibe el despechos de la niña hacia su padrastro, aunque siga queriendo a su madre.     
Ophelia (1852) Tate Britain, London.
Otros dos personajes, el del Fauno y el del Capitán Vidal tienen cierta relación con arquetipos de la mitología clásica. El Fauno pertenece a la tradición mítica de varias culturas antiguas con creencias que prevalecen en la actualidad. Es un dios romano pastoral: cuida del ganado y de los campos, y habita en el bosque. Es el dios Pan para los Griegos y también es conocido como Lupercus, literalmente, el que protege del lobo al ganado.Tiene piernas, pies y cuernos de macho cabrío y largas orejas vellosas (más). Ciertamente, su  incorporación en la historia no es gratuita, ya que Ofelia debe ser protegida del símbolo del lobo, su padrastro, que la acecha. Aunque el análisis no es tan sencillo, porque su figura alude al sincretismo romano de la mitología griega, dentro de la cual es el sátiro. De hecho, Fauno y Sátiro son sinónimos. En los mitos aparecen como seguidores de los dioses Pan y Dionisio. La imagen del sátiro representaba en su forma primigenia la virilidad masculina. Se significaba como lascivo que perseguía a las ninfas jóvenes en el bosque. En la cultura popular el término sátiro tiene un significado también negativo y en la tradición cristiana, se suele representar al demonio de la misma manera. Consecuentemente, el personaje de Mercedes le advierte a Ofelia, la protagonista, que “con los faunos debe uno andarse con cuidado”. Como se repite en la historia, la voluntad de una representación sincrética de los personajes, nos demuestra que finalmente, su actuación es la que se le atribuye a la imagen más difundida de Saturno,  comiéndose sus propios hijos, que debería ser adjudicada a Vidal. 

Saturno devorando a su hijo.
Francisco de Goya y Lucientes (1746-1828)
La actitud del capitán Vidal, guarda algunas similitudes con el dios Cronos o Chronos/ Saturno para los romanos, a quien en la cultura occidental se le identifica con el implacable paso del tiempo. El capitán está obsesionado por medir y observar el paso del tiempo y, contrariamente a lo que haría Saturno, espera con ansiedad la llegada de su hijo que perpetuará su nombre. Muestra visualmente esta preocupación por la costumbre de consultar reiteradamente el reloj de cadena que lleva y que cuida con esmero. A sabiendas de que se trata de un embarazo de alto riesgo, Vidal procura mantener al hijo que ha de llegar cerca. Para ello, no duda de hacer emprender un largo y accidentado viaje a su mujer y a su hijastra, advirtiendo al médico de  que, en caso de tener que elegir en el parto,  entre la vida de su mujer y la del bebé, se priorice la del niño. En el transcurso de una cena con invitados importantes de la vida pública, uno le pide al capitán que le diga si es cierto un rumor que corre relacionado con su padre. Se dice que el hombre también estaba siempre preocupado por la hora como Vidal. Llevaba un reloj que él averió voluntariamente en el momento de su muerte para  que su sucesor supiera la hora de su defunción. Vidal niega el rumor. Pero, al final de la película el personaje se encuentra en una situación similar a la de su antecesor, y las circunstancias se repiten. Este hecho parece  acercarse a un Cronos  con deseo  control temporal.
Se produce un cruce entre los signos que caracterizan a los dos mitos Cronos/Saturno y Fauno/Sátiro. Al final del relato, Fauno/Saturno pide a Ofelia que sacrifique a su hermano neonato para que ella pueda cumplir la misión que le permite ser merecedora del reino prometido. Como la niña se niega, la misión no se cumple y Vidal/Saturno castiga asesinando a su hijastra.     

Otros símbolos: El sapo, las hadas, la luna creciente, la sangre como símbolo de vida y muerte de la identidad humana y del paso entre dos mundos. La guerra y sus consecuencias, más brutal si cabe por su repercusión en los seres inocentes. La mandrágora, protagonista  mágica de muchas leyendas y rituales. Durante la Edad Media era utilizada por las brujas para sus diferentes rituales y ungüentos. Se creía que la planta tenía características humanas porque sus raíces parecían dos piernas. Hay historias que cuentan que esta gritaba lamentándose cuando la arrancaban de la tierra, pudiendo hacer enloquecer a las personas; y por eso amarraban a un perro a la planta para arrancarla. Las prohibiciones incumplidas... 


Lo dolorosamente real está opuesto y conjugado al del mundo de la fantasía, en el que desgraciadamente, al final confluyen y se confunden. Mundos posibles que corren paralelos y se entrecruzan: lo real,  con lo imaginario y donde los monstruos, están en la realidad  y la fantasía, sin ser únicamente criaturas extrañas de pesadilla nocturna. El Laberinto del Fauno cuenta una historia inimaginable pero posible y demasiado frecuentemente real; la inocencia convive con la maldad, la magia se confunde con la realidad, lo grotesco y lo violento se mezcla con lo hermoso y maravilloso, y la oscuridad da paso a la luz. 

Realismo y fantasía se entremezclan en constante tensión. La dureza del lenguaje cinematográfico no concede tregua, a pesar de los paréntesis de pasajes fantásticos. Ofelia, también cuál Alicia, quiere aislarse en un país de las maravillas, que vive inserta en la crueldad. Es un cuento realista y cruel donde la mitología hace volar  la imaginación pero no impide que se escape del todo. La niña logra imbuirse de un heroísmo particular que le permite, a la larga,  ser protagonista  de su propia versión de la derrota. El laberinto…no es una película para niños. Quien la vea ha de haber sobrepasado el mundo mágico con creces, para poderlo analizar y valorar con todas sus posibilidades dialécticas discursivas, y ver la historia como un cuento de hadas, pero con todas las metáforas contenidas. Es un filme extraño que parece no decidir un camino prefijado por los esquemas del género pero que finalmente parece definirse con su propia indefinición. 

Premios
Considerada la mejor película del año por parte de la Sociedad General de Críticos Cinematográficos de Estados Unidos, que reconocieron el largometraje de Guillermo del Toro como el mejor de 2006, superando a títulos como 'Cartas desde Iwo Jima' de Clint Eastwood, 'Babel' de Alejandro González Iñárritu o 'Infiltrados' de Martin Scorsese.
Triunfadora de los Premios Goya de España. El largometraje hispano mexicano se alzó con siete de los trece galardones a los que estaba nominado. La pequeña Ivana Baquero, de 12 años, recogió el 'Goya a la Actriz Revelación'.  Tuvieron también  los goya  en las categorías de: efectos especiales, fotografía, guión original, montaje, sonido y  maquillaje y peluquería. 

En la gala setenta y nueve de los Oscar, tres galardones la sitúan como una de las películas más relevantes del año.  El film, que iba en representación de México, se alzó con tres de los seis galardones a los que estaba nominada: mejor dirección artística, mejor maquillaje y mejor fotografía. No consiguió el premio a la mejor película extranjera que fue para la producción alemana 'La vida de los Otros' . La cinta optaba también a los premios para la mejor música original y el mejor guión original.  Podemos oír  una parte de la banda sonora de Javier Navarrete:

Sugerencias didácticas 
  • Observar los datos de la película. ¿Quién es Guillermo del Toro?  Hacer una pequeña biografía, señalando sus películas más emblemáticas, con sus comentarios después de tener alguna información sobre ellas.   
  • Ver la película El laberinto del Fauno entera. Puede entenderse mejor su significado después  de  los doce años, y adultos jóvenes. Siempre  dependerá de las características del público y  de su formación literaria y  cinematográfica. 
  • Situar geográficamente el espació en donde tiene lugar la historia. Hacer un repaso por los años  que  la enmarca. 
  • Reconocer las características de los términos  Guerra Civil española. Años de la posguerra. El Racionamiento. Los republicanos. Los maquis. Por qué vivían en las montañas. 
  • Separar el cuento real del fantástico, señalando por separado los dos argumentos. Comprobar el final y su contradicción con el principio. Al finalizar, ya no son dos historias separadas, confluyen. ¿Por qué? 
  • ¿Cuáles son las tres pruebas que ha de realizar Ofelia? ¿Para qué ha de llevarlas a cabo? ¿Qué problemas tiene?
  • La última prueba de gracia de Ofelia,  para superar los retos  que le ha impuesto el fauno y así poder mostrar quién es, tiene relación con el mito de Saturno. ¿En qué es comparable?
  • Observar los nombres de Laberinto, Fauno, Ofelia, ¿a qué reminiscencias literarias y mitológicas nos llevan?