lunes, 4 de junio de 2012

ÚLTIMAS TARDES CON TERESA DE JUAN MARSÉ (VERSIÓN DE GONZALO HERRALDE)

                                                   
TV2 de Televisión Española proyectó hace unos días la película basada en la novela más emblemática de Juan Marsé Últimas tardes con Teresa y me apetece mucho presentarla, más como novela que por la película,  por tratarse de una obra con contenidos atractivos para adultos y jóvenes variados. Puede interesar por el tema amoroso, por las características de los personajes, por las imágenes  de la ciudad de Barcelona  contenidas, por el entorno social que presenta,  por la situación política evocada, por el placer de "ver" las descripciones de la novela... ¡Por tantas cosas!. 
La película como todas las adaptaciones de las obras de Marsé podríamos considerarla fallida. Cuenta con el desafecto total por parte del autor y su realización probablemente podría haber tenido más acierto, pero como documento de un espacio y de un tiempo, puede verse, sin dejar de leer la novela, por ser de  lectura  fácil y muy agradable. Luego, pueden hacerse comparaciones, para poder apreciar las diferencias, a favor del relato escrito.  


La historia se sitúa en una Barcelona de los años cincuenta. Tiene una duración interna de un año  y tres meses. Lo sitúa en las barracas del Carmel, ahora desaparecidas. Cuenta los avatares de Manolo Reyes, apodado el Pijoaparte con Teresa Serrat.  


En Flashback se presenta a un guapo muchacho nacido en Ronda, de dudoso origen "era el segundo hijo de una hermosa mujer que durante años fregó los suelos del palacio del Marqués de Salvatierra y que parió hijo siendo viuda... "
Una curiosa historia circulaba según la cual su madre había tenido amores, a poco de enviudar, con un joven melancólico inglés que fue huésped del Marqués de Salvatierra durante unos meses. El niño nació en la fecha prevista según el malicioso cálculo de las malas lenguas". Esta ambigüedad de filiación paterna facilita que sus compañeros de juego le llamen 'el inglé’ y provoque más de una pelea sangrienta propiciada por el propio Manolo que ante la incertidumbre, ha elegido ser hijo del propio Marqués. 
Palacio del Marqués de Salvatierra en Ronda (Málaga)
Llega a Barcelona entre los años cincuenta y sesenta un guapo muchacho,  huyendo de la miseria. Se instala en la vivienda de su cuñado en las barracas del barrio del Carmel. Manolo tiene el oficio de ladrón de motocicletas. Es un exponente de un tipo de  clase baja,  marginal, cuya mayor aspiración es conseguir prestigio social.  
Barraca de obra y uralita en Francisco Alegre, El Carmel. Barcelona, finales de los setenta. Autor desconocido. Archivo del Patronato Municipal de la Vivienda de Barcelona. 
Ya en el presente narrado del verano de 1957, la historia se sitúa en la noche de San Juan cuando el Pijoaparte sale del Carmelo (Carmel) y llega a los barrios de San Gervasio, con un flamante traje, y cuidadosamente peinado. 
Entra en un jardín donde se celebra una verbena. Conoce a Maruja, criada de la casa, a la que confunde  con la señora por lo que se procura una aventura con ella. Baila con la chica que también juega al incógnito; la cree una burguesita pero, en su continuada relación amorosa, descubre que es la criada de la familia Serrat, con gran sentido de frustración por su parte. Maruja se ha enamorado, pero Manolo no quiere tratos con "raspas" y sólo considera que esta relación es una aventura más, en la que se deja querer. Aun así, sigue saliendo con ella para atraer a la señorita Teresa. Maruja  explica a la hija de los Serrat, que se ha enamorado y le habla de su novio; ella es estudiante y activista en la Universidad de Barcelona de esos años.  

Por un accidente en el que se golpea la cabeza, Maruja tiene una conmoción cerebral y permanece hospitalizada durante los meses del verano. En su larga enfermedad, Teresa y Manolo coinciden en sus visitas al hospital. Teresa admira a Manolo porque interpreta equivocadamente las palabras de Maruja; imagina al chico como al revolucionario que se considera el ideal entre los estudiantes "progres" en la universidad –obrero comprometido, que lucha contra la dictadura y por unas mejoras sociales. Manolo, por su parte, sólo ve en Teresa a alguien a quien  seducir y se aprovecha de la confusión de la chica y de la tópica y  cándida visión que le concede. Pero la mala suerte de Manolo hace que se enamore de Teresa y teme que, si descubre su identidad, su emparejamiento con ella no será posible. Ella sustituye su "líder espiritual", Luis Trías de Giralt, compañero estudiante y activista, al que estaba vinculada efectivamente, por Manolo, al que Teresa identifica, "con un obrero comprometido", lo que le atrae profundamente. A finales del mes de agosto Maruja muere. 

En ese momento Teresa y Manolo se sienten atraídos y enamorados pero sus diferencias de clase social, hacen que la familia Serrat impida su relación a la chica, y sus proyectos se derrumben. Teresa vuelve al chalet de la playa  obligada  por sus padres que conocen su relación con Manolo e intentan alejarlo de ella.  Manolo va verla  al chalet como antes había hecho con  Maruja. 

Una vez más, roba una moto -la última-; pero la "suerte negra" le persigue y, de forma importuna, es detenido por la policía. Hortensia (la Jeringa), sobrina del Cardenal, el patrón de la banda que le había denunciado. La jovencita, también enamorada del apuesto joven, estaba celosa de los amores del Pijoaparte con la burguesita. En el último capítulo, ha pasado el tiempo. Han transcurrido dos años; Manolo ha salido de la prisión sin olvidar a Teresa.Va a buscarla  a los antiguos  lugares de encuentro. Pero la chica se ha casado y está fuera de la actividad política.  Por lo que ha desaparecido para él.
Herralde al dirigir la película, pretendió hacer de Últimas tardes con Teresa una copia fiel de la novela, con pequeñas variaciones formales respecto a la duración del tiempo de la historia y de las ubicaciones. Pero a la película le falta alma. Sus personajes son de cartón piedra, incapaces de transmitir el hálito de la personalidad de cada uno de ellos, propios de la novela. Toma los diálogos de los personajes casi al pie de la letra y, sin embargo, olvida interpretar cinematográficamente el tono de la parte narrativa o descriptiva de las situaciones, de los estados de ánimo o las muestras del talante y de la psicología de los personajes novelescos y el resultado es que el relato de cine es un dibujo estereotipado y plano respecto al original, porque la acción de los personajes carece del significado contenido en la novela y su actuación los hace poco creíbles. Es lamentable; porque el film cuenta con actores a los que se les hubiera podido sacar mejor partido. Si nos fijamos, por ejemplo, en la secuencia correspondiente a la charla entre Manolo y el Cardenal, en presencia de la Jeringa, casi al final de la película, vemos que carece de sentido porque se han eliminado las situaciones previas de la novela que llevaban a aquel momento; también se han perdido los trasfondos eróticos transmitidos a través de insinuaciones, acotaciones, diálogos, roces, de la chica con Manolo,  contenidos en la novela y que se resuelve en una burda acción, sorprendente y sólo para justificar el fin del film. 

 La actuación de los actores se circunscribe al guión que interpretan: El protagonista, Manolo (Ángel Alcázar), de muy buena presencia, carece de capacidad interpretativa para ser de carne y hueso como  su alter ego de la novela; sus palabras son dichas mecánicamente, con poca convicción y su actuación inexpresiva. (No olvidemos que el Pijoaparte de Marsé, de corte picaresco, es una de las creaciones literarias más importante de la literatura contemporánea). En los diálogos con los otros personajes se producen, sistemáticamente, silencios innecesarios, tiempos muertos en el diálogo de un personaje con su interlocutor, lo que resta veracidad al mensaje que está transmitiendo. Teresa (Maribel Martín) es más expresiva pero le han recortado el papel y se ha eliminado buena parte de su capacidad de mostrar sentimientos y sensaciones por medio de la sugerencia, de las miradas, de los gestos. Ambos, Manolo y Teresa, se presentan en la película como personajes planos, de una sola pieza, y dejan de tener la personalidad llena de claroscuros otorgada por el autor. Maruja (Patricia Adriani) es monosilábica y en su actuación cinematográfica, el espectador no llega a poder saber cuáles son sus sentimientos por Manolo. El papel de Hortensia (una joven Cristina Marsillach) es casi invisible, aunque luego sea la causante del final desgraciado de la historia, cuando ya parecía que la vida de Manolo pudiera estar encarrilada. También queda en demasiado segundo plano la actuación del Cardenal (José Bódalo) que si bien no es determinante de nada, en su presencia se producen motivos dinámicos que precipitan la fábula. Como vemos, el conjunto tiene bastantes deficiencias,  por la manera de gestionar el desarrollo  de la trama. La cinta  contiene diálogos llenos de tiempos muertos,  con segundos interminables entre las preguntas y las respuestas, lo que produce estatismo, como una relentización de los fotogramas. Relentización que no favorece la expresividad, porque no induce al espectador a interpretar movimientos, gestos o miradas de los personajes, porque no se han cuidado las posibilidades de la comunicación no verbal. No la hay, tanto por falta de actuación de los personajes como por la parquedad de mirada de la cámara que no nos induce, tampoco, a las indiscreciones  necesarias  que permiten entender el mensaje con mayor profundidad; la música de la banda sonora, bien  compuesta por Bardagui, con una larga tradición en buenos arreglos, en las composiciones de Serrat, aquí es un elemento ruidoso y mal colocado porque, no sugiere, no acompaña e incluso, a veces pisa las palabras e impide entender lo que se dice, por su simultaneidad con el discurso verbal.  Veamos un trailer que muestra algunas secuencias de la película.  

Marsé, en Últimas tardes..., se ha servido de una narración en tercera persona, con frecuencia omnisciente y siempre mostrando una gran ternura por su protagonista y por los que como él, considera desvalidos. Critica la burguesía de los años cincuenta (los que se quedaron después de los destierros y depuraciones) que ganaban dinero fácilmente con negocios poco claros. Entre ellos, está el padre de Teresa que sólo vela por sus finanzas, y el canje de Teresa en matrimonio, ha de ser una inversión más. No repara en los sentimientos del advenedizo, y sin mediar consulta, los separa. Critica, también, la posición sumisa de la Sra. Serrat, madre de Teresa, que acata sin chistar las órdenes del marido que no se digna consultarla. y Sobre todo, critica a la juventud universitaria que, sin arriesgarse ni tomar partido, juega a" progre" para diferenciarse de sus padres. "Señoritos de mierda" son calificados reiteradamente por el autor. Estos muchachos se aproximan a los trabajadores comprometidos políticamente (eso creen que es Manolo) con la curiosidad del niño que se acerca a un monstruito de feria. Y son tan estúpidos que no notan que es falso. Al compañero universitario de Teresa,  Luis Trías de Giralt, le califica  como “Estudiante aventajado de económicas, nieto de piratas mediterráneos, hijo de un listísimo comerciante que hizo millones con la importación de trapos durante los primeros años cincuenta, era alto, guapo pero de facciones flácidas, deshonestas, fundamentalmente políticas, carnes rosadas, el pelo rizado y débil, la mirada luminosa pero infirme: parecía un Capeto idiotizado con paperas" (Pág. 106)

LOS ESPACIOS Y  EL TIEMPO

El origen del relato se sitúa en Ronda, inicialmente,  en momento puntuales en Blanes y, sobre todo, Barcelona. Cita lugares  como el Carmelo, la plaza Sanlley, Parque Güell,  Montjuic, Pueblo Español, Tibidabo, Turó de la Peira, Torre Baró,  San Gervasio, las Ramblas,  etc. Se ha de señalar que los nombres están en castellano porque en esa época –de la dictadura franquista- se les había sustituido, por el suyo en catalán. Se citan bares, cines, calles… De manera que pueden seguirse itinerarios con bastante fidelidad al mapa  de la ciudad.  Después de la guerra civil, y hasta los años sesenta, -tiempo en la que se desarrolla el relato-  la Ciudad Condal recibe numerosos emigrantes desde zonas deprimidas como Andalucía, Murcia, Extremadura o Galicia en busca de trabajo que no encuentran en sus lugares de origen. 

Muchos vienen con lo puesto y se sitúan en barracas de la periferia y más tarde en pisos-jaula de 4O metros. En barrios sin servicios convertidos, más tarde, en ciudades dormitorio. Aunque la música de fondo piensa en los que marcharon más lejos, el documento visual muestra lo que había aquí.

Marsé precisa con todo lujo de detalles algunos de estos lugares. Describe espacios concretos y reconocibles y los sitúa en su lugar exacto. Del Monte Carmelo señala su sinuosa carretera "hace ya más de medio siglo que dejó de ser un islote solitario en las afueras"...

"... Antes de la guerra, este barrio y el Guinardó se componía de torres y casitas de planta baja: eran todavía lugar de retiro para algunos aventajados comerciantes de la clase media barcelonesa, falsos pavos reales de cuyo paso aún hoy se ven huellas en algún viejo chalet o ruinoso jardín. Pero se fueron. Quién sabe si al ver llegar a los refugiados de los años cuarenta, jadeando como náufragos... Porque muy pronto la marea de la ciudad alcanzó también su falda Sur, rodeó lentamente sus laderas y prosiguió su marcha...allí, surgen calles sin asfaltar, torcidas, polvorientas...El barrio está habitado por gentes de trato fácil, una ensalada picante de varias regiones del país, especialmente del Sur" (Pág. 24-25) 
Hay descripciones de otras calles, como de las Ramblas y de algunos lugares del Barrio Chino. Nombra numerosos bares, cines, salas de fiesta. Unos lugares permanecen, otros como el cine Roxi (el de los fantasmas de la canción de Serrat) han desaparecido.

Sugerencias didácticas.
  • Lectura de Últimas tardes con Teresa  de Juan Marsé. Es una novela atractiva para jóvenes por el enamoramiento de los personajes, en un entorno del que se expresan muchos matices. De ella se pueden analizar variados aspectos:
  • Personajes: La personalidad picarecsa de Manolo Reyes el Pijoaparte, por el origen, el deseo de medrar, su ingenuidad, su mala suerte. Su situación opuesta a la de Teresa, y la de otros personajes secundarios.  Señalando sus diferencias arquetípicas
  • Los espacios señalados. Pueden buscarse  en un plano de la ciudad,  si existen en la actualidad así como su correspondencia o no con lo presentado en la novela.
  • El tiempo contenido.  Sus características históricas y sociológicas. 
  • Las características formales de la novela. Modo narrativo, papel del narrador. El  análisis del tiempo contenido. 
  • El relato aporta muchos datos de la sociedad de esa época relacionados con las formas de vida, costumbres, etc. Se presentan dos clases sociales bien diferenciadas que pueden  distinguirse perfectamente. Se pueden hacer listados de las  diferencias  contenidas y lo que les iguala. 
  • Una vez hecho la lectura, análisis y comentario de la novela, se puede comparar  con la película propuesta para ver las diferencias contenidas. Tiene la gracia de hacer una buen representación de los espacios que recoge, con algunos cambios, que pueden identificarse. 
  • La página oficial  de Juan Marsé  permite hacer un acercamiento al autor y su obra. 

  • Lecturas
  • Juan Marsé 
  • Celia Romea Castro (2004) Memòria i biografia d'una ciutat: un retrat de Barcelona, ​​la marsiana: els anys quaranta  i cinquanta
  • "Érase una vez...Juan  Marsé" Imprescindibles TV2 marzo 2015
  • Versión española TV2 Últimas tardes con Teresa 24/4/2012  (Análisis crítico)





martes, 1 de mayo de 2012

LAS HORAS (THE HOURS) (BASADA EN LA NOVELA DE MICHAEL CUNNIGHAM)

Es poco frecuente encontrarse con una obra en la que el protagonismo femenino sea tan intenso. Escasean los papeles de relieve para las mujeres en las producciones de Hollywood donde están más en un segundo plano, de acompañamiento, a causa de la importancia concedida a los roles masculinos. El relato de Las Horas  se caracteriza por lo contrario: los papeles masculinos tienen importancia y están bien dibujados, pero son ellas las que, en realidad, dan sentido a la historia. Historia de amor pasado, presente y futuro, contada en tres actos que abarca a casi un siglo para los participantes. Son mujeres que intentan liberarse y tomar decisiones que consideran fundamentales para su existencia, en momentos y lugares diferentes.


TÍTULO:  LAS HORAS (THE HOURS)

TÍTULO ORIGINAL:  The Hours (Las Horas)
AÑO:   2002
DURACIÓN:   114 min.
PAÍS:    EEUU
DIRECCIÓN Stephen Daldry   
GUION:   David Hare (Basada en la novela  de Michael Cunningham)
GÉNERO:  Drama
MÚSICA:   Philip Glass
FOTOGRAFÍA:   Seamus McGarvey
PRODUCTORA:   Paramount Pictures / Miramax

Argumento 

Por medio de Flashback y Flashforward son presentadas tres mujeres en tres relatos  aparentemente desconectados que poco a poco interactúan para, finalmente, dar sentido a la novela original y a su adaptación a la película. Cada una de ellas vive en épocas distintas, pero están unidas por idénticos anhelos y miedos. La narración se inicia con un preámbulo en el que se muestra el suicidio de la primera mujer, Virginia Woolf en 1941. Se hunde en el río con piedras en los bolsillos para ahogarse irremisiblemente. Virginia Woolf había vivido en un elegante barrio de Londres, a principios de los años veinte; como aparente terapia, se va al campo para luchar contra su depresión a modo de locura, sin conseguirlo. Empieza a escribir su primera gran novela, Mrs. Dalloway, en  1923.  

A la segunda mujer, Laura Brown, se le presenta en 1951, a finales de la Segunda Guerra Mundial. Está casada, es madre y está embarazada de su segundo hijo. Vive en Los Ángeles, está leyendo la novela de Woolf Mrs. Dalloway y la considera tan reveladora que le sugiere la posibilidad de cambiar su vida radicalmente. Laura comparte con Virginia Woolf la depresión. Pero la escritora es consciente de ello y la vive como una enfermedad, como algo que combatir, en cambio ella está sumergida en su depresión. Es una persona que no vive su propia vida, actúa para representarla. Su profunda infelicidad es la condición natural de su existencia. Laura, en el desenlace de la historia, opta por la única salida que puede tomar. En realidad, está eligiendo vivir antes que morir. Se trata de una mujer confundida por problemas, en un matrimonio del que ya no desea formar parte; no tiene idea alguna acerca de su sexualidad; es alguien desesperadamente infeliz; ni tan siquiera sabe si en realidad desea seguir viviendo: sólo es lectora de las vidas de otros, no participa. Está perdida. No tiene opciones. Nada. Laura apenas ha tomado decisiones en la vida; se ha refugiado en los libros. 

La tercera mujer es Clarissa Vaughan, la sitúa en el año 2001; vive en Nueva York,  es una versión  de principios del siglo XXI  de “Mrs. Dalloway" que así la apoda su amigo Richard.  Está enamorada de Richard Brown, un brillante poeta enfermo de SIDA para el que organiza una fiesta por un premio literario otorgado; Clarissa le dedica sus cuidados diarios.  Ella es una mujer que aparentemente ha sido dueña de sus actos. Ha tenido una hija porque la quería y está con la amante que desea. A pesar de ello, siente que su mundo tiene fisuras y está a punto de caer al vacío.

Las tres mujeres afrontan su reto ante la existencia, en un momento de crisis personal, de forma muy diferente. Una elige la muerte, otra la huida y la tercera la resignación. Y, al final, sólo queda esa vida vivida que jamás volverá, con el fin definitivo para Virginia, (Nicole Kidman), con el premio concedido, que no supimos ver ante nosotros, en el caso de Clarissa (Meryl Streep) y con el merecido perdón para Laura (Julianne Moore). Tres senderos diferentes, tres senderos forjados en el tiempo; con cada uno de los años, de los días y las horas de nuestra preciosa e irrepetible existencia. Curiosamente las dos historias  brotan y son consecuencia de la obra literaria de Virginia Woolf, Mrs. Dalloway.Las tres historias están interconectadas con la novela: Una la está escribiendo, otra la está leyendo, y  la  tercera  la  está viviendo. Las horas  no es  una película fácil; exige de más de un visionado para atrapar el conjunto de sus muchas riquezas, de sus múltiples enseñanzas, de su canto al amor (perdido, presente y futuro) y de la importancia que se le concede a la persona.

De la misma manera que la Señora Dalloway literaria, las tres mujeres se despiertan una mañana, desayunan, compran o reciben un ramo de flores, y preparan una fiesta. Las tres tendrán un acercamiento homosexual. Las tres se verán relacionadas con un suicidio. Las tres se sentirán confusas, insatisfechas e incomprendidas. Y cada una de ellas, a su manera, huirá...O será abandonada. Lo más destacado  que da significado al título de la historia, es que las tres, al inicio de un nuevo día, deberán enfrentarse a todas “las horas” que les quedan por delante en sus vidas,  en las que no encuentran razón de ser, ni de estar, porque su respectiva vida interior sigue unas reglas dictadas desde el exterior que no les comprende, aunque no les coarte, ni obstaculice realizarse. Aun así, el sentimiento de soledad encierra a estos frágiles seres en su tristeza, con deseo de rebeldía o de realidad soñada de unos sueños imposibles. En ese círculo de negligencia emocional quedan fuera aquellas personas que, en el fondo, significan la simplicidad, son de sentimientos elementales y como consecuencia no comprenden a las tres protagonistas y que interpretan unos excelentes Sally (Allison Janney), Julia (Claire Danes),  Leonard (Stephen Dillane) o Richard (Ed Harris), son personajes cercanos situados en una forzada lejanía sentimental.

La película y por supuesto la novela ponen de manifiesto las heridas que supuran en silencio, los corsés que atenazan por diversos motivos e impiden seguir. La obra, está en un diálogo constante con la escrita por Woolf. Pretende ser una señal, un grito de socorro, como lo hiciera Virginia Woolf en La Señora Dalloway. Desde el punto de vista psicológico refleja la complejidad del mundo femenino y los laberintos de unos personajes hipersensibles que no sienten seguridad por nada de lo que hacen, que necesitan huir continuamente de sí mismos y que dan salida a sus sentimientos en la literatura, las flores, o en una afectividad, aunque sea un tanto epidérmica y pasajera. El pesimismo ambiental muestra cómo algunos acontecimientos pueden cambiar la vida; o mejor, su percepción sobre ella. La muerte o los flirteos con ella, no son más  que una metáfora, una imagen de que una ruptura, una situación de cambio es una oportunidad para transformarse, o para aceptar más conscientemente la existencia, y lo bueno y malo que ella tiene. No obstante, hay que señalar que si bien se percibe cierta posibilidad de esperanza y mejora (los personajes pueden elegir lo que hacer con sus vidas y rectificarlas), siempre queda el poso de la incapacidad para satisfacer los propios anhelos o poder transmitirlos a otros.

El director ha manifestado que el tema de la película"...No es la depresión femenina ni la ambigüedad sexual, sino los altos costes a pagar por los cambios que son necesarios que uno mismo efectúe por y para la libertad de los demás". 
Por eso pone en boca de sus personajes comentarios como que “hay que mirar la vida y afrontarla”, “no disimular el vacío de un vida organizando fiestas”, o “alguien tiene que morir para que los demás aprecien el tesoro de la vida”.

El mérito de la obra cinematográfica está en su magnífica estructura narrativa, con un impecable paralelismo de las tres vidas y de las tres épocas; hace que cada historia transcurra, sincronizada con las otras, en un solo día, y con la analogía entre la literatura de Michael Cunningham y el celuloide de Daldry, a partir del referente de la obra de Woolf, en una perfecta simbiosis artística. Su fuerza, en contra de la poco frecuente capacidad para conjugar cine y literatura, llega impecable por medio de la conexión entre dos, de las tres historias, con un vínculo dramático de gran convicción y belleza y con un metalenguaje audiovisual de gran calidad.

La película cuenta con una excelente dirección de actores (la constantemente afligida Woolf; la angustiada Laura al dejar a su hijo en casa de una amiga en un momento crítico para ella;la destrozada Clarissa mientras conversa con Louis),  etc., y la buena sintonía interpretativa con los segundos que les acompañan.También tiene una sólida realización técnica, como la surrealista escena de la posible muerte de Laura en unas aguas que la absorben mientras duerme en el hotel.

La banda sonora creada por Philip Glass, arropa la película. Puntúa  expresivamente los créditos iniciales y las escenas del film: cuando Laura prepara la tarta con el niño para celebrar el cumpleaños de Dan, tiende a advertirnos que algo pasa, con sus exageradas notas respecto a las imágenes que vemos. Es más comedida en otros fragmentos de la cinta, sutil e inteligentemente, da pistas y pautas al relato.  Las Horas tiene un entretejido musical de gran rigor. Señala Glass:

«Con la música establecí puentes entre las historias en lugar de separarlas»... «Una de las cosas más interesantes de la película es que va saltando de historia a historia, y deviene habitual que un tema se inicie en una historia y avance en las otras dos. Se podría pensar que cada historia debería disponer de su propia música, pero decidí no enfocarlo así.»

Con ello, Glass opta por imitar el estilo de Michael Cunningham en la novela, y el de David Hare en el guion: superpone pautas y sigue un continuum que avanza a través del tiempo y del espacio, mientras las historias se mezclan, dice:

«Desde el principio tomé una decisión esencial: cada pie musical debía establecer el puente entre las tres historias»… «y devenir de un modo muy persuasivo para ofrecer la banda sonora. Al fin y al cabo, no se trata realmente de historias separadas —cada segmento está hablándonos de una parte de la misma historia—. El punto de vista emocional se mantiene muy coherente, en tanto que las tres partes tratan de autoaniquilación, supervivencia, o enfrentamiento con uno mismo. Busqué la misma clase de coherencia para la música, para que fuera la hebra que entretejiera el camino a través de las tres épocas, un camino que las uniera en una sola»

 La coherencia estructural era el gran objetivo para todos los implicados en el film.


Aunque es una excelente  historia, muy bien dibujada y presentada, en el relato  hay algunos elementos oscuros que no están bien explicitados o definidos. Faltan datos para ver porqué supone un tormento para Laura Brown hacer el pastel a su marido, o porqué es tan torpe con su hijo que está tan ligado a ella, que observa sus movimientos y actúa como si le hubiera transmitido su depresión, lo que hace  que se sienta enormemente perdido. Tampoco se entiende bien el beso de Laura a su vecina Kitty, a la que admira y rechaza por igual, cuando se derrumba en su cocina. Asimismo, tampoco se perfilan detalles explicativos del pasado de Clarissa Vaughan con Richard y con Louis, ni porqué esta mujer es apodada desde siempre "la Señora Dalloway" por su amigo. Igualmente se ve difuso el pavor que Virginia Woolf siente ante el servicio.

La novela  The Hours  
La película es una trasposición de la novela de Michael Cunningham, ganadora del Pulitzer en 1998, con algunas salvedades formales tales como comunicar casi todo lo que en el libro se refiere a lo que sucede en el interior de las protagonistas, en forma de acción y comportamiento. La novela  es una meditación sobre el paso del tiempo y la complejidad de las relaciones humanas. Dice el guionista Hare:

«En la película, no se puede disponer de la voz interior a menos que sea voz en off…Desde el mismo principio, convenimos meridianamente que no usaríamos la voz en off; una vez que esto estaba claro, tuve que crear cierto número de situaciones que expresaran lo que estaba pasando en el interior de la mente de los personajes sin tener que explicarlo. Por ejemplo, todo el tema del estado en que el marido de Laura ha regresado de la guerra: necesitamos saber cómo ha afectado al matrimonio su experiencia bélica. Hay la sensación de que la Segunda guerra mundial se filtra en la película, lo que tuve que explicitar en la escena de la fiesta de aniversario hacia el fin del film, donde él habla acerca de la primera vez que la vio. Por supuesto, eso no se expresa abiertamente en el libro. Tuve que generar toda una serie de situaciones como ésta para comunicar lo que pasaba en el interior de los personajes. Otro ejemplo: también tuve que cambiar completa y radicalmente al compañero de Clarissa, y la vida privada de ésta, para recrear y expresar varios aspectos que se producen en sus mentes…En el libro se ahonda en lo que les sucede a Clarissa y Richard cuando eran jóvenes, y ello es excelente para la novela. Pero nosotros ya teníamos las tres historias, y la idea de retroceder en el tiempo en alguna de ellas no me parecía apropiada. Quería hacerlo por medio de lo que dicen los personajes, y del modo en que permanecen juntos, en lugar de mostrarlo. Creo que descartandose uno mismo estas vías, se aplica una disciplina en las cosas que resulta más enriquecedora.»


Virginia Woolf  
Adeline Virginia Stephen nació en  Londres, Reino Unido en 1882 y murió ahogada  por suicidio  en el  río Ouse, cerca de  su casa de  Sussex  en Lewes, el 29 de marzo de 1941. Como recoge la novela de Cunningham y la película; dejó dos cartas:  una para su hermana Vanessa y otra  para su marido Leonard. (para seguir su biografía

El Reino Unido y Londres en esa época. 
Su nacimiento coincidía con la etapa consolidada de la era victoriana (1837-1901) con todo lo de positivo que contenía desde el punto de vista económico, político y social sin que dejaran de haber profundas desigualdades. La nobleza era propietaria de grandes fincas y tenían grandes prebendas sociales. Se emparentaba con la burguesía capitalista, propietaria de negocios e industrias que prefirió unirse a las aspiraciones y modos de la clase alta para acceder a sus títulos a través del capital y del matrimonio. La clase media restante iba creciendo durante el último tercio de siglo: comerciantes mayoristas, altos funcionarios, profesionales liberales... Son los que adoptaron los principios puritanos que caracterizaron a la sociedad victoriana: vida discreta y ordenada, austeridad económica, metodismo religioso y conservadurismo político. En las clases bajas, artesanos especializados con salarios suficientes y reconocidos profesionalmente, que supieron mantener su fuerza gracias al peso de sus asociaciones laborales, autorizadas incluso antes que los sindicatos. El siguiente grupo, el proletariado, muy numeroso por la industrialización, vivía con grandes carencias, suavizadas desde 1850. 

El paro y muchas bocas que alimentar hacía que sus hijos trabajaran muy pronto en las fábricas y las hijas también como servicio doméstico de la nobleza, la alta burguesía y clases medias. La servidumbre se duplicó en el último tercio del siglo XIX. Las mujeres de la clase media tampoco tuvieron oportunidades laborales; la mayoría de las preparadas se colocaba como institutriz o profesora. En esa  tesitura, Londres entró en el siglo XX como capital del imperio más grande de la historia.  

La población de Londres creció durante las primeras décadas rápidamente, y se amplió el transporte público con una amplia red de tranvías y servicio de autobuses  que empezaba en 1900; tuvo grandes mejoras en la red de ferrocarril tanto bajo como sobre tierra, y se produjo una electrificación progresiva. Durante la Primera Guerra Mundial, Londres fue muy castigado por los bombardeos sucesivos de las aeronaves alemanas Zeppelín. Ocasionaron alrededor de 700 muertes y causaron gran terror, aunque sólo era un anticipo de lo que le esperaba como consecuencia de la siguiente guerra mundial (1939-1945). En el periodo de entreguerras Londres creció mucho. Tenía unas zonas suburbanas con las casas adosadas, recordando un estilo de vida rural. Esto influyó en la continua expansión de la red ferroviaria, tranvías y metro, además de automóviles. 

Los suburbios de Londres se expandieron fuera del Condado de Londres, y se adentraron en los vecinos de Essex, Hertfordshire, Kent, Middlesex y Surrey.  
Como el resto del país, Londres sufrió mucho durante la Gran Depresión en la década de 1930. Momento en el que surgen partidos políticos de extrema derecha e izquierda. El Partido Comunista de Gran Bretaña ganó un escaño en la Cámara de los Comunes, y la extrema derecha, Unión Británica de Fascistas, recibió un amplio apoyo. Los enfrentamientos entre derecha e izquierda culminaron en la Battle of the Cable Street el año 1936. 

 

La población de Londres había alcanzado una población de 8,6 millones de personas en el año 1939. Un gran número de judíos, que huían de la Alemania nazi, se estableció en Londres durante esa época, generalmente en el West End. Durante la Segunda Guerra Mundial,Londres como otras ciudades británicas, sufrió bombardeos de Luftwaffe, fuerza aérea alemana nazi que llevó a cabo The Blitz, el bombardeo entre el 7 de septiembre de 1940 y 10 de mayo de 1941 ocasionó 43.000 muertes, y destruyó más de un millón de viviendas. Antes de los bombardeos, cientos de miles de niños de Londres fueron evacuados al campo para evitar las terribles consecuencias que podrían ocasionar. Los civiles se refugiaron de los asaltos aéreos en las estaciones de metro.Durante los siguientes años, los bombardeos disminuyeron en intensidad, ya que Hitler se concentró más en el frente oriental. Hacia el final de la guerra, años 1944/55, Londres fue objeto de un nuevo ataque con misiles que fueron disparados desde la Europa ocupada por los nazis. Londres sufrió graves daños y muchas bajas, siendo la parte más afectada la zona de los Docklands. 

Mrs. Dalloway
La obra de Virginia Woolf, Mrs. Dalloway, que inspiró a  Michael Cunningham en la escritura de Las Horas, fue publicada en 1925, pero tenía muy poca seguridad de llegar a un buen resultado, como ella misma confesó en su diario: no se sentía capaz de escribir una novela larga con el mismo estilo que sus historias cortas anteriores. De lograrlo, ¿quién le podía garantizar que no sería un fracaso? Sin embargo, la novela fue un éxito y vista desde nuestros días, una obra maestra. En ella ya aparece el tema principal de la escritora: la escisión entre el deber ser y el querer ser de la mujer de su época; así como sus temas menores: el saber envejecer y la sexualidad.Tiene una narrativa radial y no lineal; busca muchos caminos para explorar la personalidad de Clarissa Dalloway. Construye la narración y los personajes en dos niveles: el histórico, externo y lineal, y el psicológico, interno y subjetivo que se mide por la intensidad emocional. Íntimamente relacionados, en muchos momentos, los eventos externos se disparan y repercuten en lo más profundo de los protagonistas, prolongándose más allá del incidente mismo. En la obra, se experimenta sobre el flujo de la conciencia, se introducen elementos del recién nacido séptimo arte y de las vanguardias pictóricas, en especial del cubismo: recurre al montaje, los close-ups y los cortes rápidos para tejer una historia tridimensional; describe percepciones sensoriales que nacen en recorrido por su ciudad, Londres; hace desfilar tonalidades, ruidos, olores, formas como si pintara un lienzo donde el todo se ve fragmentado, sin perder su unidad.   

Como el Ulisesde James Joyce (1922), La Sra. Dalloway se desarrolla en un solo día, desde las diez de la mañana hasta las tres de la madrugada. Las campanadas del Big-Ben señalan el paso de las horas. Es un día en la vida de Clarissa Dalloway, esposa de Richard Dalloway, miembro del Parlamento. Es una mujer de cincuenta y dos años, que, como otras, vive agobiada por una serie de tareas impuestas: visitas, comidas, labores domésticas; que ha de seguir, como requiere su posición. Pero ella siente que la vida es otra cosa, una hermosa y gran aventura. El relato de Clarissa  se desarrolla en un luminoso día del mes del junio, en el que organiza una fiesta.  En los preámbulos, se encuentra con personajes que la transportan a su pasado y,  se enfrenta a circunstancias que la hacen reflexionar acerca de lo que le obliga su condición femenina. En otra parte de la ciudad se desarrolla otra historia, la de Septimus Warren Smith, veterano de la Primera Guerra, que tiene grandes secuelas  de su participación como soldado, con la aniquilación de sus posibilidades como ser humano. Ese hecho es utilizado por la  escritora para exhibir sus propias angustias y con todo ello configurará una narración dramática. Además, por sus lecturas de Freud,Virginia desarrolla su propio método psicoanalítico para explicar las sensaciones, la memoria y la represión. Como Freud, cree que parte del comportamiento del adulto viene de la infancia. Basada en esta teoría, la autora utiliza de manera magistral Flashbacks, para presentar aspectos significativos de la infancia y juventud de Clarissa; imágenes que ayudan a explicar su presente.

Virginia Woolf tuvo una riquísima personalidad y desarrolló muchos aspectos: fue  una entusiasta editora de escritores noveles, líder intelectual del grupo Bloomsbury –que contaba entre sus integrantes a la pintora Dora Carrington, 
la escritora Vita Sackville West y al economista Maynard Keynes–. 

Elaboró una aguda crítica de la sociedad de su época, fue una de las escritoras inglesas más notables del siglo XX y un icono del feminismo. De este personaje tan polifacético, la película  Las Horas sólo atiende a  su creatividad literaria y a su locura, de la que se sugiere que es la causa de su posterior suicidio, sin mencionar que en 1941 Woolf estaba angustiada por las victorias nazis en la guerra y perseguida por el origen judío de su esposo. Este es el recorte que hace el film de la escritora, cuya lucidez sólo se revela en el diálogo final que sostiene con su marido. El lesbianismo de Virginia está abordado por su desplazamiento hacia las otras mujeres: Clarissa, una lesbiana socialmente asumida, las otras con una sexualidad por lo menos confusa y el beso entre mujeres, que recuerda Mrs. Dalloway en la novela, está actualizado en los que las tres protagonistas dan a otra fémina.

El rastro más destacado de la novelista de Woolf en la novela de Las Horas es su manera de hacer fluir la conciencia y la interioridad de los personajes, preferentemente femeninos, y su capacidad para externalizar sus sentimientos y angustias, que ha sido muy bien recogida también en la película.

Mrs. Dalloway, de Virginia Woolf  fue llevada al cine  en  1997 Con guión: Eileen Atkins y dirección  de  Marleen Gorris. Estuvo interpretada  por Vanessa Redgrave, Natascha McElhone y Michael Kitchen.

La directora se enfrentó al universo literario de Virginia Woolf;  era consciente de la dificultad que implicaba esta tarea. Para su transposición al cine, hizo uso del Flashback y de la voz  en off. Aunque fue acertado el uso del Flashback, la voz en off supone un recurso difícil de manejar porque reduce la expresividad de los personajes al tener un relator que se solapa a su actuación. Si bien no se trata  de una obra equiparable al resultado de Las Horas, la señalamos  como un elemento que desde el punto de vista  de adaptación literaria, tiene también su interés. 

Puede verse la película completa en Rakuten TV

Sugerencias didácticas. 
  • El relato de Las Horas tiene una estructura de las llamadas en paralelo. Es decir contiene tres historias que reproducen en secuencias semejantes, con el mismo orden, aunque  en distinto espacio y tiempo. Puede verificarse si  se observa, a qué espacio y tiempo corresponde la primera, con qué protagonista. A continuación se observará el espacio y tiempo de la segunda, y la segunda protagonista e igualmente, se verá de la tercera historia.¿Qué datos o situaciones  se repiten en los tres relatos? ¿Cuáles son diferentes?.
  • A pesar de los paralelismos, las protagonistas tienen distinto perfil y lo son por razones distintas. ¿En qué  se diferencian aunque el papel que están realizando sea semejante?. 
  • El análisis anterior se ha podido hacer tanto viendo la película como leyendo la novela. Si ahora tomamos un capítulo de la novela y un episodio de la película veremos que hay una transposición de datos del medio literario al audiovisual pero se cambia sustancialmente la forma de presentarlos. ¿Cómo se representan en el cine las descripciones?, ¿y la narración?, ¿y los diálogos, monólogos o pensamientos?  
  • ¿Qué tipo de planos son descriptivos? ¿Se distingue fácilmente la expresividad de los personajes (si está triste, alegre, reflexivo) cuando se describe un ambiente de forma general? ¿Cómo  se comprende  una  descripción  externa o psicológica de una persona en la película?, ¿qué  tipo de planos se utilizan? 
  • ¿Hay narración en este relato cinematográfico, o más bien se narra  a través de la acción? ¿Cómo representa la acción? 
  • Vayamos un poco más lejos. La primera protagonista, Virginia Woolf, no es  sólo un recurso literario en Las Horas, sino que es una autora  real  en una situación real que pretende rememorar la obra que estudiamos. Nos introduce en el mundo de Inglaterra y Londres de finales del siglo XIX y sobre todo de la primera mitad del siglo XX. ¿Entre qué años vivió? ¿En qué  época histórica? ¿Qué tendencias literarias sigue?¿A qué autor que había publicado recientemente emula en su obra? ¿Hay semejanzas?
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Lecturas


jueves, 5 de abril de 2012

EL LABERINTO DEL FAUNO (PAN'S LABYRINTH)


Por casualidad, he vuelto a encontrarme en TV con El Laberinto del Fauno, la segunda película de Guillermo del Toro en España, que sigue la trilogía de fantasía ambientada en la Guerra Civil que inició con El Espinazo del Diablo (2001). Nuevamente, he sentido que sus mejores trabajos los realiza fuera de Hollywood, donde tiene libertad para mostrar su sensibilidad, su imaginación y en definitiva su  talento para la creación y dirección de arquetipos en situaciones de gran crudeza. 

TÍTULO:  EL LABERINTO DEL FAUNO (PAN'S LABYRINTH)
Dirección y guion: Guillermo del Toro.
Países: 
España y México.
Año: 
2006.
Duración: 112 min.
Género: 
Drama, fantástico.
Interpretación: 
Sergi López (Vidal), Maribel Verdú (Mercedes), Ivana Baquero (Ofelia), Álex Angulo (doctor), Ariadna Gil (Carmen), Doug Jones (fauno), César Bea (Serrano), Manuel Solo (Garcés), Roger Casamajor (Pedro).
Producción: Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón, Álvaro Augustín, Bertha Navarro y Frida Torresblanco.
Música: Javier Navarrete.
Fotografía: 
Guillermo Navarro.
Montaje: 
Bernat Vilaplana.
Diseño de producción: 
Eugenio Caballero.
Vestuario: 
Lala Huete.

"Cuentan que hace mucho, mucho tiempo, en el reino subterráneo, donde no existe la mentira ni el dolor, vivía una princesa que soñaba con el mundo de los humanos. Soñaba con el cielo azul, la brisa suave y el brillante sol...
Un día, burlando toda vigilancia, la princesa escapó. Una vez en el exterior, la luz del sol la cegó y borró de su memoria cualquier indicio del pasado. La princesa olvidó quién era - de dónde venía... Su cuerpo sufrió frío, enfermedad y dolor. Y al correr de los años... murió.
Sin embargo, su padre, el Rey, sabía que el alma de la princesa regresaría, quizá en otro cuerpo, en otro tiempo y en otro lugar. Y él la esperaría hasta su último aliento, hasta que el mundo dejara de girar."  Así empieza la historia.

No se trata de una película basada en una obra literaria concreta, pero tanto la parte realista como la fantástica cuentan tras de sí con una  literatura abundante que no podemos descuidar. Mitos, cuentos, leyendas, relato histórico... La historia suscita muchos sentimientos que confluyen y se dispersan según las secuencias y permiten un trabajo de lectura cinematográfica y de formación literaria interesante.

El relato se sitúa en el Pirineo aragonés. Año 1944, quinto año de posguerra, después de la Guerra in-Civil española. Ofelia, una niña de 13 años, viaja con su madre, en busca  del cruel capitán de la Policía Armada franquista Vidal, por el que la niña no siente ningún afecto. Carmen, la madre, enviudó al principio de la guerra y ahora está casada y embarazada de su nuevo marido, el capitán.

                                
Vidal tiene como misión acabar con los últimos resistentes republicanos, que malviven como maquis escondidos en las montañas de la zona, para lo que no regatea en medios, incluyendo el asesinato y la tortura. También, se encarga del racionamiento de los alimentos para la población civil a la que aterroriza. 

Vidal tiene su centro de operaciones en un antiguo molino a las afueras  del pueblo. Aparte de los guardias civiles, en el molino trabaja Mercedes, una joven del pueblo que atiende a los miembros del servicio y el doctor Ferreiro que seguirá el difícil embarazo de Carmen. Ambos suministran a escondidas medicinas y alimentos a los rebeldes de las montañas, entre los que está Pedro, hermano de Mercedes. 

Lo fantástico del cuento tradicional con trasfondo real.
Ofelia es muy aficionada a la lectura de relatos fantásticos. A su llegada al molino,  descubre las ruinas de un viejo laberinto que intrigan a la niña, y da el título a  película. La noche de su llegada, Ofelia es visitada por un extraño insecto, que le inducirá a entrar,  y se  convertirá  en su hada y guía dentro del laberinto. 

Ya dentro, se encuentra con un fauno que le dice un secreto. Le explica que, aunque no lo sepa, ella es una princesa de un reino en el que su padre, el rey, la busca con ansiedad.
Para poder llegar hasta él, Ofelia debe pasar por tres pruebas que le permitan demostrar quién es. Para llevarlas a cabo, el fauno le da un libro en blanco y tres piedras de ámbar que le guiarán para cumplir su primera misión.


Consiste en entrar en una cueva hecha en las raíces de un árbol moribundo y ha de encontrar un sapo que lo está matando. Si lo encuentra, le dará  de comer las tres piedras y le sacará de su vientre una llave mágica. Ofelia hace la tarea, pero se ensucia el vestido que estrenaba ese día para ir a una cena que aquella noche el capitán Vidal ofrecía a las fuerzas vivas del pueblo. Eso enfada a su madre y la castiga sin cenar. 
Al siguiente día, Ofelia abre el libro para conocer la segunda tarea que ha de realizar. Por toda información, lo ve emborronado de sangre. Simultáneamente, Carmen grita de dolor en su habitación, Ofelia entra y se la encuentra sangrando terriblemente. Llega el doctor y Carmen es sedada; le prescribe reposo absoluto. Ofelia es trasladada a otra habitación para que la señora descanse. Por la noche, el fauno aparece en la habitación de Ofelia  y le pregunta porqué no ha hecho la segunda tarea encomendada. Ofelia se lo explica y el fauno le regala una raíz de mandrágora como medicina que sanará a su madre. Le recomienda que la meta en un cuenco debajo de su cama para que le haga el efecto deseado. 

Antes de irse, el fauno le advierte que la misión que ha de cumplir es muy peligrosa y le  regala un estuche con tres hadas en su interior que la ayudarán; un trozo de tiza mágico y un reloj de arena para medir el tiempo exacto, que no puede sobrepasar para el cumplimiento de la misión. El fauno le prohíbe que pruebe cualquier alimento que se encuentre  porque "le va la vida en ello" ya que el ser que allí habita no tendrá ninguna consideración.  

Por noche, Ofelia intenta cumplir la segunda misión: Dibuja una puerta en la pared con la tiza. Se abre, entra en una habitación; antes de entrar, pone en marcha el reloj de arena para calcular el paso del tiempo; sabe que ha de volver antes de que termine de caer toda la arena. 

También, libera a las hadas para que le orienten;  la llevan a unas pequeñas puertas de la pared. Encuentra en la sala una mesa  con suculenta comida y, sentado, un monstruo sin ojos: es el Hombre Pálido. En las paredes hay pinturas del monstruo matando y devorando niños pequeños. Ofelia utiliza la llave que había conseguido del sapo para abrir una de las tres puertas de la pared. Decide abrir la izquierda, a pesar de que las hadas le aconsejan que abra la del centro.  Dentro hay una daga, la toma. Al salir, la niña se come unas uvas, sin tener en cuenta la prohibición del fauno. Eso hace que el Hombre Pálido abra sus ojos ocultos en las palmas de las manos e intente atacar a Ofelia. Las hadas le ayudan. El monstruo agarra  a dos de ellas y les da muerte arrancando y devorando sus cabezas. Ofelia corre hacia la salida, pero se le acaba el  tiempo antes de llegar a la puerta, y se cierra. Asustada, dibuja otra puerta en el techo, que se abre y puede escapar con el hada que sobrevive, antes de que el monstruo las alcance. 
Por la noche, el fauno va a ver otra vez a Ofelia para saber cómo ha resuelto la segunda misión. La niña, con gran tristeza empieza a explicar que tuvo un accidente, pero es el hada la que le cuenta con detalles lo sucedido. El fauno, furioso, le dice que ella no puede ser la elegida; que agotó las posibilidades de volver a su reino  y deberá seguir viviendo como humana. Como cabe suponer,  la niña se queda muy triste.
Al día siguiente, Ofelia es sorprendida por el capitán cuando alimenta la mandrágora que ayudaba a mejorar la salud de su madre. Le grita enfurecido por lo que ve. Carmen explica  a la niña que los problemas de la vida no se resuelven con  magia y echa  al fuego  de la chimenea  la mandrágora, que  se retuerce y da un gran chillido, hasta morir. Momento en el que Carmen también sangra copiosamente. La  atienden, pero muere durante el parto. El niño se encuentra bien y es lo único que a Vidal le importa. Después del entierro de Carmen, Vidal amenaza a Mercedes, por haber descubierto  que ayuda a los guerrilleros.  Mercedes decide huir. Ofelia le pide que la lleve con ella, Mercedes accede. Muy pronto son atrapadas por Vidal. Ofelia es encerrada en su habitación y  Mercedes en la  bodega para torturarla.
Mercedes libera sus ataduras con un cuchillo que se había guardado en el delantal, y ataca al capitán. Le causa heridas en la cara, el  pecho y la espalda. Sale de la bodega y, aunque es acorralada por los militares, los guerrilleros que observaban los movimientos, atacan a los hombres de Vidal y la liberan.
Ofelia vuelve a ser visitada por el fauno. Le pide una segunda oportunidad para acabar la misión, en la que obedecerá las normas que le dicte. El fauno le pide como condición, que vuelva al laberinto y lleve consigo su hermano recién nacido. Se escapa de la habitación en la que estaba aprisionada y encerrada, gracias a la tiza mágica y vierte láudano en la bebida del capitán –soporífero que el médico había recetado a su madre y del que se había apoderado la niña después de  su muerte-  para dormirle.  

Vidal descubre a Ofelia con el bebé en los brazos cuando se dirige al laberinto. Aunque está débil y atontado, consigue perseguirla. Simultáneamente, los guerrilleros atacan al campamento y Mercedes busca a Ofelia sin encontrarla.  
Ofelia llega con el niño al laberinto. El fauno le pide que le dé el niño y le dice que para conseguir llegar a su reino ha de derramar la sangre del pequeño. Ofelia se niega rotundamente. El fauno está muy molesto. En ese momento llega Vidal, que no ve al fauno, pero arranca al niño de los brazos de su hermana y,  sin meditarlo, dispara a la pequeña. La deja sangrando a la entrada del pozo que lleva al mundo del fauno. Los guerrilleros están esperando al capitán en la puerta del laberinto, con Mercedes  y su hermano al frente. El capitán les entrega al bebé y les pide que digan a su hijo la hora exacta de su muerte -tal y como el General Vidal, su padre, había hecho con él al destrozar su reloj antes de morir. Mercedes le responde: "ni siquiera sabrá tu nombre". Pedro le dispara a bocajarro en la cara, y lo mata.
Al entrar en el laberinto, los rebeldes encuentran a Ofelia en el suelo moribunda. Sólo pueden verla morir. Ofelia tiene una sonrisa. En una última visión, se la ve en un palacio dorado junto a sus padres, el rey y la reina del mundo subterráneo. Ofelia superó  la prueba al derramar su propia sangre, antes que la de un inocente. Como metáfora le permitía para vivir como princesa, eternamente, en su palacio. La realidad era otra: la Ofelia terrenal moría en los brazos de Mercedes. La película finaliza con las palabras del narrador que  señalan que reinó con justicia y bondad por muchos siglos, fue amada por sus súbditos y dejó huella de su paso por el mundo visible,  sólo para aquellos que supieran mirar. Colorín Colorado. 

Making of de la película:


La parte real de la narración,  su trasfondo histórico.
Aparte del relato fantástico, El Laberinto del Fauno nos introduce en el horror de una posguerra llena de persecuciones, linchamientos, falta de ética y gran crueldad. 
Lo fantástico es una forma de huida de la niña, para reducir la angustia que se respira en el ambiente. La historia terrenal se entrecruza como contexto y lo fantástico como estrategia narrativa en un filme con especial encanto e íntima decepción.

El Laberinto del Fauno presenta un relato de la España franquista intercalado  con el mundo del  cuento  infantil tradicional: Un viaje  angustioso por un camino de tierra  y con unas señales reconocidas, sólo por la niña que acompaña a su madre a la que ha de ser su nueva casa en el centro del bosque. Allí vive su padrastro y ogro. La madre de Ofelia, se presenta como el personaje más repulsivo de todos con un grado de sumisión que aplasta cualquier posibilidad de empatía. Viuda y preñada en un estado de persistente enfermedad. Capaz de sacrificar todo por el supuesto bienestar de su familia y que al fin, será lo contrario, pues con este gesto de  subyugación, sólo logra  que la pequeña sea una víctima de las enloquecidas normas de un barbazul de cuño patriótico. En torno a estos personajes, tenemos otros que son la base social de la España franquista, como los guerrilleros que viven en el monte, Mercedes, la hermana del guerrillero que opera como pivote de infiltración y protección a los republicanos escondidos, a Ofelia y a su madre; y, la figura del doctor que se entrega a un intento desesperado y desventurado por proteger a los hombres en su clandestinidad, obtener suministros y a la vez, intentar salvar a la nueva esposa de Vidal. Del Toro consigue en El Laberinto del Fauno universalidad por el simbolismo, de sus personajes y una presentación de la truculencia del ambiente, angustioso pero no desconcierta, si has aceptado sus reglas que te sumergen en la historia. 

Intertextualidad. Su relación con tradición literaria, elementos mitológicos y simbólicos.
La voluntad de universalidad de algunas secuencias fantásticas y el espanto del realismo que subyace crean imágenes y metáforas de gran belleza visual y poder de sugestión por la  atracción o rechazo que producen. Si nos fijamos  en los elementos que van apareciendo, sus nombre o características aportan información de otros textos  antes recitados en literatura oral y recogidos por la tradición.  

El Laberinto, que ya prioriza el título, nos remite a otros laberintos y como un referente el de Creta construido por Dédalo para esconder al Minotauro. El laberinto, responde a un mito antiquísimo y común a muchas las antiguas civilizaciones para explicar situaciones difíciles con caminos confusos en su recorrido, lo que hace perder al protagonista por intrincados senderos. A veces, contiene el relato de algún ser fantástico, de algún héroe o personaje mítico capaz de superar el laberinto y encontrar la clave para, finalmente, dar solución al enigma que se le plantea, en forma de camino. 
En este relato, es el lugar donde Ofelia es capaz de aislarse del  mundo exterior, gracias a la imaginación y fantasía generada por sus lecturas, e introducirse en un mundo mágico del que pueda salir triunfante para recuperar su presunta  propia personalidad perdida, de tintes psicoanalíticos. Con su nuevo hermano  será la princesa "destronada". Para conseguirlo, es conducida, cual Teseo por una libélula/Ariadna que le guiará en todo el recorrido y así, no perderse y alcanzar el objetivo. Pero también, a modo de Teseo, que se vanagloria de ser hijo de Poseidón y quiere que se le reconozca su alcurnia, ella, princesa Moahana, lo es del Rey del Belmorra. Como Teseo, está dispuesta a  realizar unas pruebas para demostrarlo. Que han de ser tres  como en  los cuentos de hadas  tradicionales.  


Si seguimos con los recuerdos de otras lecturas, la protagonista Ofelia, ¿no nos sugiere en cierta manera la Ofelia del Hamlet  (1599-1601) de W. Shakespeare, por la repercusión que le produce la muerte de su padre y por y su trágico final, recreado por numerosos artistas? No sólo eso, también puede hacérsele una comparación con la percepción del propio Hamlet tenía, hacia su madre Gertrudis, que respetaba poco por no haber guardado el luto al padre difunto, y pronto acceder a un segundo matrimonio. Aquí, como pasa en otras ocasiones, se produce una simbiosis entre personajes y situaciones que se traslapan o permutan en sus manifestaciones o actitudes, y sólo se percibe el despechos de la niña hacia su padrastro, aunque siga queriendo a su madre.     
Ophelia (1852) Tate Britain, London.
Otros dos personajes, el del Fauno y el del Capitán Vidal tienen cierta relación con arquetipos de la mitología clásica. El Fauno pertenece a la tradición mítica de varias culturas antiguas con creencias que prevalecen en la actualidad. Es un dios romano pastoral: cuida del ganado y de los campos, y habita en el bosque. Es el dios Pan para los Griegos y también es conocido como Lupercus, literalmente, el que protege del lobo al ganado.Tiene piernas, pies y cuernos de macho cabrío y largas orejas vellosas (más). Ciertamente, su  incorporación en la historia no es gratuita, ya que Ofelia debe ser protegida del símbolo del lobo, su padrastro, que la acecha. Aunque el análisis no es tan sencillo, porque su figura alude al sincretismo romano de la mitología griega, dentro de la cual es el sátiro. De hecho, Fauno y Sátiro son sinónimos. En los mitos aparecen como seguidores de los dioses Pan y Dionisio. La imagen del sátiro representaba en su forma primigenia la virilidad masculina. Se significaba como lascivo que perseguía a las ninfas jóvenes en el bosque. En la cultura popular el término sátiro tiene un significado también negativo y en la tradición cristiana, se suele representar al demonio de la misma manera. Consecuentemente, el personaje de Mercedes le advierte a Ofelia, la protagonista, que “con los faunos debe uno andarse con cuidado”. Como se repite en la historia, la voluntad de una representación sincrética de los personajes, nos demuestra que finalmente, su actuación es la que se le atribuye a la imagen más difundida de Saturno,  comiéndose sus propios hijos, que debería ser adjudicada a Vidal. 

Saturno devorando a su hijo.
Francisco de Goya y Lucientes (1746-1828)
La actitud del capitán Vidal, guarda algunas similitudes con el dios Cronos o Chronos/ Saturno para los romanos, a quien en la cultura occidental se le identifica con el implacable paso del tiempo. El capitán está obsesionado por medir y observar el paso del tiempo y, contrariamente a lo que haría Saturno, espera con ansiedad la llegada de su hijo que perpetuará su nombre. Muestra visualmente esta preocupación por la costumbre de consultar reiteradamente el reloj de cadena que lleva y que cuida con esmero. A sabiendas de que se trata de un embarazo de alto riesgo, Vidal procura mantener al hijo que ha de llegar cerca. Para ello, no duda de hacer emprender un largo y accidentado viaje a su mujer y a su hijastra, advirtiendo al médico de  que, en caso de tener que elegir en el parto,  entre la vida de su mujer y la del bebé, se priorice la del niño. En el transcurso de una cena con invitados importantes de la vida pública, uno le pide al capitán que le diga si es cierto un rumor que corre relacionado con su padre. Se dice que el hombre también estaba siempre preocupado por la hora como Vidal. Llevaba un reloj que él averió voluntariamente en el momento de su muerte para  que su sucesor supiera la hora de su defunción. Vidal niega el rumor. Pero, al final de la película el personaje se encuentra en una situación similar a la de su antecesor, y las circunstancias se repiten. Este hecho parece  acercarse a un Cronos  con deseo  control temporal.
Se produce un cruce entre los signos que caracterizan a los dos mitos Cronos/Saturno y Fauno/Sátiro. Al final del relato, Fauno/Saturno pide a Ofelia que sacrifique a su hermano neonato para que ella pueda cumplir la misión que le permite ser merecedora del reino prometido. Como la niña se niega, la misión no se cumple y Vidal/Saturno castiga asesinando a su hijastra.     

Otros símbolos: El sapo, las hadas, la luna creciente, la sangre como símbolo de vida y muerte de la identidad humana y del paso entre dos mundos. La guerra y sus consecuencias, más brutal si cabe por su repercusión en los seres inocentes. La mandrágora, protagonista  mágica de muchas leyendas y rituales. Durante la Edad Media era utilizada por las brujas para sus diferentes rituales y ungüentos. Se creía que la planta tenía características humanas porque sus raíces parecían dos piernas. Hay historias que cuentan que esta gritaba lamentándose cuando la arrancaban de la tierra, pudiendo hacer enloquecer a las personas; y por eso amarraban a un perro a la planta para arrancarla. Las prohibiciones incumplidas... 


Lo dolorosamente real está opuesto y conjugado al del mundo de la fantasía, en el que desgraciadamente, al final confluyen y se confunden. Mundos posibles que corren paralelos y se entrecruzan: lo real,  con lo imaginario y donde los monstruos, están en la realidad  y la fantasía, sin ser únicamente criaturas extrañas de pesadilla nocturna. El Laberinto del Fauno cuenta una historia inimaginable pero posible y demasiado frecuentemente real; la inocencia convive con la maldad, la magia se confunde con la realidad, lo grotesco y lo violento se mezcla con lo hermoso y maravilloso, y la oscuridad da paso a la luz. 

Realismo y fantasía se entremezclan en constante tensión. La dureza del lenguaje cinematográfico no concede tregua, a pesar de los paréntesis de pasajes fantásticos. Ofelia, también cuál Alicia, quiere aislarse en un país de las maravillas, que vive inserta en la crueldad. Es un cuento realista y cruel donde la mitología hace volar  la imaginación pero no impide que se escape del todo. La niña logra imbuirse de un heroísmo particular que le permite, a la larga,  ser protagonista  de su propia versión de la derrota. El laberinto…no es una película para niños. Quien la vea ha de haber sobrepasado el mundo mágico con creces, para poderlo analizar y valorar con todas sus posibilidades dialécticas discursivas, y ver la historia como un cuento de hadas, pero con todas las metáforas contenidas. Es un filme extraño que parece no decidir un camino prefijado por los esquemas del género pero que finalmente parece definirse con su propia indefinición. 

Premios
Considerada la mejor película del año por parte de la Sociedad General de Críticos Cinematográficos de Estados Unidos, que reconocieron el largometraje de Guillermo del Toro como el mejor de 2006, superando a títulos como 'Cartas desde Iwo Jima' de Clint Eastwood, 'Babel' de Alejandro González Iñárritu o 'Infiltrados' de Martin Scorsese.
Triunfadora de los Premios Goya de España. El largometraje hispano mexicano se alzó con siete de los trece galardones a los que estaba nominado. La pequeña Ivana Baquero, de 12 años, recogió el 'Goya a la Actriz Revelación'.  Tuvieron también  los goya  en las categorías de: efectos especiales, fotografía, guión original, montaje, sonido y  maquillaje y peluquería. 

En la gala setenta y nueve de los Oscar, tres galardones la sitúan como una de las películas más relevantes del año.  El film, que iba en representación de México, se alzó con tres de los seis galardones a los que estaba nominada: mejor dirección artística, mejor maquillaje y mejor fotografía. No consiguió el premio a la mejor película extranjera que fue para la producción alemana 'La vida de los Otros' . La cinta optaba también a los premios para la mejor música original y el mejor guión original.  Podemos oír  una parte de la banda sonora de Javier Navarrete:

Sugerencias didácticas 
  • Observar los datos de la película. ¿Quién es Guillermo del Toro?  Hacer una pequeña biografía, señalando sus películas más emblemáticas, con sus comentarios después de tener alguna información sobre ellas.   
  • Ver la película El laberinto del Fauno entera. Puede entenderse mejor su significado después  de  los doce años, y adultos jóvenes. Siempre  dependerá de las características del público y  de su formación literaria y  cinematográfica. 
  • Situar geográficamente el espació en donde tiene lugar la historia. Hacer un repaso por los años  que  la enmarca. 
  • Reconocer las características de los términos  Guerra Civil española. Años de la posguerra. El Racionamiento. Los republicanos. Los maquis. Por qué vivían en las montañas. 
  • Separar el cuento real del fantástico, señalando por separado los dos argumentos. Comprobar el final y su contradicción con el principio. Al finalizar, ya no son dos historias separadas, confluyen. ¿Por qué? 
  • ¿Cuáles son las tres pruebas que ha de realizar Ofelia? ¿Para qué ha de llevarlas a cabo? ¿Qué problemas tiene?
  • La última prueba de gracia de Ofelia,  para superar los retos  que le ha impuesto el fauno y así poder mostrar quién es, tiene relación con el mito de Saturno. ¿En qué es comparable?
  • Observar los nombres de Laberinto, Fauno, Ofelia, ¿a qué reminiscencias literarias y mitológicas nos llevan?