sábado, 29 de octubre de 2011

EL EMBRUJO DE SHANGHAI (FERNADO TRUEBA) NOVELA DE DE JUAN MARSÉ


Hemos  visto, otra vez, "El embrujo de Shanghai". Ha sido en  el primer canal de TV española, en un día y hora de las llamadas de máxima audiencia. La película estrenada en el año 2002, ocasionó abundantes comentarios respecto al acierto de la versión de Fernando Trueba en colisión con el guión de La promesa de Shanghai de Víctor Erice  que,  lamentablemente, no pudo  llegar a ser película.


La historia está  fundamentada en la novela de Juan Marsé del mismo título que, a su vez y, en su contenido, se inscriben secuencias, nombres e influencias del mundo de ensueño de The Shanghai Gesture, película del año 1941 dirigida por Josef Von Sternberg, distribuida en España hacia 1946  con el mismo título: El embrujo de Shanghai. Película que inspira la novela de Juan Marsé en ciertos aspectos secundarios: La parte correspondiente a lo que podríamos llamar el cuento chino que entra en la novela de forma transversal  como un guiño del autor, dado que el momento en el que el film se distribuye y proyecta en las salas de cine de Barcelona, es cercano al que empieza  la historia contenida  en la novela.
Por tanto, el material tiene gran interés como relato/relatos consolidados a través de la fascinación de los autores de las obras previas; todas inspiradas, total o parcialmente en el corrupto, vicioso y atractivo Shanghai de principios del siglo XX producidas por los sucesivos autores literarios o directores de cine que, bajo el influjo de la sugestión i del impacto consecuente, las han manipulado, reescrito, re-elaborado. Incluso, ahora, más de medio siglo después de la presentación de las primeras aportaciones, el tema sigue sin dejar indiferente a autores, directores y productores o crítica; ya que, por una parte se sigue escribiendo –soñando- el tema y por otra, se intenta representar, con insinuaciones más o menos directas, para conmocionar al lector/espectador, igual que les ocurriera a ellos anteriormente; recordando, con matices más fantásticos que reales o, por lo menos, sesgados e idealizados, lo que Shanghai había sido, o se dice que había sido, para nuestros abuelos o bisabuelos en un país tan lejano como España y en una ciudad como Barcelona que, si bien permite establecer similitudes con Shanghai, en cuanto a su situación geográfica dentro de los respectivos países (China o España) -su papel comercial, las inquietudes de sus ciudadanos, etc.,-  culturalmente son bien distintas y su superficie y número de habitantes incomparables. 

Sueños, fantasías, representaciones....,que no dejan indiferentes a los productores; puesto que, se ha elegido un guión o desestimado otro, seguramente porque se elucubra sobre la identidad de los sueños del espectador al leer la novela, se intentan llevar a la pantalla y plasmarlos  de determinada  manera;  invalidando el guión de la versión que intenta huir de los elementos aparentemente vinculados a un cuento infantil. Al tratarse de directores de cine de reconocido prestigio, los cambios de última hora  no se entendieron  i crearon tensiones  y críticas por la circunstancia, poco afortunada, que había  envuelto el proceso.


EL EMBRUJO DE SHANGHAI


Dirección: Fernando Trueba.
País:
 España.
Año: 2002.
Duración: 120 min.
Interpretación: Fernando Fernán Gómez (Capitán Blay), Eduard Fernández (Forcat), Aida Folch (Susana), Ariadna Gil (Anita), Antonio Resines (Kim), Jorge Sanz (Denis), Rosa María Sardá (Betibú), Fernando Tielve (Dani), Juan José Ballesta (Finito Chacón).
Guion: Fernando Trueba; basado en la novela de Juan Marsé.
Producción: Andrés Vicente Gómez y Cristina Huete.
Música: Antoine Duhamel.
Fotografía:
 José Luis López Linares.
Montaje: Carmen Frías.
Dirección artística: Salvador Parra.
Vestuario: Lala Huete.

Para entender la situación de la acción presentada en El embrujo de Shanghai es necesario acercarse al momento político de esos años, casi diez después de finalizada la Guerra Civil española y del miedo por la represión franquista que entre los ciudadanos, ejercida de forma brutal y con el apoyo de muchos conciudadanos que denunciaban a sus vecinos  para demostrar su fidelidad al régimen y  así, obtener beneficios  y prebendas a cambio. 

Comentario
La película intenta seguir, con fidelidad, el espacio, el tiempo y las características fundamentales  de los personajes inscritos en la novela. También es fiel a la obra de Marsé, en el planteamiento, el nudo y el desenlace, pero Trueba adopta, sobre  todo, el sentido de aventura contenido en la novela, e intenta explotarlo al máximo; tanto en los paseos de  Dani con el capitán por la plaza Rovira,  por Gracia,  la Salut y o el Guinardó, y  en casa de Susana, como  la aventuras del mundo mágico de Shanghai (en la película a modo de las producciones de Hollywood, como hiciera  Samuel Broston, con multitud  de figurantes).  Por El embrujo de Shanghai desfilan, además de los protagonistas, más de 3.000 extras que convierten a la  cinta en una de las más concurridas del cine español).

El guión de Trueba, contempla el desarrollo del relato en 142 secuencias. Empieza, también, con la voz del narrador; aquí confiesa que se siente desconcertado: “No sé muy bien por dónde empezar mi historia”. A continuación,  a modo de  flash encadenado y con ritmo rápido, presenta  realidades diversas  de la calle o de interiores; lo que nos adentra en la historia de forma un tanto inconexa, para, poco a poco, ir atando cabos. Todo ello, con la voz de fondo de Dani, sorteada por los diálogos de los personajes que aparecen gradualmente. La acotación de los espacios elegidos es genérica,  por lo que se deduce que el director aprovecha el entorno de las precisiones de  la novela, para representar los espacios o los  personajes, en la película. 

El guión de Trueba sigue la novela, en el contenido y en la forma; pero al resaltar la aventura, el discurso en muchos momentos  es hueco, vacío  y sin vida. El autor de La niña de tus ojos no ha querido –o no ha sabido– leer entre líneas y ha tomado historia sin tener en cuenta el significado ético-político contenido. El director muestra sus dotes de adaptador al conseguir una excelente ambientación,  pero falta el latido de ideas  y de la ética de la novela. 

La historia o, mejor, las historias contenidas, se desenvuelven en espacios enfrentados entre sí: El mundo interior de dentro de la torre de la calle Camelias opuesto al mundo exterior del barrio. Los dos están insertos en un mundo real de Barcelona, a su vez, antítesis del mundo imaginario de Shanghai. Esos mundos, bien definidos y diferenciados, se van entrelazando, a medida que la trama evoluciona y así lo exige el relato. Más que fallar la combinación de los dos mundos, es desigual el tratamiento que tienen. El mundo interior, el del hogar de Anita y Susana, y al que acuden sucesivos  personajes, atraídos por su magnetismo, es el plano de la narración que alcanza mayor consistencia e interés. Ciertamente, hay que valorar, también, la calidad de la escenografía. Fernando Trueba  puso en el rodaje de la película  todos los recursos para dar a  la historia un marco estético de primer orden para crear una Barcelona de posguerra llena de una impecable imaginería; lo más logrado del El embrujo de Shanghai es la descripción del barrio de Gracia de los años cuarenta de la mano del maravilloso Capitán Blay, “Hombre invisible”,“peatón atropellado por un tranvía”. Es el personaje central; un viejo loco, protestón, que se empeña en cerrar la fábrica que  pueda  acabar envenenando  la ciudad con los gases que emanan de la chimenea.

Tenemos una bella plaza Rovira y una decoración de los domicilios  de gran calidad. Pero, dentro de este atractivo escenario, la historia y los personajes tiene diálogos muy cortos,  poco trabados y dichos con escaso convencimientos por parte de los actores. Filma las calles del barrio de Gracia coronado por el cine Rovira, donde Anita, interpretada por Ariadna Gil, es la taquillera y, donde pueden verse las  películas de Otto Preminger y Fritz Lang en los carteles anunciadores del exterior. 

El embrujo de Shanghai está en el grupo de films que tratan del paso de la infancia a la juventud, ya sea para bien, como en Belle époque o para mal, como en El año de las luces . La película  tiene un inicio prometedor desaprovechado, al no haber hecho una lectura que atendiera las  posibilidades de la novela de Marsé. El relato es repetitivo y lento para el espectador, con una voz en off del narrador casi permanente, sobre todo, al principio, que molesta más que apoya la interpretación de los actores. Es un film irregular que goza de un  brillante reparto. Trueba, ha llevado la novela de Marsé, a su particular dominio narrativo; es fiel a la novela que condensa en 120 minutos todos y cada uno de los capítulos, en cuanto a los acontecimientos y los personajes. Pero se ha cambiado el sentido de  una parte de la historia inicial: No habla de Shanghai como Trueba parece insistir. La ciudad china es una mera excusa, que Trueba se toma a pie de la letra. El embrujo de Shanghai es un proyecto de envergadura que no ha conseguido colmar las  expectativas. Las despierta inicialmente, pero le falta chispa. Aun siendo una aventura, tratada con estética  de comedia, carece de sentido del humor. 

La novela. 

Juan Marsé,  Premio Cervantes (2008) publicó El embrujo de Shanghai,en 1993. Es una   magnífica novela que tiene como escenarios los barrios del Guinardó, la Salut  y de Gràcia, en la Barcelona del final de los años cuarenta y principios de los cincuenta (1947-1952).  

Daniel el protagonista narrador es  hijo de un  hombre desaparecido  durante la guerra, y en el relato explica las sensaciones y descubrimientos  en el momento de su  paso de la adolescencia a la juventud. Empieza la historia cuando el chico, que tiene trece años, acaba de dejar la escuela; por falta de recursos no puede seguir estudiando y ha de trabajar; como tiene habilidades para el dibujo, su madre acuerda con un joyero fundidor amigo suyo, señor Oliart, su contrato como aprendiz y recadero,  unos meses más tarde. Marsé emula así, su propia biografía. 

La ciudad de Barcelona y el barrio tienen unas condiciones precarias que todos padecen. Hay muchas dificultades económicas  para mayoría de los personajes porque pertenecen al bando de los vencidos en la reciente guerra civil. Abundan odios y denuncias; cualquiera puede ser un delator. Los republicanos, que son los perdedores,  temen  ser descubiertos y encarcelados con todo lo que comporta: sufrir malos tratos, o la muerte sin siquiera un juicio. Para salvarse, han de camuflarse o desaparecer. Se emparedan en sus casas, en falsos fondos de armario; deambulan por  bosques, cuevas o barrancos o huyen al otro lado de la frontera. Los niños, las mujeres o las novias de los que se han ido, están en la ciudad esperando su vuelta, en medio de una vida llena de dificultades. En esta situación, la atención a cualquier señal de llegada de los seres queridos, aviva la monótona cotidianidad de los personajes. El recuerdo de los ausentes, sus apariciones ocasionales o la sospecha de que pueden llegar en cualquier momento, produce un estado de ánimo muy tenso para la familia y de cotilleo circunstancial para los vecinos del barrio.

Daniel relata la historia a modo de recuerdo personal, en primera persona. Se inicia en un momento ocioso, sin escuela y faltando pocos meses para empezar a trabajar, después de  finalizar la escuela. La mujer del capitán Blay le pide que acompañe a su marido -que califica como testarudo, viejo mochales, y del que resalta sus  arranques de locura senil- en sus paseos matutinos  para que evitar que el hombre haga disparates por la calle. 

El chico acepta. Hace de tutor del capitán. Los conflictos surgen a cada paso. El que desencadena el inicio del relato es por su denuncia a la fábrica de plexiglás y celuloide, Dolç S. A. porque  una humeante chimenea  contamina el aire del barrio con humos y malos olores. Blay pretende recoger suficientes  firmas para conseguir que destruyan la chimenea de la fábrica, o la alarguen. Para que la carta reivindicativa sea convincente y la firmen muchos, el viejo idea un escrito que ha de acompañarse de un dibujo de Susana, una niña de quince años tuberculosa, con una imagen expresiva de la enferma. Pretende hacer creer a la gente que la niña ha perdido la salud a causa de los humos de la fábrica por lo que sugiere a Dani que, como sabe dibujar, vaya  a su casa  y la retrate en la cama, con la cara demacrada para que su imagen conmueva y convenza al barrio,  y así firmen la carta. El encargo desata la historia, que Daniel recuerda años más tarde. Dentro de la habitación de la chica, a la que Dani va cada tarde, se configura la mayor parte del relato. La muchacha vive con su madre, Anita: Una atractiva mujer de cuarenta años que es la taquillera del cine Mundial. Vive medio alcoholizada para olvidar lo sola que se siente por la ausencia de su marido Kim, el padre de Susana; es un maqui al que la niña casi no conoce  pero que tiene mitificado y desea verlo lo antes posible.
El Bund, con vistas al puerto, era el centro de negocios y comercial de Shanghai.

Al poco de empezar las sesiones de  dibujo, llega de Francia y se instala en la casa de Susana,  Nandu Forcat, compañero de exilio del  Kim. Mientras que Daniel dibuja a la muchacha,  Forcat les explica la historia de resistencia franquista de Kim que, según dice, en ese momento continúa, con una misión que le ha obligado a marchar a Shanghai, siguiendo a un criminal nazi. La narración[i] que hace de los hechos, siempre dentro de la habitación y junto a la cama de la enferma, es fascinante para los chicos porque les evoca un mundo lejano, exótico y  maravilloso  en el que “el Kim” tiene un papel heroico, que Forcat explica con todo lujo de detalles. Es la parte del relato en donde, se ve la presencia - o los intertextos[ii]-, de otros relatos, con nombres semejantes que han influido en la novela, y que  Marsé  toma  para dar forma y nombre a la historia: Las películas, Shanghai Express (1932) (El expreso de Shanghai) de  Josef Von Sternberg con Marlene Dietrich y Clive Brook.

The Shanghai Gesture (1941), (El embrujo de Shanghai) con la interpretación de Gene Tierney y Victor Mature como protagonistas y dirigida, también, por Von Sternberg.

The Lady  From Shanghai (1948) (La dama de Shanghai) de Orson Welles, protagonizada por el propio director y la inefable Rita Hayworth y,  basada a su vez , en la novela del mismo título cuyo autor fue Raymond Sherwood King.   

De la segunda,  toma el nombre. Las tres películas, o por lo menos las dos primeras, deberían estar muy presentes entre los personajes de la historia de Marsé porque el tiempo del relato relacionado con el tema de Shanghai  corresponde  a 1948 y el cuento que Forcat  explica a los chicos tiene ciertas similitudes con las películas de Von Sternberg y de Orson Welles. De The Shanghai Gesture, toma el hecho que el protagonista es un desarraigado, idealista y romántico; con currículum carcelario, que es contratado como guardaespaldas de una bella dama: En la novela Chen Jing, para defenderla de los agresores que tiene cerca. En este caso,  del fascista Kruger/Omar, cuyo nombre,  corresponde al de Omar de la película de Von Sternberg, el árabe fascinante de Damasco.  

El desarrollo de los acontecimientos, también tiene parecidos: En los engaños, asesinatos, juicios, enamoramientos, celos…Todo, tal y como se veía el cine de Hollywood, dentro de un ambiente social de poder económico, pero corrupto, equivalente al del Mother Gin Sling,  casino ubicado en la Zona francesa de Shanghai, en la película de El embrujo..., o el del Cathay Hotel, en la novela de Marsé, que se denuncia. Dentro de la historia, que sobre todo hace soñar a los niños, Kim está como protagonista,  que a modo de Roberto Alcázar, es el héroe defensor de causas justas. En su relato, mantiene la posibilidad, con casi la certeza, de que Kim volverá  para llevarse a  su hija consigo a Shanghai. El final se precipita de manera muy distinta a la esperada, de forma que las ilusiones infantiles se truecan en  una dura realidad. 

La forma del relato  es semejante al de otras novelas del autor. Desde el  presente, se evoca un pasado al que el narrador le da vida, por medio de una puesta en escena de imágenes directas, entre las que intercala otra historia, la del Kim, que se inserta en el discurrir de la historia principal; todo,  por medio de múltiples narradores. A veces,  testigos;  otras,  copartícipes de los hechos.  La historia narrada por Marsé es topográfica.  

El narrador en sus recuerdos, nos guía en el reconocimiento del espacio, nos presenta los personajes y nos acerca a  situaciones concretas.Todo ello  a modo de recuerdo inconexo  que se define poco a poco. Con el conjunto,se recompone la historia  y tiene un sentido. Se centra en el barrio que tan bien conoce, y lo explora hasta el fondo. Plantea cómo viven y sienten los personajes protagonistas, vistos por la mirada de un niño, Daniel, que nos los reconstruye a su medida. Aunque sea un espectador dentro del relato, en el que participa como elemento coral  junto a los  héroes y heroínas, Daniel está presente y forma parte activa de las historias,  sin desaparecer nunca de la escena.  Es un chico imaginativo y solitario, que siente falta de afecto familiar, aunque en parte lo tenga. pero acusa la  pérdida del padre, desaparecido en la reciente guerra civil – corren los años 1947 y 48- y lamenta  tener a su madre tan lejos cuando la necesita: Trabaja muchas horas y  por tanto, la ve poco.

Sugerencias didácticas.

Temas posibles a estudiar:
  • Tanto la novela como la película permiten observar el marco la posguerra de  la Guerra Civil española, desde la perspectiva de los perdedores. Se pueden ver las dificultades de los jóvenes o adultos, relacionadas  con  la coyuntura del  momento histórico, tanto política como económica. 
  • El mundo de la adolescencia y de sus características dentro de un ambiente de posguerra. Las circunstancias que rodean a jóvenes, casi niños, con adultos en situaciones difíciles. Los  protagonistas  tienen su familia que a pesar de las miserias que les rodean, les quieren y ellos  se sienten queridos; aún así, les falta el padre o la madre. El ambiente hostil les castiga. Por ello, sienten miedo e inseguridad que con no entienden ni saben por qué les sucede. 
  • La vida de las personas adultas y su situación extrema. El significado de Padres ausentes, en aparentes grandes misiones subversivas; la situación de madres solas, enfermas o alcoholizadas; cómo puede haber vecinos enloquecidos  por tener metralla del cerebro; por qué hay en el  barrio personas  muy extrañas, etc. La mayoría vistas  desde la mirada  del narrador que no comprende su situación o la actuación de esas personas mayores, e ironizan sobre ello, tal y como suele suceder con los jóvenes respecto a los mayores, si no se implican en sus vidas.  
  • Cabe observar y resaltar de forma  muy especial el papel del cine en la vida de los personajes. Cosa que parecerá imposible vista desde la actualidad. Algunos incluso en sí mismos, tienen reminiscencias cinematográficas: 
    • Dña. Conxa, “rechoncha y pizpireta”, en recuerdo de la simpática y provocativa  Betty Boop de Fleischer (1930-35)   
    Su marido, el capitán Blay,  apodado “el  Hombre Invisible”,  en recuerdo del título de la película de 1933, The invisible man de James Whale, el director de las primeras películas del monstruo Frankenstein. Le llaman así porque va por la calle con la cabeza y el rostro vendado y, con una gabardina abierta, que deja ver el pijama. 




  •      Los chicos van al cine tanto como pueden. Se aprovechan de que tienen amigos entre acomodadores, controladores de taquilla, técnicos de cabina, etc., y luego comentan las películas que ven y les encanta el glamour de sus actrices o actores, que generalmente mitifican. 
  •   La madre de Susana, la señora Anita,  trabaja como taquillera en el cine Mundial de la calle Salmerón, anteriormente había estado en el Iberia.  
  •    Kim, su padre, antes de desaparecer era comercial una marca alemana de proyectores para cabinas de cine. Su nombre Joaquim Franch i Casablancas. El segundo apellido con recuerdo  cinematográfico.
  •     La distracción  mejor para Susana, la chica enferma,  está relacionada con el cine: Guarda los anuncios de películas de los periódicos;  colecciona programas; recorta las caras de los artistas  y las engancha a otros, etc.
  •    Daniel convence a  Susana para hacerle una fotografía cuando le enseña el dibujo que hecho de Gene Tierney, protagonista de El embrujo de  Shanghai  dirigida  por Josef Von Sternberg de 1941,  a partir de un programa de cine, de mano. 
  •      Los adultos van al cine los días de fiesta: Se nombran el Roxy, el Metropol, el Iberia; además del Mundial, el más citado.  
  •      Muy interesante tener en cuenta la «aventi» como forma de reconstrucción de hechos reales que el  narrador recompone con más visos de fantasía que de realidad. Sigue la técnica cervantina de la primera parte del «Quijote» que intercala cuentos o narraciones dentro de la historia principal. Aquí, a ese tipo de relato dentro de otro relato no  se le llama  aventi,  pero  está  presente en la novela al igual  que  en otras obras del autor. Se trata de  una magnífico cuento lleno de belleza que transcurre  en forma de narración paralela a la real, en el mundo mágico de Shanghai  y que consigue embaucar al lector. Su lectura aislada  acerca a un mundo de ensueño que puede  atrapar  fácilmente a los más jóvenes.     

El texto completo  del artículo puede encontrarse en:
Romea, Celia (2003)  “El embrujo de Shanghai.Impacto de relecturas”.  Revista
003190 - Letras Peninsulares  Spring 2003 Número V 16.1 (pág. 41- 77) USA
Davidson NC  ISSN 0897-7542  ( Departament of Spanish Davison College USA . Spanish Cinema Studes in Memory of Paco Rabal)

[i] Seguimos el comentario ya iniciado en el capítulo de  “Marsé y el cine, Marsé en el cine” de Celia Romea Castro  dentro de la obra editada por  José Belmonte Serrano y José Manuel López Abiada Nuevas tardes con Marsé. Estudios sobre la obra literaria de Juan Marsé. De Ediciones Nausicaä.  
[ii] Para ampliar información, véase el primer capítulo de Mendoza Fillola, A.  El intertexto lector. El espacio de encuentro de las aportaciones del texto con las del lector. Ed. De la Universidad de Castilla-La Mancha









jueves, 16 de junio de 2011

EL NIÑO CON EL PIJAMA DE RAYAS )

Hoy  nos acercamos a una historia que ha tenido gran divulgación y que ha interesado a jóvenes y mayores, posiblemente por su aparente sencillez de lectura  y su brevedad. Nos referimos a  la novela  El niño con el pijama de rayas que, con el colofón de la película  ha llegado un mucho rincones del mundo y ha sido traducida a diversas lenguas. 


El tema de la guerra, de las guerras y sus consecuencias, está vivo en la vida diaria de telediarios, documentales, películas, novelas de adultos o juveniles. Con frecuencia, y salvo excepciones, se fraguan con el desarrollo de batallas, con jefes de perfil psicológico bajo o maniqueo; con muchachos en los campos de batalla con una situación anímica cada vez menos predispuesta a heroísmos, y más sensibles a los traumas físicos y psíquicos por los padecimientos y el horror; abundan los finales poco afortunados y sin desfiles de victoria, ni premios; y, en la  retaguardia se ve la miseria y dolor, con alguna trama central o marginal, que  ofrece cierta luz entre tanta tiniebla. 

Evidentemente, el tema bélico tiene interés para  espectadores y lectores de diversas edades, porque ha sido y es un referente real en la infancia de muchos adultos, o porque es un conocimiento nuevo, tratado con frecuencia en clave de videojuego  de rol audiovisual, para los más jóvenes. También ha de decirse que al ser un tema tan reiterado en los medios, puede  sonar retahíla conocida y mil veces repetida,  cada  día guerras distintas, siempre una guerra igual. Sin embargo, aunque pueda parecer un tema agotado por el reiterado tratamiento, siguen publicándose novelas y estrenando películas que reviven guerras, o su memoria.  
Si nos ceñimos sólo a la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), (desde ahora,  SGM), en el cine que es el marco del tema que desarrollaremos, podemos  comprobar  que en los últimos años se han hecho  un gran número de películas

 El tratamiento del tema en literatura,  también es abundante. Sólo con que nos pasear por las librerías, podremos ver  muchas novelas y  ensayos de publicación muy reciente, sobre el tema. El mapa de los países que la sufrieron es grande y los intereses que confluyeron muchos. 
Al ser un tema que sigue vivo y generando información de forma permanente,   se trata de un argumento que podemos  explotar didácticamente porque no sólo no  está agotado, sino que  está en el ambiente;  y,  como consecuencia, se ven, se oyen y se leen,  aunque sea de forma inconsciente, secuencias e historias que rememoran la SGM. 
La propuesta que hacemos permite un trabajo que desarrolla actividades y  favorece la adquisición  de competencias propias  del área  de lengua  y literatura, pero además, tiene una función trasversal,  que permite  jugar con  otras  áreas  de  Educación Secundaria y Bachillerato.

De todos los elementos contenidos en tal litigio, haremos un acercamiento  a El holocausto.   

El material que, como ya hemos señalado,   permite mirarse y  verse desde  la mirada infantil.  Proponemos  la presentación de una  obra de producción  reciente,  El niño con el pijama de rayas. 

Título: 

THE BOY IN THE STRIPED PYJAMAS  

(El niño con el pijama de rayas)

Dirección: Mark Herman.
Países: Reino Unido y USA. 
Año: 2008.
Duración: 96 min.
Género: Drama.
Interpretación: Asa Butterfield (Bruno), Vera Farmiga (la madre), David Thewlis (el padre), Jack Scanlon (Shmuel),  Amber Beattie (Gretel), Richard Johnson (el abuelo), Shelia Hancock (la abuela), Rupert Friend (teniente Kotler), David Hayman (Pavel), Jim Norton (Herr Liszt), Cara Horgan (Maria).
Guion: John Boyne y Mark Herman; basado en la novela de John Boyne.
Producción: David Heyman.
Música: James Horner.
Fotografía: Benoît Delhomme.
Montaje: Michael Ellis.
Diseño de producción: Martin Childs. 
Vestuario: Natalie Ward.


Basada en una novela escrita por el autor irlandés John Boyne, que  relata  desde  el supuesto punto de vista de Bruno, niño de ocho años, hijo de un oficial de la Schutzstaffel nazi, su cambio de domicilio de Berlín a un lugar llamado "Auchviz" (en la versión original en inglés Out-With) que no es otro que el campo de exterminio de Auschwitz.

La historia sigue con fidelidad la  novela  de John Boyne (2007), con el mismo título e idéntico argumento. Ni en literatura  ni en cine dejan de sobrecogernos los hechos a lo largo de todo el relato. El tema de la Segunda Guerra Mundial, no por muy reiterado agota las posibilidades narrativas, ni deja de atraparnos. El autor señala la necesidad de ignorar el final para  seguir el relato con interés, pero no es fundamental. La muestra  es que la novela ha sido considerada best seller en 2007 y traducida a muchos idiomas. Su contenido, en general,  ha sido bien recibido por adolescentes y jóvenes, y seguro que  fue leída conociendo el final, porque es difícil considerar que no se hubiera comentado el final.  El discurso tiene una estructura lineal, con algunas elipsis. La duración  del tiempo interno es de casi dos años. La estética visual está muy cuidada,  con una excelente actuación de los niños protagonistas y de gran expresividad. Los adultos proporcionan un buen acompañamiento coral. Es una mirada a la Historia desde los ojos desconcertados de un niño, lo que proporciona un buen caudal de posibilidades didácticas por los aspectos contenidos que permiten un  interesante trabajo interdisciplinar. 

El niño con el pijama de rayas es una novela de veinte capítulos, con un acercamiento externo al holocausto. El protagonista, Bruno, había nacido el 15 de abril de 1934. En el momento de empezar el relato tiene nueve años, vive en Berlín con su padre, su madre y su hermana Gretel, en una amplia casa de la que han de marcharse porque a su padre, militar nazi es ascendido a comandante y le envían con responsabilidades al campo de concentración de Auschwitz, que por supuesto no tiene ningún significado para Bruno.  

El niño está molesto con el traslado porque  ha de dejar la escuela, y a los amigos. El lugar de destino es inhóspito, aislado y solitario. Desde la ventana de su dormitorio, Bruno divisa una gran cerca tras la que hay gente con pijamas rayados. Son los judíos, que están en el campo de concentración. 
Entre el aburrimiento y la confusión, se pregunta qué está pasando en Auschwitz y por qué la gente viste siempre con unos pijamas rayados. Una tarde, va a explorar el entorno  y se encuentra, al otro lado de la valla, con un muchacho judío llamado Shmuel, un nombre extraño para Bruno,  pero común en el campo de concentración. Shmuel se hace amigo de Bruno, se ven  cada tarde  y hablan. Gretel le cuenta que los del pijama de rayas son judíos y que ellos son "lo contrario". 

Poco tiempo después de esto, se descubre que Bruno y Gretel tienen piojos y a Bruno le afeitan la cabeza. Esto le hace parecerse mucho más a su amigo Shmuel y piensa que no son tan diferentes, realmente. La historia termina cuando Bruno, se encapricha por entrar en el campo de concentración antes de su vuelta a en Berlín, con su hermana y su madre. Consigue el pijama rayado gracias a Shmuel y pasa por debajo de la alambrada. Quiere ayudar a Shmuel a encontrar a su padre que el chico le explica que se ha perdido (presumiblemente había sido ejecutado) y también quiere poder jugar con otros niños. Sin lograr el propósito, empieza a llover. Bruno quiere volver para su casa, pero son rodeados por soldados junto a mucha más gente, y empiezan a hacer una "marcha" que se va haciendo densa a medida que llegan a un barracón hermético. Empieza los gritos, el caos… El relato termina con la búsqueda de Bruno por su familia; su padre descubre la ropa que se había quitado el niño para ponerse el pijama, cerca de la verja del campo de concentración, mientras deduce lo que le ha podido  suceder a su hijo. El padre de Bruno parece que ya no seguirá en el cargo,  y ya nada  importa. Los espacios  en los que se desarrolla el relato es una metáfora  de cómo podía vivirse semejante situación en muchos lugares de Europa, durante la SGM. El protagonista está atrapado en un espacio cerrado en el que se siente solo. Es un prisionero circunstancial, que no pueden acceder al exterior bajo ningún pretexto. La causa  de la  soledad y del aislamiento de Bruno es porque  vive en un lugar deshabitado junto a la verja que les separa del campo de exterminio. En sus juegos  está centrado en el descubrimiento del exterior  cercano,  al que  puede acceder desde  lejos, sólo con la mirada,  pero el relato de lo que ve y oye influye  para el desarrollo del relatos. Muestra los hallazgos  que,  con ser minúsculos, suponen una narración de la cotidianidad en los campos de exterminio  y sus alrededores.  

A lo largo del desarrollo de la trama, muestra su sorpresa por todo cuanto ve.  Explica  su amistad  con  otro  niño judío llamado Shmuel que vive al otro lado de una verja y que, como otras personas en ese lugar, viste un "pijama de rayas"; la novela  también tuvo muy buena acogida por el público adulto y juvenil. Desde distintos escenarios, con puntos de  vista variados y  situación opuesta,  ambos relatos  apuestan  por mostrar algo de lo que supuso el exterminio de los judíos. El tratamiento del tema tiene unas características que permiten un acercamiento  intertextual  con elementos  hipertextuales  bien documentadas. 

Sugerencias didácticas. 
  • Búsqueda, por grupos, del significado de los términos: Segunda Guerra Mundial, nazismo, fascismo, holocausto, judíos, Auschwitz, Führer, Adolf Hitler, campo de concentración. Cada grupo puede buscar el sentido de un término y hacer un cuadro o una presentación del concepto, al resto de la clase. Llevar una discusión y llegar a alguna conclusión de lo que significa.
  • Ver la película fijándose en los personajes y en su actuación. Si se ha leído la  novela antes, hacer una comparación de las semejanzas y diferencias. Se pueden tener en cuenta, sobre todo, si  la forma de narrar la historia es igual.
  • Después, establecer una discusión, o un forum, con la finalidad de entender a los dos  protagonistas: Bruno y Shmuel. Analizar  la estética de los personajes y su actuación. ¿Qué dicen sus miradas? ¿Y sus silencios?  Haz  una lista  de lo que les importa a cada uno. ¿Están bien representados? ¿Es adecuado el comportamiento de Bruno con Shmuel? ¿Y el  de Gretel con su hermano?
  • ¿Cómo son el padre y la madre de Bruno?¿Qué les dicen  a sus hijos? ¿Opinan  de la misma manera? ¿Quién tiene una actuación más certera; más ética?  Haz un paralelismo entre la  actuación de los padres y la de los abuelos.  ¿Qué  ideología  se desprende del  profesor ¿Y, cuál del asistente militar que tienen?
  • Evoluciona el  personaje de Bruno, a lo largo de la historia? ¿Es representativo el título de la película?
  • ¿Cómo describirías la historia? ¿De aventuras, social, intimista? ¿Qué enseñanzas  proporciona?  

lunes, 2 de mayo de 2011

CAPERUCITA ROJA (RED RIDING HOOD)

Se dice, en buena parte de los comentarios, que el más popular de los cuentos infantiles ha querido dejar de ser para niñas y niños de cinco años y aspira a tener colas de adolescentes en los cines. El punto de vista es discutible porque el relato tradicional tiene elementos de tanta o más dureza que los contemplados en la película, aunque las adaptaciones sucesivas lo hayan edulcorado hasta límites que lo hacen irreconocible. 

Bien, vayamos por partes. En la segunda semana del estreno en España la película ha conseguido una cuota de pantalla de casi 1.000.000 espectadores, lo que corresponde a un éxito notable. Es un film atractivo, con triángulo amoroso, trufado con situaciones de tensión y de sorpresas; que recurre al mito, a las tradiciones folklóricas y a su significado, para dar sentido al relato. Por tanto, el conjunto preconiza éxitos y reconocimientos.

TÍTULO

CAPERUCITA ROJA    (RED RIDING HOOD)    
Género: FantásticoTerror
País y Año: EE.UU. - 2011
Dirección: Catherine Hardwicke. . .
Guion: David Johnson. . .
Reparto principal: 











Fotografía: Mandy Walker. .
Música: Alex Heffes Brian Reitzell
Producción: Leonardo DiCaprio.Alex MaceMichael Ireland.
Duración:  100  minutos
 


La película 
El relato cinematográfico está dirigido por Catherine Hardwicke, también la directora de Twilight: (Crepúsculo). Ahora nos  sitúa en el pequeño pueblo de Daggerhorn, un imaginario lugar en medio de un frondoso bosque. Sus pobladores viven aterrados por la presencia de un peligroso lobo. La bella protagonista Valerie (Amanda Seyfried) -con una identificativa y espectacular capa roja, con caperuza, regalo de su abuela- está enamorada de un chico más bien retraído, Peter (Shiloh Fernández), leñador huérfano y no muy bien visto por sus vecinos, con el que le une gran amistad desde la infancia; pero sus padres Césaire (Billy Burke) y Suzette (Virginia Madsen) han dispuesto su matrimonio con el adinerado Henry (Max Irons), hijo de Adrian Lazar (Michael Shanks), también del pueblo, para poder pagar una deuda que tienen contraída con ellos y del que, sin embargo, está enamorada su hermana Lucy, por lo que el amor de la pareja no resultará fácil. Ante la perspectiva de que han de separarse, Valerie y Peter planean fugarse juntos, pero la hermana de Valerie es asesinada por el temido lobo que vive en el oscuro bosque cercano, y la tragedia cambia el curso de los acontecimientos. Desde hace años el pueblo ha intentado contentar a la fiera con el sacrificio de animales, pero en esta ocasión, con la última luna llena roja han aumentado sus exigencias y ha pasado al sacrificio de  humanos. Los lugareños están aterrorizados y deseosos de acabar con el animal asesino; van al bosque con varios hombres para cazarlo, entre ellos Adrián, el padre de Henry, que es asesinado por el bicho, en uno de los ataques. Suzette la madre de Valerie participa en el amortajamiento para su entierro. En esa situación, en medio de la tensión y el dolor por la desgracia, la chica descubre que su madre tuvo un romance con Adrian, y que Lucy es, en realidad, hija suya, y por tanto hermana de Henry, razón que explica que no pudieran casarse, aunque estuviera enamorada. Valerie descubre que su padre Césaire  también lo sabe.  

Un experimentado cazador, el padre Salomon (Gary Oldman), es reclamado por la comunidad para dar muerte al lobo y terminar con los problemas que ocasiona. Su llegada tiene consecuencias imprevistas ya que alerta al animal, y adopta forma humana durante el día -es un licántropo- por lo que cualquiera de los vecinos podría serlo, lo que produce un pánico generalizado con sospechas de todos hacia todos. Salomon  señala que  sólo  podrán  darle muerte con un objeto cortante de plata. Mientras celebran una fiesta en una noche de luna llena, roja, llega el lobo que hiere y mata a varios de los participantes. Todos los que han sido mordidos por el animal también están malditos, por lo que, si siguen viviendo, se convertirán en lobo, las noches de luna llena. Para evitar más desgracias se empieza a matar a los heridos. Valerie  sospecha  que el hombre-lobo podría ser alguien a quien ella ama. A medida que el pánico se extiende por el lugar, la joven descubre que es capaz de  entender a la bestia, a la que le une un vínculo inexplicable que le acerca sin temerlo  para escudriñarlo y así averiguar quién hay detrás de esa apariencia de lobo; lo que la convierte, tanto en sospechosa, como en posible rehén. Se van complicando las cosas con gran aumento de la tensión, hasta que una serie de circunstancias, que no vamos  desvelar,   permiten un final relativamente feliz. El desarrollo de la historia tiene un ritmo ágil que permite el paso del tiempo sin sentir: por el guión, la tensión del relato, la buena actuación de los personajes  y la belleza plástica  de los escenarios.                           
Al inicio, sorprende el imaginario pueblo alpino de Daggerhorn por sus casas y su entorno;  casas de madera, construidas en un claro del bosque.

Espacios boscosos circundan al pueblo, con nieve que  se  desliza sobre las ramas de los árboles en un blanco suelo nevado. De día, se filtran tenues rayos de sol, a contraluz, por entre coníferas de gran altura: píceas, abetos, alerces, castaños, pinos, abedules, musgos, helechos, etc. Por la noche, la luz de las hogueras les  acompaña en el exterior, y la luz de velas en los interiores de los hogares. El conjunto predispone a la ensoñación y al desarrollo de cualquier situación misteriosa.  

El cuento de la  Caperucita Roja 
El título de la película nos remite al cuento tradicional del que toma algunos motivos del esquema, pero con un entramado mucho más complejo e historias secundarias de relleno. 
Aunque el cuento tradicional tiene muchas versiones, también anteriores a la del académico francés  Charles Perrault, nos acercamos a la suya, Le Petit Chaperon Rouge, dentro de Les Histoires et contes du temps passé avec des moralités, ou Contes de ma Mère l’Oy  publicadas en 1697, que es la primera que lo fijó por escrito y que tampoco pretendía ser un cuento para los más pequeños. Empieza como ya sabemos. El lobo, después de averiguar la dirección de la casa de la abuela, a donde se dirige Caperucita, corre, se le anticipa y se come a la abuela sin miramientos; se mete  en su cama, espera la llegada de la niña a la que  invita  a  que se desnude y se acueste con él. Ya en la cama, después del ritual en el que Caperucita observa y comenta la magnitud de diversas partes de su cuerpo, se la come. Colorín colorado...No podemos decir  que se trate de una historia  fácil, ni que tenga final feliz,  aunque con frecuencia se haya presentado como relato ingenuo, atendiendo sólo a una interpretación naíf. Si llegamos al final, la moraleja censura a las chicas con desparpajo, que por tanto, pueden ser presa fácil de desaprensivos, representados por el lobo como metáfora de maldad.   
Aquí vemos que la adolescencia,
en especial las señoritas,
bien hechas, amables y bonitas
no deben a cualquiera oír con complacencia,
y no resulta causa de extrañeza
ver que muchas del lobo son la presa.
Y digo el lobo, pues bajo su envoltura
no todos son de igual calaña:
Los hay con no poca maña,
silenciosos, sin odio ni amargura,
que en secreto, pacientes, con dulzura
van a la siga de las damiselas
hasta las casas y en las callejuelas;
más, bien sabemos que los zalameros
entre todos los lobos ¡ay! son los más fieros.

Si recurrimos a la versión de los hermanos Grimm,  los folkloristas alemanes  Jacob Grimm Wilhelm Grimmel cuento-recogido en Kinder- und Hausmärchen (Cuentos para la infancia y el hogar), publicados en dos volúmenes entre los años 1812 y 1815-,  tiene un recorrido semejante, con algunas variantes y un final feliz del que  el otro adolece. Un cazador que está persiguiendo al lobo y pasa fortuitamente por la casa, se lo encuentra en la cama de la abuela dormido profundamente, después  de haberse dado un festín gastronómico intergeneracional. Temiendo el cazador que tal modorra sea producto de una digestión pesada, le practica una cesárea para  ver el contenido de su panza. Con gran sorpresa aparecen la abuela y la nieta, vivas y sin apenas secuelas. Caperucita ayuda al hombre a culminar la operación, metiendo  piedras en la tripa del lobo. Al despertarse, el peso vence al animal y se da un golpe que  termina  con su vida. 

Como ya hemos señalado, aunque la película sigue  esquemáticamente al cuento, desarrolla temas secundarios que la convierten en un largometraje para jóvenes y adultos. Sigue al cuento, con el mismo tipo de protagonista, Caperucita, aunque ahora la muchacha es mucho mayor que en el original; va al bosque, pero, en la primera ocasión no se encuentra con el lobo, visita a la abuela,  posteriormente, mantiene una conversación con el animal -de mayor complejidad-, se le da muerte y se le introducen piedras en el vientre, también con variantes, etc. Pero, vale la pena analizar y comparar las diferencias entre los relatos tradicionales y la película, porque enriquecen la historia con  ponderación y belleza. Trata el contenido del cuento clásico, se reconoce perfectamente, pero sin ajustarse ni a la versión de Perrault ni a la de Grimm, aunque contemple lo fundamental de ambas.    

Una versión  oscura y escalofriante  de Caperucita  Roja:  

Los elementos míticos del relato cinematográfico  
Es interesante adentrarse en el significado de los personajes, animales y objetos contenidos en el cuento de hadas porque aportan un sentido, transmitido de forma sistemática de generación en generación por medio de la literatura folklórica aunque luego los relatos hayan perdido, con las adaptaciones parte del mensaje inicial. Los temas giran en torno a un héroe o heroína que sufren angustias y tienen que enfrentarse a grandes poderes. Para vencerlos suelen ser ayudados por fuerzas sobrenaturales y objetos mágicos, con lo que la a ventura trasciende de lo natural a lo sobrenatural. Cobrando un carácter místico, con final feliz, como enseñanza esotérica que muestra que como única felicidad posible está la superación de obstáculos que cada  uno  tiene dentro de sí  y es capaz de vencer.     

La película que comentamos ha sabido mantener  algunos elementos de los que me parece de interés hacer un somero análisis, porque permiten relacionarla con el folklore de los cuentos clásicos y con el valor simbólico que la tradición les ha atribuido. Tiene muchos, no vamos a tratarlos todos. Casi es imposible. Diferentes autores: Gilbert Durand, Marc Soriano, Propp, Bettelheim, etc., nos ofrecen análisis desde puntos de vista variados, que nos permiten aumentar los posibles estudios de los elementos simbólicos. 

Citaremos  algunos:  
  
El bosque: Es un lugar de perfeccionamiento y purificación, también de misterio y de peligro donde viven ogros, brujas, gigantes, enanos,  dragones y por supuesto, lobos. 

La cabaña del bosque: Está generalmente en la frontera. Dentro suele estar la maga o la bruja. Cuando llega el o la protagonista se le da de comer. La comida tiene un carácter simbólico y ritual. La donación del medio mágico ocurre inmediatamente después de la comida.   

El fuego: Desde el momento en el que el hombre primitivo descubrió el fuego como elemento con el  que pudo vencer la oscuridad y el frío, la humanidad se ha sentido fascinada por la fuerza y el poder del fuego. 

El hombre lobo:Para la imaginación occidental el lobo es el animal feroz por excelencia y la licantropía la facultadpara que hombres, no tanto mujeres tengan la capacidad de convertirse en hombres lobo.   

La luna llena: Se considera que el influjo de la Luna condicione nuestro sistema nervioso. Locos, epilépticos y neuróticos están realmente más agitados en los días de Luna llena, mientras que la siniestra figura del “Iobizón” se presenta precisamente en esta fase lunar, que parece tener el poder de desencadenar el instinto más cruel en lugar de la razón. En tiempos de griegos y romanos, se creía que algunos hombres podían trasformarse en animales y que, en las noches de Luna llena, otros se trasformaban en lobos a causa de prácticas mágicas negativas o por efecto de entidades malignas que se adueñaban de su voluntad.

El color  rojo: Simboliza sangre, fuego, calor, revolución, alegría, acción, pasión, fuerza, disputa, desconfianza, destrucción e impulso, asimismo crueldad y rabia. Es el color de los maniáticos y de marte, y también el de los generales y los emperadores romanos y evoca la guerra, el diablo y el mal.

El color blanco: Es el que mayor sensibilidad posee frente a la luz. Es la suma o síntesis de todos los colores, y el símbolo de lo absoluto, de la unidad y de la inocencia, significa paz o rendición. Mezclado con cualquier color reduce su croma y cambia sus potencias psíquicas, la del blanco es siempre positiva y afirmativa.

El color negro  Símbolo del error, del mal, el misterio y en ocasiones simbolica algo impuro y maligno. Es la muerte, es la ausencia del color. También transmite nobleza y elegancia.

Sugerencias didácticas.
Estamos de suerte. Como la película está destinada a mayores  de dieciséis años,  permite acercarse a la historia, superando los problemas que podrían originarse si quisiéramos llegar al cuento  tradicional sin un aval como este. Ya no se trata de oír La Caperucita..., algo que  en una edad  como la que tienen los  espectadores posibles no les interesa, sino ir a sus orígenes, conocer mejor y  estudiar las versiones que  se han hecho del cuento. De hecho se trata  de una  actividad  de recepción y de formación lectora atendiendo a la lectura literaria y al la audiovisual.  
  • Si han visto la película, podemos ver las semejanzas que tiene con respecto al cuento que conocen y que recuerdan. 
  • Pueden recuperar los libros del cuento que tengan por casa, o que estén en la biblioteca para observar las transformaciones del relato en las innumerables versiones existentes.
  • Leer las versiones de la Caperucita Roja de Perrault y de Grimm. 
  • Ver las funciones del cuento de Propp y resaltar las que cumplen los dos cuentos tradicionales, con las diferencias  que tienen entre ellos. 
  • Compararlas con las funciones que contiene la película. 
  • Hacer un estudio comparado  atendiendo al paradigma de las estructuras antropológicas de lo imaginario .
  • Otro estudio posible es el relacionado con el modelo del psicoanálisis del cuento de hadas, en el que adquieren valor simbólico  los elementos de la historia.