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martes, 9 de mayo de 2023

EL CASTILLO DE CRISTAL (THE GLASS CASTLE) DIRIGIDA POR DESTIN DANIEL CRETTON ADAPTACIÓN DE LA NOVELA AUTOBIOGRÁFICA DE JEANNETTE WALLS

Nos acercamos a una autobiografía novelada valiente. El relato de Jeannette Walls nos permite ver cómo fue su infancia y adolescencia; y, a partir de lo que ella cuenta, acercarnos a la posible vida de otras vidas cercanas de nuestro entorno, puede que próximas en el espacio, pero extrañas y distantes en conocimiento,  a las que llegamos de forma superficial, aunque las califiquemos rápidamente y con contundencia. Son vidas de familias denominadas desestructuradas, disfuncionales, extravagantes, de las que encontramos un miembro a la puerta del supermercado, de la iglesia, en el metro, en la calle... Mendigando. O niñas y niños  para los que es fundamental las comidas y meriendas que se dan en la escuela para seguir viviendo. Caras difíciles de mirar y de verlas sin sonrojo en una organización social que en apariencia es antitética: estructurada, ordenada, respetuosa con los derechos de los miembros que la componen y sobre todo con los menores que viven en ese entorno. No se trata de un relato fantástico o imaginario que nos lleva a mundos virtuales que, después de haberlos tratado, al cerrar el libro o terminar la película, nos dejan impasibles porque solo se trata de una ficción de la que pasado el relato, termina la conmoción. La impresión que produce la historia que tenemos delante nos genera muchas dudas y, por lo tanto preguntas,  acerca de esta y de otras familias reales, porque la protagonista, Jeannette, que es la narradora, liberándose de la vergüenza que le supone ventilar su vida, cuenta su historia y la de su familia, ya de adulta, y hace una reflexión sobre los hechos y las situaciones vividas. Y, ha decidido explicar lo ocurrido, con mucha naturalidad, sin rencor ni agresividad; aunque anteriormente hubiera tenido no pocas preocupaciones. Cuenta las penurias de ella y de sus hermanos, de las que parecen rehacerse gracias a una gran capacidad de resiliencia. Jeannette y sus hermanos tienen un claro objetivo: superar la vida llevada y no volver a repetirla. Todos cuentan con la estima y el espíritu de colaboración mutuo, para ayudarse, para superarse y para ser capaces de sobrevivir lo más dignamente posible en ese entorno. Como antítesis aparente, cabe tener presente, también, que siempre han contado con el cariño del padre y de la madre. Cariño y estima que visto desde fuera sorprende en sus formas, por las actuaciones que tienen. 


Son aparentemente despreocupados de sus hijos 'lo que no mata hace fuerte' dice una y otra vez la madre para reconfortarles, ante un contratiempo en el que los niños van a pedir consuelo, comida o alivio del dolor, al sufrir alguna herida por accidente. Ambos, madre y padre quieren a los niños, a su manera; pero son espíritus irresponsables, sin sentido de compromiso con la familia que han creado y que, por ser pequeños, depende de ellos.      

En 'El castillo de cristal' (The glass castle, 2005) de Jeannette Walls,  ella es, al mismo tiempo, protagonista y narradora en primera persona de la historia que califica de verdadera. El conjunto familiar, núcleo del relato, está formado por Rex Walls, originario de Welch  (Virginia Occidental), que estuvo militando en el ejército del aire a los diecisiete años y Rosemary Smith de Arizona. Respectivamente, son padre y madre de Lori, tres años mayor que Jeannette, Brian, el chico, menor que ella; Charnele una niña que muere con nueve meses -la tristeza por su muerte inicia a su padre en el alcoholismo- y la más pequeña, Lili Ruth Maureen, cinco años menor que Brian. 

La historia se inicia en un presente de 1989, en la ciudad de Nueva York, con Jeannette adulta, establecida, casada y fuera del entorno de su infancia. Vive en Park Avenue. Va en taxi y, en un semáforo de East Village, ve a una mujer revolviendo las basuras para sustraer algún tesoro que pudiera estar allí enterrado. No lo puede creer, es su madre. No quiere que la vea. Luego se arrepiente por haberla ignorado.

Esto le hace hablar de lo que es Rose Mary, un espíritu libre que vive para el arte. Solo le preocupan los cuadros que desea crear, cuadros que nunca ha vendido ni nadie ha reconocido como obra artística. Vive junto a su padre, imaginativo, bondadoso, locuaz y que vive entre los extremos del afecto y el desafecto. Puede ser un padre y pareja amoroso y gentil o un mal genio lenguaraz, capaz de aporrear y destrozar todo lo que tenga delante. Siempre ha sido incapaz de mantener un empleo más allá de lo imprescindible para sobrevivir en un presente inmediato, a pesar de sus multihabilidades -puede arreglar cualquier cosa- y, a estas alturas de la vida, es un alcohólico sin remedio, lo que le ha empeorado mucho el carácter. Ahora, Rose M. y Rex viven en Nueva York, donde desde hace tiempo han ido a vivir anteriormente sus hijos. Son 'squatters', ocupas, de un edificio que se está cayendo y carece de servicios básicos. Antes, han dormido en la calle o se han trasladado de rincón en rincón, sin querer las ayudas de sus hijos, aunque el deseo de tenerlos cerca les haya llevado hasta la Gran Manzana. Pero, atención, es gente culta que sabe de arte, de técnica, con muchas habilidades y que lee muchísimo. Son asiduos de las bibliotecas por ofrecer, además de lecturas, lugar cálido o refrigerado, según las necesidades del tiempo. Es una pareja que no admite ninguna atadura que pueda acercarles a vivir como una estable y común clase media. 

Ya al comienzo, después de la presentación, se nos retrotrae a la primera infancia de Jeannette, cuando tiene tres años, en el sur de Arizona, EEUU y ante el primer incidente que recuerda: un incendio en su vestido que le quema el torso y le deja marcada con grandes cicatrices para siempre. Quemaduras causadas al cocinar unas salchichas, para saciar el hambre de la que su madre se desentiende, por priorizar la pintura que está creando. Le sigue el recuerdo de la estancia en el hospital para recuperarse, en el que es feliz porque puede comer tres veces al día y del que es raptada por su padre en entrada apoteósica y veloz huida, a pesar de la gravedad de las quemaduras, para eludir la factura que suponen las curas que han tenido que hacerle y las seis semanas que ha permanecido en el centro sanitario.     

A partir de este atropellado recuerdo del inicio, el relato transcurre a modo de 'road movie' a lo largo de las largas y desérticas carreteras americanas, subidos en viejos coches (Oldsmobile de 1956, Cadillac eldorado, etc.,  adquiridos a punto del desguace, que les servirán para viajar  y, muy a menudo, también de alojamiento. 

Circulan alejados de la mayoría de zonas pobladas, con pequeñas paradas de poco tiempo, que siempre se ven alteradas por la persecución de los acreedores y resueltas con inesperadas huidas, que nunca  se explican como tales, sino como una parte más de la aventura que están viviendo. Siguen, en sus recorridos, por los pueblos mineros de Nevada, el desierto de Arizona, Las Vegas, San Francisco, el desierto de Mojave, y el encuentro del árbol de Josué; las entradas en localidades como Midland en busca de las minas de yeso, donde se encuentran con coyotes, con el monstruo de Gila - un lagarto venenoso propio de la región- o con mismísimos demonios. Llegan a Blythe, en California, al  límite  con Arizona, a Battle Mountain, al norte de Nevada que parecía tener minas de oro, y  a la más frondosa California.  

Viven de forma alternativa, entre estancias al aire libre en medio de desierto, en casas abandonadas o con las abuelas, la Smith, madre de Rosemary, en Phoenix, Arizona, primero, en una gran mansión de la calle 3 Norte.  Para alucinación de los niños que no han visto nunca un espacio tan grande; aunque no se trate de un lugar lujoso, ni siquiera medianamente saludable. Se instalan con ilusión y consiguen durante un tiempo una vida estable y relativamente próspera, por una pequeña herencia de la abuela y con el trabajo su padre y de su madre al que acceden. Los niños son inscritos en una escuela pública donde son bien recibidos y reconocen que tienen una formación elevada para sus edades. Aquí tienen por primera vez a una revisión médica y comprueban que Lori ha de  graduarse la vista porque es miope. Llevar gafas es un inconveniente para los padres porque supone contrariar la naturaleza. Pero puede más la razón; la niña ve mucho mejor con los nuevos cristales. La abuela es una mujer creativa y poco convencional, pero poco a poco la vida en la ciudad les aburguesa por tener mayores comodidades y muchos momentos agradables, aunque no falten sobresaltos  Su permanencia en el lugar les permite asistir a la escuela pero la permanencia con la familia Smith es corta, sin tiempo para acostumbrarse, porque Rosemary termina por pelearse con su padre y con ello la estancia en Phoenix.

Meses más tarde, después de deambular por muchos caminos llegan a la casa de la familia de Rex en Welch, en el condado de McDowell, en Virgina Occidental, lugar que había tenido minas de carbón y todavía exhibía negrura por  doquier. La abuela Erma y el tío Stanley les reciben de forma adusta y con poca atención. Son unos personajes execrables. Rex tiene malos recuerdos del lugar. Se intuye que por haber recibido maltratos y abusos durante su infancia, de los que no quiere hablar. Siguen allí un tiempo aunque la permanencia es menos afortunada que la anterior por tener, también, mala acogida entre la gente del pueblo y de la escuela.  

Esa inestabilidad hace que la escolaridad de los niños deje mucho que desear al modo curricular habitual, pero, sorprendentemente, muy pronto aprenden a leer y escribir por las enseñanzas de sus padres; a conocer bonitas historias procedentes de libros tomados de las bibliotecas que encontraban por los lugares donde iban y a ver en la naturaleza una fuente de sabiduría que les enseñaba a discernir entre planetas, satélites, estrellas, el papel de las nubes,  del viento... y a convivir armoniosamente con todo ello a modo de ensoñación permanente. En vez de obsequios materiales a los que no pueden acceder, tienen el regalo de una estrella o planeta, por Navidad, elegidos por cada uno, que Rex otorga a cada hijo como un legado permanente del que le hace propietario: la estrella Betelgeuse a Lori, la de Rigel a Brian y Venus a Jeanette porque le deslumbra y elige el brillo del planeta. Al mismo tiempo, Rex está ensimismado en los utópicos planos de un castillo de cristal, de los que buscan el lugar idóneo para poder construirlo. Quimera que también comparten todos, y de la que la madre participa. 

Pero, a esos momentos creativos y llenos de sugerencias, les siguen otros en los que no dejan de enfadarse y discutir ásperamente entre ellos. Siempre están a caballo entre la ruptura y la emoción. En esa inestabilidad, Jeannette procura hacer de contrapunto; capaz de seguir sin fisuras a su padre, y de decirle, al mismo tiempo, cómo puede actuar para que todo vaya mejor. 

La historia salta de la infancia, a la mayoría de edad de todos los hermanos, que viven siempre en una situación magmática de supervivencia, a causa del patrón hippy maximalista de los padres. Se negaban a integrarse en una sociedad estructurada. No atendían a las necesidades de los pequeños relacionas con lo más perentorio, por lo que son los ellos los que les llaman la atención acerca de lo que precisan. El padre es un inconsciente fantasioso y poco a poco solo piensa en la bebida; parece ser que a causa del dolor que tuvo por la muerte de una hija cuando tenía nueve meses. Jeannette siente angustia por lo que ve de su padre y en una crisis,  siguiéndole el juego le pide de deje la bebida, cuando ella tiene diez años. Promesa que el padre incumple después de intentarlo, con un proceso de abstinencia lleno dramatismo, que parece supera.  

La situación familiar hace que los hermanos tengan una gran solidaridad y un deseo salir de las tragedias diarias que viven. Se prometen entre ellos que cada uno va a procurar por el bien de todos. Terminarán la escolaridad, ahorrarán algún dinero con los pequeños trabajos que puedan hacer para y, con lo poco que tengan, llegar en un autobús a Nueva York. El propósito es conseguir estar becados y seguir estudiando en la universidad. De acuerdo con la edad, primero será Lori, quien se escape, procurando no ser atrapada. Posteriormente, se irán los demás.

Jeannette, ya mayor y en Nueva York, termina una formación universitaria, licenciada en ciencias políticas, consigue un empleo como columnista de una revista de divulgación, popular y de chismorreos. Si bien no es su aspiración, con ella consigue la buena situación económica como había pretendido. Prometida con Éric, David en la película. El chico tiene todas las dificultades imaginables para adaptarse a una familia como la de Jeannette que lo menosprecia. Se producen situaciones de enfrentamientos por los modos de ver la realidad, sobre todo entre Jeannette y su padre, pero también con su novio. La chica tiene discusiones permanentes con su padre, al que le da un gran valor por lo inteligente y capaz que es y las muchas cosas que sabido hacer, pero es profundamente crítica por todos sus errores cometidos y los abismos a los que ha conducido a la familia. 

La obra se destaca por su estilo desgarrador y sincero, en el que Walls relata los hechos tal y como los vivió, sin adornos ni filtros. La autora describe de manera vívida los lugares en los que vivió y las personas que formaron parte de su vida, y lo hace de una forma que permite al lector visualizar con claridad cada escena. Además de ser una historia conmovedora y poderosa, "El castillo de cristal" también plantea preguntas profundas sobre la paternidad, el amor y la responsabilidad. La obra es una reflexión sobre cómo las decisiones de los padres pueden afectar profundamente la vida de sus hijos, y sobre cómo la resiliencia y la determinación pueden ayudar a superar situaciones difíciles. La autora logra transmitir de manera muy efectiva los sentimientos de dolor, tristeza, desesperación y, a veces, incluso de alegría que  pudo experimentar durante su difícil vida. Por tanto, "El castillo de cristal" es una obra imprescindible para quienes buscan una lectura emotiva y sincera, que los invite a reflexionar sobre los valores fundamentales de la vida. Es una lectura altamente recomendable para aquellos interesados en las historias de superación personal y en la capacidad de la humanidad para sobrevivir y prosperar en las circunstancias más difíciles. Walls ofrece una crítica a la sociedad y al sistema que a menudo fracasan en la protección a los niños más vulnerables.

La narrativa de Walls es desgarradora, pero también llena de esperanza y resiliencia. A través de su relato, la autora muestra el poder del amor y la determinación para superar las adversidades. "El Castillo de Cristal" es una obra conmovedora e impactante que invita a reflexionar sobre la importancia de la familia, la educación y la empatía hacia aquellos que han vivido experiencias difíciles en su infancia.

La versión final... Para leerla y verla. 

La película

La versión cinematográfica está tratada como un 'road movie' con alternancias entre el presente, un presente situado en 1989, y constantes flashbacks que retrotrae la memoria de Jeannette a diversas épocas de su infancia y adolescencia  reviviendo secuencias memorables de cada época, aunque tiene elipsis de aspectos tratados en la novela. Eso hace que el relato salte de un punto a otro con sorpresa para el espectador, sobre todo en las primeras ocasiones, luego vas acostumbrándote la película que dura 127 minutos. 


La historia representada no deja indiferente, porque el ver la situación de tres niñas y un niño pequeño con tanto desamparo produce un vértigo que nos mantiene con atención por saber cómo puede desarrollarse una situación tan extrema como en la que se mueven, elemento que no tiene las consecuencias que podamos imaginar. 

La interpretación del relato es magnífica en cada uno de los personajes, sin que esto quiera decir que acojamos las actuaciones de forma paciente cuando nos referimos al padre y a la madre porque no dejan de demostrar su  tremendo egoísmo y, sintiendo una gran emoción por la capacidad de resolver los niños lo que los adultos no hacen, de forma solidaria; cada uno en su medida y capacidad. Son niños que no se merecen los padres que tienen; con incapacidad de mostrar la más mínima responsabilidad como tales, en ningún momento. Curiosamente, eso no quiere decir que no quieran a su prole, más bien todo lo contrario, son muy cariñosos y muestran un gran ternura por los pequeños siempre que eso no se inmiscuya con sus intereses particulares, que están por encima de todo. La madre solo vive como la pintora reconocida que pretende ser y el padre solo desea tener una vida libre, pensar únicamente en el hoy, no tener ataduras y llenar su vida de alcohol; posiblemente por frustraciones no resueltas, que no logramos descubrir del todo. 

Es un relato que nos atrapa desde el principio por su agilidad en las secuencias, la acción que contienen y las sorpresas que nos ofrecen. 

La fotografía es magnífica tanto de los espacios al aire libre en los que se muestran las inmensas carreteras y desiertos norteamericanos, como los interiores imposibles en los que viven; pequeños, desconchados y llenos de desperdicios recogidos en los más diversos estercoleros. Curiosamente, en esa situación de profundo desorden y suciedad no faltan nunca abundantes libros que lee toda la familia y las muestras de ternura de padres a hijos,  entre la pareja y de los hijos entre ellos. 


Podemos ver a continuación un magnífico análisis comparado entre la novela y la película 
de  Elizabeth Peñaloza desde México y en Página 42. 

La canción de la película 

La autora  

Es escritora y periodista nacida en Phoenix en EEUU (1960), alcanzó la fama con su trabajo en el mundo las revistas del corazón. Se graduó en el Barnard College y reside en Virginia junto a su marido. Walls ha ejercido como periodista en medios como Esquire, el New York Times o USA Today, colaborando también en programas televisivos como The Today Show o PrimeTime.

The Glass Castle  (El castillo de cristal)  en 2005  le supuso un gran éxito, en Estados Unidos y en los otros veinte países donde se publicó. Desde entonces se dedica, en exclusiva, a la escritura literaria. Ha publicado posteriormente Half broke horses: a true-life novel (Caballos salvajes) en 2009 , basado en la vida de su abuela,  The Silver Star. (La estrella de plata) en el 2013 y Hang the Moon en 2023. 

Jeannette Walls en 2009 Texas Book Festival in Austin, Texas, United States.

En el documental que sigue podemos ver la base real de la historia que presenta Jeannette Walls y la buena representación física hecha de todos los actores que intervienen en el relato biográfico.  

Banda sonora de la película 

Puede verse la película en plataforma de Rakuten 

Sugerencias didácticas 

Como podemos deducir por las características de la obra literaria y de su representación cinematográfica,‘The Glass Castle (El castillo de cristal)’ tiene un amplio recorrido de aprendizajes: geográficos, históricos, culturales, éticos, literarios, musicales, además de ser una lección de cine y de interpretación.

Si puede seguirse la obra en inglés en la lectura o la audición de los diálogos de la película, se añade un interés por la lengua. Por lo tanto, recomendamos hacer ese esfuerzo añadido, con apoyo de subtítulos, diccionario, etc. Algunas sugerencias de observación:

Antes de nada, es interesante acercarse a la autora y conocer su biografía, por la importancia que tiene su personalidad en relación con el desarrollo de la obra. Quién fue, dónde nació y vivió, qué hizo durante su vida, etc.

Se recomienda la lectura de la novela antes que ver la película para luego poder comprobar las diferencias entre lo que imaginábamos de cada situación y cómo se  representó. 

También se pueden comparar, una vez leída la novela y vista la película, la relación entre ambos textos y discursos.  

  • ¿Qué diferencias se perciben?
  • ¿Tienen el mismo punto de vista el autor y el director? 
  • ¿Qué mensajes ofrecen?
  • ¿Quién es el personaje principal, el o la protagonista del relato? Cómo se llama, qué situación familiar y social tiene. Dónde vive. Cómo viste. Cómo se le puede describir físicamente y por su forma de comportarse. ¿Cómo se calificaría su comportamiento?
  • ¿Con qué otros personajes se relaciona en situación de igualdad, de superioridad, de inferioridad?
  • Detallar el nombre y las características de cada uno de los personajes que desarrollan el argumento. ¿Qué opinión merece su comportamiento ético?
  • ¿Se comportan igual los hombres y las mujeres de la historia? En que se igualan, en qué se diferencian.
  • ¿Qué papel distintivo tiene Jeannette  entre los demás personajes de la obra?.

Acercarse a las características de los años sesenta, setenta y ochenta  en EEUU..

¿Qué tema es el más destacado de la historia?.

¿Se dan en la actualidad situaciones comparables y puntos de vista o maneras pretender resolverlas parecidas?

¿Qué otros temas van apareciendo que tengan importancia? 

La música tiene un papel fundamental en el desarrollo del relato. ¿Qué obras suenan? ¿A qué género pertenecen? ¿Quiénes son los autores? 

¿Cómo puede resumirse la historia en pocas palabras?

La presentación de la película servirá para motivar su visión. Puede hacerse una breve alusión a:

  • la dirección
  • el guion
  • la interpretación de los personajes 
  • la relación entre los personajes de la novela y los de la película
  • el espacio y el tiempo en el que se presenta la ficción
  • la fotografía
  • la música

Después de ver el film, pueden ser los propios espectadores quienes empiecen a opinar sobre lo que han visto.

Resumen de los elementos más importantes.
  • ¿Qué es lo que más les ha impactado?
  • Importancia concedida a los aspectos estéticos: la imagen, la acción de los personajes.
  • ¿Qué papel juega la música en la película?
  • ¿Qué valores se destacan?
  • ¿Qué se denuncia?
  • ¿Cómo se conectan en la película amor, humor y horror?
Los temas que pueden tratarse por este procedimiento son tan numerosos como se les ocurra de acuerdo a los objetivos educativos circunstanciales que se pretendan y a las características y nivel de conocimiento cultural y de la lengua de los propios destinatarios.

martes, 7 de marzo de 2023

EL ERIZO (LE HÉRISSON) DIRIGIDA POR MONA ACHACHE EN ADAPTACIÓN DE LA NOVELA L'ÉLÉGANCE DU HÉRISSON DE MURIEL BARBERY

Nos encontramos ante la historia de 'L'élégance du hérisson' (2006) que tiene como escenario la escalera de un palacete de ocho pisos en centro de París, en rue de Grenelle nº 7. Los hechos se desarrollan hacia el año 2004,  durante poco más o menos medio año. En el edificio habitan vecinos de clase media acomodada que son observados por la crítica la mirada de Paloma, de 12 años, que se autocalifica de inteligente, rica y como su hermana, hija de padres ricos. Su padre es diputado y ha sido ministro. Su madre, culta doctora en letras, pero con una vida anodina que su hija no soporta. Como tampoco soporta a su hermana Colombe ni el entorno que le rodea, tiene el firme propósito de suicidarse al cumplir los 13 años el 16 de junio, de forma poco cruenta y después de haber conseguido un gran reto: acumular la mayor cantidad de ideas profundas posibles y expresarlas a modo de pequeños poemas al estilo japonés: como un haykú (de tres versos) o un tanka (de cinco versos). 

Editorial: Seix Barral, 2007
Por otra parte está, también, el relato y testimonio de la portera de la finca que trabaja en en el edificio desde hace veintisiete años. Es la Sra. Renée Michel, tiene 54 años y nos ofrece su versión como co-narradora y personaje principal. Es una mujer que, desde su juventud, se siente fea y siempre con apariencia de ser mayor. Dejó el colegio a los 12 años para trabajar en casa y en el campo; se casó a los 16 con Luciene y enviudó en 1989, en el relato hace quince años; ahora vive con su gato León al que adora.  

Es una mujer culta, amante de las artes, gran lectora: lee a Tolstoi y escucha a Mozart, ama a Mahler . Es invisible para la mayoría de los inquilinos y se esfuerza por aparecer como inculta, antipática y lo más invisible posible. Solo cuenta con una amiga, Manuela, una portuguesa de Faro, casada con un expatriado portugués y madre de cuatro hijos franceses a los que no se les permite permite olvidar el origen de sus padres. La mujer hace la limpieza de casas ajenas. A pesar de tener una situación económica y social precaria, Renée la considera una gran dama. 


Un tercer personaje, Kakuro Ozu -Ozu en recuerdo y como homenaje al influyente director de cine japonés que  la señora Michel admira-  genera las capacidades de cambio de la actitud de los personajes y sus consecuencias. En este entorno y, con otros actores de acompañamiento, evoluciona el desarrollo de una historia que merece muchos atributos porque incita a la reflexión, la risa, la ironía, el sarcasmo, el afecto, la ternura... Escrita como de puntillas porque, con gran delicadeza, nos va llevando, sigilosamente, a los recovecos más íntimos de las personas y a sus contradicciones entre la realidad a la que pertenecen y la apariencia que tienen. 


La obra
Preciosa novela que no dejará de sorprendernos a cada página; con una narración en primera persona, de la niña, alternada con la de la portera, a modo de diario,  con escasos diálogos. Las reflexiones de Renée son las de una erudita que, como autodidacta, tiene incertidumbre porque duda de si lo entendido de las lecturas hechas, es lo adecuado. 


La trama, contiene un preámbulo y cuatro partes y apenas avanza -en apariencia-, porque carece de una acción externa significativa en la mayor parte del relato. El tiempo contenido  es de medio año, en el que los vecinos suben y bajan por las escaleras, bastante ensimismados, con pequeñas interrupciones de saludos, comentarios circunstanciales y observaciones sin sustancia. Muchos temas están relacionados con los perros y gatos de la finca, sirviendo eso de excusa para poner de manifiesto la psicología de los personajes que por ellas deambulan; resaltan por ser burdos, insensibles y poco atentos; las narradoras observan a esos vecinos con mirada crítica, lo que resalta la banalidad de los dichos que articulan y la frivolidad con que se manifiestan y actúan. Un ejemplo de crítica a lo que hacen, o dicen, está en la frase de Paloma  respecto al sentido que tienen los canes en una casa como aquella y la función que allí tienen:
    En la ciudad, son los perros los que llevan a los amos de paseo, aunque nadie parece comprender que el hecho de haber querido cargar voluntariamente con un perro al que hay que sacar a pasear dos veces al día, llueva, nieve o haga viento, equivale a pasarse uno mismo una correa a al cuello. (pág. 39)

Igualmente, Renée mira, observa y calla; pero no deja de pensar en cómo es y se siente ella y muchos como ella, frente a momentos trágicos o dolorosos de la vida y cómo la ven los ricos de su entorno. Ella siente, ella sufre. Pero para los vecinos de esa escalera y de otras de entornos sociológicos cercanos, a su clase  social no la valoran, o la ignoran, porque creen que son, actúan o sienten menos ante el dolor, el hambre o la muerte. Ella recuerda la pérdida de Lucien, su marido:

    Los ricos piensan que la gente modesta, quizá porque su vida está enrarecida, privada del oxígeno del dinero y el don de gentes, sienten las emociones humanas con una intensidad menor y una mayor indiferencia. Dado que éramos porteros, parecía darse por hecho que la muerte era para nosotros una evidencia en el curso de las cosas, mientras que, para ellos a los que la fortuna había sonreído, habría revestido el hábito de la injusticia y el drama. (pág. 44)

Cabe señalar la importancia discreta, pero efectiva, de su amiga Manuela Lopes -que hace servicios de limpieza a varios vecinos- como mediadora o auxiliar que impulsa los cambios que se producen en la señora Michel, dado que por sí misma hubiera sido incapaz de dar los saltos significativos que hace en el transcurso de la historia. No olvidemos que es una mujer autodidacta e insegura de lo que sabe, de lo que entiende, por si no lo ha aprendido bien; con buenos conocimientos pero sin querer darlos a entender porque en su rol como portera no le corresponde saber lo que ella sabe y su función puede quedar en entredicho. Para todo el mundo, es conocida como una mujer burda, antipática, de escasas luces y poco tolerante; además, tiene una presencia física y utiliza el atuendo que como servidumbre se le exige. 

Ella solo saluda o contesta con monosílabos, siempre ceñuda. Para la mayoría de los inquilinos es invisible.Recibe las órdenes correspondientes para resolver las cuestiones que le encomiendan. Muchas veces, ni siquiera le agradecen el servicio por parte de quien ha recibido el socorro. Aunque es una es un arca de sabiduría de literatura, de cine, de filosofía... Sólo lo intuye Paloma que la observa con especial atención y, a hurtadillas, percibe su grandeza interior y sus muchos conocimientos, a pesar de las apariencias. Dice de ella:
    La señora Michel tiene la elegancia del erizo: por fuera está cubierta de púas, una verdadera fortaleza, pero intuyo que, por dentro, tiene el mismo refinamiento sencillo de los erizos, que son animalillos falsamente indolentes, tremendamente solitarios y terriblemente elegantes. (Pág. 91)

Paloma es una muchacha solitaria que habla poco y piensa mucho. Con doce años y medio considera que su entorno es distante, mezquino y para ella insufrible. Cree que nadie la escucha, a nadie importa y, al igual que Renée disimula sus saberes. Es una niña superdotada que, sin esforzarse, saca unas notas brillantes, minusvaloradas por lo poco que le supone conseguirlas. Además, simula equivocarse para no destacar más de lo imprescindible. Tiene gran preferencia por la cultura oriental, aprende japonés y su propósito de coleccionar una serie de ideas profundas antes de morir. 
.'.. Soy muy inteligente. Excepcionalmente inteligente, incluso. No tengo más que compararme con los demás niños de mi edad para ver que nos separa un abismo.  Como no me apetece mucho llamar la atención, y en  una familia  en  la  que  la  inteligencia  se  considera  un  valor  supremo  a  una  niña superdotada no la dejarían nunca en paz, en el colegio trato de hacer menos de lo que podría, pero aun así siempre soy la primera en todo. Hay quien podría pensar que resulta fácil hacerse pasar por alguien con una inteligencia normal cuando, como yo, a los doce años se tiene el nivel de una universitaria de una facultad de dificultad superior. Pero ¡no, en absoluto! Hay que esforzarse mucho por parecer más tonto de lo que se es. Aunque, en cierta manera, este empeño no salva de morir de aburrimiento: todo el tiempo que no tengo que pasar aprendiendo y comprendiendo, lo empleo en utilizar el estilo, las respuestas, las formas de proceder, las preocupaciones y los pequeños errores  de  los  buenos  alumnos normales y corrientes. Leo todo lo que escribe Constance Boret, la segunda de la clase, en mates, lengua e historia, y así me entero de lo que tengo que hacer: en lengua, una serie de palabras coherentes y correctamente ortografiadas; en mates, la reproducción mecánica de operaciones desprovistas de sentido; y en historia, una sucesión de hechos ligados entre sí por conectores lógicos. Pero incluso si me comparo con los adultos, soy mucho más lista que la mayoría de ellos. Así son las cosas. No me siento especialmente orgullosa porque tampoco es que el mérito sea mío. Pero lo que está claro es que yo no pienso terminar en la pecera. He reflexionado mucho antes de tomar esta decisión. Incluso para una persona tan inteligente como yo, con  tanta  facilidad  para  los  estudios,  tan diferente de los demás y tan superior a la mayoría de la gente, mi vida ya está toda trazada, lo cual es tristísimo: nadie parece haber caído en la cuenta de que si la existencia es absurda, lograr en ella un éxito brillante no tiene más valor que fracasar por completo. Simplemente es más cómodo. O ni siquiera: creo que la lucidez hace  amargo el  éxito,  mientras  que  la  mediocridad  alberga  siempre alguna esperanza.' (Pág. 10)
Vista desde fuera, puede parecer una niña insoportable y, probablemente, resulte así para muchos que la traten, pero hay que ver que, también para ella, es insufrible sentirse tan distinta de los de su entorno; de manera que ni las palabras que dicen, ni los gestos o acciones que hacen, son comprensibles para su manera de entender el mundo.
    Mis compañeros de clase se colocan con pastillas de éxtasis como si fueran caramelos, y lo peor es que donde hay droga, hay sexo. [...] Es muy desalentador. Primero, porque yo creo que el sexo, como el amor, es algo sagrado,[...] Segundo, porque un adolescente que juega a dárselas de adulto no deja de ser un adolescente. (Pág, 124)
Se siente bien cuando el mediador Kakuro le pone en su sitio. El señor tiene la noticia de que la chica está aprendiendo japonés. Median unas palabras en el ascensor. Lo que dice Paloma tiene dificultades fonéticas, no es correcto para Kakuro. Éste en vez de reirle la gracia y alabar que hable un idioma tan distante y complejo, le corrige la dicción y le dice los errores con que pronuncia, lo que a la muchacha le inspira para mejorar. Señala la niña:
    Es la primera vez que conozco a alguien que se interesa por mi cuando me habla: [Kakuro] no espera aprobación o desacuerdo, me mira con una expresión como si estuviera diciendo '¿Quién eres?¿Quieres hablar conmigo? ¡Cuánto me gusta estar contigo!' (Pág. 108)
Paloma reflexiona sobre muchos temas de la vida cotidiana, con gran espontaneidad. Enjuicia la selección de música que en un momento dado elige y comenta por qué lo hace. 
    Por lo general, por las mañanas saco un ratito para escuchar música en mi cuarto. La música desempeña una función muy importante en mi vida. Es lo que me permite soportar... pues... todo lo que hay que soportar:mi hermana, mi madre, el colegio, Achille Grand-Fernet, etc.
    La música no es solo un placer para el oído como la gastronomía lo es para el paladar, o la pintura para los ojos. Si pongo música por la mañana tampoco es que la razón sea muy original: lo hago porque determina el tono del día. (Pág. 98)

Seguramente, sorprende que una chica de doce años sea tan consciente un hecho, por otra parte habitual. Seleccionamos música de acuerdo a la situación en la que nos encontramos, el estado de ánimo que tenemos y las circunstancias que nos rodean. La alegría, la tristeza, la preocupación o el deseo de fiesta nos ayudan a seleccionar, casi instintivamente, unos temas y ritmos, que nos parecen apropiados para acompañarnos en la ocasión en la que nos encontramos. 

A pesar de su juventud, Paloma observa su entorno de forma global y con gran madurez. Muestras hay muchas. Elegimos una que probablemente trata de un tema bien familiar. Va a ver a su abuela a una residencia de ancianos, muy lujosa, en la que su madre se alucina por la riqueza de la decoración y el sentido de confort que emana, de su apariencia. Para ella, ese aspecto visual, no tiene ningún sentido, solo entra en lo más hondo del significado del lugar, explicitando lo que es, realmente:

    Hoy hemos ido a Chatou a ver a la abuelita Josse, la madre de papá, que lleva dos semanas en una residencia de ancianos. Papá la acompañó cuando se instaló allí, y esta vez hemos ido todos juntos a verla. La abuelita ya no puede vivir sola en su caserón de Chatou: está casi ciega, tiene artrosis, ya casi no puede andar ni sostener nada en las manos y se asusta en cuanto se queda sola. Sus hijos (papá, mi tío François y mi tía Laure) intentaron solucionar el asunto con una enfermera privada, pero no podía quedarse con ella las veinticuatro horas del día; además, las amigas de la abuelita ya estaban ellas también en una residencia de ancianos, así que parecía una buena solución. La residencia de ancianos de la abuelita no es cualquier cosa. Me pregunto cuánto costará al mes un moridero de lujo como éste. La habitación de la abuelita es  grande y luminosa, con muebles bonitos, cortinas muy cucas, un saloncito contiguo y un cuarto de baño con una bañera de mármol. Mamá y Colombe se han extasiado al ver la bañera de mármol, como si para la abuelita tuviera el más mínimo interés que la bañera fuera de mármol cuando ella tiene los dedos de hormigón…Además, el mármol es feo. En cuanto a papá, no ha dicho gran cosa. Sé que se siente culpable de que su madre esté en una residencia de ancianos. «¿No pretenderás que se venga a vivir con nosotros?», dijo mamá cuando ambos creían que yo no los oía (pero yo lo oigo todo, sobre todo lo que se supone que no debo oír). «No, Solange, claro que no…», respondió papá con un tono que quería dar a entender: «Hago como si pensara lo contrario a la vez que digo "no, no" con aire cansado y resignado, en plan marido bueno que acepta lo que dice su mujer, para que quede patente que el bueno de la película soy yo.» Conozco muy bien ese típico tono de papá. Significa: «sé que soy un cobarde, pero que nadie se atreva a echármelo en cara». Por supuesto, ocurrió lo que tenía que ocurrir: «Mira que eres cobarde», dijo mamá, tirando con rabia un trapo en el fregadero. Es curioso, no falla, cuando está enfadada siempre tiene que tirar algo.
    Una vez tiró incluso a Constitución. «Te apetece tan poco como a mí», añadió, cogiendo el trapo y agitándolo ante las narices de papá. «De todas maneras, ya está hecho», concluyó papá, lo cual es una frase de cobarde elevada a la máxima potencia. 
    Yo sí que me alegro de que la abuelita no venga a vivir con nosotros. Aunque, en cuatrocientos metros cuadrados, no sería verdaderamente un problema. Y bueno, pienso que los viejos tienen derecho a un poco de respeto, al fin y al cabo. Y estar en una residencia de ancianos desde luego no es tenerles respeto. Cuando uno va a una residencia, quiere decir: «Estoy acabado/a, ya no soy nada, todo el mundo, yo incluido/a, no espera más que una cosa: la muerte, este triste final del tedio.»

No puede ser más dura con los adultos que le rodean, a pesar de que la abuela tampoco sea muy querida por ella, pero considera que el final de la vida que se proporciona a los mayores, de esa manera, es muy lamentable. Siguen sus reflexiones en ese sentido durante varias páginas, que son para analizarlas y comentarlas entre los lectores de la obra porque pueden dar lugar a un rico cambio de impresiones y opiniones.  

Paloma no deja de opinar acerca de todo lo que le rodea. Siempre relacionado con lo que ve o vive.  

    Hoy he ido con mamá a las rebajas de Saint-Honoré. Un infierno. Había cola delante de alguna tiendas. Y supongo que os imagináis qué tipo de tiendas hay en la calle Saint-Honoré (pág. 141)

No descuida la descripción de las tiendas de la zona más privilegiada de París, lo que venden, cómo es, sus elevados precios, la denominación de ciertas prendas. Todo digno de ser tenido en cuenta para intercambiar opiniones o puntos de vista respecto al significado de salir de compras, de las características de las tiendas,  etc., Podemos hacer la comparación entre lo que conocemos y lo que se muestran en la novela, para enriquecerse un poco más; además de comprender una realidad literaturizada,  y compararla con la propia. 

Algo parecido sucede con descripción que hace de la visita al psicoanalista ya da las razones por las que su madre le hace ir a verlo en consulta.    

    Hoy mamá me ha llevado a su psicoanalista. Motivo: me escondo. Esto e lo que me ha dicho mamá: 'Mi vida, sabes muy bien que a todos nos tiene locos que te escondas así. Pienso que sería buena idea que vinieras conmigo a hablar de ello con el doctor Theid, sobre todo después de lo que nos dijiste el otro día'.  (Pág. 133)
O, mientras observa la televisión, los interrogantes que se plantea ante las noticias de unos sucesos en la calle:
    Al ver las imágenes [en la tele] me he preguntado: '¿qué puede llevar a un joven a quemar un coche?, ¿Qué será que le pasa por la cabeza para llegar a hacer algo así? (Pág. 169)

A lo largo de la novela, hay infinidad de apostillas dedicadas a mostrar las opiniones de Renée y Paloma acerca de su entorno, de lo que hacen o dicen los vecinos,  de cómo se sienten al oírlo. En definitiva, del ambiente que les rodea y de ellas mismas. 

En los últimos capítulos de la obra se producen una serie de giros que hacen evolucionar significativamente el relato hasta el final catártico que acontece. La defunción del crítico gastronómico Pierre Arthens, con la venta del piso de la cuarta planta donde él y su familia vivían y la llegada del rico y delicado japonés Kakuro Ozu dan un vuelco a la historia porque Kakuro, un hombre con sensibilidad, es capaz de ver y resaltar las capacidades, cualidades y valores de Paloma y de Renée que hasta entonces habían permanecido ocultas, además de impulsar y generar la corriente de confianza y de amistad, entre ellas y con el japonés, que no habían podido conseguir aflorar en su entorno habitual, anteriormente. En esta situación, el nuevo vecino, culto, delicado, atento a detalles, no solo saluda, sino que poco a poco intimida con la portera y va descubriendo sus saberes de buena lectora, de amante del cine, de la música, del arte, de la filosofía; que ha asimilado y asimila muy bien todas sus lecturas, audiciones o visionados que han estado a su alcance; que tiene buena memoria, que es capaz de relacionar, comparar, distinguir y elegir lo que más le sugiere o apetece. Además, puede comprobar que ambos coinciden en los gustos y en la selección de los títulos preferidos. 

Hasta ahí, bien. Pero el japonés da un paso más; invita a la Sra. Michel, primero a cenar en su casa y posteriormente, le pide que le acompañe a un restaurante para celebrar juntos su cumpleaños. Esto ya supera las previsiones de Renée y es donde el impulso de su amiga Manuela cobra brío. Le procura vestidos adecuados, sesión de peluquería, cocina para el segundo evento unos exquisitos dulces para compartirlos con el anfitrión y ella, con mucha vergüenza, pero no exenta de ilusión, sigue los pasos que le dicta Manuela, que le orientan para triunfar en el difícil cometido de dar el salto de ser la 'cenicienta' a la reina del baile. Evidentemente, son inevitables las críticas de las 'madrastras' de la escalera. Todas aquellas vecinas insulsas respingadas y displicentes que siempre la han ninguneado y ven con estupor que ellas no son las elegidas y sí la más humilde de las sirvientas.      

Esta circunstancia ayuda visibilizar el valor de cada cual y propicia el optimismo de las dos mujeres, por lo que se modifican sus sentimientos más íntimos, tienen una nueva perspectiva de lo que son y aprenden a valorarse de una forma nueva, a tener sentido de sororidad, a sentirse queridas, a querer vivir. Sentimientos que hasta entonces habían sido imposibles de cosechar. La situación de Paloma es aparentemente otra, es una niña de doce años, rica frente a la precariedad de la portera, acompañada, frente a la soledad de Renée, pero todo eso es aparente. Ella se siente ninguneada, sola, sin nadie que oiga sus gritos silenciosos de demanda de auxilio. Ahora, como Renée, participa gozosa del cambio significativo de entorno que y encuentra esa amistad nueva que da a la adolescente un nuevo ímpetu y deseos de vivir, que tanta falta le hace. Aspecto que, como se dice al principio de la novela era vital para la muchacha que quería finalizar sus días al cumplir los trece años, el 16 de junio de ese año.  A pesar de este aparente final feliz que promete una vida próspera, las cosas no son tan fáciles y llega un imprevisto que tuercen los caminos, cuando empezaban a ser rectos...

El conjunto nos proporciona una radiografía de la sociedad actual, situada aquí en una escalera de una calle y de un edificio de París de clase media y acomodada, pero con una mirada universal; porque situaciones y personas como las que aparecen y se muestran,  pueden ser, también de otras geografías con pequeñas variaciones, en entornos semejantes. El conjunto del relato es un tratado filosófico para principiantes -principiantes por su aparente sencillez y accesibilidad- que permite entrar con facilidad y divertimento en entornos de gran profundidad psicológica, social, ética y estética. Tiene la gracia de ser un relato sin edad de destinatario porque, jóvenes y adultos, hombres o mujeres,  pueden sentirse identificados con lo que se cuenta, al verse representados en quien dice unas palabras correspondientes a un dictamen del entorno social; o bien, vea en ese espejo su propia imagen comentada, censurada, etc. 

El texto tiene un cuidado léxico y abundantes citas culturales, la mayoría en boca de Renée,  de literatura como: Flaubert, Balzac, Ronsard, Tolstoi. Obras como 'Ana Karenina', 'Guerra y Paz'. O de películas que dice amar,  como 'Muerte en  Venecia', 'El sabor del arroz con té verde', 'Las hermanas Munakata', 'Black Rain' o 'Blade Runner'. Citas a filósofos como Platón, Epicuro, Descartes, Spinoza, Kant, Hegel, Husserl, Freud, Darwin, entre otros; consideraciones a obras como el idealismo de Kant o a la fenomenología de Hegel.  Conversan, Renée con Kakuro  sobre pinturas de las Naturalezas muertas de Chardin, Pieter Claesz, Willem Claesz-Heda, Willem Kalk, Osias Beert. Miran una obra de Pieter Claesz. Comentan  sobre Miguel Ángel.  Señalan sus preferencia entre Vermeer o Caravaggio; entre  la pintura holandesa o la pintura flamenca. Señalan las congruencias entre una obra Rafael, Rubens, Hopper. etc., etc. También se citan nombres de plantas y flores... 

Aprovechando las cenas de Renée con Kakuro, nos enteramos del nombre de los contenidos de las bebidas y platos que saborean: sake, ramen, salsa de soja, zalu ramen (fideos fríos con salsa de cacahuete dulzona), raviolis, gyoza rellenos de cilantro, carne especiada, flan de azuki, té de jazmín, sushi, zanahoria dulce, sashimis, alosas, gobios, glotov (dulce alsaciano),  magdalenas, tartaletas al whisky, puding, tejas de almendras. 

Puede parecernos que, con este contenido, la novela puede abrumarnos, pero no. Podemos prescindir de los cultismos o de las citas de autoridad y seguir leyendo sin ninguna dificultad de comprensión, porque el conjunto ha sido escrito para acceder a múltiples lecturas, desde las más profundas, a las que solo pretenden hacernos sonreír, imaginar, observar a los personajes, su actuación y sus pensamientos. De todos o de los principales. Los secundarios, no los hemos tenido en cuenta sino sólo bajo la mirada de nuestras protagonistas, de los que ellas dicen mucho... y poco más.   

La autora 

Muriel Barbery 

Muriel Barbery nació en Casablanca (Marruecos) el 28 e mayo de 1969. Estudió en la Escuela Normal Superior de Fontenay-Saint-Cloud y Filosofía en la Escuela de Letras y Ciencias Humanas de Lyon y obtuvo su ‘agrégation’ en Filosofía en 1993. Profesora de Filosofía en la Universidad de Borgoña, en un instituto y en la escuela de profesores de Saint-Lô. Obtuvo una beca de residencia en Japón, para la Villa Kujoyama, en Kioto, ciudad en la que residió dos años 2008-2009 com becada. Luego siguió en Kioto hasta el año 2015, que volvió a Europa. Actualmente vive en Francia. 

Es autora de Rapsodia Gourmet (2000); Seix Barral, 2010), galardonada con el Premio Meilleur Livre de Littérature Gourmande, La elegancia del erizo (2006; Seix Barral, 2007), La vida de los elfos (Seix Barral, 2015) y Un país extraño (Seix Barral, 2019). Muriel Barbery se ha convertido en la revelación literaria en Francia. Su ternura y originalidad le han valido el Premio de los Libreros, el reconocimiento de la crítica y el cariño del público. 

La película 
Es el primer largometraje de Mona Achache. Estrenado el año 2009, adapta con ciertas libertades la novela de Muriel Barbery. La primera libertad es que a Paloma Josse (Garance Le Guillermic) le reduce en un año su edad. Aquí asegura que tiene once años. También, cambia el lugar de su casa, ahora  es la calle de Eugene Manuel número, 2,  más tarde Renée señala el número. En una ubicación cercana, al otro lado del río Sena


Indica asimismo, ya al inicio, que el destino de los adultos está muy configurada: Es la pecera, como signo de estar en un lugar encerrados, espacio pequeño, irrespirable y de aguas estancadas; lugar del que no pueden salir y al que ella no quiere ir. Determina que en 165 días, se piensa suicidar, pero como una heroína. Ha de dejar constancia de lo que ha hecho en la tierra. Su manera de hacerlo es grabar lo más relevante que vea para dar testimonio de la absurda vida que tienen. Por lo tanto, su diario escrito del libro, lo convierte en audiovisual. Con una cámara, sigue los hechos: toma imágenes, los va narrando y añade pequeñas apostillas dialogadas.  

El otro personaje  principal es Renée Michel (Josiane Balasko) portera adusta, con su gato León. La película capta muy bien el papel que se le ha otorgado a ella, en el relato escrito. A pesar de que la fealdad que confiesa, no es ni mucho menos la que puedas imaginar.  Ya desde el principio, Paloma descubre que Renée tiene un secreto, lee; y no cualquier cosa. Está leyendo 'L'Éloge de l'ombre' de Junichiro Tanizaki (1933). Un manifiesto sobre la estética japonesa.  

Paloma, en la grabación, tiene una crítica mirada hacia su madre, Solange (Anne Brochet) a la que se le oye hablar con las plantas, mientras ella denuncia en off, la debilidad que tiene por el psicoanálisis, por los ansiolíticos y por la bebida espumosa. También va descubriendo lo sola que se siente y el poco caso que le hacen los mayores: ni su padre (Wladimir Yordanoff), ocupado por sus negocios y rígido en sus comentarios, ni su madre, que no le escucha porque sólo se oye así misma,  ni su hermana Colombe (Sarah LePicard) a la que considera una imbécil, la tienen en consideración. 


Estas secuencias dan un rápido avance al film, porque pronto muere el vecino del cuarto Pierre Arthens, llega el mes de junio y la dinámica de la acción se activa con la llegada del nuevo inquilino que ocupará el piso Kakuro Ozu (Togo Igawa), hombre culto y delicado que, ya al ser presentado a la portera, se produce un giro que nos hace sospechar que el japonés tendrá un papel  decisivo como elemento dinámico. La señora que le acompaña alaba a la familia que le ha vendido el apartamento. Para disponer de otra información, el japonés le pregunta a Renée si los conocía. Ante la respuesta ambigua de la portera, la acompañante apostilla que era 'una familia feliz'. Renée concreta que 'todas las familias felices se parecen'. Frase que Ozu termina diciendo 'pero las que son desgraciadas, lo son cada una a su manera' que deja inquieta a Renée porque recuerda y comprueba que es entresacada de 'Anna Karenina' de León Tolstoi. 

La amiga de Renée Manuela Lopes (Ariane Ascaride) que ha sido contratada para la limpieza en el domicilio del japonés. Empiezan conversaciones y comentarios de acercamiento. Renée al conocer el nombre de los gatos que tiene Ozu, Lenin y Kitty, va hilando cabos. En otro momento, el señor se encuentra con Paloma en la portería; va a subir por las escaleras, corriendo. Le sugiere que lo haga con él en el ascensor que tiene una parada inoportuna, lo que facilita el primer encuentro y saludo, y las primeras palabras en japonés, porque Paloma estudia el idioma.  

Sigue la cotidianidad,  se resalta con elipsis lo emblemático que, en ocasiones, graba Paloma y otras son diálogos en directo. Casi sin sentir y de forma indirecta, van conociéndose Renée con Kakuro, con gran preocupación por parte de ella. A partir de aquí se precipita la acción de amistad, colmada de gran delicadeza e impulsada por la ayuda de Manuela (Ariane Ascaride) que atiende a todo aquello que a Renée le horroriza. No puede pasan desapercibidos por el espectador la estética de la casa de Ozu y sus detalles orientales, así como sus conversaciones sobre arte, música, cine... Todo excelente. 


Por parte de Paloma, la evolución está relacionada con su edad y la resolución de sus problemas. No olvidemos que viene de una situación muy crítica en la que ha decidido acabar con su vida por sentirse ninguneada. Ahora todo está cambiando. La escuchan y atienden,  Percibe que es querida, respetada, es alguien para unas personas que también merecen su respeto y admiración. Primero por Ozu, luego por Renée de la que descubre su gran secreto. Ahora, tiene amigos, así se puede vivir. No han cambiado las opiniones que tiene de su entorno cercano, aunque sí descubre la posición que ella tiene en la vida, de la que ahora espera más.  

La magnífica banda sonora presentada por Gabriel Yared pretende apuntar las secuencias inscritas en la película, sin destacar  por sí misma. El acompañamiento nos ubica sin hacerse notar. Más connotativas son las que se citan, como el 'Réquiem' de Mozart, muy bien contextualizado y dando magnificencia a una situación cotidiana, o Mahler para recordar Muerte en Venecia, etc. 



No vamos a cerrar el círculo explicando el final, pero sí señalaremos la importancia del clochard Gégère; personaje secundario sin apenas intervención, que vive a la puerta de la finca y  aparece en pocos momentos, pero decisivos. Para saber lo que pasa, nada mejor que leer la novela y ver la película. Feliz lectura de la novela y visionado de la película.          

Le Hérisson (El erizo) puede verse en la plataforma Filmin
   
 Sugerencias didácticas 

I. Observar y comprender:  

Si antes no se ha tenido en cuenta, se recomienda conocer a la autora: su biografía y su obra literaria. 

Es importante hacer una aproximación al momento histórico de la escritura de la obra. Siglo XXI en Francia, época cercan. ¿En qué época histórica se inscribe la obra? En un trabajo que puede ser un proyecto conjunto con la materia de historia, pueden verse las características más destacadas.

La lectura de la obra puede ser de interés para jóvenes de Bachillerato o estudiantes jóvenes o adultos de Francés como Lengua Extranjera de un nivel avanzado, porque pueden entender mejor a los personajes y valorar sus comportamientos.

El drama permite observar el marco histórico desde una la perspectiva crítica. Se pueden ver las características de los personajes, las diferencias según cultura, manera de entender el mundo,  estatus, etc.

¿Participa de la historia quién la narra o muestra lo que  viven otros? ¿Quién da su punto de vista en el relato? ¿Hay un protagonista claro,  un antagonista,  o más? 

¿Qué circunstancias rodean a Paloma, a Renée a Kakuro? ¿Evolucionan con el paso del tiempo? ¿Cómo es y se comporta cada uno? ¿Sus personalidades se van transformando? ¿Tienen una actuación honesta? ¿Qué otros personajes hay? ¿Qué valores o defectos se les puede adjudicar? 

¿Qué papel tienen las mujeres de la obra? ¿En qué detalles nos fijamos para calificar su carácter, sus virtudes y sus defectos. ¿Pueden enumerarse? ¿Qué relación tienen con otros personajes? 

¿En las versiones cinematográficas, tienen buena caracterización los personajes? 

Destaca otros personajes  ¿Qué rasgos pueden ser significativos a su carácter? ¿Cómo se le pueden describir de forma sintética? ¿En la película tienen una buena representación?

II Relacionar y reflexionar.

  • ¿Es realista el comienzo de la historia? 
  • ¿En la vida real, se producen circunstancias sociales y personales similares a las que se explican?
  • ¿Qué juicio merecen los personajes de la historia?
  • ¿El final es lógico, de acuerdo con desarrollo de los hechos?
  • ¿Qué papel tienen las mujeres a lo largo del relato? ¿Qué valoración social merecen?
  • ¿Qué valoración ética tiene la obra?
  • ¿Qué conclusiones generales se pueden extraer?      

III Aplicar.

La presentación de una versión cinematográfica servirá para motivar su visión y luego establecer un debate o fórum. Puede hacerse una breve alusión a: La dirección

  • La dirección 
  • La interpretación
  • Los personajes
  • El espacio y el tiempo en que se presenta la ficción
  • La fotografía
  • La música.

Después de ver la película, pueden ser los espectadores quienes empiecen a opinar sobre lo que han visto.

Resumen de los elementos más importantes

  • ¿Qué es lo que más les ha impactado?
  • Importancia concedida a los aspectos estéticos: la imagen, la acción de los personajes
  • ¿Qué papel juega la música en la película?
  • ¿Qué emociones suscita la historia?
  • ¿Qué valores se destacan?
  • ¿Qué se denuncia?
  • ¿Cómo se conectan a la película amor, humor y horror?
  • ¿Se presenta una situación lógica?
  • ¿Qué pretende mostrar la historia relatada?
  • ¿La historia es optimista o pesimista?

IV Actividades específicas

Estos elementos sugieren una serie de actividades didácticas que permiten una mejor interpretación del mensaje. Pero, para proponer actividades específicas, estableceremos una cierta ordenación del proceso.

  • Visión de la obra.
  • Interpretar el significado de algunas secuencias y comentar lo que resulte más impactante.
  • Identificar la época que se relata.
  • Identificar del lugar geográfico en que se desarrollan los hechos.
  • Evaluar de los elementos éticos de la historia.
  • Elementos de la historia que invitan al desarrollo de la imaginación y la creatividad. ¿El espacio?  ¿El tiempo? ¿La actuación de los personajes?
  • ¿Qué aspectos de la historia motivan a una actuación emotiva de los personajes?
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Para saber más