martes, 9 de mayo de 2023

EL CASTILLO DE CRISTAL (THE GLASS CASTLE) DIRIGIDA POR DESTIN DANIEL CRETTON ADAPTACIÓN DE LA NOVELA AUTOBIOGRÁFICA DE JEANNETTE WALLS

Nos acercamos a una autobiografía novelada valiente. El relato de Jeannette Walls nos permite ver cómo fue su infancia y adolescencia; y, a partir de lo que ella cuenta, acercarnos a la posible vida de otras vidas cercanas de nuestro entorno, puede que próximas en el espacio, pero extrañas y distantes en conocimiento,  a las que llegamos de forma superficial, aunque las califiquemos rápidamente y con contundencia. Son vidas de familias denominadas desestructuradas, disfuncionales, extravagantes, de las que encontramos un miembro a la puerta del supermercado, de la iglesia, en el metro, en la calle... Mendigando. O niñas y niños  para los que es fundamental las comidas y meriendas que se dan en la escuela para seguir viviendo. Caras difíciles de mirar y de verlas sin sonrojo en una organización social que en apariencia es antitética: estructurada, ordenada, respetuosa con los derechos de los miembros que la componen y sobre todo con los menores que viven en ese entorno. No se trata de un relato fantástico o imaginario que nos lleva a mundos virtuales que, después de haberlos tratado, al cerrar el libro o terminar la película, nos dejan impasibles porque solo se trata de una ficción de la que pasado el relato, termina la conmoción. La impresión que produce la historia que tenemos delante nos genera muchas dudas y, por lo tanto preguntas,  acerca de esta y de otras familias reales, porque la protagonista, Jeannette, que es la narradora, liberándose de la vergüenza que le supone ventilar su vida, cuenta su historia y la de su familia, ya de adulta, y hace una reflexión sobre los hechos y las situaciones vividas. Y, ha decidido explicar lo ocurrido, con mucha naturalidad, sin rencor ni agresividad; aunque anteriormente hubiera tenido no pocas preocupaciones. Cuenta las penurias de ella y de sus hermanos, de las que parecen rehacerse gracias a una gran capacidad de resiliencia. Jeannette y sus hermanos tienen un claro objetivo: superar la vida llevada y no volver a repetirla. Todos cuentan con la estima y el espíritu de colaboración mutuo, para ayudarse, para superarse y para ser capaces de sobrevivir lo más dignamente posible en ese entorno. Como antítesis aparente, cabe tener presente, también, que siempre han contado con el cariño del padre y de la madre. Cariño y estima que visto desde fuera sorprende en sus formas, por las actuaciones que tienen. 


Son aparentemente despreocupados de sus hijos 'lo que no mata hace fuerte' dice una y otra vez la madre para reconfortarles, ante un contratiempo en el que los niños van a pedir consuelo, comida o alivio del dolor, al sufrir alguna herida por accidente. Ambos, madre y padre quieren a los niños, a su manera; pero son espíritus irresponsables, sin sentido de compromiso con la familia que han creado y que, por ser pequeños, depende de ellos.      

En 'El castillo de cristal' (The glass castle, 2005) de Jeannette Walls,  ella es, al mismo tiempo, protagonista y narradora en primera persona de la historia que califica de verdadera. El conjunto familiar, núcleo del relato, está formado por Rex Walls, originario de Welch  (Virginia Occidental), que estuvo militando en el ejército del aire a los diecisiete años y Rosemary Smith de Arizona. Respectivamente, son padre y madre de Lori, tres años mayor que Jeannette, Brian, el chico, menor que ella; Charnele una niña que muere con nueve meses -la tristeza por su muerte inicia a su padre en el alcoholismo- y la más pequeña, Lili Ruth Maureen, cinco años menor que Brian. 

La historia se inicia en un presente de 1989, en la ciudad de Nueva York, con Jeannette adulta, establecida, casada y fuera del entorno de su infancia. Vive en Park Avenue. Va en taxi y, en un semáforo de East Village, ve a una mujer revolviendo las basuras para sustraer algún tesoro que pudiera estar allí enterrado. No lo puede creer, es su madre. No quiere que la vea. Luego se arrepiente por haberla ignorado.

Esto le hace hablar de lo que es Rose Mary, un espíritu libre que vive para el arte. Solo le preocupan los cuadros que desea crear, cuadros que nunca ha vendido ni nadie ha reconocido como obra artística. Vive junto a su padre, imaginativo, bondadoso, locuaz y que vive entre los extremos del afecto y el desafecto. Puede ser un padre y pareja amoroso y gentil o un mal genio lenguaraz, capaz de aporrear y destrozar todo lo que tenga delante. Siempre ha sido incapaz de mantener un empleo más allá de lo imprescindible para sobrevivir en un presente inmediato, a pesar de sus multihabilidades -puede arreglar cualquier cosa- y, a estas alturas de la vida, es un alcohólico sin remedio, lo que le ha empeorado mucho el carácter. Ahora, Rose M. y Rex viven en Nueva York, donde desde hace tiempo han ido a vivir anteriormente sus hijos. Son 'squatters', ocupas, de un edificio que se está cayendo y carece de servicios básicos. Antes, han dormido en la calle o se han trasladado de rincón en rincón, sin querer las ayudas de sus hijos, aunque el deseo de tenerlos cerca les haya llevado hasta la Gran Manzana. Pero, atención, es gente culta que sabe de arte, de técnica, con muchas habilidades y que lee muchísimo. Son asiduos de las bibliotecas por ofrecer, además de lecturas, lugar cálido o refrigerado, según las necesidades del tiempo. Es una pareja que no admite ninguna atadura que pueda acercarles a vivir como una estable y común clase media. 

Ya al comienzo, después de la presentación, se nos retrotrae a la primera infancia de Jeannette, cuando tiene tres años, en el sur de Arizona, EEUU y ante el primer incidente que recuerda: un incendio en su vestido que le quema el torso y le deja marcada con grandes cicatrices para siempre. Quemaduras causadas al cocinar unas salchichas, para saciar el hambre de la que su madre se desentiende, por priorizar la pintura que está creando. Le sigue el recuerdo de la estancia en el hospital para recuperarse, en el que es feliz porque puede comer tres veces al día y del que es raptada por su padre en entrada apoteósica y veloz huida, a pesar de la gravedad de las quemaduras, para eludir la factura que suponen las curas que han tenido que hacerle y las seis semanas que ha permanecido en el centro sanitario.     

A partir de este atropellado recuerdo del inicio, el relato transcurre a modo de 'road movie' a lo largo de las largas y desérticas carreteras americanas, subidos en viejos coches (Oldsmobile de 1956, Cadillac eldorado, etc.,  adquiridos a punto del desguace, que les servirán para viajar  y, muy a menudo, también de alojamiento. 

Circulan alejados de la mayoría de zonas pobladas, con pequeñas paradas de poco tiempo, que siempre se ven alteradas por la persecución de los acreedores y resueltas con inesperadas huidas, que nunca  se explican como tales, sino como una parte más de la aventura que están viviendo. Siguen, en sus recorridos, por los pueblos mineros de Nevada, el desierto de Arizona, Las Vegas, San Francisco, el desierto de Mojave, y el encuentro del árbol de Josué; las entradas en localidades como Midland en busca de las minas de yeso, donde se encuentran con coyotes, con el monstruo de Gila - un lagarto venenoso propio de la región- o con mismísimos demonios. Llegan a Blythe, en California, al  límite  con Arizona, a Battle Mountain, al norte de Nevada que parecía tener minas de oro, y  a la más frondosa California.  

Viven de forma alternativa, entre estancias al aire libre en medio de desierto, en casas abandonadas o con las abuelas, la Smith, madre de Rosemary, en Phoenix, Arizona, primero, en una gran mansión de la calle 3 Norte.  Para alucinación de los niños que no han visto nunca un espacio tan grande; aunque no se trate de un lugar lujoso, ni siquiera medianamente saludable. Se instalan con ilusión y consiguen durante un tiempo una vida estable y relativamente próspera, por una pequeña herencia de la abuela y con el trabajo su padre y de su madre al que acceden. Los niños son inscritos en una escuela pública donde son bien recibidos y reconocen que tienen una formación elevada para sus edades. Aquí tienen por primera vez a una revisión médica y comprueban que Lori ha de  graduarse la vista porque es miope. Llevar gafas es un inconveniente para los padres porque supone contrariar la naturaleza. Pero puede más la razón; la niña ve mucho mejor con los nuevos cristales. La abuela es una mujer creativa y poco convencional, pero poco a poco la vida en la ciudad les aburguesa por tener mayores comodidades y muchos momentos agradables, aunque no falten sobresaltos  Su permanencia en el lugar les permite asistir a la escuela pero la permanencia con la familia Smith es corta, sin tiempo para acostumbrarse, porque Rosemary termina por pelearse con su padre y con ello la estancia en Phoenix.

Meses más tarde, después de deambular por muchos caminos llegan a la casa de la familia de Rex en Welch, en el condado de McDowell, en Virgina Occidental, lugar que había tenido minas de carbón y todavía exhibía negrura por  doquier. La abuela Erma y el tío Stanley les reciben de forma adusta y con poca atención. Son unos personajes execrables. Rex tiene malos recuerdos del lugar. Se intuye que por haber recibido maltratos y abusos durante su infancia, de los que no quiere hablar. Siguen allí un tiempo aunque la permanencia es menos afortunada que la anterior por tener, también, mala acogida entre la gente del pueblo y de la escuela.  

Esa inestabilidad hace que la escolaridad de los niños deje mucho que desear al modo curricular habitual, pero, sorprendentemente, muy pronto aprenden a leer y escribir por las enseñanzas de sus padres; a conocer bonitas historias procedentes de libros tomados de las bibliotecas que encontraban por los lugares donde iban y a ver en la naturaleza una fuente de sabiduría que les enseñaba a discernir entre planetas, satélites, estrellas, el papel de las nubes,  del viento... y a convivir armoniosamente con todo ello a modo de ensoñación permanente. En vez de obsequios materiales a los que no pueden acceder, tienen el regalo de una estrella o planeta, por Navidad, elegidos por cada uno, que Rex otorga a cada hijo como un legado permanente del que le hace propietario: la estrella Betelgeuse a Lori, la de Rigel a Brian y Venus a Jeanette porque le deslumbra y elige el brillo del planeta. Al mismo tiempo, Rex está ensimismado en los utópicos planos de un castillo de cristal, de los que buscan el lugar idóneo para poder construirlo. Quimera que también comparten todos, y de la que la madre participa. 

Pero, a esos momentos creativos y llenos de sugerencias, les siguen otros en los que no dejan de enfadarse y discutir ásperamente entre ellos. Siempre están a caballo entre la ruptura y la emoción. En esa inestabilidad, Jeannette procura hacer de contrapunto; capaz de seguir sin fisuras a su padre, y de decirle, al mismo tiempo, cómo puede actuar para que todo vaya mejor. 

La historia salta de la infancia, a la mayoría de edad de todos los hermanos, que viven siempre en una situación magmática de supervivencia, a causa del patrón hippy maximalista de los padres. Se negaban a integrarse en una sociedad estructurada. No atendían a las necesidades de los pequeños relacionas con lo más perentorio, por lo que son los ellos los que les llaman la atención acerca de lo que precisan. El padre es un inconsciente fantasioso y poco a poco solo piensa en la bebida; parece ser que a causa del dolor que tuvo por la muerte de una hija cuando tenía nueve meses. Jeannette siente angustia por lo que ve de su padre y en una crisis,  siguiéndole el juego le pide de deje la bebida, cuando ella tiene diez años. Promesa que el padre incumple después de intentarlo, con un proceso de abstinencia lleno dramatismo, que parece supera.  

La situación familiar hace que los hermanos tengan una gran solidaridad y un deseo salir de las tragedias diarias que viven. Se prometen entre ellos que cada uno va a procurar por el bien de todos. Terminarán la escolaridad, ahorrarán algún dinero con los pequeños trabajos que puedan hacer para y, con lo poco que tengan, llegar en un autobús a Nueva York. El propósito es conseguir estar becados y seguir estudiando en la universidad. De acuerdo con la edad, primero será Lori, quien se escape, procurando no ser atrapada. Posteriormente, se irán los demás.

Jeannette, ya mayor y en Nueva York, termina una formación universitaria, licenciada en ciencias políticas, consigue un empleo como columnista de una revista de divulgación, popular y de chismorreos. Si bien no es su aspiración, con ella consigue la buena situación económica como había pretendido. Prometida con Éric, David en la película. El chico tiene todas las dificultades imaginables para adaptarse a una familia como la de Jeannette que lo menosprecia. Se producen situaciones de enfrentamientos por los modos de ver la realidad, sobre todo entre Jeannette y su padre, pero también con su novio. La chica tiene discusiones permanentes con su padre, al que le da un gran valor por lo inteligente y capaz que es y las muchas cosas que sabido hacer, pero es profundamente crítica por todos sus errores cometidos y los abismos a los que ha conducido a la familia. 

La obra se destaca por su estilo desgarrador y sincero, en el que Walls relata los hechos tal y como los vivió, sin adornos ni filtros. La autora describe de manera vívida los lugares en los que vivió y las personas que formaron parte de su vida, y lo hace de una forma que permite al lector visualizar con claridad cada escena. Además de ser una historia conmovedora y poderosa, "El castillo de cristal" también plantea preguntas profundas sobre la paternidad, el amor y la responsabilidad. La obra es una reflexión sobre cómo las decisiones de los padres pueden afectar profundamente la vida de sus hijos, y sobre cómo la resiliencia y la determinación pueden ayudar a superar situaciones difíciles. La autora logra transmitir de manera muy efectiva los sentimientos de dolor, tristeza, desesperación y, a veces, incluso de alegría que  pudo experimentar durante su difícil vida. Por tanto, "El castillo de cristal" es una obra imprescindible para quienes buscan una lectura emotiva y sincera, que los invite a reflexionar sobre los valores fundamentales de la vida. Es una lectura altamente recomendable para aquellos interesados en las historias de superación personal y en la capacidad de la humanidad para sobrevivir y prosperar en las circunstancias más difíciles. Walls ofrece una crítica a la sociedad y al sistema que a menudo fracasan en la protección a los niños más vulnerables.

La narrativa de Walls es desgarradora, pero también llena de esperanza y resiliencia. A través de su relato, la autora muestra el poder del amor y la determinación para superar las adversidades. "El Castillo de Cristal" es una obra conmovedora e impactante que invita a reflexionar sobre la importancia de la familia, la educación y la empatía hacia aquellos que han vivido experiencias difíciles en su infancia.

La versión final... Para leerla y verla. 

La película

La versión cinematográfica está tratada como un 'road movie' con alternancias entre el presente, un presente situado en 1989, y constantes flashbacks que retrotrae la memoria de Jeannette a diversas épocas de su infancia y adolescencia  reviviendo secuencias memorables de cada época, aunque tiene elipsis de aspectos tratados en la novela. Eso hace que el relato salte de un punto a otro con sorpresa para el espectador, sobre todo en las primeras ocasiones, luego vas acostumbrándote la película que dura 127 minutos. 


La historia representada no deja indiferente, porque el ver la situación de tres niñas y un niño pequeño con tanto desamparo produce un vértigo que nos mantiene con atención por saber cómo puede desarrollarse una situación tan extrema como en la que se mueven, elemento que no tiene las consecuencias que podamos imaginar. 

La interpretación del relato es magnífica en cada uno de los personajes, sin que esto quiera decir que acojamos las actuaciones de forma paciente cuando nos referimos al padre y a la madre porque no dejan de demostrar su  tremendo egoísmo y, sintiendo una gran emoción por la capacidad de resolver los niños lo que los adultos no hacen, de forma solidaria; cada uno en su medida y capacidad. Son niños que no se merecen los padres que tienen; con incapacidad de mostrar la más mínima responsabilidad como tales, en ningún momento. Curiosamente, eso no quiere decir que no quieran a su prole, más bien todo lo contrario, son muy cariñosos y muestran un gran ternura por los pequeños siempre que eso no se inmiscuya con sus intereses particulares, que están por encima de todo. La madre solo vive como la pintora reconocida que pretende ser y el padre solo desea tener una vida libre, pensar únicamente en el hoy, no tener ataduras y llenar su vida de alcohol; posiblemente por frustraciones no resueltas, que no logramos descubrir del todo. 

Es un relato que nos atrapa desde el principio por su agilidad en las secuencias, la acción que contienen y las sorpresas que nos ofrecen. 

La fotografía es magnífica tanto de los espacios al aire libre en los que se muestran las inmensas carreteras y desiertos norteamericanos, como los interiores imposibles en los que viven; pequeños, desconchados y llenos de desperdicios recogidos en los más diversos estercoleros. Curiosamente, en esa situación de profundo desorden y suciedad no faltan nunca abundantes libros que lee toda la familia y las muestras de ternura de padres a hijos,  entre la pareja y de los hijos entre ellos. 


Podemos ver a continuación un magnífico análisis comparado entre la novela y la película 
de  Elizabeth Peñaloza desde México y en Página 42. 

La canción de la película 

La autora  

Es escritora y periodista nacida en Phoenix en EEUU (1960), alcanzó la fama con su trabajo en el mundo las revistas del corazón. Se graduó en el Barnard College y reside en Virginia junto a su marido. Walls ha ejercido como periodista en medios como Esquire, el New York Times o USA Today, colaborando también en programas televisivos como The Today Show o PrimeTime.

The Glass Castle  (El castillo de cristal)  en 2005  le supuso un gran éxito, en Estados Unidos y en los otros veinte países donde se publicó. Desde entonces se dedica, en exclusiva, a la escritura literaria. Ha publicado posteriormente Half broke horses: a true-life novel (Caballos salvajes) en 2009 , basado en la vida de su abuela,  The Silver Star. (La estrella de plata) en el 2013 y Hang the Moon en 2023. 

Jeannette Walls en 2009 Texas Book Festival in Austin, Texas, United States.

En el documental que sigue podemos ver la base real de la historia que presenta Jeannette Walls y la buena representación física hecha de todos los actores que intervienen en el relato biográfico.  

Banda sonora de la película 

Puede verse la película en plataforma de Rakuten 

Sugerencias didácticas 

Como podemos deducir por las características de la obra literaria y de su representación cinematográfica,‘The Glass Castle (El castillo de cristal)’ tiene un amplio recorrido de aprendizajes: geográficos, históricos, culturales, éticos, literarios, musicales, además de ser una lección de cine y de interpretación.

Si puede seguirse la obra en inglés en la lectura o la audición de los diálogos de la película, se añade un interés por la lengua. Por lo tanto, recomendamos hacer ese esfuerzo añadido, con apoyo de subtítulos, diccionario, etc. Algunas sugerencias de observación:

Antes de nada, es interesante acercarse a la autora y conocer su biografía, por la importancia que tiene su personalidad en relación con el desarrollo de la obra. Quién fue, dónde nació y vivió, qué hizo durante su vida, etc.

Se recomienda la lectura de la novela antes que ver la película para luego poder comprobar las diferencias entre lo que imaginábamos de cada situación y cómo se  representó. 

También se pueden comparar, una vez leída la novela y vista la película, la relación entre ambos textos y discursos.  

  • ¿Qué diferencias se perciben?
  • ¿Tienen el mismo punto de vista el autor y el director? 
  • ¿Qué mensajes ofrecen?
  • ¿Quién es el personaje principal, el o la protagonista del relato? Cómo se llama, qué situación familiar y social tiene. Dónde vive. Cómo viste. Cómo se le puede describir físicamente y por su forma de comportarse. ¿Cómo se calificaría su comportamiento?
  • ¿Con qué otros personajes se relaciona en situación de igualdad, de superioridad, de inferioridad?
  • Detallar el nombre y las características de cada uno de los personajes que desarrollan el argumento. ¿Qué opinión merece su comportamiento ético?
  • ¿Se comportan igual los hombres y las mujeres de la historia? En que se igualan, en qué se diferencian.
  • ¿Qué papel distintivo tiene Jeannette  entre los demás personajes de la obra?.

Acercarse a las características de los años sesenta, setenta y ochenta  en EEUU..

¿Qué tema es el más destacado de la historia?.

¿Se dan en la actualidad situaciones comparables y puntos de vista o maneras pretender resolverlas parecidas?

¿Qué otros temas van apareciendo que tengan importancia? 

La música tiene un papel fundamental en el desarrollo del relato. ¿Qué obras suenan? ¿A qué género pertenecen? ¿Quiénes son los autores? 

¿Cómo puede resumirse la historia en pocas palabras?

La presentación de la película servirá para motivar su visión. Puede hacerse una breve alusión a:

  • la dirección
  • el guion
  • la interpretación de los personajes 
  • la relación entre los personajes de la novela y los de la película
  • el espacio y el tiempo en el que se presenta la ficción
  • la fotografía
  • la música

Después de ver el film, pueden ser los propios espectadores quienes empiecen a opinar sobre lo que han visto.

Resumen de los elementos más importantes.
  • ¿Qué es lo que más les ha impactado?
  • Importancia concedida a los aspectos estéticos: la imagen, la acción de los personajes.
  • ¿Qué papel juega la música en la película?
  • ¿Qué valores se destacan?
  • ¿Qué se denuncia?
  • ¿Cómo se conectan en la película amor, humor y horror?
Los temas que pueden tratarse por este procedimiento son tan numerosos como se les ocurra de acuerdo a los objetivos educativos circunstanciales que se pretendan y a las características y nivel de conocimiento cultural y de la lengua de los propios destinatarios.