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domingo, 25 de abril de 2021

LOS PAZOS DE ULLOA Y LA MADRE NATURALEZA DE EMILIA PARDO BAZÁN CON ADAPTACIÓN CINEMATOGRÁFICA DE GONZALO SUÁREZ

Vamos a recuperar el recuerdo de la novelista, poetisa, crítica literaria, dramaturga, editora, conferenciante, profesora, feminista, etc., gallega; coruñesa muchas veces poco tenida en cuenta, de acuerdo a su enorme valía. Nos referimos a Dña. Emilia Pardo Bazán (1851-1921) de la que el 12 de mayo se cumplen 100 años de su muerte y poco después, el 16 de septiembre, 170 años de su nacimiento.  

Emilia Pardo Bazán y de la Rúa-Figueroa
Fue precursora en la defensa de los derechos de la mujer, de dar gran importancia a su instrucción y a su formación como una manera inequívoca de mejorar de la sociedad y de hacer avanzar al país.  

Como mujer innovadora que fue, introdujo las teorías naturalistas del escritor francés Emile Zola (1840-1902), en España, por medio de debates teóricos y ensayos que, al adaptarlos a los parámetros realistas imperantes en ese momento, siempre fueron más conservadores que los franceses. Aún así, tuvo no pocos problemas por sostener ideologías de influencia francesa, consideradas ateas e indecentes y muy poco apropiadas para ser manejadas por una mujer casada y con hijos. Calificativos que no la arredraron y con los que construyó el sustrato de una parte de sus relatos. 

De carácter naturalista fue su novela 'La Tribuna' (1883) que también se le considera de las primeras novelas sociales españolas. Situada en el Sexenio Progresista (1868-1872).Refleja el ambiente de las trabajadoras de una fábrica de cigarreras de A Coruña, a partir de una mujer, Amparo, guapa protagonista femenina engañada por un señorito, madre soltera como consecuencia, y que encabeza reivindicaciones laborales y sociales que les están negadas. 

'Los pazos de Ulloa' (1886-1887) y 'La madre Naturaleza' (1887), son sus obras naturalistas más relevantes y a las que dedicaremos hoy su estudio. En ellas predomina la fuerza del naturalismo sin civilizar, regida por el instinto natural, controlada y contrapuesta a los patrones culturales avalados por la moral, la religión y la sociedad. Ambas tienen unas descripciones detalladas de interiores de las casas donde se puede percibir el orden o desorden, esmero, etc. Los exteriores son más planos sin detalles de los enclaves. Aunque en la segunda novela ganan las precisiones, sobre todo relacionadas con la botánica. El lenguaje goza de muchas expresiones y vocablos propios de Galicia, que no dificultan la comprensión del texto y da riqueza a los matices.  

Argumento de las obras 

'Los pazos de Ulloa' empieza con la llegada del sacerdote Don Julián Álvarez a una zona rural de Galicia, los Pazos de Ulloa, como administrador de los bienes de don Pedro Moscoso de Cabreira y Pardo de La Lage,  que sigue siendo considerado como Marqués de Ulloa aunque se había deshecho del título por problemas económicos. A su llegada, Julián ve el ambiente que se respira y queda profundamente impresionado; le choca el estado ruinoso del palacio y el comportamiento adusto y brutal de Don Pedro con la gente que trabaja con él. Especialmente, la biblioteca y la capilla están muy abandonadas. Don Pedro es un hombre ignorante y rústico aunque se dé aires de gran señor. Su mayor dedicación es a la cacería junto a un entorno de personajes poco recomendables. Su mano derecha es Primitivo, el mayordomo de la finca; en el fondo, es el que gobierna y decide. Gestiona los negocios del amo y se enriquece con ellos por medio de la usura. Atemoriza a todos los trabajadores, incluso a su jefe, que aparenta ignorar sus tejemanejes. En sus transacciones le sablea; por lo que es el que más se beneficia de todo cuanto compra, vende o presta. Primitivo tiene una hija, Sabela, que es la cocinera, criada y amante de Don Pedro, con quien ha tenido un hijo, Perucho de unos cinco años. 

Perucho

Es un inteligente pequeño salvaje que crece desatendido. Este descontrol de todo tipo, pero sobre todo el amancebamiento de Don Pedro y Sabela hace que Julián sienta que su honra de sacerdote se va a poner en cuestión si sigue consintiendo que se viva en esta situación tan desordenada desde el punto de vista moral; por lo que, pronto, parece decidir marcharse de los Pazos. Pero su talante pusilánime, que le hace incapaz de tomar decisiones que puedan alterar la situación, le incita a encontrar alguna excusa para evitar un enfrentamiento. Cuando iba a despedirse del Marqués, presencia una escena de celos entre D. Pedro y Sabela. La chica había estado bailando con un gaitero en Cebre, El Gallo, y su amo no se lo permite. El cura ve en esta situación una oportunidad para cambiar las cosas; aconseja a D. Pedro que despida a la chica por su situación amoral de ser madre soltera; pero el Marqués le confiesa que, si eso hace, teme la respuesta de Primitivo. Como solución, Don Julián le aconseja que busque esposa entre sus primas casaderas de Santiago, a lo que el señor accede. Por este consejo, Primitivo ve en el capellán a un enemigo e intenta matarle. 

D. Julián y D. Pedro. Fotografía de la serie. 

Don Manuel Pardo de La Lage, tío de D. Pedro, es un noble arruinado de mucha apariencia. Recibe con agrado la visita del sobrino. Ve con buenos ojos que  quiera elegir esposa entre sus hijas. Son cuatro: Rita, bella y alegre, por la que D. Pedro muestra predilección; Manolita a quien su padre pretende casar con un rico hombre de Santiago; Marcelina (Nucha), la menos aparente pero muy responsable y amorosa, y Carmen, la menor, que se ha fijado en un estudiante de medicina que a su padre no le gusta. No obstante la predilección de D. Pedro, Julián le aconseja que se case con Nucha por su buen carácter y sus cualidades. También, porque parece que tiene a la vista una herencia de su madrina, que carece de herederos. 

Nucha y Don Pedro se casan en Santiago y se instalan por un tiempo en la casa del suegro con el que mantienen muchas discusiones, sobre todo políticas.  Pronto, el novio se siente segundón  en la casa por lo que se van a los Pazos. Se adelanta Julián con el fin de despedir a Primitivo y a Sabela, pero los encuentra muy cambiados. Primitivo le dice a D. Julián  que Sabela va a casarse con el gaitero de Cebre y se va a ir de la casa. El cura no se atreve a despedir a Primitivo porque considera que si se casa Sabela, se acaba el problema.

Regreso de la montería de Adelardo Covarsí.
Nucha llega embarazada. Don Pedro se ilusiona con la espera de un hijo varón de Nucha.  Pasa el tiempo y no llega el matrimonio de Sabela con el gaitero. Padre e hija continúan en la casa. Nucha, después de un parto difícil en el que casi pierde la vida, tiene una niña, Manolita. Don Pedro tiene una gran decepción y culpa a la debilidad de su mujer que haya sido así. Se distancia de ella que, durante largo tiempo, sigue muy débil. Vuelve a relacionarse con Sabela. Don Julián, que ve lo que pasa, centra su devoción en Nucha y en su niña. También, Perucho, al que cuidan tanto el cura como Nucha, disfruta jugando con la bebé. Un día Nucha, liga cabos y descubre que Perucho es hijo de su marido, sin que Don Julián lo desmienta. Eso enfurece a Nucha y prohíbe al niño que se acerque a su hija. Desde ese momento, la relación de Nucha con su marido se deteriora. Don Julián descubre Nucha sufre maltrato del marqués. Sabela y Primitivo vuelven a ser  los amos de la situación y Nucha está aterrorizada.

En el capítulo XXV, hay una incursión a los aspectos políticos que se respiran en esa época. La vida diaria es un terremoto político y familiar. Nucha no se siente segura; en el pazo no cuenta con más amistad que la del cura al que le pide ayuda para escapar de aquel infierno porque teme por su vida y la de su hija. Manolita es la heredera de Don Pedro pero está el bastardo Perucho. La conversación que mantienen, es oída por Perucho e informa a su abuelo, que le pide que también lo haga a D. Pedro. Este cree que el cura mantiene una relación secreta con su mujer y va furioso a la iglesia. Se encuentra por el camino con el cuerpo de Primitivo, tiroteado por el sicario de Barbacana. Llega a la sacristía y allí está Nucha hablando con el cura y da por hecho que le engaña con el sacerdote por lo que despide a Don Julián. Vuelve a Santiago; le  destinan a una aldea rural de Galicia. Años después sabe que Nucha ha muerto. Pasados diez años, el cura vuelve a los Pazos. Se acerca a la tumba de Nucha. En el cementerio aparecen Perucho y Manuela. Perucho está hecho un señorito, estudia en Lugo, Manolita por el contrario vive muy descuidada y asilvestrada en las montañas. Este fin es el principio de la segunda parte, 'La madre naturaleza'. 

Manuela y Perucho

En la segunda parte, los jóvenes adolescentes siguen queriéndose como cuando eran pequeños, pero ahora la estimación es de adultos y entra en juego la atracción sexual. Siguen corriendo y persiguiéndose pero ahora el reencuentro implica otras caricias y abrazos. Pronto llega D. Gregorio, la hermana de Dña. Marcelina, por la que profesaba un gran cariño desde niños, cariño que era mutuo, cariño que, con el tiempo va adquiriendo rango incestuoso. Viene, ahora,  con la finalidad de conocer a su hija, Manuela, y a rescatarla del pazo para casarse con ella. Habla del asunto con D. Pedro, al que le trae sin cuidado lo que haga su hija y pactan que se la lleve con ese fin. Pero el amor entre los dos jóvenes es cada vez es más grande y antes de la interferencia del tío, se prometen, para casarse. Entre tanto, Gregorio ha averiguado que los dos jóvenes son hermanos por parte de padre, elemento que juega a su favor para ganarse a Manuela, porque le advierte del hecho, cosa que la niña ignoraba, así como el niño. Manuela enferma de tristeza y de pesar por haber cometido pecado de incesto sin saberlo, y enferma. Gregorio pide a Julián que interfiera para convencer a la niña de lo bueno que puede ser aislarla de aquel entorno, casarse y marcharse con Gregorio como marido. Pero, los instintos naturalistas católico-cristianos de D. Julián dan un nuevo giro al relato convenciendo a Manuela para que, si no puede casarse con el que ella quiere, Perucho, no tiene porque hacerlo con Gregorio para salvar la situación. Su madre ya cometió una equivocación aceptando casarse con quien no quería y es importante que ella no caiga en el mismo error. Su consejo es que abandone el mundo y se despose con Dios en un convento, allí tendrá un amor infinito y para siempre. D. Julián se siente satisfecho cuando consigue el propósito. 'Lo que la naturaleza hierra enmienda la gracia' dice D. Julián.  

Los personajes

Vamos a resaltar los principales:

Julián Álvarez

Joven sacerdote recién salido del seminario. Tiene una visión del mundo encajada dentro de los principios cristianos y los mandatos de la iglesia, sin matices. Desea hacer el bien por encima de todo. Es enviado por el señor de La Lage, en Cebre, a los pazos de Ulloa para ayudar al marqués a organizar la hacienda. Allí, el día a día le trastoca su percepción y conocimiento del mundo. Se horroriza por ver el ambiente que se respira en el Pazo y por la actuación de todos sus miembros. El capellán tiene un aspecto físico que se corresponde con su manera de ser y su actuación. Lívido de cara "propio de las personas linfáticas" barbilampiño "sin pelos en la barba" y enjuto de cuerpo "con miembros delicados" según las  descripciones de la obra. Es débil, inseguro, frágil en estado puro. Es el que aconseja al marqués el matrimonio con su prima Nucha para que se distanciancie de la relación extramatrimonial que mantiene con Sabel, con la que ya ha tenido una criatura. Si hablamos de naturalismo, podríamos decir que su perfil tiene un naturalismo místico que se ha de enfrentar a otros antitéticos. Su manera de ver las situaciones y defender sus ideas, se ven menoscabadas y ninguneadas por los demás, solo con Dña. Marcelina, (Nucha) es capaz de tener conversaciones con él, entenderse e incluso sentir una comunión con ella que le lleva a un amor platónico, porque la ve más frágil y desvalida, todavía. Asimismo se acerca a Perucho por ser un niño pequeño al que desatienden. Finalmente es despedido por el cacique porque se le acusa, falsamente de que tiene una relación infiel con su esposa. Julián es el núcleo de la narración. Nos pasan todas las peripecias del relato por su mirada, se trata de un narrador inserto y partícipe de la propia historia, con un perfil psicológico muy complejo a partir de su aparente sencillez y liviandad.

D. Pedro Moscoso de Cabreira y Pardo de la Lage, Marqués de Ulloa 

Huérfano desde temprana edad y criado por familiares, es un hombre rudo, con momentos de cierta ternura pero con gran dosis de crueldad y capacidad de dar maltrato físico a quien se interponga en su camino en contra de sus intereses, sobre todo a las mujeres. Representa la decadencia de la clase aristocrática en estilo naturalista: Su concubinato con la criada Sabel, su incapacidad para  casarse con ella por la diferencia de clases que tienen, el no reconocer a su hijo ilegítimo Perucho, o a despreciar a su hija Manuela por no ser niño; la crueldad con que trata a Sabela, al apalearla cuando se entera de su relación con el gaitero;  el despecho hacia su mujer y el maltrato al que la somete por no haber cumplido sus expectativas de tener un hijo varón; su dedicación vacua, de no hacer nada, con una vida ociosa solo de cacería y reuniones insustanciales de francachela; abogar por el alcoholismo, por la arrogancia de una familia aristócrata en decadencia, por la violencia hacia los personajes de su entorno que representan una época de crisis económica, social y política del lugar y del país, lo convierten en un personaje maniqueo, sin apenas matices.

Primitivo 

Es el mayordomo de la casa y el que domina todos los secretos de la hacienda. El nombre lo califica. Pocos escrúpulos, ninguna sensibilidad, avaricia, ningún sentido a la lealtad con el amo que le teme por sus salidas violentas. Compañero de caza del cacique que tiene en las armas unas aliadas para defenderse a toda costa de lo que considere inoportuno a sus intereses. El respeto a la vida ajena es nulo si esa vida puede suponer un peligro para su estabilidad en el lugar. Es el padre de Sabel y el abuelo de Perucho. Ni él, ni su madre o su padre tienen sentido de lo que significa criar ni educar a un niño. Le dan vino hasta emborracharlo, va sucio, vestido con harapos, sin que eso les produzca ninguna incomodidad. Todo es soportado sin problemas por el marqués. El límite se produce durante las elecciones, después de sisar al dueño de forma escandalosa para avalar su candidatura como moderado a las Cortes de Madrid, hace que pierda los comicios por "pucherazo" en favor de los liberales. Esto enfurece al cacique y ordena que maten a Primitivo. 

Isabel 

Sabel es la cocinera y criada de la casa. Una mujer bella, atractiva, sensual, llena de vida,  con  cierto aire salvaje, intuitiva y de escasas  luces.  Está para satisfacer los mandatos de sus amos. Su vida gira entorno de la dominación machista. Además de los trabajos del hogar a los que se le destina con escasa eficacia por su parte, facilita la gratificación sexual a los varones de la familia de marqués. Es madre soltera de un niño que tiene por padre a D. Pedro sin que éste lo reconozca. Sabel carece del instinto maternal esperado de toda mujer; es decir, están ausentes las expresiones de cariño hacia el niño, la atención a sus necesidades físicas, la preocupación por los peligros exteriores, etc. Eso hace que el niño crezca como un cachorro, sin restricción alguna.   

Sabela con D. Padro

A la llegada de Julián, intenta seducirlo. Pretende con ello, si lo consigue, menguar las actividades referidas a la administración y control de los negocios familiares que viene a hacer el capellán  para un mejor conocimiento de la economía de la casa; porque ahora son ella y, sobre todo Primitivo, su padre, los únicos que conocen lo que hay.  Con ello, saquean las rentas familiares con impunidad. Julián rechaza sus insinuaciones y ella se siente humillada, porque lo más frecuente es lo contrario. La integridad de Julián es una muestra antitética de dos naturalismos opuestos. Las circunstancias de la sociedad han forzado esa mujer a una vida de prostitución y de pecado. Julián la reprende, pero Sabel no está en el mismo canon. Ella es una víctima de una sociedad antagónica a la mujer cuya inocencia y castidad se quiebra por la clase poderosa que está por encima y, a la vez, se la condena por otra parte de esa sociedad que no tiene en cuenta la indefensión de las mujeres. 

Dña. Marcelina Pardo

Es una de las cuatro hijas de D. Manuel Pardo de la Lage. Vive en Santiago de Compostela. Sus  hermanas Rita, Manolita y Carmen son más vistosas que ella pero Marcelina (Nucha) la preferida  de su padre es la más atenta y cariñosa. Son primas de D. Pedro. También viven en una situación aparente pero con escasos recursos reales. 

D. Pedro en casa de su tío con sus sobrinas

El marqués, influido por D. Julián, pide en matrimonio a Nucha aunque considera más atractiva a Rita. Las maneras de actuar de la chia es muy contenida. Primero, viven en Santiago, en casa de su padre, por consejo del capellán que quiere deshacerse de Primitivo y sobre todo de Sabel. Al tiempo, la situación en la familia de la muchacha resulta insostenible para el marqués porque allí no es el mismo que en su casa, la falta poder y discute con su suegro por temas políticos de aquella actualidad. Al poco, deciden irse; al llegar al pazo Nucha está embarazada y bastante frágil. Su marido le atiende pero muy a menudo se siente sola porque la caza ocupa largas jornadas, sino días a su marido está lejos de casa. Hace una buena amistad con D. Julián con el que mantiene largas conversaciones. Tiene una niña en un parto de gran dificultad y del que le cuesta mucho tiempo recuperarse;  le impide, incluso, amamantar a su niña. Poco a poco descubre la vuelta a la relación de la criada con el marqués, que Perucho es hijo de su marido. Eso la hunde de forma progresiva. Cada vez, el temor por su vida y la de su hija y la humillación, es mayor. Asimismo, aumenta el maltrato del marido por el desencanto sufrido al no haber tenido un niño como él esperaba, y su soledad infinita. 

Perucho 

Es el hijo de Sabel y bastardo de don Pedro, que aprecia pero no reconoce. Es un precioso niño  de unos cuatro o cinco años inteligente que sobrevive a pesar de las pocas atenciones que recibe adaptadas a sus necesidades, por lo pequeño que es. Es un buscavidas precoz. Roba huevos para venderlos, es capaz de hacer los favores que sean, por ganar  unos pocos céntimos, está al tanto de todo lo que ocurre, etc.Va sucio, descuidan su educación como persona, e incluso maltratan su salud al darle vino sin medida y reirse por ello cuando ven que cae embriagado. Solo se ve protegido por Nucha y por D. Julián que tienen compasión por el pequeño, además de verlo entrañable. Por su parte, Perucho tiene devoción por Manolita, la hija del jefe, con la que juega y protege cuando considera que es necesario. En cierta manera,  es una de las miradas más extensiva del relato, porque su presencia incide en todos los personajes.   

Don Gabriel Pardo 

Hermano de Marcelina. Tiene un papel muy secundario en la primera parte de la obra en la que se habla de él en muchas ocasiones, porque Nucha lo adora, pero aparece muy espaciadamente. Tiene protagonismo, por dar un giro que cambia el orden de la historia en la segunda parte, 'La madre naturaleza', al querer desposarse con su sobrina después de la muerte de su hermana. Pasados diez años, va a los pazos con ese fin y, tiene un éxito inicial,  porque D. Pedro le da permiso para que se despose con la niña, aunque ella no lo quiera, ¡no es cuestión de amor!. Además, tiene otro argumento a su favor que le apoya: descubre la fraternidad por parte padre,  entre Perucho y Manolita, lo que le ayuda a destrozar el noviazgo entre los chicos, a los que le hace saber su parentesco, que ellos ignoraban. A pesar de tenerlo todo a favor: No podía casarse con Perucho siendo casi hermanos,  porque va en contra de las leyes naturales y religiosas, pero tampoco iba a su favor hacerlo con quien no se ama. Como consecuencia, Gabriel se marcha desencantado por el fracaso de la operación que había urdido diciendo 'Naturaleza, te llaman madre, deberían llamarte madrastra'.   

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Entre otros personajes, de menor representación están:  El tuerto,  Cristobo,  Don Eugenio,  Ama del cura de Cebre,  Trampeta,  Señorito Limioso,  Don Víctor de la Formoseda, Baracana, Nemesio Angulo; Gaitero de Naya, el Gallo, Pepa,  Filomena, la Doncella etc.    

El espacio y el tiempo del relato 

La obra está situada en una zona rural de Galicia donde la nobleza de los pazos está cada vez más condicionada por las deudas y por la debilidad de su poder político y social. A pesar de que la familia Moscoso todavía es reconocida socialmente, tiene dificultades por subsistir. El dejar los negocios de compra y venta de los productos del campo y otras transacciones a manos de los sirvientes con despreocupación por parte de los propietarios les lleva a la ruina porque el robo y la usura siempre juega a favor de quien, con pocos escrúpulos, protagoniza el trabajo no controlado. 

El espacio exterior de la obra está poco delimitado desde el punto de vista de identificación realista del lugar concreto. Se remite más a espacios boscosos y rutas no detalladas. Aunque se nombran lugares como Santiago, Cebre, Boán, Catrodorna, Naya, Orense, Limioso, Portugal, Tuy, Galicia, Loiro, el río Miño, etc. En la segunda parte, se produce un deleite por la belleza exuberante de la naturaleza, con precisiones de frutos, flora o vegetación. También de algunos lugares emblemáticos como el de los castros.

Castro de Baroña (A Coruña)

El interior de los espacios domésticos resaltan la precariedad de lo que tienen y lo mal conservado que se mantiene por la falta de atención, limpieza, orden, etc. 

El tiempo tiene una delimitación aproximada, por los hechos que van ocurriendo, es aproximadamente de una década entre los años sesenta y setenta del siglo XIX. Corresponde a los años convulsos situados en el llamado Sexenio Democrático donde la sociedad quiere tener mayor control de su destino. La sociedad  ha tenido un cambio importante con revueltas políticas que han destronado a Isabel II en 1868 y se constituye la Primera República en dos fases, con la posterior restauración de la dinastía borbónica el 29 de diciembre de 1874, en un sistema de “turno de partidos" mediante las elecciones poco limpias ‘Pucherazo‘ y resultados electorales para ganar las elecciones oportunamente. También, aquí los caciques obligan a los electores a votarles. Se ve esta situación de turbulencia política y la impotencia e incapacidad del gobierno para frenar la violencia de venganza desatada por los partidarios de los caciques y la clase alta en el curso de su novela; tras la pérdida en la elección de Don Pedro Moscoso de Cabreira y Pardo de la Lage al ser propuesto como candidato conservador a diputado en Madrid por la región. A pesar de que es el favorito, pierde las elecciones. El propio Primitivo, que aparentemente lo avala, somete a los votantes a favor del candidato liberal, con lo que termina su aciaga vida de forma funesta. Se hace una crítica por igual a los caciques representantes de los conservadores representados  por Barbacana, que a los liberales de Trampeta. 

La primera novela termina después de una elipsis de diez años con la vuelta al pazo, de D. Julián. Casi nada se dice de ese momento, solo que Perucho ha crecido y viste como un señorito y Manolita, también crecida, va haraposa, descalza y poco aseada. Muestra de que, a pesar de los inconvenientes ocasionados por ser un hijo ilegítimo, eso con el tiempo se diluye y su padre natural le avala para ayudarle a conseguir un ascenso social, mayor que a la hija legítima que, por el hecho de ser mujer y no tener una madre que la haya podido acompañar en su crecimiento, por su muerte prematura, está sola y desamparada, con el consentimiento de todos. La segunda parte de la historia se desencadena en poco tiempo. Es preciosista al observar detalles de la naturaleza, con abundantes elementos léxicos de animales y plantas.  

Tanto en el espacio, como en el tiempo que se trata, el clero tiene un valor representativo de la sociedad en que se mueven, aunque tienen un sometimiento mutuo; hacen concesiones éticas y morales para compartir el espacio y la comodidad de los caciques en armonía y así, tener la posibilidad de ser respetados y beneficiarse de todas las manifestaciones sociales que se desarrollan en el entorno: Bodas, bautizos, celebraciones santorales, fiestas mayores, comilonas, etc. Julián, al llega de Cebre, recién salido del seminario y habiendo vivido solo con su madre, se escandaliza de ver muchas de las acciones de sus colegas porque no están en la medida moral que él tiene aprendida. No entiende cómo aceptan con naturalidad el trato que se le da a Perucho, o la poca importancia que se le concede a que D. Pedro sea el padre natural del niño, que siga teniendo a su madre como concubina, no se case con ella porque pertenece a otra clase social y todo se trate de la forma más natural, cuando la moral social lo critica, aunque dando la culpa a la baja ética de la mujer, sin más, y comentándolo todo en voz baja. En ideología, se parecen más: Julián es conservador como la de los demás clérigos que aparecen en la obra; el cura de Boán y el de Naya son carlistas y conservadores, pero contrasta con ellos, sobre todo con el abad de Ulloa, tanto en el físico como en su conducta. El abad de Ulloa entiende que la virtud debe regir para el sacerdocio, pero por ella "un clérigo no pierde ipso facto, los fueros de hombre, y el hombre debe oler a bravio desde una legua." (pig. 51) Este personaje había sido el capellán de Los Pazos antes de ser promovido; ocupaba  una habitación rústica y sucia en la casona que pasa a ser la de Julián. El abad no le tiene simpatía, a quien apoda 'Mariquita', por verlo afeminado, que gusta de la limpieza y bebe agua; la desconfianza es mutua: para Julián el abad bebe mucho, le gusta la caza y trabaja muy poco. Por tanto, ambos se evitan mutuamente. 

La película 


La serie de cuatro capítulos fue presentada por TVE1 en diciembre de 1985 con gran éxito de audiencia. Es una excelente adaptación de la obra literaria, por el guion, la selección de la escenografía y la actuación de los personajes que respiran de forma semejante a los ideados por Dña. Emilia. En relación con el guion, se siguen con mucho respeto y de forma muy fiel, cada uno de los pasos de las novelas. La escenografía es espectacular; se retoman riscos y vericuetos recogidos en las descripciones de las obra con la humedad y el brillo de las hojas en días de lluvia. Los actores y actrices también merecen ser reconocidos. D. Julián representado por José Luis Gómez es el sacerdote recién ordenado de aires compungidos y actuación con patología flemática, rostro lívido y ojos escrutadores que no aciertan a entender lo que en aquel entorno ocurre. Su actuación ayuda a ver la falta de canon, de ortodoxia al uso de todo cuanto pasa en el pazo y alrededores, que es explicado y juzgado por sus miradas y sus signos de sorpresa. Es lamentable que, en ocasiones, el cura sea censurado por ser considerado poco hombre y tener unas maneras demasiado femeninas o delicadas, cuando lo que hace es compensar en buena parte de la brutalidad que allí se concentra. Tiene como contrapunto a D. Pedro Moscoso (Omero Antonutti) que junto a Primitivo (Raúl Fraire) crean su alteridad en cuanto al carácter. Poco atentos, bárbaros, con poco respeto por las personas, dados a abusar de los más débiles, sobre todo si son mujeres, porque han de estar al albur de sus deseos y caprichos. D. Pedro se apoya en su mayordomo para resolver los asuntos sucios y el criado es el verdadero dueño de la hacienda por hacer los negocios a sus anchas y con poco control de los propietarios de las transacciones. Tienen una actuación expresiva y bien diseñada para cumplir el propósito que les guía. Sabel (Charo López) y Nucha (Victoria Abril) son las representaciones antitéticas de dos mujeres. Acomodada, obediente, acobardada, tímida e incapaz de tomar sus propias decisiones es Nucha. Pobre, rebelde, sometida a medias, Sabel. Con dos representaciones de actrices de reconocido prestigio, bien conocidas y con actuaciones también dignas de mención. En el caso de Victoria Abril con dos papeles: primero el de Nucha y luego el de su hija, que muestran la flexibilidad de la capacidad de Abril para tener actuaciones bien diferenciadas. Destaca por su actuación, también Perucho niño, Lucas Martín, por el desparpajo y naturalidad que muestra en una edad bien temprana. De menor papel, D. Manuel de Pardo de La Lage, interpretado por un espléndido Fernando Rey. El resto no queda desmerecidos, el conjunto de actores tienen una actuación muy digna. La película está sabiamente dirigida por Gonzalo Suárez, del que tenemos grata memoria por todo su historial como director y guionista. 

Gonzalo Suárez 
CAPÍTULO 1

Empieza con la llegada a los pazos D. Julián, recomendado por el Sr. de La Lage, su tío para administrar y ayudar a ordenar los bienes de D. Pedro. Su llegada tiene un talante esperpéntico tanto por la forma que lo hace en la burra en la que no está acostumbrado a montar, como porque bien pronto se ve el espíritu de los pazos y la desorientación del pobre cura que no sabe por dónde empezar a gestionar todo lo que se supone tiene encargado. También se ve bien pronto a Perucho, pequeño ángel con hechos de demoniete. Su llegada es acompañada de unos romances musicalizados en los que avanza la presentación del personaje. Pronto empieza a conocer a los miembros de la casa, rústicos y sin complejos. También, enseguida ve el descuido con que tratan al niño y la relación de concubinato de don Pedro con Sabela.  El abad ríe todas las gracias, que no tiene, al marqués. D. Julián intenta enderezar lo que le parece más necesario, como es que el marqués se busque compañera para casarse, y no siga en relación con la criada. Van a Santiago, a a casa su tío, el señor de La Lage, que tiene cuatro hijas casaderas para elegir una como esposa.    

CAPÍTULO 2

Después estar unos días en casa su tío, D. Manuel y tras una valoración de las características, cualidades y patrimonio de las chicas, elige a la prima por la que sentía menos atracción, según consejo de D. Julián, por ser la que considera más conveniente: Se desposa con Nucha. Después de pasar un tiempo en la casa del suegro, no se siente allí señor de su casa, por las discusiones que van surgiendo y vuelve con Nucha al pazo. Es una buena época en la que el marqués está atento a su mujer porque está embarazada y espera tener un heredero varón. También D. Julián está satisfecho de la gestión realizada porque ha casado al marqués y Primitivo le dice que su hija se va a casar con el gaitero de Cebre, El Gallo, con lo cual los problemas anteriores quedaban resueltos. El embarazo de Nucha es complicado y el parto más. Tiene una niña y ella queda muy débil. D. Pedro no puede resistir el no haber tenido un hijo varón y se aleja de su mujer que sigue sobreviviendo con grandes cuidados.  

CAPÍTULO 3

Después del parto, el marqué se aleja de su mujer y vuelve a relacionarse con Sabel. Al mismo tiempo, está en campaña electoral como diputado a Cortes en Madrid. Nucha se da cuenta de lo que pasa, está sola, su único amigo es el cura que le acompaña y puede hablar con él. A su vez, D. Julián tiene gran afecto a la pequeña, Manolita, también Perucho, con lo que los cuatro pasan muchas horas juntos. Empiezan a restaurar espacios del pazo; la capilla pronto está irreconocible. Atando cabos, Nucha también asocia la paternidad de Perucho con su marido. Es demasiado. Por otra parte, por las elecciones se agria la relación entre conservadores y liberales. Primitivo, aparentemente, gestiona las cuestiones  económicas  de los conservadores, entre los que está su jefe, pero juega a doble bando y ayuda los liberales, que finalmente ganan. Con todo lo que está pasando, Nucha teme por su vida y la de su hija porque nota que son un estorbo para los planes de Primitivo, su hija y su marido. Quiere escapar  del lugar e irse a la casa de su padre. Antes, D. Julián se va como había venido. Con un corazón compungido y pronto con la noticia de que Nucha había muerto. 

CAPÍTULO 4

Este capítulo se adapta la novela 'La madre naturaleza', segunda parte de 'Los pazos de Ulloa'. Han pasado diez años de los hechos anteriores. D. Gabriel, hermano de Nucha y tío de Manolita, ahora Manuela, llega al pazo. Su objetivo, casarse con su sobrina. Le expone sus planes a D. Pedro y él lo acepta. Empiezan a verse, aunque no se conocían. Ella es casi una niña que está acostumbrada al monte y es medio salvaje. Le presenta a D. Julián que, desde que volvió, va cada día a orar a la tumba de Dña. Marcelina. Gabriel le explica su propósito al marqués. El cura ve en Gabriel la oportunidad para apartar a la niña de Perucho, porque aunque Manolita no lo sabe, son medio hermanos y su cariño puede ser incestuoso y eso éticamente es inadmisible. Al marqués, aunque no le importan las relaciones incestuosas entre los niños, tampoco le parece mal que se vaya con Gabriel. Perucho empieza a sentirse celoso con la llegada de D. Gabriel, por lo que sospecha. La que está más ajena a todo es la propia Manolita. Entre ellos, no hay más que juegos románticos de primeros amores adolescentes. Les descubre D. Gabriel embelesados y se establece una pelea con Perucho en la que le descubre que esos amores no pueden continuar porque son medio hermanos. Les separan. Manolita queda muy traumatizada. D. Gabriel pide ayuda al capellán para que le acerque a la chica. La actuación del capellán le condiciona. Le habla para que se acerque a Dios y olvide el entorno. 'Lo que la Naturaleza hierra, enmienda la Gracia'. Manolita se mete en un convento.  

Sabel, finalmente, se había casado con el gaitero el Gallo. Sigue trabajando con el Marqués.    

Sugerencias didácticas 

I. Observar y comprender:  
  • Se recomienda conocer al autor, Emilia Pardo Bazán: su biografía y su obra literaria. 
  • Situar la obra en el momento histórico del Siglo XIX que se refleja  y en el movimiento literario que se inscribe. ¿Qué otros autores pertenecen a la misma época? Puede ser un proyecto conjunto en que se relacione historia, literatura, artes plásticas, música, etc. Pueden verse las características y las consecuencias que tuvo.
  • La lectura de las novelas propuestas pueden ser de interés para jóvenes de Bachillerato o estudiantes jóvenes o adultos de español como Lengua Extranjera de un nivel avanzado, porque pueden entender mejor a los personajes y valorar sus comportamientos.
  • La lectura de la obra literaria puede ser mejor comprendida si antes se han visto los resúmenes que se proponen, así como la película, que permitirán entender mejor los temas tratados en este drama: el comportamiento de los personajes y sus diferencias. 
  • Las novelas y la película permiten observar el marco histórico desde una la perspectiva crítica.
  • Es interesante atender al léxico que se emplea. Son formas de dicción de una zona geográfica? ¿Cuál? Busca algunas palabras que te hayan resultado distantes de la forma de decir actual o en tu zona lingüística. 
  • Se pueden observar las dificultades de los personajes de acuerdo con su situación económica, desde la perspectiva de género y de su clase social. 
  • La historia está explicada, ¿en 1ª, 2ª o 3ª persona gramatical? ¿Participa de la historia quién la narra o muestra lo que han vivido otros? ¿Quién da su punto de vista en el relato? ¿Hay un o una protagonista claro, y un antagonista? 
  • ¿Qué circunstancias rodean a D. Julián? ¿Evoluciona con el paso del tiempo? ¿Cómo es y se comporta? ¿Su personalidad se va transformando? ¿Tiene una actuación honesta? ¿Qué otros personajes hay? ¿Qué valores o defectos se les puede adjudicar? 
  • ¿Cómo actúa Dña. Marcelina? ¿Es un personaje libre o condicionado por las circunstancias? ¿Qué opinión te merece la actuación se Sabel? ¿Actúa libremente?  ¿Tiene los mismos condicionamientos que Dña. Marcelina?
  • ¿En la película tienen una buena caracterización cada uno de los personajes? 
  • ¿Cómo es y actúa D. Pedro? ¿En qué detalles nos fijamos para calificar su carácter, sus virtudes y sus defectos. ¿Pueden enumerarse? ¿Qué relación tiene con su familia? 
  • Destaca a otros personajes secundarios ¿Qué rasgos pueden ser significativos a su carácter? ¿Cómo se le podrían describir de forma sintética? ¿En la película tienen una buena representación?
II Relacionar y reflexionar.
  • ¿Es realista el comienzo de la historia? 
  • ¿En la vida real, se producen circunstancias sociales y personales similares a las que se explican?
  • ¿Qué juicio merecen los personajes de la historia?
  • ¿Y el protagonista?
  • ¿El final es lógico, de acuerdo al desarrollo de los hechos?
  • ¿Qué papel tiene la mujer a lo largo del relato? ¿Qué valoración social merece?
  • ¿Qué valoración ética tiene la obra?
  • ¿Qué conclusiones generales se pueden extraer?   
III Aplicar.

La presentación de la película servirá para motivar su visión y luego establecer un debate o fórum. Puede hacerse una breve alusión a:  
  • La dirección 
  • La interpretación
  • Los personajes
  • El espacio y el tiempo en que se presenta la ficción
  • La fotografía
  • La música.
  • Después de ver la película, pueden ser los espectadores quienes empiecen a opinar sobre lo que han visto.
  • Resumen de los elementos más importantes
  • ¿Qué es lo que más les ha impactado?
  • Importancia concedida a los aspectos estéticos: la imagen, la acción de los personajes.
  • ¿Qué papel juega la música en la película?
  • ¿Qué emociones suscita la historia?
  • ¿Qué valores se destacan?
  • ¿Qué se denuncia?
  • ¿Cómo se conectan a la película amor, humor y horror?
  • ¿Se presenta una situación lógica?
  • ¿Qué pretende mostrar la historia relatada?
  • ¿Te ha gustado?
  • ¿La historia es optimista o pesimista? 
IV Actividades específicas
  • Estos elementos sugieren una serie de actividades didácticas que permiten una mejor interpretación del mensaje. Pero, para proponer actividades específicas, estableceremos una cierta ordenación del proceso.
  • Visión de la película.
  • Interpretar el significado de algunas secuencias de la película.
  • Identificar de la época histórica que se relata.
  • Identificar del lugar geográfico en que se desarrollan los hechos.
  • Evaluar de los elementos éticos de la historia.
  • Elementos de la historia que invitan al desarrollo de la imaginación y la creatividad. ¿El espacio?  ¿El tiempo? ¿La actuación de los personajes?
  • ¿Qué aspectos de la historia motivan a una actuación emotiva de los personajes?
Para saber más