sábado, 21 de diciembre de 2019

MUJERCITAS (LITTLE WOMAN OR MEG,JO,BETH AND AMY) DE LOUISA MAY ALCOTT





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Han pasado más de 150 años desde la publicación de la primera parte de la obra de Louisa May Alcott: 'Little Women or Meg, Jo, Beth and Amy' (1868), traducida al español como 'Mujercitas', novela a la que le siguió, un año después, la segunda parte, 'Good Wives'(Aquellas mujercitas, 1869) cuyo argumento se desarrolla cuatro años más tarde del de la primera, y que continuó con  una tercera parte 'Little Men' (Hombrecitos) y una cuarta 'Jo's Boys' (Los muchachos de Jo) con los hijos, sobrinos y alumnos de las protagonistas iniciales, en la edad adulta. Es una novela que puede considerarse clásica porque ha perdurado a lo largo del tiempo y sigue siendo atractiva y de interés. Primero fue com como un Bestseller, al ser capaz de tener un demanda de publicaciones que L. May Alcott no sospechaba. En la primera semana, se vendieron 2.000 ejemplares. Fue una novela por encargo, no pensada antes por la autora por contener rasgos autobiográficos que consideraba de escaso o nulo interés para los lectores. Ella había escrito thrillers sensacionalistas o relatos de género satírico. De hecho, el editor esperaba que fuera una obra de carácter moralizante. Ante esa demanda, se le ocurrió una obra basada en la propia experiencia de crecer junto a sus otras tres hermanas, en Concord, en el condado de Middlesex, Massachusetts (EEUU), en una familia de clase acomodada. En la novela, formada por su madre Margaret, protectora y amante de sus hijas que vela por darles una formación moral y ética que les permita seguir creciendo física y espiritualmente siguiendo los principios de la obra de John Bunyan, 'El progreso del peregrino', que vela por el progreso y la maduración personal, aunque siempre atendiendo a los propios intereses de cada una; su padre, Robin March, académico y párroco originariamente rico, pero arruinado al ayudar a gente con pocos escrúpulos que en un momento dado, no le devuelven lo prestado, las cuatro chicas, Hannah la estimada vieja criada, casi de la familia y la tía March, que no vive con ellos, pero está muy cercana, forman el núcleo central de los personajes del relato. 

El éxito inesperado, la llevó a tener que escribir una segunda parte y así sucesivamente hasta las cuatro del conjunto. Siempre, en contra de la voluntad previa de la autora. Estos relatos son controvertidos y tienen muchos elementos de análisis. Pueden parecer conservadores o revolucionarios, sumisos o feministas, de acuerdo con las varias versiones publicadas. En las traducciones al español, con alguna que seguramente es recordada, la obra llegó mutilada y edulcorada, para una más fácil digestión, como libro juvenil pretendido y especialmente dedicado a chicas adolescentes, que es donde tuvo un verdadero éxito.  
La propia autora es protagonista y uno de los personajes personajes corales, de la obra: Jo March. De ella, hace un retrato; muestra su figura descuidada en el vestir, su personalidad arrolladora, sus constantes iniciativas, sus ganas de saltar y correr, de hacer deporte, de silbar y de sus inquietudes: Le gusta el teatro, escribir, trabajar fuera de casa, cantar, bailar alocadamente, viajar, odia los modales cusis de las chicas de su entorno que actúan según los cánones vigentes y le gustaría ser chico para tener mayor libertad de acción. El tiempo del relato empieza cuando Jo tiene quince años. Es rebelde, ocurrente, divertida. Le gusta todo aquello que no signifique el cuidado de la vida doméstica que, como mujer, parecía su sino. Además, es generosa y no duda en hacer cualquier sacrificio para ayudar a quien lo necesite. En un momento dado se corta su preciosa melena para poder conseguir unas monedas que les permitan seguir adelante a ella y a su familia, con su padre la mayor parte del tiempo ausente, por participar como capellán en la guerra civil norteamericana junto al Ejército de la Unión, durante la Guerra de Secesión (1861-1865).   
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La traducción de la versión censurada de 1880, todavía en vida de M. Alcott, fue muy difundida y es la más conocida. Se habían eliminado, del diario de Jo de Nueva York, intimidades que no parecían oportunas dar a conocer. También, las duras entrevistas con los editores y no se resalta lo difícil que fue que le publicaran lo que ella quería; también se censuran las críticas que ella hacía de las cursilerías de las jovencitas de la clase alta. Cuando la editorial de Boston Roberts Brothers pide que escriba un “libro de señoritas”, su respuesta fue decir que no sabía hacerlo porque no le gustaba ese mundo. En la versión mutilada, se omiten detalles de su trabajo como institutriz, como dama de compañía y de escritora de folletines de misterio, de los que reconoce el escaso valor literario, pero que le permitían pagar los gastos más acuciantes que tenía que afrontar. También se omiten los problemas matrimoniales de Meg con John Brook, al sentirse atraído por su vecina, señora Scott y las ironías sobre las tertulias intelectuales en N.Y. Pero, por suerte, ahora contamos con la nueva traducción de Gloria Ménez, bilingüe y  en versión ilustrada en la que nos basamos, que ha sido capaz de restituir el valor original de la obra.  

Después del acierto editorial de la primera parte, en la segunda, 'Aquellas mujercitas' la autora no se rindió a lo que parecía se esperaba de ella, que la relación entre Jo y su vecino Laurie acabara en boda. No era el propósito de L. May Alcott; valoraba la amistad que les unía pero no quería traspasarla, por lo que le adjudicó, en su primera versión, un aire afeminado. Después, apareció el profesor Baher, que también tenía mucho que desear, como personaje romántico.  Con todo. Siguió el éxito de la saga y vendió más de diez mil ejemplares, lo que le permitió a la autora, dejar otros trabajos instrumentales y dedicarse solo a escribir. Por lo que se vio obligada a continuar con 'Hombrecitos' donde, con los beneficios editoriales, le permitió vivir con dignidad a ella y a su familia.  La cuarta parte, fue 'Los muchachos de Jo'  donde se cierra la serie de la familia March. 

El conjunto de la obra puede tener luces y sombras para un lector y sobre todo para una lectora adolescente actual, ya que la caracterización de los personajes, sus actitudes y su toma de decisiones pueden parecer formalmente muy alejadas de las actuales. Muchas de ellas pueden parecer ñoñas, sin sentido o incomprensibles por lo desconocidas y patrimonio de un mundo vetusto, anquilosado, increíble,  pero aún así hay hay numerosos guiños y actitudes que pueden interesarnos desde un punto de vista histórico, para comprobar la evolución de la capacidad de decisión de la mujer desde tiempos no demasiado lejanos; y, por otra porque algunas situaciones pueden seguir estando vigentes en muchas latitudes y no siempre alejadas de nuestro entorno.   
La relación de la madre, con el padre ausente, hace que este mundo mayoritariamente femenino sea un ejercicio de actividad educativa maternal, con palabras y ejemplificaciones algo distantes a las actuales, pero con actitudes cercanas en cuanto las atenciones, amor, espíritu de colaboración, de sacrificio, de respeto por el entorno cercano y familiar o del más alejado pero que implica la solidaridad por los que tienen carencias mayores a las de ellas o, ante la enfermedad. Las niñas de la obra tienen las preocupaciones que también siguen ocupando en esas edades y también más tarde,  con una inclinación más o menos superficial de acuerdo con las características propias de cada persona: la estética de vestidos, zapatos, peinados, conjuntos de moda, músicas, bailes, enamoramientos, deseo de agradar. Pero esas mismas chicas, hacen su propia  reivindicación en lo que posiblemente estén de acuerdo las cuatro: todas muestran su desafección por la servidumbre que supone tener que lavar ropa, fregar platos, suelos y todo todo lo que significa el orden de la casa. Son perezosas en ese sentido. No les gusta hacer limpiezas monótonas y repetitivas; se quejan del agua fría de la aspereza que produce en las manos... Compensadas por la madre que se pone en su lugar y de su parte, deja de hacerlas también; y así, evidencia el valor que tiene el aseo en el hogar,  el esfuerzo que se ha de hacer compartidamente para vivir a gusto y lo lamentable que es lo desapercibido que pasa  para los hombres cuando llegan a casa y está todo a punto. Por otra parte, a lo largo de todo el relato está el deseo de querer cambiar el mundo y la situación social del momento; sobre todo por Josephine (Jo) que, como muestra de que está disconforme con el estatus que le representa, asegura que hubiera querido ser chico y así poder tener más libertad. Ese deseo no queda en una pura especulación teórica sino que intenta romper las barreras que le impiden actuar con esa libertad. En vez de ser una remilgada señorita, salta tanto como puede, corre, baila, silba, impulsa obras teatrales, lee todo lo que le cae en las manos, quiere ir a la Universidad, quiere escribir. Se va a Nueva York y vive sola, no quiere ser madre, no quiere casarse porque lo considera una sumisión que le repugna. La visión de Jo explicita el pensamiento de la autora, Louisa May Alcott; que, a su vez, bebe de Sarah Margaret Fuller (1810-1850), maestra, periodista, autora y significativa activista considerada la primera verdadera feminista norteamericana; preocupada por la educación, el arte, el derecho al trabajo y que toda su vida  se preocupa y ocupa de dignificar el lugar de la mujer en la sociedad.   
A medio camino está Margaret, la madre, que es el eje de todas las acciones iniciales que se van produciendo en el entorno de las niñas; su actuación no está exenta de contradicciones, que reconoce. Está a favor de las iniciativas que buscan los cambios que Jo impulsa, pero también apoya las apuestas conservadoras y tradicionalistas de Meg. Se rebela contra el profesor Davis, que en la escuela castiga con violencia a Amy, la hermana pequeña y denuncia todos los castigos corporales. Marmee, así llamada por las niñas, mantiene su actitud tolerante cuando Meg apoya a Jo en su independencia y la afición de Beth por la música, el piano y la ilustración. De hecho, hay que reconocer que sabe hacer de guía que respeta las actitudes de cada una, aunque no perdiendo ocasión para dar a la vida un sentido recto y de respeto, e incluso amonestando a veces en contra de sus propias convicciones que desearía fueran más atrevidas. 
El vecino Laurie también es un personaje interesante que recuerda lo que los posmodernos han llamado una nueva masculinidad, y que se enamora de la muchacha más alejada del paradigma de la época; no elige a la amorosa y bella Meg, sino a Jo, la desmelenada.
Podemos ver que la obra, a pesar de sus 150 años de antigüedad, puede ser leída y comprendida como un documento histórico con elementos vigentes, que permite ver de dónde venimos y analizar cómo estamos en la actualidad para comparar diferencias y semejanzas fuera de la carcasa que pueda nublarnos la vista. 
    ‘Mujercitas’ (1995) Winona Ryder, Christian Bale, Susan Sarandon,  Kristen Dunst y Claire Danes. Dirección Gillian Armstrong
Los personajes 
Margaret March, también llamada Marmee por las niñas. Es la madre de las cuatro chicas. Está orgullosa de cada una, y las valora por sus propias cualidades. Toma decisiones, da consejos y es la guía de todo lo que se hace en la casa. Es una presencia más en boca de las muchachas que en la realidad,  porque está en la calle haciendo diversas actividades, con frecuencia de ayuda,  a los más necesitados. 
Robin March, el padre y esposo tiene una escasa presencia. Se sabe de él por las cartas que escribe o en alguna corta visita. Es párroco y académico. Anteriormente tenía una situación desahogada pero ha perdido parte de sus caudales por un préstamos no devuelto. Participa como capellán  en la Guerra civil norteamericana que se está librando, con el Ejército de la Unión.     
Margaret (Meg) Es la mayor de las hermanas. Al comienzo del relato tiene dieciséis años. Al ser la mayor, la mayor tiene la responsabilidad de atender a sus hermanas pequeñas, sobre todo a la menor Amy. Destaca por su belleza. Trabaja como institutriz para ayudar a sobrellevar la complicada situación económica que tiene la familia. Posteriormente, se casa con el tutor del vecino  J. Brooke y tiene tres hijos: un niño, Demi  y una niña,  Daisy,  gemelos; y otra niña, Josie.      
Josephine (Jo) es la segunda hermana y la verdadera voz en el relato aunque se haga en tercera persona. Al comienzo, tiene quince años. Se caracteriza por ser contraria a los estereotipos femeninos de la época. Le hubiera gustado ser un chico para librarse de todas las servidumbres de la mujer. Es divertida, ingeniosa, con un carácter fuerte y malhablada, por voluntad propia. Le encanta leer y escribir. Es una chica solidaria que no duda en ayudar a quien lo necesita. En un momento dado se corta el cabello para venderlo y así poder conseguir que su madre pueda ir a ver al padre que está herido de guerra. Beth es la hermana con la que mejor se entiende y su mejor amigo es Laurie, el vecino. A pesar de no querer casarse, finalmente lo hace con el profesor Bhaer y tiene dos hijos: Rob y Teddy. 
Elizabeth (Beth) es la tercera hermana. Tiene trece años. Es una muchacha tímida a la que le encanta tocar el piano. Junto con Jo ayudan a los necesitados en Concord. Enferma de escarlatina cuando su madre se ha ido a ver a su padre herido, a Washington.  
Amy es la más pequeña, tiene doce años, y la más guapa de todas aunque también, la más vanidosa. Por su forma de ser antiética a la de Jo, discuten con frecuencia. Se casa con Laurence, el amigo de Jo y tiene una niña que se le parece mucho y a la que también le llaman Beth.
Theodore (Laurie o Teddy) Es el vecino de la familia March. Tiene quince años. Vive con su abuelo por haber fallecido sus padres, abuela y otros familiares próximos. El abuelo, el Sr. Laurence lo sobreprotege y mima, aunque también le exige mucho. El solitario Laurie ve desde la ventana de su casa a las vecinas, que juntas ríen, juegan y se lo pasan bien. Roto el hielo, pronto entra en el círculo, se convierte en un aliado de diversión en el grupo y especialmente con Jo entabla una profunda amistad.  
James Laurence, abuelo de Laurie. Los dos viven aislados en una enorme casa vacía. Aprecia a la familia March vecina, y les ayuda de forma indirecta en lo que le es posible. Tiene especial predilección por Beth, a la que le facilita tocar el piano que ellos tienen y al que Beth aspira. 
Tía March cercana a la familia; viuda refunfuñona que quiere decidir y reprochar los actos de los Merch. Vive en un cierto aislamiento solitario. No obstante, Jo va a leerle a su casa, Amy le hace compañía cuando es menester y justo ella le acompaña en su viaje a Europa. A su muerte, deja a Jo su casa como herencia. 
Hannah Mullet es la criada de toda la vida de los March.  Forma parte de la familia. Se preocupa por lo que les pasa a todos. Es muy querida por parte de las niñas de las que, en su ausencia, hace de segunda madre. 
Jonhn Brooke es el tutor de Laurie. Se enamora de Meg que le corresponde y, a pesar de la prohibición de que se case de tía March, lo hacen. Tienen dos hijos y él muere pronto.  
Friendrich (Fritz Bhaer) Había sido profesor en Berlín. Por la promesa hecha a su hermana al morir, de llevar a sus hijos a EEUU le lleva allí a Nueva York; da clases particulares y malvive con sus sobrinos. Conoce  a Jo cuando llega casa de la Sra. Kirke,  donde  ambos viven como huéspedes. Hacen amistad.  Él lee y critica a los escritos de Jo y le anima que cambie el rumbo de lo que hace para conseguir ser una buen escritora. Después de muchos vaivenes se casan y tiene dos hijos.   

Hay otros personajes, secundarios que aparecen en determinados momentos del relato como  Franz y Emil, dos sobrinos del Sr. Bhaer; la Señorita Norton, que vive en la casa de la Sra. Kirke - amiga de la Señora March- en la casa de huéspedes, en Nueva York y que contrata a Jo como institutriz de sus dos hijas, Kitty y Minnie. Los King que contratan a Meg como institutriz. Los Hummell, una familia inmigrante alemana a los que ayuda la señora March y sus hijas. Los Gardiner: Amigos de los March, también empobrecidos recientemente -gente de buen corazón preocupada por el dinero y el relieve social-. La tía, el tío Carrol y su hija Florence: viajan com Amy a Europa. Los Vaughn, ingleses amigos ricos de Laurie, simpatizan con las March: Kate, Fred y Frank y Grace, la pequeña. De hecho es una historia que abarca la evolución de los personajes, tanto en el tiempo como en su desarrollo personal y social.  

Little Woman en el cine 
Las versiones cinematográficas de Little Woman tienen una larga historia de adaptaciones, que arrancan con el cine mudo en una versión inglesa de 1917 dirigida por Alexander Butler, y protagonizada por Daisy Burrell desaparecida y otra posterior, también desaparecida, norteamericana, de 1918,  dirigida por Harley Knoles  en la que participaba Dorothy Bernard. 
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En 1933 George Cukor hizo la tercera adaptación de la obra en EEUU., y la más exitosa.  Estaba protagonizada por Katharine Hepburn, Joan Bennett, Frances Dee y Jean Parker. El guión era de Sarah Y. Mason y Victor Heerman.  El objetivo de Cukor fue poner de relieve la vida familiar de los Merch y sus sacrificios. Se enfatiza en importancia que tiene la comida, la imperiosa frugalidad en la que viven, la necesidad de conservar, el activismo, la reforma social, etc., como ideales que se resaltan  fruto de la Guerra Civil; que se correspondía con la mentalidad de los estadounidenses en la Gran Depresión (1929) ocurrida pocos años antes pero de la que estaban padeciendo las consecuencias. El enfoque de Cukor ante las dificultades y el compromiso familiar, crea una imagen nostálgica y sentimental de alegría, mejora moral y progreso social.  


En 1949 llegó la versión dirigida por Mervyn LeRoy.  La adaptación a la pantalla fue escrita por Sally Benson, Víctor Heerman, Sarah Y. Mason y Andrew Solt. La banda sonora fue compuesta por Adolph Deutsch.  
Ahora se presenta a Beth March (Margaret O'Brien) varios años más pequeña que Amy March (Elizabeth Taylor ), cuando en la novela es un año mayor. También, varía el encuentro de Jo y Laurie que conocen cuando las chicas llevan su desayuno a Hummels en vez de ser en una fiesta de Nochevieja, como en la novela. Nochevieja a la que ahora van las cuatro hermanas, en lugar de solo Meg y Jo, como se presenta en la obra de L. May Alcott. También se señala en la película, como diferencia, que se vayan pronto porque Beth está molesta por oír cuchicheos en los que se señala que estaban allí porque la Sra. March tenía planes de casarlas bien.
Al inicio de la novela cada una de las hermanas recibe un dólar para gastar a su gusto y todas deciden comprar algo para su madre. En la película, aunque compran algunos regalos a su madre, también lo hacen para ellas mismas. En el film, se dejan de lado escenas, como el picnic grupal, cuando Amy cae por el hielo después de seguir a Jo y Laurie al río y cuando Amy y Laurie se enamoran en Europa.
Jo y Laurie, aunque son amigos en el libro, incluso Jo tiene un apodo especial para él ("Teddy") y una relación algo íntima, es más cercana en la película. 
'Little Women' fue una de las películas más taquilleras de 1949.

En 1978 se presentó la miniserie de televisión estadounidense dirigida por David Lowell Rich. El guion fue escrito por Suzanne Clauser e fue interpretado por Susan Dey, Meredith Baxter Birney, Ann Dusenberry, Eve Plumb, Dorothy McGuire, William Schallert, Greer Garson, Robert Young, Richard Gilliland, William Shatner y John de Lancie. Tiene tres horas de duración y fue producida por Universal Televisión. En 1979, hubo una reducción del tiempo, a una hora y media, respecto a la anterior. Eve Plumb estuvo entre los intérpretes  anteriores (aunque su personaje Beth había muerto en la miniserie, como en el libro original), y ahora interpretaba a una prima de la familia llamada Lissa. 


En 1987 se produjo  una serie de anime libremente adaptada de la novela de Louisa May Alcott,  Fue dirigida por Fumio Kurokawa y emitida originalmente en Japón en el año 1987, como parte del programa infantil World Masterpiece Theater o Meisaku de Nippon Animation. Consta de 48 capítulos. En España, se difundió en varias ocasiones a través de Antena 3. Le siguió "Los chicos de Jo", su secuela; producida y estrenada en 1993. 


Del año 1994 tenemos una nueva versión  estadounidense,  dirigida por Gillian Armstrong con guion de Robin Swicord. Los intérpretes, Winona Ryder como Josephine "Jo" March, una joven ambiciosa que anhela convertirse en una autora de éxito. Gabriel Byrne en el papel de Friedrich Bhaer, un profesor mayor que se enamora de Jo, en Nueva York, y finalmente se casa con ella. Trini Alvarado como Margaret "Meg" March, la hermana mayor. Se casa con el tutor de Laurie, John Brooke, y da a luz a gemelos  y a una niña.
Kirsten Dunst y Samantha Mathis como Amy March, la hermana más joven y su hija. En lugar del cabello castaño y los ojos marrones o verdes de sus tres hermanas mayores, tiene rizos dorados y ojos azules. Más tarde se casa con Laurie y se convierte en una pintora exitosa. Amy fue el único personaje interpretado por dos actrices diferentes: Dunst la representa a los doce años y Mathis como una mujer joven en la segunda mitad de la película. Claire Danes representa a Elizabeth "Beth" March, la tercera hija y la pianista de la familia, dulce, amable y leal. A los catorce años enferma de la escarlatina, lo que debilita su corazón y provoca su muerte cuatro años después a la edad de dieciocho años. Christian Bale es Theodore "Laurie" Laurence, el joven vecino y el mejor amigo de Jo en su juventud, intenta, pero falla, convencerla de que se case con él. Posteriormente, se casa con Amy. Eric Stoltz es John Brooke, el tutor de Laurie y luego esposo de Meg. John Neville es el Sr. James Laurence, abuelo de Laurie y vecino de las March. 

Con motivo de la celebración del 150 aniversario de la publicación del libro, del año 2018 tenemos la película estadounidense dirigida por Clare Niederpruem, a partir de un guión de Niederpruem y Kristi Shimek; es una versión moderna de la historia original. La película está protagonizada por Sarah Davenport, Allie Jennings, Lucas Grabeel, Ian Bohen y Lea Thompson. Es una versión actualizada de la historia en la que en Flashback se reviven momentos de la historia, anteriores. Jo es una escritora mediocre que llama la atención del profesor Freddy Bhaer (Ian Bohen), que admira su determinación aunque no su acierto y le da su opinión sobre su trabajo que hace, lamentando que simplemente no sea auténtico. Esto la frustra pero hace que afloren los recuerdos de su infancia y con ello la novela que conocemos. El relato tiene momentos de interés pero otros que rompen con el que nos es familiar por los cambios temporales, a veces sin tener razón. Este relato puede tener interés para un primer acercamiento de adolescentes y jóvenes actuales aunque nos hagan tambalear los esquemas a los que venimos de la historia inicial.  

Esta es la octava adaptación cinematográfica, de 2019, de la novela de Louisa May Alcott. La película está dirigida por Greta Gerwig  y protagonizada por Saoirse Ronan (Josephine "Jo" March), Emma Watson (Margaret "Meg" March), Florence Pugh (Amy March), Eliza Scanlen (Elizabeth "Beth" March), Laura Dern (Marmee March), Timothée Chalamet  (Theodore "Laurie" Laurence), Meryl Streep (Tía March), Tracy Letts (Sr. Dashwood), Bob Odenkirk (Padre March), James Norton, (John Brooke), Louis Garrel (Friedrich Bhaer), Chris Cooper (Sr. Laurence), Jayne Houdyshell (Hannah), Abby Quinn (Annie Moffat). El conjunto de la producción tiene gran calidad visual y la acción de los personajes está muy bien representada. Con vigor y atractivo en sus actuaciones. Recoge la vida de las hermanas a través de las páginas recordadas de la infancia de Jo, resaltando algunas diferencias entre ellas, de forma más incisiva que en las versiones anteriores y con un final  que no se espera por su novedad.  

Sugerencias didácticas 
Las actividades que permiten la lectura de la obra y/o la visión de la película, relacionada con otras que se citan ya proporciona un buen elenco de sugerencias. Propondremos algunas:
  • Analizar el significado de la búsqueda de la propia identidad en unos tiempos difíciles, de acuerdo con cada versión.
  • Descubrir otros “mundos”: Unos distantes en el espacio y en el tiempo, pero otros que, a pesar de variar las circunstancias, pueden estar muy próximos, como el deseo de buscar un objetivo que te pueda llenar como forma de vida, de profesión o de manera de entender el mundo. 
Formularse también preguntas como: 
  •  ¿Qué sensación les produce a las chicas descubrir la dureza de la vida? ¿Cómo reaccionan?
  • ¿Se produce la misma reacción en las cuatro hermanas?
  • ¿Qué les salva de la dureza de la vida cotidiana?
  • ¿Qué pretende mostrar la historia relatada?
  • ¿Pueden darse situaciones análogas en nuestro entorno?
  • ¿Las ha habido en alguna época?
  • ¿Qué valor se le otorgan a la palabra y al arte de narrar?
  • ¿La historia es optimista o pesimista?
  • ¿Cómo puede interpretarse el final?
La presentación de la película que se elija servirá para motivar su visión. Puede hacerse una breve alusión a:
             -   la dirección.
             -    el guion
             -    la interpretación de los personajes 
             -    la relación entre los personajes de la novela y los de la película.
             -    el espacio y el tiempo en el que se presenta la ficción.
             -    la fotografía
             -    la música.

Después de ver el film, pueden ser los propios espectadores quienes empiecen a opinar sobre lo que han visto. 

Resumen de los elementos más importantes.
  • ¿Qué es lo que más les  ha impactado?
  • Importancia concedida a los aspectos estéticos: la imagen, la acción de los personajes.
  • ¿Qué papel juega la música en la película?
  • ¿Qué valores se destacan?
  • ¿Qué se denuncia?
  • ¿Cómo se conectan en la película amor, humor y horror?
  • ¿Se puede dar, o se da hoy,  una situación parecida a la que se muestra?
Otras actividades  

Estos elementos sugieren una serie de actividades didácticas que permiten una mejor interpretación del mensaje. Pero, para sugerir otras específicas, estableceremos una cierta ordenación del proceso:
  • Visión de la película y lectura de algún fragmento de la obra literaria que permita identificar o completar el significado de las secuencias de la película.
  • Identificación de la época histórica que se relata.
  • Identificación del lugar geográfico en el que se desarrollan los hechos.
  • Se comparará el contenido literario y el de la película. Se comprobará si se corresponden, lugares, tiempos históricos, características de los personajes. Cuando no sea así, se verán las diferencias y se elegirá la forma de presentarse mejor considerada, la que nos ha impresionado más, etc.
  • Identificación de lo que hay de nuevo en la película que no esté en la base literaria.
  • Aproximación a la autora de la obra literaria.
  • Evaluación de los elementos éticos de la historia. Comprobar si los valores éticos de la obra literaria tienen el mismo tratamiento en la película vista.
  • Qué elementos de la historia invitan al desarrollo de la imaginación y de la creatividad. ¿El espacio? ¿El tiempo? ¿La actuación de los personajes?
  • ¿Qué aspectos de la historia motivan a una actuación emotiva de los personajes?
Los temas que pueden tratarse por este procedimiento son tan numerosos como puedan sugerirse por los objetivos educativos circunstanciales que se pretendan y por las características y nivel de conocimiento cultural y de la lengua de los propios destinatarios.

Para saber más